jueves, 12 de marzo de 2020

PORN (THE MEN OF) - "Wine, Women and Song": poniendo música a la perversión humana.


Creados hace ya un lustro, PORN (THE MEN OF) no son precisamente muy conocidos que digamos, pero eso no les resta calidad. Con un disco completo a sus espaldas, "American Style" (con una portada más que sugerente y llena de guiños a los setenta) y un EP, "Experiments In Feedback", estos americanos han tardado casi tres años en volver a grabar, pero el resultado ha sido excelente.

Con una música difícil de encasillar ya que contiene muchos elementos, desde el Stoner más pesado, pasando por el Sludge más ácido, y sin olvidarnos de partes claramente psicodélicas de influencia setentera, PORN (THE MEN OF) desarrollan, o más bien, destruyen una estructura musical sorprendente que en ocasiones roza el abismo. Desde la inquietante y clasicista portada, hasta la última y prolongada nota del disco, se nos regalan 50 minutos de puro rarismo musical, inclasificable, original y altamente adictivo, a pesar de lo arriesgado de su propuesta.

Comenzando de una manera inquietante, "Succulento" no es precisamente el típico corte para abrir boca. Diez minutos absolutamente instrumentales cargados de ritmos Thrash y efectos electrónicos muy bien integrados. Las excelentes guitarras no hacen más que llenar la aparente simpleza del corte con elementos psicodélicos a lo PINK FLOYD que hacen que el tema pase rápido y de manera amena, aún sorprendido por lo que sale de los altavoces.


Los dos cortes siguientes, "Mastodon Entrée" y "Glory Will Be Mine" podrían ser los más típicos del disco. Puro Stoner cargado de guitarras ácidas y una voz distorsionada pero lo suficientemente audible. Las guitarras se hacen losas, y el bajo hace pedazos cada nota, mientras en el aire se respira cada vez un ambiente más rockero.

Pero nuestra tranquilidad musical pronto se ve interrumpida por una nueva e inquietante introducción en "Morning Star Rising", dónde un nombre aparece vagamente por la cabeza, TODAY IS THE DAY, sin llegar a la locura enfermiza de éstos. La pesadez y contundencia inicial se convierte en un ambiente acelerado y caótico que poco a poco vuelve a decaer, a aumentar su lastre musical hasta que los riffs se convierten en una nota que se prolonga hasta el infinito, en forma de un zumbido que llega a irritar pero que es perfecto para dar paso al siguiente corte, la obra cumbre.

"The Five Books Of The Aeneas" desarrolla en cinco partes un universo musical tremendo, experimental y exigente para el oyente. De una forma paralela a muchos temas de los dioses NEUROSIS, la música se desenvuelve de manera natural, a pesar de los muchos experimentos y toques psicodélicos que pueden hacer que te desesperes si no te mantienes un poco atento. La contundencia inicial se transforma en lirismo, con unas cálidas guitarras que no nos hacen presagiar lo que se nos viene encima en la parte central de la composición. El silencio nos abre la tercera parte, la más arriesgada, dónde sólo el golpeteo profundo de la batería nos recuerda que PORN (THE MEN OF) siguen vivos. Las guitarras se limitan a repetir hasta la saciedad la misma nota, mientras Dale Crover (MELVINS, NIRVANA...) desarrolla su discurso. La cuarta parte se acelera de una manera inesperada, volviendo a los terrenos del Rock, pero la decadencia pronto vuelve a los sonidos para cerrar quince minutos excepcionales.

El alto listón que deja el anterior tema no impide que "Last Song" se convierta en otro gran corte del disco. Lento y de inspiración Doom, algo en lo que tiene mucho que ver el bajo de Billy Anderson (productor de NEUROSIS, CATHEDRAL...), la voz de Tim Moss, corazón del grupo, se torna grave y oscura. La psicodelia vuelve de la mano de un excelente sólo de guitarra que nos conduce a un final increíble, 100% BLACK SABBATH.

Un disco sorprendente, original, pero difícil de engullir. De todas formas que esto no sea un problema para disfrutar de esta joya que recomendaría a cualquier amante de la buena música, sea la que sea. La cantidad de pasajes, atmósferas y sensaciones de opresión y angustia musical que transmite son realmente buenos. Toda una revelación.

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MÖNSTER - "Death Before Disorder": macarrismo puro y duro.



¿MÖTORHEAD en versión Hardcore / Punk?, más o menos esta es la primera impresión que el oyente se llevará al escuchar este nuevo trabajo de la banda germana MÖNSTER. Y ello es debido a que "Death Before Disorder" se forma por temas que de base son puro Rock, pero tocados con la velocidad y la caña necesaria del Hardcore, lo cual los convierte en una banda estimulante, aunque algo lineal en sus formas como a continuación relataré. 

Creados a lo largo del 2004 y uniéndose a bandas de su país como THE NOW-DENIAL cuyo último trabajo ya reseñé en estas páginas, MÖNSTER se proclama como otro grupo Hardcore a tener en cuenta, máxime al ver que sus influencias están ancladas en las raíces del Rock más macarra y que su admiración por la banda de Lemmy es más que patente. Partiendo de estas bases  y después de un par de trabajos discográficos menores, todos grabados en el año de su creación, MÖNSTER lanza una nueva obra, la primera que escuchan mis oídos, y que a pesar de su corta duración, engancha y transmite mucha fuerza por todos lados.

