viernes, 11 de mayo de 2012

JOHN ZORN'S MOONCHILD - "The Crucible": Vuelta a la rabia, aunque aquí más accesible

John Zorn tiene muchas obsesiones, y una de ellas es el Grindcore y el Hardcore. Adorador de NAPALM DEATH (a menudo se le puede ver en sus conciertos llevando camisetas de ellos y de otros grupos de Metal Extremo), en plena eclosión del género, Zorn quiso conjugar sus inquietudes con el Grind y le salió NAKED CITY, probablemente el proyecto que más sonará en el ámbito metalero, junto a PAINKILLER (con un lado más ambient, y donde colabora con Mick Harris de NAPALM y músicos de GODFLESH) y sus colaboraciones con Arto Lindsay (de DNA entre otros), Yamatsuka Eye (de BOREDOMS) y con Mike Patton (FAITH NO MORE, MR.BUNGLE, FANTOMAS...). Sin embargo, y aunque llegó a experimentar con todos los subgéneros (hasta el Sludge en "Leng Tch'e", última obra que grabó con NAKED CITY), a partir de mediados de los noventa, dejó un poco aparcada su faceta más extrema que tan bien era definida en su tema "Thrash Jazz Assassin". No obstante, Patton, que siempre fue un adorador de Zorn y acabó por convertir a su maestro en adorador suyo también, hizo que la locura volviese a la cabeza de Zorn, si es que alguna vez se había ido. Así surge el proyecto MOONCHILD.

Nacido con el disco de igual nombre, MOONCHILD comenzó como trío, con Mike Patton a la voz, Joey Baron en la batería y Trevor Dunn en el bajo. El disco homónimo era una orgía de ritmos cíclicos y densos, compuestos por Zorn, que Patton se encargaba de enriquecer con gruñidos, chillidos y artificios vocales varios, sin seguir ningún tipo de letra. El proyecto nacía como homenaje de Zorn a tres genios tan locos o más que él, que de una u otra manera, hicieron de la oscuridad el motivo de sus vidas: Antonin Artaud, Edgar Varèse y cómo no Aleister Crowley, y la música lo trataba de reproducir fielmente. Y contra todo pronóstico (o no), MOONCHILD se acabó convirtiendo en un proyecto exitoso para Zorn, con lo que rápidamente le dio continuidad con "Astronome" y ampliando la formación, con esa burrada llamada "Six Litanies for Heliogabalus" donde Patton tiene una letanía para su lucimiento en la que, durante unos nueve minutos, chilla, tose, escupe, vomita y reproduce ruidos enfermizos, todo ello siguiendo una estructura y un fin, aunque no lo parezca. "The Crucible" se convierte en la cuarta pieza del puzzle, y seguramente la más accesible del proyecto.

La formación de trío original se encuentra ampliada por el propio Zorn al saxo alto y Marc Ribot a la guitarra en un tema, "9 x 9" que es un homenaje al "Black Dog" de LED ZEPPELIN en toda regla. Y digo que es el disco más accesible porque Patton está más moderado y porque, aunque la densidad rítmica sigue siendo la nota dominante, ahora se dejan entrever melodías de aire judío como si de un songbook de MASADA se tratase, en donde Patton dobla la línea del tema junto a Zorn, enganchando desde el primer momento (fundamentalmente en "Almadel", largo tema de apertura y donde la fogosidad improvisatoria de Zorn, se entremezcla con la accesibilidad de la música). Aún así, John Zorn sigue dando rienda suelta a su cara más extrema y visceral y "Shapeshifting" donde Patton experimenta con gruñidos más guturales, "Hobgoblin" y "Witchfinder", con un ritmo contagioso y cíclico, de inspiración Klezmer, no dejan de ser muestras de ello.

Pero me dejo conscientemente lo que para mí son los dos temas fundamentales de "The Crucible", por un lado "Maleficia", un tema muy denso, oscuro y obsesivo usado por Patton para susurros y respiraciones maléficas y de ahí el título, que durante más de ocho minutos trae una cara Ambient que también Zorn tenía olvidada, recordando a PAINKILLER. Por otro lado "Ineubi", corte de inspiración muy Sludge e ideal para que Trevor Dunn se luzca con sus largas reverberaciones y distorsiones, hasta que Zorn entra con formas muy Jazzy y herederas de Anthony Braxton. En cualquier caso, una vez más fuera etiquetas y abrid paso a la creatividad en estado puro.

(Crítica publicada también en http://www.xtreemmusic.com/)

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