viernes, 28 de febrero de 2020

ENDSTILLE - "Operation Wintersturm", "Frühlingserwachen", "Dominanz" y "Navigator": reediciones que tratan de poner a un grupo en su lugar merecido.


Hace poco comentaba en estas páginas, a tenor de “Endstilles Reich”, que ENDSTILLE gozaba de mucha respetabilidad en el underground del Black, pero merecían llegar más lejos debido a su potencial y el perfeccionamiento de su sonido. Estar en el seno de sellos mal distribuidos había hecho daño al cuarteto germano, pero el fichaje con Regain Records parecía que podía relanzar a la banda. Y para no dormirse en los laureles, la discográfica que editó el último disco del grupo acaba de reeditar sus cuatro trabajos anteriores. Sin extras ni remasterizaciones, respetando al máximo el artwork original, simplemente se ofrecen a un público más amplio que no pudiera adquirir estos trabajos en su primera edición, pero no se obliga al fan del grupo desde sus inicios a adquirir nuevamente estos productos con el fin de conseguir los bonus que pudiesen traer. Desde aquí recomiendo a los aficionados al Black más típico y efectivo que les echen un oído y aprovechen la oportunidad de hacerse con la historia completa de una banda que no está llamada a derribar los patrones del género pero que derrochan calidad. 

El combo alemán no sorprenderá a los aficionados al Black Metal. No hay ninguna intención de innovación ni de ofrecer algo más que buena música, pero creo que ENDSTILLE es, aún así, uno de los grupos más interesantes del Black europeo, porque disco a disco no muestran agotamiento y parecen superarse y perfeccionarse cada vez más y porque la evolución desde “Operation Wintersturm”, aunque es mínima, es sutilmente envidiable, pudiendo comprobar el proceso de maduración del sonido de una banda, desde un inicio algo más tímido e ingenuo, a un virtuosismo y un vigor con difícil parangón. La voz de Iblis no decepcionará a ningún fanático del Black más despiadado y aunque en los dos primeros discos no consigue disfrutarse del todo, en “Dominanz” y “Navigator” el trabajo del frontman germano es de lo mejor del grupo, junto a unas guitarras que pueden sonar típicas pero consiguen hipnotizar y una sección rítmica que lleva el peso absoluto de las estructuras de los temas, destacando en los momentos más veloces, de los que ENDSTILLE se enorgullece al decir que no usan ningún tipo de trigger que reste mérito a Mayhemic Destructor (sobrenombre ideal para la labor de este hombre). Todo está cuidado al detalle para que el cuarteto alemán sea un referente en el Black europeo: portadas con imágenes destructivas sobre las dos Guerras Mundiales, obsesión por lo bélico y lo anticristiano, sonido pulcro pero maligno, paintcorpse (aunque con la originalidad de que en directo solo dos miembros del grupo lo llevan y los otros dos no)... 


Por todo esto, la puntuación global es notable alto, sencillamente porque de cuatro discos aquí reflejados, en mi opinión, los dos primeros aún carecen de los detalles de grandeza de “Dominanz” y “Navigator”, pero no por ello son malos discos. Para ser justos, “Operation Wintersturm” y “Frühlingserwachen” serían discos de siete, mientras que los otros dos serían discos que fácilmente alcanzan el nueve, configurando junto a su reciente último disco, “Endstilles Reich” lo mejor de ENDSTILLE. En cualquier caso, haré una breve descripción de cada trabajo para poder tener una idea de la evolución del grupo que debutara en 2002 con “Operation Wintersturm” tras sólo una demo a sus espaldas. Es en este disco donde el fanático del Black encontrará las raíces del estilo del grupo, pero el seguidor de otros géneros puede encontrarse un producto demasiado concreto y opaco por momentos. La producción tiene bastante culpa de ello, pues no deja fluir las melodías de las guitarras, quedando todo bastante deslucido y haciendo que Iblis quede oculto en un muro sónico en más de una ocasión, sin embargo, los elementos que luego perfeccionaría el grupo, los cimientos, ya estaban siendo construidos. 


En su corta duración se echa de menos algo más de variedad de tempos, pues casi todo está basado en el blast beat y la velocidad infernal de la batería de Mayhemic Destructor (potenciado por el segundo plano en el que quedan las guitarras), pero aún así cortes como el minimalista “Jesus Christ”, donde la maestría de a la hora de componer melodías que enfrían el espinazo hace una tímida aparición, “Discovering Rapture As An Art” uno de los pocos momentos a medio tiempo y donde más se aprecia la combinación de dos voces que estaba presente en los comienzos del grupo o “Ballad Of Frostbitten Heart”, el otro tema “lento” que hace honor a su gélido título, muestran a una banda con mucho que ofrecer. 


No tardaría mucho la banda en volver a registrar un nuevo trabajo, pues en el 2003 salía “Frühlingserwachen”, segundo trabajo de ENDSTILLE. Ya con Twilight Vertrieb, sello en el que estarían hasta su fichaje por Regain, los alemanes registraban la continuación de su debut, aunque con sustanciales mejoras. Musicalmente hablando no varía en exceso: las estructuras de los temas siguen siendo sencillas y basadas en los tiempos más acelerados. Sin embargo, la producción mejora notablemente e Iblis tiene un papel más protagonista, abandonando casi totalmente la combinación con otras voces y centrándose en su alarido más Black. Lo mejor está, después de una breve introducción en el que la radio nos avisa de que Hitler ha muerto, en el propio tema título, bestial asalto, que sabe combinar velocidad con momentos más groovies y donde las melodías de las guitarras tienen un mayor espacio para fluir. 


No obstante el disco da para mucho más y composiciones como la monolítica y estática rítmicamente “Ripping Angelflesh” o “1914”, brutal en toda su extensión, alcanzando cotas de velocidad inhumanas, mantienen el nivel de un disco que estaría por encima del debut del grupo aunque todavía esperando un perfeccionamiento mayor. Como curiosidad, nuevamente el disco acaba con “Endstille” (como en el resto de los trabajos del grupo), al igual que en su debut, solo que aquí no son seis minutos de silencio absoluto y sepulcral, rotos al final por una pequeña outro, sino otro gran tema a medio tiempo, con un gran trabajo de guitarras y que cierra el disco de manera épica y al mismo tiempo decadente.


Y llegaba el momento de la confirmación, el tercer disco, “Dominanz”, del 2004. Si los dos trabajos previos mostraban a una buena banda de Black, aunque aún por brillar, en “Dominanz” ENDSTILLE despega y se desmarca con un par de cabezas de ventaja del resto de coetáneos underground. La producción sin ser perfecta (luego en “Navigator” la terminarían de redondear) ofrece la mejor cara del grupo, en especial para las guitarras, que hasta ahora no habían logrado todo el protagonismo que precisaban. Y eso se nota desde el trallazo inicial, “Dominanz”, con un Mayhemic Destructor machacando su kit por todas partes y los afilados riffs de Lars Wachtfels clavándose en nuestras mentes. 


