jueves, 27 de febrero de 2020

LAZARUS BLACKSTAR - "Funeral Voyeur": frialdad y sobrecogimiento musical.



En ocasiones comentar un disco se hace bastante cuesta arriba. En una primera escucha genera rechazo, en una segunda escucha uno se da cuenta de que hay algo más detrás del concepto inicial que nos habíamos formado, en sucesivas escuchas las sensaciones son contrapuestas, depende de la predisposición que tengas en ese instante... En cualquier caso, cuando ya crees que tienes una idea formada del disco, unas horas más tarde, al retomar su audición, empiezas a tachar de tu cabeza gran parte de las ideas y a cambiarlas por otras diferentes. En esta situación me hallaba inicialmente al escuchar el segundo disco de LAZARUS BLACKSTAR, “Funeral Voyeur”, y quién sabe si lo que voy a decir a continuación lo desterraré de mi cabeza dentro de unos días cuando vuelva a escuchar este trabajo... 

Al leer el conjunto de influencias que el sello usaba para describir a LAZARUS BLACKSTAR: BLACK SABBATH, CATHEDRAL, ELECTRIC WIZARD... pensé que me encontraría con un disco que, a priori, me iba a gustar bastante, pues soy devoto de ese sonido revisionista y de admiración a la banda de Iommi y compañía. Sin embargo, al escuchar del tirón “Funeral Voyeur”, y aunque es cierto que todas esas influencias están presentes, en especial CATHEDRAL, me sorprendí agotado y ciertamente con pereza para volver a escucharlo sucesivamente. La voz hiriente, esquizoide y exagerada de Paul, la agonía reinante en todos y cada uno de los cortes y el estatismo y la repetición constante de elementos y estructuras, casi me superó. Cierto que el Doom primigenio y oscuro que han elegido como vehículo de expresión (con algún toque más profundo de Sludge debido a la voz de Paul) es lo que demanda, pero mientras que los grupos citados, y otros aún más pesados y agónicos como los dioses REVEREND BIZARRE, o sin irnos lejos, nuestros queridos MOHO, consiguen hipnotizarme, LAZARUS BLACKSTAR me parecía demasiado frío y pétreo para mis oídos. 

Afortunadamente, no me dejé llevar por esta primera impresión y decidí retomar en pequeñas dosis posteriores la escucha de este “Funeral Voyeur”, título que me parece acertadísimo para describir la música y la sensación general que se obtiene de la audición de este disco, pues nos convertiremos en auténticos espectadores de funerales en blanco y negro, de ambientes cargados y lánguidos que nos transmitirán inquietud y a la vez nos hechizarán de manera morbosa. La dura combinación de agonía en las voces, petrificación en las guitarras (afinadas hasta límites insospechados en el subsuelo de la tonalidad), y el toque clasicista y psicodélico de los cambios de ritmo y efectos, generan que la escucha de “Funeral Voyeur” sea de todo menos apacible. No obstante se echa en falta un poco más de riesgo en la composición y de inspiración para lograr un efecto hipnótico y atractivo que LAZARUS BLACKSTAR no tiene inicialmente, convirtiéndolo en un grupo no imprescindible para los amantes del Doom. 


Siete temas implacables, exasperantes, petrificados y monolíticos conducirán este particular viaje a las tumbas del tiempo. Desde que el inicio electrificado de “Funeral Voyeur” nos envuelve, con dobles voces fantasmagóricas y unos riffs tan típicos como fundamentales, incluyendo los ecos de campanas funerarias al final del corte, la música de LAZARUS BLACKSTAR nos transmitirá, tanto buenas como malas sensaciones, según como tenga el día el oyente. Resaltando la labor de Gordon detrás de los parches, auténtico conductor del grupo con sus complejos cambios de ritmo seguidos de manera pesada por los riffs, el disco continúa golpeando nuestras sienes con cortes también reseñables como la ultra pesada “I´m Not Paranoid (I Know That They Hate Me)”, donde las guitarras suenan lastimeras, contrastando de manera grotesca con la hiriente voz de Paul, la atractiva y bailable (a su modo) “Make Believe Master”, con una buena labor de Izak y Lee en las seis cuerdas, y sobre todo la emotiva “Loneliness”, donde las revoluciones bajan aún más, convirtiéndose en uno de los cortes más funerarios y con unas guitarras nuevamente magníficas que persiguen la inquieta labor rítmica de Gordon. 

Música para tomarse con calma, que amas u odias, a la que es difícil enfrentarse con idéntica predisposición en todas y cada una de las escuchas, pero en general música de calidad, revisionista, inquietante y cargada de sensaciones. LAZARUS BLACKSTAR no es un grupo que se vaya a recordar en los anales del Doom, pero en “Funeral Voyeur” demuestra, cuanto menos, que sabe transmitir, ya sea rechazo o admiración. Tú decides en qué bando estás. 

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)


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