En
ocasiones comentar un disco se hace bastante cuesta arriba. En una primera
escucha genera rechazo, en una segunda escucha uno se da cuenta de que hay algo
más detrás del concepto inicial que nos habíamos formado, en sucesivas escuchas
las sensaciones son contrapuestas, depende de la predisposición que tengas en
ese instante... En cualquier caso, cuando ya crees que tienes una idea formada
del disco, unas horas más tarde, al retomar su audición, empiezas a tachar de
tu cabeza gran parte de las ideas y a cambiarlas por otras diferentes. En esta
situación me hallaba inicialmente al escuchar el segundo disco de LAZARUS
BLACKSTAR, “Funeral Voyeur”, y quién sabe si lo que voy a decir a continuación
lo desterraré de mi cabeza dentro de unos días cuando vuelva a escuchar este
trabajo...
Al
leer el conjunto de influencias que el sello usaba para describir a LAZARUS
BLACKSTAR: BLACK SABBATH, CATHEDRAL, ELECTRIC WIZARD... pensé que me
encontraría con un disco que, a priori, me iba a gustar bastante, pues soy
devoto de ese sonido revisionista y de admiración a la banda de Iommi y
compañía. Sin embargo, al escuchar del tirón “Funeral Voyeur”, y aunque es
cierto que todas esas influencias están presentes, en especial CATHEDRAL, me
sorprendí agotado y ciertamente con pereza para volver a escucharlo
sucesivamente. La voz hiriente, esquizoide y exagerada de Paul, la agonía
reinante en todos y cada uno de los cortes y el estatismo y la repetición
constante de elementos y estructuras, casi me superó. Cierto que el Doom
primigenio y oscuro que han elegido como vehículo de expresión (con algún toque
más profundo de Sludge debido a la voz de Paul) es lo que demanda, pero
mientras que los grupos citados, y otros aún más pesados y agónicos como los
dioses REVEREND BIZARRE, o sin irnos lejos, nuestros queridos MOHO, consiguen
hipnotizarme, LAZARUS BLACKSTAR me parecía demasiado frío y pétreo para mis
oídos.
Afortunadamente,
no me dejé llevar por esta primera impresión y decidí retomar en pequeñas dosis
posteriores la escucha de este “Funeral Voyeur”, título que me parece
acertadísimo para describir la música y la sensación general que se obtiene de
la audición de este disco, pues nos convertiremos en auténticos espectadores de
funerales en blanco y negro, de ambientes cargados y lánguidos que nos
transmitirán inquietud y a la vez nos hechizarán de manera morbosa. La dura
combinación de agonía en las voces, petrificación en las guitarras (afinadas
hasta límites insospechados en el subsuelo de la tonalidad), y el toque
clasicista y psicodélico de los cambios de ritmo y efectos, generan que la
escucha de “Funeral Voyeur” sea de todo menos apacible. No obstante se echa en
falta un poco más de riesgo en la composición y de inspiración para lograr un
efecto hipnótico y atractivo que LAZARUS BLACKSTAR no tiene inicialmente,
convirtiéndolo en un grupo no imprescindible para los amantes del Doom.
Siete
temas implacables, exasperantes, petrificados y monolíticos conducirán este
particular viaje a las tumbas del tiempo. Desde que el inicio electrificado de
“Funeral Voyeur” nos envuelve, con dobles voces fantasmagóricas y unos riffs
tan típicos como fundamentales, incluyendo los ecos de campanas funerarias al
final del corte, la música de LAZARUS BLACKSTAR nos transmitirá, tanto buenas
como malas sensaciones, según como tenga el día el oyente. Resaltando la labor
de Gordon detrás de los parches, auténtico conductor del grupo con sus
complejos cambios de ritmo seguidos de manera pesada por los riffs, el disco
continúa golpeando nuestras sienes con cortes también reseñables como la ultra
pesada “I´m Not Paranoid (I Know That They Hate Me)”, donde las guitarras
suenan lastimeras, contrastando de manera grotesca con la hiriente voz de Paul,
la atractiva y bailable (a su modo) “Make Believe Master”, con una buena labor
de Izak y Lee en las seis cuerdas, y sobre todo la emotiva “Loneliness”, donde
las revoluciones bajan aún más, convirtiéndose en uno de los cortes más
funerarios y con unas guitarras nuevamente magníficas que persiguen la inquieta
labor rítmica de Gordon.
Música
para tomarse con calma, que amas u odias, a la que es difícil enfrentarse con
idéntica predisposición en todas y cada una de las escuchas, pero en general
música de calidad, revisionista, inquietante y cargada de sensaciones. LAZARUS
BLACKSTAR no es un grupo que se vaya a recordar en los anales del Doom, pero en
“Funeral Voyeur” demuestra, cuanto menos, que sabe transmitir, ya sea rechazo o
admiración. Tú decides en qué bando estás.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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