Compositivamente el trabajo es mucho más variado, aunque no deja de ser “típico” (lo cual no es malo), resaltando las muchas partes de inspiración Thrash que conforman sus temas, o combinando momentos de máxima velocidad con otros más contenidos y rítmicos muy aptos para el headbanging. La reivindicativa, “Conquest Is Atheism” (uno de los momentos más “old-school” del disco, mirando directamente a HELLHAMMER y compañía), y las dos partes de “Monotonus” (aquí la primera y la tercera, pues la segunda parte está en “Navigator”), ejemplos de fantasmagoría en las guitarras, haciendo de la disonancia el motivo central de los temas, conforman la crema, pero en ningún momento hay relleno o bajón alguno, sin por ello variar su propuesta en exceso entre los cortes.  Nuevamente el cierre lo pone otro “Endstille”, más de ocho minutos instrumentales ambientados con samplers sobre la guerra y que acaban por resultar adictivos. 


Continuando con la costumbre de editar un disco al año, ENDSTILLE tenía en “Navigator” la misión de terminar de explotar definitivamente y salir del underground para pasar a la primera línea del Black germano. “Dominanz” tenía todas las papeletas para ello, pero la distribución de su sello era tan pobre que los que conocían a la banda tenían que rebuscar sus discos en catálogos perdidos por la web. Los patrones se mantenían y el sonido limpio y frío que terminó de resaltar “Dominanz” volvía a estar presente. 


Todavía se les podía considerar una banda “típica” en el sentido de que su gusto por el Black bien producido y cargado de guitarras a lo DARK FUNERAL, MARDUK y demás seguía siendo su centro, pero “Navigator”, como “Dominanz” ya empezó a mostrar, se hacía más variado, combinando medios tiempos o temas más rítmicos como “I Bless You... God”, el hipnótico “Bastard” o esa maravilla que es “Let There Be Heaven”, mi tema favorito del disco, con otros despiadados e ideales para el directo como el propio “Navigator” o el monocromático y absolutamente gélido “Above The Vault Of Heaven”, uno de los más clásicos en estructura y ejecución y donde la voz inhumana de Iblis pasa a ser otro instrumento más. Junto al descubrimiento de sus compatriotas NEGATOR, de estilo más o menos similar, aunque más accesible, “Navigator” fue para el que suscribe el bautismo con este grupo y junto a “Dominanz” pienso que son sus mejores trabajos hasta el momento. 

En definitiva, Regain Records trata con estas reediciones de poner a ENDSTILLE en su lugar. Los que ya los conocieran y tengan sus discos, no tendrán que readquirirlos porque se presentan en idéntico formato y sonido a los originales. Los que no hubiesen encontrado sus trabajos por ninguna parte, tienen una oportunidad única de hacerse con todos ellos en un instante. Los que quieran empezar a conocer a una de las bandas más interesantes del panorama Black, tienen cuatro piezas de las que partir, dos de las cuales (“Dominanz” y “Navigator”), sin miedo a equivocarme, casi puedo decir que son imprescindibles para cualquier aficionado al Black.

OPERATION WINTERSTURM (2002)
1.- Der Hetzer (Batterie 4) 
2.- Jesus Christ 
3.- Discovering Rapture As An Art 
4.- Operation Wintersturm 
5.- Mute Their Ways 
6.- God Of Gods 
7.- Ballad Of Frostbitten Heart 
8.- War Metal 
9.- Endstille 

FRÜHLINGSERWACHEN (2003)
1.- Frühlingserwachen 
2.- Ripping Angelflesh 
3.- With The Fog They Come 
4.- Defloration 
5.- 1914 
6.- Biblist Burner 
7.- World Free Of Christ 
8.- Endstille 

DOMINANZ (2004)
1.- Dominanz 
2.- Instinct 
3.- Conquest Is Atheism 
4.- Monotonus III 
5.- Bleed For Me 
6.- Monotonus 
7.- Witch 
8.- Worldabscess 
9.- Crucified 
10.- Endstille (Feindfahrt) 

NAVIGATOR (2005)
1.- Ortungssignal
2.- I Bless You... God 
3.- Navigator 
4.- Above The Vault Of Heaven
5.- Bastard
6.- Monotonus II
7.- Nameless
8.- Let There Be Heaven
9.- Disillusioned Victory
10.- Endstille (Leichnam)

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MISERY SPEAKS - "Disciples Of Doom": Manteniendo la línea pero aún podrían haber dado más de sí.



Algo más de un año después de enfrentarme a “Catalogue Of Carnage”, llega a mis manos un nuevo lanzamiento, el cuarto ya de su carrera, de los alemanes MISERY SPEAKS y la verdad, pocas novedades se pueden encontrar con respecto a aquél en “Disciples Of Doom”, lo cual por un lado es bueno y por otro lado malo, porque repite los mismos puntos flacos, en especial la manía de sobresaturar las producciones evitando que los matices fluyan y se paladeen en su justa medida, dejando que sólo el poderío rítmico y la agresividad sean expulsados cual torbellino a través de nuestros altavoces. En pocas palabras, MISERY SPEAKS madura su sonido, se vuelve algo más variado que en el pasado, pero sigue lastrando el ser heredero de su tiempo.

La esencia es la misma Death Melódico con algún toque Metalcore, pero anecdótico, fundamentalmente por algunas voces y algunas estructuras, pero no por seguir los mandamientos del género. La influencia más marcada que salía en el pasado y que sigue saliendo en el presente es NEAERA, manteniendo también esa especialidad del sonido de MISERY SPEAKS que son unas guitarras hasta cierto punto épicas y un gusto por la pesadez y el groove que recuerda lejanamente a AMON AMARTH, algo en lo que su vocalista Claus Ulka en el pasado era pieza fundamental y que ahora, con Przemek, se ha diluido a favor de un toque mucho más americano en el tratamiento de las voces (salvo por su tono más gutural, que me recuerda enormemente a la voz de camionero cabreado de Jan Chris de GOREFEST). En definitiva, melodía, estructuras básicas, con elementos fáciles de anticipar, bastante efectivas en primeras escuchas y algo cansinas según avanzan las oportunidades que se le dan al trabajo, pero nada ante lo cual los aficionados a grupos como BLACK DAHLIA MURDER, NEAERA, los renovados ALL SHALL PERISH, puedan sentirse decepcionados.


