jueves, 20 de septiembre de 2012

HARVEY MILK - "Life... The Best Game In Town": Una banda muy personal


Como viene siendo habitual en el mundo del Sludge y del Rock Sureño americano, las bandas no dejan el status de referencia, de divinidad, de rompedores... pero siempre a nivel underground y sin discografías prolíficas. A excepción de los padres del sonido, los MELVINS, todos los que vinieron detrás a aportar su propio sonido, EYEHATEGOD, PORN, CROWBAR... han sido más bien cortos en discografía aunque siempre son encumbrados y con razón entre los aficionados al género. Y entre ellos HARVEY MILK, cuyo nombre se lo deben a un político norteamericano del siglo XX que luchó por los derechos de los homosexuales, ocupan un lugar particular.

Nacidos a principios de los noventa y siendo comparados rápidamente con los MELVINS, Creston Spiers y los suyos tenían una personalidad muy particular. Aunque su sonido “fofo” y cargado de electricidad era propio de la escuela sureña, ellos tenían una raíz mucho más clásica a medio camino entre LED ZEPPELIN y ZZ TOP, como se demuestra en el especial apego por el Blues que tiene en las guitarras y estructuras esta gente. Ello unido a un sentido del humor bizarro y extraño que también está reflejado en este nuevo disco, los convertía en una banda de referencia por méritos propios. Tres discos en los noventa y un silencio de más de un lustro que sirvió para que su status de banda mítica creciera y se reeditara su material en más de una ocasión, eran su único pasado discográfico hasta que hace dos años regresaran con “Special Wishes”. Con “Life... The Best Game In Town”, vestidos con un artwork divertido y extraño tanto en la portada como en la galleta del CD (con un hombre cuya cabeza es el agujero del disco), HARVEY MILK sigue su senda de siempre, con todos los elementos por lo que son famosos con un disco que sin ser lo mejor de su carrera, está entre lo mejor del género de este año.

En esta ocasión Spiers ha reclutado al bajista Joe Preston, un culo de mal asiento que ha pasado por HIGH ON FIRE, los propios MELVINS y THRONE y que está entre los más reputados músicos de la escena Sludge americana, aunque en directo, como alguno pudimos comprobar hace un tiempo, sea poco carismático y esté siempre en su mundo. El resto de HARVEY MILK lo forman unas guitarras capaces de sonar sumamente distorsionadas, pero también de tener momentos de melodía casi hímnica y mucho Rock y Blues en sus trastes, y el siempre nervioso Spiers en sus cuerdas vocales, moviéndose como pez en el agua tanto en los pasajes más solemnes como en los momentos en que parece un loco salido del manicomio al más puro estilo Steve Austin. Globalmente, es difícil que uno se pueda aburrir ante la escucha de “Life... The Best Game In Town”, pues cada tema es un mundo sorprendente y diferente al anterior, siempre con la distorsión y la electricidad mascada en el ambiente como hilo conductor, y Spiers es el culpable de todo esto y de los muchos guiños de humor en las letras y la propia música (como demuestra el último corte, “Good Bye Blues” con una breve referencia a los dibujos de la Warner al final).

El espíritu camaleónico de HARVEY MILK es tal que no se puede comenzar un disco de una manera tan atípica y sorprendente como en “Death Goes To The Winner”, empezando con forma de balada bucólica y casi vomitiva que acaba por explotar en un estallido de distorsión. “Decades” es puro LED ZEPPELIN adaptado al poderío guitarrero americano: ese ritmo de batería es una clara referencia a los citados dioses y las guitarras tienen muchos guiños al pasado también, demostrando la fuente de la que bebe la banda de Spiers. Más adelante, la corta “We Destroy The Family” con una estructura circular y adictiva, aunque el trabajo vocal se haga un poco repetitivo, se convierte en una de las más veloces junto a “A Maelstrom Of Bad Decisions” donde Spiers adopta en su tono de voz melodías de cuna que contrastan con la agresividad de la música y a “Born Burner”, un tema desatado e ideal para el desfase. La cara más Blues se refleja en cortes como “Skull Socks & Rope Shoes”, sureño hasta decir basta y con un gran trabajo solista de guitarra y “Motown”, en este caso con mucho sentido del humor. En la parte final del trabajo y antes del ya citado “Goodbye Blues”, otro de los más lentos y pesados del plástico, “Roses” pone una nota de color en un tema muy solemne y oscuro cuyo comienzo con piano y voces limpias descoloca un poco.

En un año en el que el Sludge y sus derivados no han tenido muchos referentes, uno de los grandes vuelve con un nuevo disco. HARVEY MILK quizás sea de los más atípicos y personales de la escuela sureña americana, y de los que menos continuidad han tenido en cuanto a seguimiento y resultados no pasando nunca de su status underground, pero discos como “Life... The Best Game In Town” demuestran que la calidad y la capacidad de travestirse de este grupo es tal que sólo por su único sonido merecerían estar más arriba. Gran trabajo.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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