jueves, 13 de febrero de 2020

TOMBS - "Winter Hours": un buen trabajo con margen de mejora.


Hace tiempo que Relapse no es lo que era. Habiendo perdido a todos sus pesos pesados y tratando de reencontrarse con el éxito y la seña de identidad que hasta no hace mucho hacía de este sello garantía de calidad y riesgo, el sello americano apuesta por bandas aparentemente intensas, novedosas y de difícil audición, pero en el fondo “más de lo mismo”. Ya no tienen ningún referente claro y sólo BRUTAL TRUTH y alguna que otra luminaria clásica les sigue convirtiendo en centro de las miradas. Ahora le toca el turno a TOMBS, un grupo enmarcado en la estela de SWANS, MELVINS y demás, que trata de ser extremo y antitético como los grandes UNEARTHLY TRANCE pero se queda en algo un poco descafeinado, crudo y correoso, pero a medio gas. 

El trío navega entre el Sludge más pastoso y extremo a lo HIGH ON FIRE, EYEHATEGOD y demás y el Noise más inaudible, alguna atmósfera a lo NEUROSIS, mezclado con dosis de contraste y extremismo a lo TODAY IS THE DAY, y algún que otro elemento europeizado que parece sacado del Black noruego o francés más avanzado (Post Black), pero todo se queda en agua de borrajas. Ni consiguen la intensidad y el primitivismo de Pike y compañía, ni por supuesto el contraste hiriente de Austin. Más bien, TOMBS es una especie de banda resumen de todos estos sonidos que para los que gustamos de estos sonidos de alto grado alcohólico, podremos sacar algo en claro y disfrutar, pero que está a años luz de sus pretensiones. Sólo en los momentos más crudos y típicos consiguen algo de brillantez, quedándose en lo etéreo y la impenetrabilidad en el resto. Hay que ser muy grandes para saber llevar el ritmo de un disco como “Winter Hours” y en mi humilde opinión, TOMBS lo consigue a medias.


El sonido es bastante adecuado, esto es algo que se debe resaltar, pues consigue aunar crudeza y atmósfera al mismo tiempo, algo básico dada la propuesta del grupo, pues hay muchas guitarras que se pierden en texturas y pasajes lisérgicos que sin una buena producción habrían naufragado. La perfección habría llegado con un volumen para las voces un poco menos “de conjunto”, pues eso hace perder variedad al trabajo, pero también es cierto que el tono de voz de Hill, flagelante y quejumbroso, podría llegar a cansar si tuviese más protagonismo. Y precisamente, ahora que he mencionado las guitarras, este elemento es el más llamativo de TOMBS, su capacidad de unificar el extremismo con la atmósfera Post-Rockera a lo PELICAN, si bien sin lograr el buen hilo conductor de los citados. Así, aunque cosas como “Gossamer” o “Beneath The Toxic Jungle” sean intensas y directas, también dejan espacio para guitarras que se salen de los dos o tres riffs salvajes y comienzan a dibujar círculos hipnóticos. Sin embargo, les falta compensar un poco la crudeza y la atmósfera, para que no parezca el invento un poco forzado, y en este sentido el contraste entre “The Great Silence” y “Story Of A Room” me parece un buen ejemplo. En otras ocasiones se pasan de revoluciones y ofrecen extremismo excesivo, tratando de reflejar obsesión y ambientación “noise”, pero acaban por sonar a un muro de decibelios poco condescendiente (es el caso de “Golden Eyes”, que no acabo de asimilar). 

Curiosamente, pasando el ecuador del trabajo hay dos composiciones que me hacen recuperar la esperanza en TOMBS y que justifican la nota que he puesto a “Winter Hours”. Es el caso de “The Divide”, que a priori no difiere mucho de lo escuchado hasta ese momento pero cuyas guitarras han acabado por resultarme obsesivas, además de que la línea de bajo de Daniel James me parece excepcional. Y en el otro lado, en el aspecto de la crudeza y la agresividad absoluta, “Seven Stars The Angel Of Death” me parece gloriosa, digna pieza para el directo. Lo demás, teniendo en cuenta lo ya citado y lo que me he dejado a un lado de manera consciente, es más de lo mismo, ni aumenta la rabia, ni la intensidad, pero tampoco desentona, aunque es cierto que el sopor al afrontar ciertos cortes se hace evidente (en mi caso particular me cuesta horrores adentrarme en “Merrimack”, puro ejercicio de distorsión que no hace más que rellenar minutos en mi opinión pues no aporta mucho al conjunto más que un descalabro para la ecualización de nuestros reproductores).

Si te gusta el sonido Sludge americano recubierto de atmósfera Post-Rockera, TOMBS te interesarán. Yo creo que aún tienen camino de mejora y maduración, pero no voy a negar que “Winter Hours” es un trabajo contundente y mastodóntico que muchos disfrutarán, aunque en mi caso particular me haya atraído sólo moderadamente. Decibelios, hipnosis y más y más vueltas sobre uno mismo, eso es TOMBS.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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