La evolución viene dada por un tratamiento de los riffs y los ritmos más cercanos al Thrash Metal en los temas rápidos, algo que se hace evidente en “Burning Path”, uno de los mejores temas del disco, pero sobre todo en “End Up In Smoke”, con un toque muy CHIMAIRA de la última época, que genera un desmelene de velocidad y riffs adictivos, y por otro lado, como contrapartida, un tratamiento de ciertos temas mucho más elaborado y denso. Sin embargo, una vez más, aunque esta vez sin la presencia de Dan Swanö, el disco suena prefabricado y bastante constante en sus planteamientos. Y no se debe a que MISERY SPEAKS no tenga recursos, los tienen y de hecho, no hay más que escuchar dos temas como “A Road Less Travelled” o la propia “Disciples Of Doom”, las más largas del disco junto a “Black Garden” (esta última con unas guitarras muy sureñas que quedan muy bien), para entender que no sólo beben del Death Melódico más actual sino también de estilos más decadentes y pesados que nacen directamente de la escuela de Estocolmo de principios de los noventa. De ahí viene la notabilidad del trabajo, de sus ideas, porque sus resultados en lo que ha sonido se refiere son limitados o, cuanto menos, demasiado víctimas de los nuevos gustos y las producciones recargadas de capas hasta la exasperación. 

En resumen, “Disciples Of Doom” es un suma y sigue en la trayectoria de una banda joven, que esperemos que pueda por fin despegarse de su estigma contextual y pueda hablar con voz propia en el futuro, sin tener que hacer concesiones a los envoltorios de sus congéneres. NEAERA no lo ha logrado aún pero, sinceramente, creo que MISERY SPEAKS está un punto por encima en nivel y puede demostrar más de lo que “Disciples Of Doom” ofrece, aunque tampoco estemos ante un mal disco.

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MISERY SPEAKS - "Catalogue of Carnage": brutalidad no falta de melodía.


Hace no mucho comentaba con un grupo como BLOODJINN que tenía la sensación de estar ante un pastiche, ante una imitación no excesivamente brillante que solo buscaba apuntarse al carro del Nuevo Metal americano. Ahora cae en mis manos el tercer disco de un grupo del otro lado del charco (visto desde el lado americano claro), en esta ocasión de Alemania, MISERY SPEAKS, y aunque las bases de partida parecen las mismas, el resultado es mucho más propio y personal y por momentos hasta sorprendente.

Desconozco el pasado de MISERY SPEAKS, pero cuando le di una escucha completa a “Catalogue Of Carnage”, el sonido algo sobreproducido y pétreo, además del mayor apego por el Death Melódico europeo, me recordó a NEAREA. Sin embargo, MISERY SPEAKS va más allá. Tienen un vocalista con una tonalidad gutural que apenas varía hacia registros más accesibles y metidos con calzador, que tanta personalidad resta a otros grupos. Además sus guitarristas demuestran tener un sentido de la melodía muy épico, haciendo que en algunos momentos grupos como AMON AMARTH, en principio sin nada que ver con el estilo practicado por los germanos, vengan a la mente. Esta capacidad de crear melodías que no son las típicas de influencia Maideniana de sus compañeros de estilo, el hecho de que las estructuras de los temas no están salpicadas de elementos Hardcore y que el poderío de los riffs muchas veces roza el Death Metal americano más agresivo, dejando a un lado su raíz melódica, ha generado que MISERY SPEAKS llame gratamente mi atención, siendo un oasis en medio de tanta mediocridad. 

El único “pero” del trabajo es lo que ya he comentado en el párrafo precedente. El sonido es demasiado opaco, cargado con demasiadas capas, lo que genera sensación de agotamiento si se escucha varias veces el disco sin descanso, algo que también arrastraba como lastre el último trabajo de NEAREA. Además, este hecho es aún más sorprendente cuando uno descubre que el trabajo de mezcla y masterización ha sido realizado por el dios Dan Swanö. Si bien es cierto que la música compensa esta problema, no deja de ser algo que deberían mejorar de cara a próximos lanzamientos porque hace que las ideas brillen menos de lo que deben, además de que si lo que querían conseguir es dar una sensación de potencia aún mayor, ya lo consigue la propia música sin necesidad de que busquen un sonido tan grueso y tan contundente, que resta matices a la música del combo. En cualquier caso insisto, las buenas ideas de “Catalogue Of Carnage” compensan en parte este problema. 


La apertura del trabajo no puede ser mejor: “The Scavenger” muestra a una banda brutalizada, que bebe directamente del Death Metal americano y la melodía, aunque sin dejar a un lado esa epicidad de las guitarras que comentaba y que pueden traer a la mente grupos tan aparentemente lejanos del estilo de MISERY SPEAKS como los ya citados AMON AMARTH, salvando las enormes distancias. Los riffs entrecortados de “Sentiment Is Missing”, manteniendo la línea de su precedente en lo que a guitarras épicas se refiere, nos trasladan a un ambiente más accesible y melódico, pero sin dejar a un lado la brutalidad del grupo. Estos riffs típicos de la escuela de Gotemburgo vuelven en uno de los temas más veloces de todo el disco, “Lay This Burden Down”, canción que tampoco se olvida de la melodía y que en mi opinión deberían seleccionar como fija en sus directos porque tiene pinta de no dejar títere con cabeza. Por su parte, “Catalogue Of Carnage” parece que sigue una línea muy similar al tema citado, siendo “Engraved In Stone”, con un riff a medio tiempo nuevamente muy a lo AMON AMARTH el que marca el cambio de tercio hacia un tema pausado y oscuro, siendo lo mejor de esta segunda parte del trabajo.

Dejando a un lado lo compacto de su producción, MISERY SPEAKS ha conseguido sorprenderme en “Catalogue Of Carnage”, un disco muy directo, por momentos rozando una brutalidad que en un primer instante no pensarías que pudiera tener, pero siempre sin olvidar unas buenas melodías y ese halo épico que tan bien le queda a los temas. Por lo pronto ya han conseguido que trate de profundizar en su pasado, mientras tanto este disco sobresale por encima de una media de bandas cada vez más parecidas entre sí. 

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FELLSILENT - "The Hidden Words": Falta de personalidad y necesidad de maduración.


Por lo menos no lo ocultan. Entras en el MySpace de FELLSILENT, lees qué grupos citan como influencias y te encuentras con esta lista: MESHUGGAH, TEXTURES, SOL NIGER, DILLINGER ESCAPE PLAN, ION DISSONANCE... Pones “The Hidden Words” en el reproductor, y ¿alguien me adivina en qué grupos piensas? Primero, en MESHUGGAH, después en MESHUGGAH, más tarde un poco en DILLINGER, luego un poco en TEXTURES, por aquello de las atmóferas, y al final otra vez ¿a qué sabes quién voy a decir? Sí, acertaste... MESHUGGAH. Buen disco el nuevo de los suecos... ¡anda no! si son ingleses y hace dos días que empezaron a afeitarse.

