domingo, 19 de agosto de 2012

THE DIRTY DOZEN BRASS BAND - "What's Going On": Rabia y frustración ante la tragedia


En 2005 Nueva Orleans recogía los restos que el Huracán Katrina había dejado sostenerse. La región de EE.UU, entre críticas a la administración central por su mala gestión de la catástrofe y lloros por las pérdidas, sobre todo personales y también, y de qué manera, materiales, se esforzaba por volver a la normalidad, en medio de la desesperación y la vuelta del ser humano a sus más salvajes instintos de supervivencia. El mundo veía como un país al que se suponía lo suficientemente desarrollado para hacer frente a estas situaciones, por muy imprevisibles que fueran, precisaba la solidaridad y la ayuda del resto para tratar de salir lo más rápidamente posible del desastre y de la calma que sobreviene a la tempestad. En este contexto, muchos grupos, músicos y, en general artistas, la mayoría nativos de Nueva Orleans o simplemente compatriotas, se apresuraron a hacerse eco de la tragedia, aportando su propio punto de vista, ya fuera desde la esperanza, la crítica o la desolación. 

Como no podía ser de otra manera, THE DIRTY DOZEN BRASS BAND tenía que estar entre este grupo de artistas y lo hizo en 2006 desde un punto de vista original y muy acertado: reinterpretando al completo el disco “What’s Going On” de MARVIN GAYE, en versión Mardi Grass a la Nueva Orleans, con una elocuente portada que hace referencia a la tragedia y utilizando las frases de GAYE de manera muy acorde a la tragedia que acababa de suceder: de las masacres de Vietnam a las de Nueva Orleans, pasando 35 años entre medias. No eran los primeros, de hecho yo mismo hace poco comenté otra reinterpretación de esta obra de MARVIN GAYE en versión Smooth Jazz de la mano de EVERETTE HARP, pero la forma en que THE DIRTY DOZEN BRASS BAND usaron la temática del trabajo y sus arreglos metálicos al más puro estilo Nueva Orleans de principios del siglo pasado, mezclados con algunas dosis de Hip-Hop y reminiscencias urbanas, le dan una personalidad propia al resultado final. A lo cual hay que añadir jugosas colaboraciones que redondean la sonoridad y expanden los géneros, como CHUCK D, IVAN NEVILLE, BETTYE LaVETTE, G.LOVE o el gran GURU.

THE DIRTY DOZEN BRASS BAND debieron de pensar que “What’s Going On” tenía la suficiente oscuridad y rabia contenida contra los acontecimientos y las acciones gubernamentales, como para darle un lavado de cara, por lo que se limitaron a reconstruir los temas y adaptarlos a la fanfarria de los metales y la crudeza de los ritmos de pasacalles. Los “invitados” aportan sus voces en los temas más conocidos, como el propio “What’s Going On” con CHUCK D en clave de Rap, “What’s Happening Brother” con una BETTYE con la profundidad del Soul y el sentimiento y la rabia Funk, el Gospel de “God Is Love” fruto de la aportación de IVAN NEVILLE, un contenido y algo falto de fuerza G.LOVE (con total conocimiento y premeditación consecuencia del arreglo usado para la ocasión al enfrentarlo a una sección de vientos potente y colorista) en “Mercy, Mercy Me (The Ecology)” y el siempre certero GURU en el cierre del excelso “Inner City Blues”. Junto a ellos, los temas instrumentales y los arreglos hacen que THE DIRTY DOZEN BRASS BAND suenen, más que nunca, funerarios y frustrantes. No tratan de resaltar la fuerza de los temas, más bien al contrario, buscan la reflexión y la introspección, reviven como nunca el auténtico sentimiento con el que MARVIN GAYE compuso “What’s Going On”. 

Como homenaje a su fuente de inspiración y a su propia tierra, THE DIRTY DOZEN BRASS BAND no han podido elegir mejor manera. Un disco de temas propios no habría aportado nada, otros muchos coetáneos lo estaban haciendo y con el paso del tiempo no sería comprendido. Sin embargo, usar una obra conceptual, en un contexto distinto para el que se concibió, pero con la misma moraleja, acompañándolo para la ocasión de una imagen (que vale más que mil palabras: la portada del trabajo), me parece un tributo “original”, por muy paradójico que pueda sonar. “What’s Going On” es algo más que una versión de un clásico: es rabia, frustración y desesperanza, pero al mismo tiempo fuerza y valentía para lo que llega. THE DIRTY DOZEN BRASS BAND lo captaron a la perfección y no podían haber hecho mejor homenaje a Nueva Orleans que este disco, que está entre lo mejor de su larga carrera.

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