domingo, 8 de julio de 2012

SEAN JONES - "No Need For Words": Manteniendo el listón


Entre los músicos jóvenes aunque sobradamente preparados, nacidos tras la estela de Marsalis, Blanchard, Roberts, Payton y demás, uno de los más interesantes al echar a volar con criterio propio es el trompetista SEAN JONES. Miembro de la LINCOLN CENTER JAZZ ORCHESTRA y con un bagaje académico a sus espaldas que no deja lugar a dudas sobre su calidad técnica, el trompetista de Ohio ha ido prácticamente a disco por año desde que debutara en 2004 en el sello Mack Avenue, tan dado a mantener el legado del Post Bop vivo entre la juventud americana, incluyendo en una impecable trayectoria la que se puede considerar su mejor obra, “Gemini”, donde la influencia clara de MILES DAVIS se expande hacia todos los terrenos, no sólo aquellos herederos de finales de los cincuenta y primera mitad de los sesenta, sino también hacia el Groove y la electrificación setentera. Técnicamente Sean también empezó a mezclar el sonido de Miles, con la frialdad y la etiqueta de músicos blancos como TOM HARRELL, pero siempre con el apego por la tradición bien cercano en sus influencias.

Con “No Need For Words”, no se sabe si haciendo referencia a su disco “Kaleidoscope”, donde se acompañaba de varios vocalistas, SEAN JONES recupera su voz más Post Bop, sólo infectada por cierto Groove en “Loves Fury” y de una epicidad extasiante y melódica a más no poder en el corte final del trabajo, “Forgiveness (Release)”, todo un himno entre la tradición y la modernidad, acompañado del órgano espiritual de COREY HENRY y de un aura optimista que pone el broche final a un trabajo sin fisuras. Antes de estos dos cortes que ponen la nota de variedad, las seis composiciones restantes siguen unas formas más predecibles, pero no menos interesantes gracias a unos tremendos acompañantes, especialmente la sección rítmica con el enorme ORRIN EVANS detrás de las 88 teclas. Sin asumir riesgos armónicos y estructurales como AMBROSE AKINMUSIRE, ni perderse en el ombliguismo facilón de CHRISTIAN SCOTT, SEAN JONES factura una hora de música convincente en la composición y excelente en la improvisación, que contagia frescura y entusiasmo, sin perderse en tortuosos caminos.

Todo esto queda bien claro desde el primer corte, “Look And See”, donde SEAN JONES deja claras sus dos influencias fundamentales antes citadas, y los excelentes solos del grandísimo ORRIN EVANS y del saxofonista BRIAN HOGAN, redondean un inicio auténticamente Post Bop y sin espacio para grandes novedades, pero mucho virtuosismo musical. “Olive Juice” introduce ritmos y ambientes latinos con el acompañamiento de la percusión de KAHLIL KWAME BELL, mientras que el momento balada de “Momma” se mueve hacia el Gospel y el Blues, gracias en parte a la labor de Evans. El entusiasmo inicial y el poderío Bop vuelven con “Touch And Go”, donde OBED CALVAIRE da una lección polirítmica tras los parches, y para cerrar esta primera parte del trabajo, el aura Miles se vuelve cristalina en el tema título del disco, balada ensordinada para lucimiento de Jones, y en su continuación “Obsession (Cloud Nine)”, quizás la que más se acerca a los esquemas del ya citado CHRISTIAN SCOTT por tratar de unir simpleza estructural y rítmica con virtuosismo improvisatorio.


Con un ritmo de lanzamientos tan elevado, uno se pregunta si SEAN JONES tendrá baterías suficientes como para mantener el nivel. Hasta ahora no sólo lo ha conseguido, sino que cada nuevo lanzamiento era un paso adelante. “No Need For Words” es la prueba de ello: uno de los discos de 2011 y un nuevo hito personal en la carrera de este elegante e impecable músico de la generación más preparada procedente de EE.UU, que sabe demostrar su valía y también encandilar, algo difícil sin caer en el tedio o la síntesis excesiva. ¿Qué nos deparará su trayectoria en el futuro?

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