Perdonad este inicio poco ortodoxo, pero no he podido resistirme porque me hizo mucha gracia, y tal y como lo cuento sucedió en mi mente. Poniéndome un poco más serio FELLSILENT es un grupo más. Y esto es bueno, en el sentido de que sabes a qué atenerte, pero también malo, en el sentido de que si no tienes un mínimo de entusiasmo y algo más que ofrecer puedes fracasar en tu intento de hacerte oír y parar a sufrir un largo período de olvido voluntario. El problema de este sexteto inglés, tan joven como ingenuo, es su pertenencia al segundo grupo de formaciones: ya no es que se fijen tanto en MESHUGGAH, sinceramente es lo de menos, además de que FELLSILENT ofrece otras cosas, es que todo suena demasiado prefabricado y ni siquiera con los medios suficientes para traspasar un poco la coraza que se nos pone encima cada vez que le damos al play al reproductor. Si además, estos chicos tratan de arrimar el ascua a la sardina de moda y se adentran en el terreno enfangado de los estribillos “emocionales”, que ya empiezan a parecer ser fabricados en serie, el conjunto acaba por tener poco que ofrecer.


Partiendo de la base de que, salvo que sea un disco infumable, mis notas no suelen bajar de cinco, pues al fin y al cabo esfuerzo detrás de la grabación de un disco hay, aunque el resultado sea tan poco reseñable, ¿a qué viene el 0,5 extra que le he puesto a “The Hidden Words”? Simplemente, a que, cuando FELLSILENT se centra en ser un calco de MESHUGGAH y no se contamina del recetario Metalcore, el resultado suena curioso, aunque puede que esta sensación se deba a que soy un fanático de la música del grupo sueco. Así, se podrían concentrar las virtudes del disco en su tema de apertura, “Erase / Begin”, y su continuación “Double Negative” lo más parecido a MESHUGGAH que puedes escuchar sin serlo. Baterías matemáticas hasta el límite de lo humano, riffs que se construyen a base de guitarrazos esquizoides, voces agresivas, aura industrial pero, ¡oh no!, en “Double Negative” les da por cantar limpio y me empiezan a poner nervioso porque en “Drowned In My Enemy” y sobre todo “Oblique” pasa lo mismo... Si sólo se centraran en su aspecto meshuggino a lo mejor habría mejorado la nota final, porque estos chicos, en su adoración absoluta por los suecos, demuestran que tienen tablas para alcanzar cierto nivel de genialidad, aunque queden lejos de sus maestros. Desafortunadamente no es la opción de los ingleses. 


Resumiendo lo poco que se puede sacar en claro. “The Hidden Words” es un disco del montón, con influencias marcadas, sonido cristalino y sin tapujos desde la primera nota, algún que otro pasaje interesante pero, lo que es para mí peor, “The Hidden Words” es un disco esclavo de su tiempo y FELLSILENT un grupo que no pasará a la historia si se empeña en mimetizarse con su entorno. Si no para olvidar, por lo menos sí para ser limpiado del polvo acumulado sólo muy de vez en cuando. 

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DEAR SUPERSTAR - "Confessions of a Twisted Mind": Irreverencia con actitud descafeinada.


Irreverentes, pero descafeinados y aburridos, así se podría resumir la actitud de los ingleses DEAR SUPERSTAR, grupo de reciente creación que viene a unirse a un amplio conjunto de bandas que cogiendo el Rock Americano ochenteno y el Punk y con ese sonido garajero tan característico, son capaces de hacer disfrutar al público a base de buenas canciones que se quedan pegadas a la primera escucha. Sin embargo, como a continuación relataré, los ingleses se quedan a medias y acaban por hacerse pesados. 

¿Te gustan HELLACOPTERS, TURBONEGRO…?, entonces te gustarán algunos temas capaces de sonar frescos, agresivos y punkies como “Sunset Strip Suicide” o “Confessions Of A Twisted Mind”, los cuales harán que disfrutes como un enano. Sus poses y atuendos en directo, según he visto en su página web, también buscan la provocación no exenta de ironía, algo que los citados TURBONEGRO hacen a las mil maravillas. El problema de DEAR SUPERSTAR, son sus aires renovados en muchos cortes, tratando de ampliar miras hacia el público de bandas pseudo Punk de esas que llenan de vídeos algunas emisoras de televisión. En principio no es un mal enfoque, es su opción, pero contrastan con una faceta rockera que es mucho más disfrutable para mi gusto, que por la melodía fácil de “And We Live”, por poner un ejemplo de los muchos que habría en este trabajo. 

Una de las cosas que me llamó la atención al principio de DEAR SUPERSTAR, fue su variedad de voces: el tono de Micky es fundamentalmente rockero, dotando de cierta parodia a su afinación para sonar más irreverente aún, en una onda muy americana. Sin embargo, también añaden toques de agresividad con una voz rasgada y algún que otro coro muy Hardcore. Esta segunda faceta es la que menos me atrae de DEAR SUPERSTAR. Añaden con ello, nuevamente, ese aire renovado del que ya he hablado, pero les hace perder cierta frescura, dando a entender que son elementos que meten con calzador. Si no fuera por ello y por los cortes comentados (a los que habría que añadir la infumable balada “Falling Apart”), la nota global de este disco habría sido mayor. Aunque en algunos temas consiguen sonar realmente bien, con estas pegas de las que he hablado, el disco acaba perdiendo personalidad. Si se hubieran centrado en su cara rockera otro gallo habría cantado.


El sonido trata de reproducir cierto aire de improvisación y naturalidad, dotando a las composiciones del grupo de un cariz más directo. En esto han acertado, porque incluso en los temas más prefabricados y alejados del Rock garajero, consiguen que no se pierda su gusto añejo. Ayuda también la simplicidad de elementos de sus composiciones, recuperando el sentimiento de los inicios del Rock, que tantos detractores le hizo tener y que DEAR SUPERSTAR potencia, como se puede comprobar al ver las letras del grupo y su escenografía. Cabe preguntarse si realmente es necesario realimentar todos los tópicos de esta música para dar una sensación más auténtica. Yo albergo mis dudas al respecto, pero respeto la decisión del grupo. De todas formas, viendo que el resultado final del trabajo dista bastante de sus intenciones revisionistas, metiéndose en el saco de bandas contemporáneas de moda, creo que buscan más una estrategia de marketing que un gusto auténtico por la época del Rock que pretenden emular.

Todo lo apuntado hace que cuando “Little Devil” llega, la alegría con que afrontamos los primeros cortes del trabajo de DEAR SUPERSTAR se haya desvanecido. Sinceramente creo que se han equivocado de camino, teniendo en cuenta que no tienen un apoyo económico detrás lo suficientemente potente. Lo que podría haber sido un buen disco, acaba por convertirse en intrascendente.

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jueves, 27 de febrero de 2020

RAMOS - HUGO - "The Dream": elegancia y emotividad en cada surco.


