martes, 5 de agosto de 2014

JOHN SCOFIELD - "Überjam Deux": Segundas partes nunca fueron buenas, o sí...


Siempre digo que en el mundo del Jazz Contemporáneo hay tres guitarristas que surgieron de la misma escuela y tuvieron al mismo profesor, pero que cada uno ha desarrollado su propia personalidad totalmente diferenciada y propia: por un lado PAT METHENY, que es más una estrella del Rock que otra cosa, últimamente muy inquieto con su nuevo grupo Unity. Por otro lado BILL FRISELL, el raro, el señor de los experimentos y de los sonidos exóticos. Finalmente JOHN SCOFIELD, con la cara-cruz de haber pasado por las manos de MILES DAVIS y teniendo en su carrera altibajos, pero siempre con un sonido muy característico. De este último toca hablar. Después de una trayectoria abultada, con colaboraciones y discos de todo tipo, en 1998 JOHN SCOFIELD lanzó “A Go-Go” del que ya he hablado alguna vez, con un trío aún por explotar que se estaba poniendo de moda, MEDESKI, MARTIN & WOOD, heredero de Booker T. & the M.G.'s, reutilizando la suciedad del Funk con el lenguaje del Jazz. El resultado fue fresco y divertido, lleno de Groove que se contagia. Poco después repetiría SCOFIELD la fórmula aunque con formación cambiante y ampliada en “Bump” y finalmente la trilogía se cerró en 2002 con un disco “Überjam” que era la síntesis de lo buscado: improvisación, crossover y Groove Funky, todo en uno.

Después de aquel disco JOHN SCOFIELD volvió a reinventarse y divagó entre el Blues, el Gospel, la música orquestal y el intimismo, hasta el año pasado, que el cuerpo le volvió a pedir diversión y anunció “Überjam Deux”, algo más de diez años después del primero. De los originales presentes en “Überjam” repiten el guitarrista y otras muchas cosas más, Avi Bortnick, el bajista Andy Hess y el batería Adam Deitch, además de Medeski en la mitad de los cortes y algunas otras colaboraciones. Y en cuanto a la idea era la misma: coger el Soul y el Funky como base, llenarlo de improvisaciones guitarreras y aprovechar el talento con los aparatitos y los efectos de Medeski y Bortnick para que el resultado sea sorprendente. Eso sí, se nota que SCOFIELD entre medias había vuelto a colaborar con MEDESKI, MARTIN & WOOD y que sus ideas estaban mucho más asentadas, porque el resultado es más completo y está mejor compactado que en “Überjam”, donde algunas ideas divagaban en exceso. Aquí no, aquí no parece que sobre ni que falte nada y Bortnick especialmente aporta la inventiva que MEDESKI hizo en su momento en “A Go-Go”.

El disco se abre con “Camelus”, de una forma muy inquietante, con elementos de percusión electrónica, que pronto se tornan en puro Funky groovie y adictivo. Igual que lo es “Boogie Stupid”, que recuerda mucho a “A Go-Go”, en un tono más Blues. En el terreno de la excitación improvisatoria, “Endless Summer” es un mano a mano entre Bortnick y Scofield, con líneas melódicas muy atractivas y un ritmo constante, machacón y pegadizo que no se termina de ir, y “Cracked Ice” desde un punto de vista más Jazz-Funk, hará que no paremos de mover los pies gracias a la batería y a los acordes rítmicos de Bortnick. “Al Green Song”, como el título reza, es puro Jazz Soul, con una ambientación muy conseguida de los teclados de Medeski, “Dub Dub”, por su parte, es un guiño al Reggae, y la balada “Curtis Knew” es pura alma, con una guitarra de SCOFIELD que canta más que toca. En el plano de las experimentaciones tenemos “Torero”, con un leve aire aflamencado y mucho efecto de la mano de Medeski y del propio Bortnick y “Snake Dance”, uno de los temas más largos, se deja llevar por efectos en las guitarras y percusiones de lo más variadas.

El resultado, insisto, está mucho más centrado que “Überjam”, pero al mismo tiempo sigue teniendo el puntito aventurero y sorprendente de aquel, menos cuadriculado que “A Go-Go” y más suelto que “Bump”. Aquello de que segundas partes nunca fueron buenas no se cumple en “Überjam Deux”, que es una versión mejorada de la idea que dio a luz aquel trabajo hace más de diez años (¡cómo pasa el tiempo!). ¿Qué deparará el futuro a JOHN SCOFIELD? Veremos, quieto no se va a quedar.





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