jueves, 17 de noviembre de 2016

LIQUID GRAVEYARD - "On Evil Days": mirando hacia nuevos horizontes.


¡Qué sorpresa este debut de LIQUID GRAVEYARD! Algunos recordarán a una banda seminal del Death Metal europeo, que sin embargo no tuvo la repercusión necesaria: CANCER. Hoy sus discos se cotizan al alza y no es la primera vez que se pueden ver en versión pirata, pero aún así, siendo uno de los grandes a tener en cuenta de la escena inglesa, su popularidad rozaba el mínimo cuando retornaron con un “Spirit In Flames” que dejaba el sonido clásico del grupo a un lado, y que aunque de resultados no excesivamente lucidos, consiguió que algunos pudiésemos verlos en medio de la gira de NAPALM DEATH con los siempre odiosos DIECAST, cuando sólo una veintena de personas poblaban Ritmo y Compás (horas después la sala estallaría en aforo, haciéndose imposible respirar y dejando la actuación de CANCER en mera anécdota de la que muchos ni fueron conscientes). Después de aquello, CANCER volvía a “morir” y poco más se supo de John Walker, más que en los ámbitos “rosa” de la prensa musical underground, al saber que había contraído matrimonio con Raquel Walker, de los madrileños ABFYS. 

Mi sorpresa ha venido al recibir este “On Evil Days”, disco debut de LIQUID GRAVEYARD. Al principio me puse a escucharlo sin mirar el libreto ni saber su formación. Como no conocía nada del grupo, quería tener una primera impresión sobre su música, sin comparaciones previas ni nada. Debo reconocer que el disco me costó acabarlo: navega mucho entre aguas intermedias, bebiendo de todos los palos imaginables, y aunque el sonido es muy bueno, no me terminaba de convencer la mezcla final, en especial en lo que a la voz se refiere. Cuando abrí el libreto y descubrí que John Walker era el cerebro de LIQUID GRAVEYARD junto a su mujer Raquel y Adrián de Buitléar de MOURNING BELOVETH, no pude dejar de arquear las cejas y abrir los ojos como platos. Jamás pensé que Walker tenía estas inquietudes tan heterodoxas y menos aún que, pese a la defunción de CANCER y su definitivo establecimiento en Madrid, seguía vivo musicalmente hablando. Me lo imaginaba en otros menesteres más reposados y menos creativos, y afortunadamente, me equivocaba.

Dicho esto, retomo el hilo musical: “On Evil Days” es un disco raro, pero con ganas además. Por un lado se puede decir que trata de beber de THEATRE OF TRAGEDY y toda la legión de bellas-bestias posteriores, sobre todo cuando Raquel hace uso de su voz limpia más natural, la de soprano y no se empeña en bajar el tono (es lo que menos me gusta de su trabajo, pues su voz suena “rara” en tesituras limpias más graves). El contrapunto a esta voz angelical heredera de Liv Kristine (clara referencia en un tema como “Them Greeds”, de riffs muy Doom y uno de mis favoritos), parece ser la propia Raquel, sólo acompañada como segunda voz por su marido en el tema “From The Tower” si hacemos caso al libreto, aunque sinceramente no me lo acabo de creer, con excepción de la voz anecdótica cuasi rasgada de “The Blood Inside”, y pienso que John Walker se encarga de la segunda voz en todos los temas, y si me equivoco, mi enhorabuena, porque el registro gutural es francamente bueno. Sin embargo, LIQUID GRAVEYARD es mucho más. Los sonidos más accesibles y casi rockeros de la ultimísima etapa de CANCER también están presentes (como ocurre en “Criministers”, pegadiza y groovie o “Their Words Grow Thin”, nuevamente con Raquel en buen estado en sus registros altos y pasajes de corte muy Heavy), y la oscuridad y el ambiente opresivo y denso, faceta que no conocía yo de Walker, también aparece en por ejemplo “On Evil Days” y sobre todo “1760”, uno de los temas más sentidos y decadentes, con extraños pasajes fantasmagóricos, samplers y voces modificadas, incluidas. 



El resumen de todo esto podría ser una mezcla entre Doom – Dark – Death y hasta música progresiva, de difícil comparación, aunque quizás la más adecuada sea la que la hoja promocional cita: DOMINION, si bien me parece que da mucho más de sí. La etapa media de ATROCITY, cuando empezaban a experimentar con sonidos oscuros también podría ser una referencia, al igual que AGHORA, por ese toque progresivo que tienen. Pero en general, se puede decir que LIQUID GRAVEYARD tiene un sonido tan personal, como etéreo y disperso. Y es aquí donde viene el punto débil del disco: por un lado, cosa rara, un sonido que no me termina de convencer, conseguido en los estudios Sandman de Madrid, de donde han salido buenísimas producciones últimamente, pero que en esta ocasión, sobre todo en el apartado de voces limpias, me suena algo descompensado y falto de fuerza. Pero por otro lado, y en parte consecuencia y al mismo tiempo contribuyente a la anterior sensación sonora, LIQUID GRAVEYARD me parece un proyecto inconcluso. Las canciones parecen empezar, pero uno no sabe muy bien en qué momento Walker quiere que acaben. Esto contribuye a la sensación de rareza, pero también a la dispersión a la que me refería, de tal manera que al terminar el disco es difícil decir si realmente te ha gustado: está muy bien hecho, cuidado y se nota trabajado, pero no consigue transmitir todo lo que debiera. 

No obstante, y recopilando todo lo dicho, “On Evil Days” es un disco tan sorprendente como la historia y presencia ilustre de sus miembros. No busques comparaciones, tampoco la tranquilidad del pre-conocimiento de un estilo concreto. Simplemente déjate llevar y trata de comulgar con las ideas personales que John Walker, su esposa y compañía, han tratado de plasmar en este primer esfuerzo. Una cosa está clara, Walker sigue siendo una mente creativa y con LIQUID GRAVEYARD parece que ha conseguido poner la primera piedra de algo mucho mayor. Sólo le queda definirse un poco más y terminar de redondear el resultado. Mientras tanto, un debut notable.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)