Son curiosas las vueltas que da la vida. Dos nombres respetados dentro del mundo del Hard Rock como son Josh Ramos y Hugo Valenti (cuyo tono de voz se asemeja al de Steve Perry), ambos con un pasado en el que siempre, explícita o implícitamente han adorado a JOURNEY, se unen por arte de birlibirloque gracias a la mano siempre atenta del señor Serafino Perugino de Frontiers, muy dado a este tipo de proyectos en donde una voz importante se hace acompañar de una banda con algún que otro músico de renombre, se forma así este dueto RAMOS – HUGO, se da forma a “The Dream” y, cómo no, ¿el resultado suena a...? 

No hacen falta muchos redobles para contestar y dar tensión dramática a la pregunta, pues hasta Carlos Sobera habría bajado ya la ceja autoritaria sin dejar pensar mucho al concursante. Efectivamente RAMOS – HUGO suena totalmente, y cuando digo totalmente es que por momentos es un plagio descarado (¿alguien dijo “The Dream”? Escuchad este tema y luego me decís si no tiene cierto parecido a “Don´t Stop Believing”, por no decir que son prácticamente iguales), a JOURNEY. Y siendo razonables, esto no es algo malo en principio, aunque no deja de ser curioso que el mismo año, Frontiers decida sacar el nuevo disco de JOURNEY y dos proyectos que beben de ese sonido como son FROM THE INSIDE (con el enorme Danny Vaughn) y este dueto de RAMOS – HUGO. Y en ambos casos, estos dos proyectos “calcomanías” de JOURNEY con la batuta de Fabrizio Grossi en la producción, punto negativo para muchos que no comulgan con el sonido obtenido por este hombre, pero que a mi, sin ser un productor ideal pues tiende a sobredimensionar al bajo y a la batería, no me disgusta, y más si aquí el “sobredimensionado” es el enorme John Macaluso que hace un trabajo excepcional a lo largo de todo el disco. 


Dicho todo lo anterior, decir que para un fanático del sonido JOURNEY como el que suscribe, estos tres lanzamientos, el original y sus secuelas, me han venido de perilla para saciar mi hambre de sonido ochentero, aunque comprendo que algunos tachen a estos productos de poco originales y harto predecibles. En mi opinión la calidad que derrocha “The Dream” es suficiente como para dar una nota alta al conjunto. Tanto en el aspecto compositivo, por muy heredero de JOURNEY que sea, como en el aspecto solista en lo que a Josh Ramos le toca (sus aportaciones individuales en “Fools Game”, otra de las que es heredera totalmente del sonido de Schon y compañía, o en “Bring Back This Love” y en la final “I Can Take You”, donde toma el protagonismo absoluto en el corte más largo de todo el disco), como en las líneas vocales desarrolladas por Hugo Valenti, pegadizas y elegantes a partes iguales (en especial en el tema de apertura “You´re Not Alone” y en la ya citada “The Dream”, así como en la postrera “Tomorrow”, una de las mejores de todo el disco).

Mirándolo desde una perspectiva de conjunto, “The Dream” es un disco muy disfrutable y sin llegar a alcanzar el calificativo de joya de las muchas que Frontiers ha editado este año, sí que está entre lo más destacable. No hay momento de bajón, no hay relleno, el disco está muy compensado entre temas de aspecto más íntimo, otros muy orientados a la voz de Hugo y otros donde Ramos se puede explayar a gusto, y además no es el típico trabajo de temas entre tres y cuatro minutos, directos y efectivos que se acaban por volver repetitivos, sino que la duración media-alta de cada composición le da una riqueza en matices mayor en donde uno puede maravillarse tanto con las interpretaciones de sus protagonistas, Ramos y Hugo, como con el acompañamiento de Jamie Brown en el bajo y sobre todo el enorme John Macaluso en la batería, demostrando que un batería de Rock Melódico puede hacer algo más que meramente acompañar. Todos estos ingredientes convierten a “The Dream” en un lanzamiento a tener muy en cuenta y que hará disfrutar tanto a los que piensen que para esto se quedan con los JOURNEY originales, como para los que simplemente busquen algo que esté bien hecho sin importar su mayor o menor personalidad.

En definitiva, RAMOS – HUGO no es otro lanzamiento más de “corta y pega” de esos que de vez en cuando Serafino Perugino se saca de la manga. Aquí hay buen material, buenas interpretaciones y mucha emotividad tanto instrumental como vocalmente. ¿Qué se parecen mucho a JOURNEY? De acuerdo, pero también hay infinidad de bandas que se parecen a AC/DC y algunas sacan discos gloriosos (léase AIRBOURNE, por poner un ejemplo reciente). Sin ser un lanzamiento imprescindible, “The Dream” pasa con notable alto. 

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GONIN-ISH - "Naishikyo Sekai": en la cuerda floja del riesgo compositivo.


Con tres años de retraso llega a Europa a través de Season of Mist el segundo trabajo de este grupo japonés, GONIN-ISH, con letras en japonés, títulos en japonés, logos… vamos, tan localista que no me extraña que haya tardado tanto en salir fuera de su país y llegar a un público más amplio. Y si hace un tiempo dije que el disco de THE SONTARAN EXPERIMENT era lo más extravagante y extremo que había escuchado, ahora la pugna se levanta con GONIN-ISH, grupo del cual alguno podrá haber oído hablar por el hecho de que el batería de SIGH está en esta formación, por cierto siendo uno de los mejores, individualmente hablando, de este grupo tan particular. Todo en “Naishikyo Sekai” es colorista (su portada, su música, sus letras…) y técnicamente impecable, original y propio, aunque, como todo producto de estas características se corren riesgos, y en este disco GONIN-ISH roza por momentos el vacío, aunque acaba por salir victorioso en la mayoría de los casos. 

Empezaré por lo que más me ha costado “soportar” y a la vez el puno mayor de originalidad y personalidad del grupo, su vocalista femenina Anoji. Esta mujer es capaz de cantar en tono operístico con ese tono pseudo infantil tan característico de oriente que, llamadme vulgar, pero siempre me suena a dibujos animados asiáticos. Pero también de meter unos berridos que ríete tú de Angela Gossow y Sabina Classen. El problema es que por momentos me supera su tonalidad de voz llegando a ser irritante, aunque al mismo tiempo se torna imprescindible para no considerar a GONIN-ISH otro grupo Progresivo más. Porque en el fondo es eso, aunque GONIN-ISH se venda con la etiqueta de Música Extrema Progresiva, lo cierto es que salvo por los excesos vocales de Anoji, la base musical del grupo es puro Metal Progresivo, muy técnico eso sí, con estructuras bastante inauditas y mucha influencia del Jazz, pero siempre partiendo de sonido y patrones que pioneros como FATES WARNING o los hiper afamados DREAM THEATER en sus primeros años, han llevado desarrollando durante eones.

Lo mejor, desde mi punto de vista, además de un sonido notable que no hace sufrir la individualidad de cada instrumento, es la labor de los teclados. GONIN-ISH parece más un grupo de un teclista y otros, que de un guitarrista, un teclista, etc… El mayor protagonismo tanto de acompañamiento como de solos recae en Masashi Momota, un genio de las teclas que llega a momentos de improvisación absoluta de influencia jazzística y que relega a Fumio Takahashi a un segundo plano que se limita a dar cuerpo al estilo de GONIN-ISH, aumentando la intensidad y la contundencia y dialogando de vez en cuando en fraseos que se repiten una y otra vez con Masashi, pero en cualquier caso, dejando todo el protagonismo al teclado. Oyama Tetsuya tiene suficiente con tratar de dar coherencia rítmica al asunto y el ya citado Junichi "JunJun" Harashima,  pone el otro punto de admiración individual ejecutando a la perfección su labor de acompañamiento creativo, cambiando el ritmo de manera constante y lanzando al aire complejidades rítmicas realmente sorprendentes. 


La estructura del disco es clara: tras una introducción que ya te pone sobre aviso de lo “raro” que va a ser este grupo, tres composiciones conforman el grueso “accesible” del disco: “Nare No Hate” (las transcripciones de los temas suenan a chiste, pero hay que tener en cuenta que originalmente el disco se conforma con títulos en alfabeto nipón, con lo que cualquiera se pone aquí a trasladarlos…), donde el diálogo entre Masashi y Takahashi tiene un momento de gran lucimiento para ambos, “Shagan No Tou”, con una estructura menos alocada y más contenida debido a que es el tema más corto del trabajo y “Jinbaika”, una canción muy bella y con mucho aroma nipón que me recuerda a unos KAIPA orientales. Por su parte “Muge No Hito” es la que menos me convence de estas primeras composiciones, aunque pretendiese ser un tema que va de menos a más y muy orientado a la percusión y a la contundencia, pero que se acaba haciendo un poco largo. Lo que más me llama la atención en este corte es la buena labor de Tetsuya, con momentos que son puro Jaco Pastorius. 

Y para acabar algo también bastante común entre los grupos Progresivos: un tema de casi veinte minutos que sirve para explayarse a gusto a todos los miembros de GONIN-ISH. En este caso la composición elegida para esta función es “Akai Kioku”, cuyo inicio con Anoji desatada, en medio de un trasfondo más común dentro del Metal Progresivo es de estos pasajes que o amas u odias, bizarro a más no poder. En general el tema está muy bien construido y no hay momentos de relleno, aunque su parte central, por momentos casi Doom puede resultar un poco chocante al principio. De todas formas, si a estas alturas has llegado a este punto del disco y has logrado disfrutar con los muchos detalles y pasajes que ofrece GONIN-ISH, es que has logrado superar la barrera cultural y acabarás la escucha completa del trabajo llevándote un buen sabor de boca. Conmigo lo han conseguido, aunque preferiría que Anoji moderara un poco su exceso de personalidad. Eso sí, no cabe duda de que GONIN-ISH es un grupo, por lo menos para mí, único en su especie. Sólo por eso y porque el invento funciona, mi más sincera enhorabuena.

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LAZARUS BLACKSTAR - "Funeral Voyeur": frialdad y sobrecogimiento musical.



En ocasiones comentar un disco se hace bastante cuesta arriba. En una primera escucha genera rechazo, en una segunda escucha uno se da cuenta de que hay algo más detrás del concepto inicial que nos habíamos formado, en sucesivas escuchas las sensaciones son contrapuestas, depende de la predisposición que tengas en ese instante... En cualquier caso, cuando ya crees que tienes una idea formada del disco, unas horas más tarde, al retomar su audición, empiezas a tachar de tu cabeza gran parte de las ideas y a cambiarlas por otras diferentes. En esta situación me hallaba inicialmente al escuchar el segundo disco de LAZARUS BLACKSTAR, “Funeral Voyeur”, y quién sabe si lo que voy a decir a continuación lo desterraré de mi cabeza dentro de unos días cuando vuelva a escuchar este trabajo... 

Al leer el conjunto de influencias que el sello usaba para describir a LAZARUS BLACKSTAR: BLACK SABBATH, CATHEDRAL, ELECTRIC WIZARD... pensé que me encontraría con un disco que, a priori, me iba a gustar bastante, pues soy devoto de ese sonido revisionista y de admiración a la banda de Iommi y compañía. Sin embargo, al escuchar del tirón “Funeral Voyeur”, y aunque es cierto que todas esas influencias están presentes, en especial CATHEDRAL, me sorprendí agotado y ciertamente con pereza para volver a escucharlo sucesivamente. La voz hiriente, esquizoide y exagerada de Paul, la agonía reinante en todos y cada uno de los cortes y el estatismo y la repetición constante de elementos y estructuras, casi me superó. Cierto que el Doom primigenio y oscuro que han elegido como vehículo de expresión (con algún toque más profundo de Sludge debido a la voz de Paul) es lo que demanda, pero mientras que los grupos citados, y otros aún más pesados y agónicos como los dioses REVEREND BIZARRE, o sin irnos lejos, nuestros queridos MOHO, consiguen hipnotizarme, LAZARUS BLACKSTAR me parecía demasiado frío y pétreo para mis oídos. 

Afortunadamente, no me dejé llevar por esta primera impresión y decidí retomar en pequeñas dosis posteriores la escucha de este “Funeral Voyeur”, título que me parece acertadísimo para describir la música y la sensación general que se obtiene de la audición de este disco, pues nos convertiremos en auténticos espectadores de funerales en blanco y negro, de ambientes cargados y lánguidos que nos transmitirán inquietud y a la vez nos hechizarán de manera morbosa. La dura combinación de agonía en las voces, petrificación en las guitarras (afinadas hasta límites insospechados en el subsuelo de la tonalidad), y el toque clasicista y psicodélico de los cambios de ritmo y efectos, generan que la escucha de “Funeral Voyeur” sea de todo menos apacible. No obstante se echa en falta un poco más de riesgo en la composición y de inspiración para lograr un efecto hipnótico y atractivo que LAZARUS BLACKSTAR no tiene inicialmente, convirtiéndolo en un grupo no imprescindible para los amantes del Doom. 


Siete temas implacables, exasperantes, petrificados y monolíticos conducirán este particular viaje a las tumbas del tiempo. Desde que el inicio electrificado de “Funeral Voyeur” nos envuelve, con dobles voces fantasmagóricas y unos riffs tan típicos como fundamentales, incluyendo los ecos de campanas funerarias al final del corte, la música de LAZARUS BLACKSTAR nos transmitirá, tanto buenas como malas sensaciones, según como tenga el día el oyente. Resaltando la labor de Gordon detrás de los parches, auténtico conductor del grupo con sus complejos cambios de ritmo seguidos de manera pesada por los riffs, el disco continúa golpeando nuestras sienes con cortes también reseñables como la ultra pesada “I´m Not Paranoid (I Know That They Hate Me)”, donde las guitarras suenan lastimeras, contrastando de manera grotesca con la hiriente voz de Paul, la atractiva y bailable (a su modo) “Make Believe Master”, con una buena labor de Izak y Lee en las seis cuerdas, y sobre todo la emotiva “Loneliness”, donde las revoluciones bajan aún más, convirtiéndose en uno de los cortes más funerarios y con unas guitarras nuevamente magníficas que persiguen la inquieta labor rítmica de Gordon. 

Música para tomarse con calma, que amas u odias, a la que es difícil enfrentarse con idéntica predisposición en todas y cada una de las escuchas, pero en general música de calidad, revisionista, inquietante y cargada de sensaciones. LAZARUS BLACKSTAR no es un grupo que se vaya a recordar en los anales del Doom, pero en “Funeral Voyeur” demuestra, cuanto menos, que sabe transmitir, ya sea rechazo o admiración. Tú decides en qué bando estás. 

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CARPATHIAN - "Isolation": demasiado predecible y constante aunque con buena base melódica.


El gran problema de las bandas de Hardcore actual, y ya no digamos de Metalcore al uso, es que se están mimetizando a pasos agigantados. Si hace unos años había ciertas diferencias, ahora escuchas A LIFE ONCE LOST, ALL IT COST, THE ACACIA STRAIN, DEAD HEARTS o similares, y todas las bandas acaban sonando a lo mismo. Unas veces más agresivas, otras veces más “emotivas”, pero si te dedicas toda una tarde a poner uno detrás de otros sus discos acabas saturado hasta decir basta. El caso de CARPATHIAN, pese a lo elegante y cuidado de la presentación y su nombre enigmático, no es una excepción. Metalcore de rasgos emotivos, Hardcore denso y envolvente, ambientes apesadumbrados y sin predominio de los tiempos rápidos, pero todo está tan estáticamente pensado que se recibe sin entusiasmo, sin gracia, con indiferencia.

“Isolation” es un culto a lo cotidiano, a lo predecible y a lo constante. Al principio se albergan ciertas esperanzas: por el sonido frío y poco orientado a la contundencia, lo que hace mirar en cierta manera a la escuela ISIS, CULT OF LUNA, pero el devenir predecible y totalmente encorsetado de “Ceremony” acaba por dar al traste con esta sensación que no volverá a lo largo de la escasa duración del trabajo. Desconozco el pasado del grupo, mis conocimientos acerca de ellos se limitan a su procedencia (Melbourne, en Australia) y a que “Isolation”, segundo trabajo completo, es su primera avanzadilla fuera de la tierra de los canguros. Pero seguro que no ando muy alejado de la realidad si digo que sus trabajos previos no diferirán en demasía de lo expuesto en “Isolation”. Y eso que se les aprecian ciertas buenas maneras a la hora de componer melodías intensas a lo BURST, pero se les pierde el resultado en la nada y la repetición de esquemas hasta que uno asiste impasible a una sucesión de cortes que no aportan nada a nuestras almas.


Iré por partes: la voz. Martin cumple con su función, pero no estaría de más acuñar algún que otro rango distinto a lo largo del trabajo. Las guitarras: compactas, intensas, densas… pero repetitivas y predecibles. Las bases rítimicas: salvo un par de momentos de desmelene (“Spirals” fundamentalmente, y aunque de una manera más contenida, también entraría  “Ceremony”) todo el disco se desarrolla a base de ritmos cadenciosos, lentos, pesados, supuestamente intensos, pero que acaban por tornarse en predecibles y harto aburridos. Finalmente, y lo más importante, la composición. Se podría decir que “Isolation” es un mismo tema repetido diez veces con la única variación de las melodías (en “The Cold Front”, por ejemplo, bastante conseguidas) y los tempos, pero uno acaba asistiendo perplejo a una sucesión de minutos que tienen comienzo y no parecen tener fin, y eso que las composiciones raras veces superan los tres minutos, con lo que se supone que el dinamismo debería ser un componente básico de CARPATHIAN. Nada más lejos de la realidad.

A su favor tienen el hecho de que no buscan la comercialidad, al menos descarada y directamente. La total ausencia de estribillos para recordar, la no presencia de voces limpias y, en general, el estatismo rítmico, se dirigen a oyentes algo más reposados y activos que los que busquen una sucesión de elementos simples, directos y sin mucha masticación para su digestión. No es el caso de “Isolation”, pero entre la comercialidad radiofónica y las vueltas sobre uno mismo que da CARPATHIAN hay un mundo que podría ser rellenado con un poco más de genialidad o por lo menos entusiasmo y no con un tratamiento tan aséptico, frío y calculado. Aún así, “Isolation” no es lo peor que se puede escuchar hoy en día, pero quedarse sólo en esto es muy poco, en mi opinión. 

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ADRAMELECH - "Terror Of Thousand Faces": volviendo de la nada.



Siguen vivos aunque no lo parezca. Una de las badas pioneras en el Death Metal finlandés regresa al mundo musical tras más de un lustro y a la casa que les vio nacer (aunque ya no se llame Drowned/Repulse). Con un disco que a pesar de estar grabado en 2002 no ha visto la luz hasta ahora de manera oficial.

Musicalmente hablando siguen como en sus orígenes, haciendo ese Death Metal de orientación clásica con MORBID ANGEL como referencia fundamental, y con su oscurantismo habitual a la hora de facturar los riffs y las melodías. El Death Metal que hizo famoso en una época a Finlandia, con gente como FUNEBRE, los primeros AMORPHIS y SENTENCED, o los no hace mucho renacidos DEMIGOD (aunque su renacimiento se hubiera quedado en mediocre en comparación con sus precedentes).

Temas cortos y directos, pegadizos y cargados de odio y de melodías increíbles, que nos trasladan a los primeros noventa, momento de máxima creatividad para el Death Metal. Sólo queda el resultado un poco deslucido por una producción un poco fría, que hace perder puntos a su enorme calidad, y que genera que temas tan brutales como "Descent To Eternal Torment" pierdan fuerza. De todas formas temazos como "Bleeding For Supremacy" nos hace olvidar este hecho: auténtica lección de lo que debe ser una composición que a la vez que oscura sea efectiva y llegue hasta nuestro cerebro como un tiro.

Bien es cierto que no hay lugar para las sorpresas, pero tampoco nos hacen falta, cuando un grupo como ADRAMELECH graba después de años de silencio lo que menos se busca es que hayan variado sus parámetros. Ya habrá tiempo, primero recuperar la forma y luego ya podrás avanzar y mejorar. Y es que para conseguir escuchar este Death Metal tan característico nos hemos tenido que conformar con herederos como MISANTHROPIC o PANDEMIA, y ver como un clásico vuelve a grabar siempre es motivo de alegría.


Para los que no estéis muy familiarizados con la música del grupo, decir que son exponentes de una rama del Death Metal que no busca grandes tecnicismos y velocidades, y sí atmósferas funerarias y medios tiempos aplastantes como "Slain In The Grace Of Thy Name" y con una voz agresiva que en combinación con sus magníficas guitarras crean una oda tras otra a la belleza helada de la señora muerte. El sentimiento terrorífico que saben transmitir es único y no te dejarán indiferentes.

El disco deja con ganas de más. Media hora justita me parece escaso después de tan larga espera, pero también es cierto que son treinta minutos muy bien aprovechados, llenos de groove y difíciles de olvidar y de permanecer impasibles ante ellos. No sé si el hecho de el disco fuera grabado hace tres años supondrá que no tardaremos mucho en volver a escuchar nuevos temas de ADRAMELECH, pero yo ya espero con impaciencia este momento.

Si el regreso de DEMIGOD te dejó frío. Si la reedición de FUNEBRE te hizo pensar en tiempos mejores. Y si MISANTHROPIC te hizo vibrar con su debut (por cierto, ya tardan estos germanos en volver a grabar). Si estás ávido del Death Metal épico y oscuro a la par que pegadizo que la tierra de los mil lagos nos dejó a principios de los noventa. No busques más, ADRAMELECH han vuelto para darnos el gusto de volver al pasado aunque sólo sea durante media hora.

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miércoles, 26 de febrero de 2020

MIGRAINE - "Plague": arrasando con todo a su paso.


¡Qué bestialidad! Siento ser tan mortal en esta opinion, pero es lo que se piensa cuando se escucha del tirón “Plague”. Al principio me costó cogerle el ritmo al disco, pero una cosa tuve clara desde que lo puse en el reproductor, MIGRAINE no es precisamente una banda que quiera ser condescendiente con el oyente no acostumbrado al sonido más extremo. Y es que esta banda española (con letras en inglés), proveniente de formaciones como ROTTEN MINDS u ORUJO DE BRUJAS, sabe perfectamente lo que quiere, dar cera por todas partes, con mayor o menor dinamismo según el caso, pero siempre con el objetivo de no dejar títere con cabeza. 

Afortunadamente, y el miedo mayor que tuve al empezar a escuchar el disco era éste, el disco goza de una producción excelente, aunque hay algo que no me termina de convencer en la mezcla final. La rítmica, en especial la batería, suena descomunal, especialmente en las partes más veloces y donde MIGRAINE amaga más de un momento de furia blast-beat, pero si hay un vencedor absoluto por el sonido de los estudios Sadman, es el bajo de Gato. Siempre presente, y lo que es más importante, con mucho que decir pues no es el típico bajista que se limita a estar un paso por detrás de las guitarras repitiendo, adaptadas a su tonalidad, las líneas rítmicas de las seis cuerdas. Pero no todo son flores, como adelantaba al principio de este párrafo. En la mezcla final sufre la voz de Sera, que además tiene el handicap añadido de que es muy “personal”. En mi opinión el volumen al que han aupado las cuerdas vocales del frontman de MIGRAINE hace que acabe por saturar en sucesivas escuchas, aunque incremente el grado de agresividad. A esto hay que añadir que, a priori, puede ser el elemento de MIGRAINE que más escuchas sucesivas precise: una voz rasgada al máximo, que ni es Grind, ni es Hardcore, (a veces puede sonar como si fuera un viejo cabreado y con la voz ya muy cascada), pero que poco a poco, con paciencia, acaba convirtiéndose en el punto de personalidad clave del grupo. 

Dichas las virtudes y los puntos a mejorar de MIGRAINE, ¿qué ofrece musicalmente el grupo? Pues una mezcla de Hardcore acelerado, Grind y groove Metal, que puede ser el cruce perfecto entre unos primigenios S.A. y la etapa media de NAPALM DEATH (“Diatribes” en mente), con algún que otro toque a lo SEPULTURA y SOULFLY. No hay mucho espacio para el lucimiento personal, salvo algún que otro solo secundario, pero en conjunto MIGRAINE suena compacto y bien engrasado, notándose las tablas que atesoran sus componentes. Por un lado, todo es muy extremista y acelerado en algunos momentos, pero por otro lado también estamos ante un disco intenso, denso y pesado en otros momentos, para mí los mejores, dicho sea de paso. Pero en resumen se puede decir que MIGRAINE es, como decía en términos mundanos al principio, bestialidad sonora, repetitiva pero también adictiva. Quizás “Plague” no sea un disco apto para todos los oídos. Quizás la repetición de esquemas puede resultar un poco cargante para los que no estén acostumbrados. Quizás. Pero lo cierto es que el segundo trabajo de esta formación saca a relucir buenas virtudes, y pocos puntos a mejorar.


Nada más empezar, y tras una breve intro “Under Experiment” fuerte. Inicialmente con riffs pesados, contundentes y casi Sludge, para de repente, sin esperarlo acelerarse hasta cotas sobrehumanas y dejarnos con cara de tontos ante lo que acabamos de presenciar. La fiesta no decae y “That Smell” hace otro tanto. A partir de este momento el disco se centra un poco más en el Groove y en el poderío rítmico, destacando como ya indiqué la labor de Gato en el bajo, destacando “His Cross In My Neck” auténtica composición rompecuellos que es puro NAPALM DEATH del “Diatribes”. Pasando el ecuador, un cambio de tercio hace aparecer otro tema me parece muy destacable, “My Puppets Play”, con un ritmo Crust muy rockero y heredero de grupos como DISFEAR o DRILLER KILLER con revoluciones rebajadas, una influencia crustie que no se irá pues “Metal Toys” vuelve a insistir en patrones similares, siendo un tema con una estructura peculiar, que funciona muy bien. Ya para acabar, MIGRAINE se destapa como un grupo adorador también de las melodías pegadizas en “As In My Dreams”, un ejercicio de más de siete minutos, con final “experimental” (invirtiendo la velocidad de la cinta como si ante un rito satánico estuviéramos), en donde las guitarras se tornan más accesibles y melódicas por momentos, pero sin dejar a un lado la contundencia rítmica.

No sé si “Plague” hará que MIGRAINE pase más allá de curiosidad para el público inquieto, pero lo cierto es que esta banda demuestra en su segundo disco que ha bebido de una amplia gama de sonidos y aunque se han centrado en mostrar su lado más extremista, los resultados son bastante buenos. Limando asperezas y perfeccionando lo que ya tienen conseguido, un grupo bastante interesante.

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