La sensación de crudeza y violencia sónica se ve incrementada por una producción potente, pero lo suficientemente "sucia" en el buen sentido, como para que las guitarras suenen tan corrosivas y la voz tan agresiva, que difícilmente te dejarán indiferentes. Esta producción beneficia también la inmediatez que consigue transmitir el álbum, algo que se ve demostrado por la escasa duración de los cortes, las estructuras sencillas, basadas en unos pocos riffs, sin grandes tecnicismos, pero con la capacidad suficiente para que el oyente se divierta y vea cómo sus pies se mueven solos ante los adictivos ritmos que la bien engrasada sección rítmica consigue llevar a cabo.

Sencillez en elementos, pero grandeza en sensaciones, con esta poética sentencia se podría sintetizar lo que consigue MÖNSTER en "Death Before Disorder". Ya desde la cañerísima apertura, "Failed", sin casi tiempo para darnos cuenta de lo que tenemos entre manos, los riffs nos golpearán uno tras otro. Contundente inicio, que nos pone sobre aviso también de un políticamente incorrecto contenido lírico, plagado de alusiones antisistema en favor del individualismo de pensamiento. Más de lo mismo sí, pero hay estilos que no encuentran acomodamiento en otro colchón que no sea lo que para muchos es mera demagogia ideológica. En este sentido, el grupo no oculta sus ideas y lo reflejan bien claro haciendo su propia interpretación de las letras, tema tras tema, mostrando de manera cristalina que lo se pensaba que querían decir, efectivamente lo dicen.


Desde este instante y hasta el final, las revoluciones no bajarán. La cazallera voz de Jobst nos acompañará hasta el último tema, escupiendo toda la rabia que lleva dentro, si bien la melodía no está desterrada, como las guitarras de "When 2 Men Kiss", un alegato contra la homofobia, demuestran. No obstante, la variedad de elementos, que no de estructuras, no se dejará a un lado, pudiendo observar en "First Rock" cómo la sombra de MÖTORHEAD ronda nuestras cabezas con un tema más pausado, más clásico, con un sólo muy rockero, y unos riffs totalmente pegadizos, constituyendo uno de los puntos culminantes del trabajo. Sombra que será homenaje total en la pequeña instrumental "Motorcycle Madness" cuyo riff es un calco absoluto de MÖTORHEAD.

El problema que le veo al disco, como ya anticipé, es su homogeneidad estructural. Si bien los elementos varían y consiguen que las composiciones tengan cierta personalidad propia, la forma en que se conectan entre sí es demasiado lineal, haciendo que el disco se vuelva un poco tedioso en su segunda mitad, incluso partiendo de la base de que su duración es más bien corta, algo habitual en el género. Todavía se disfrutan temas como el que da título al disco, "Death Before Disorder", otro donde las guitarras pasan por momentos de gran inspiración, pero en general el agotamiento de ideas es palpable en estos últimos temas. En cualquier caso el disco seguirá siendo recomendable para los fans del estilo porque calidad tiene mucha, aunque un poco más de maduración no habría venido mal.

Si buscas Hardcore con raíces rockeras y un aire a MÖTORHEAD muy patente en ocasiones, MÖNSTER se desmarca como una banda notable, uniéndose a la escena alemana de este tipo de bandas, que conectan la vieja escuela con los nuevos sonidos de manera muy acertada. "Death Before Disorder" no pasará a la historia como un disco para recordar, pero no deja de ser un buen trabajo para soltarnos la melena y dejarnos llevar por sus estimulantes riffs.


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ROSY FICNH - "Scarlet": tiñéndolo todo de sangre y rabia electrificada.


El año 2019 fue un año de cambios en el seno de ROSY FINCH. La banda alicantina había cumplido seis años de existencia, pero en pleno proceso de producción de su nuevo trabajo, "Scarlet", el segundo en largo desde aquel tremendo "Witchboro", la formación veía como se quedaba sóla Mireia Porto al frente del proyecto. La guitarrista y vocalista se encontró con nuevo material, pero con un disco a medio acabar y en búsqueda de nuevos integrantes para completar el trío corrosivo. 

Estos nuevos integrantes que entraron en sustitución de Elena García y Lluís Mas no podían haber sido más acertados, sobre todo viendo de qué pie cojea "Scarlet", el nuevo retoño de la banda, ahora más que nunca, heredera de sus raíces y con la mirada puesta en el futuro. Oscar Soler al bajo y Juanjo Ufarte a la batería, ambos curtidos en densidades y electricidades varias, pasan a conformar junto a Mireia el núcleo de ROSY FINCH y a los tres se les abre por delante un futuro esperanzador con el material más directo y noventero que el trío ha grabado en su corta existencia.


Efectivamente, Mireia, todavía con Elena y Lluís en la grabación (aunque los bajos y segundas voces no se habían completado al cambiar la formación), ha sacado a relucir su cara más grunge, cruda y rabiosa. Todas las influencias MELVINS / SONIC YOUTH / L7 que tenían como raíz el desarrollo más pesado y sludge de grabaciones pretéritas, mezclada con la actitud más punk de PJ HARVEY, han eclosionado y pasado a primer plano en "Scarlet". Eso convierte a este disco en el más ácido y a la vez accesible de ROSY FINCH y con el que más se sentirán identificados los que hayan crecido con la música de los noventa. Y también convierte a "Scarlet" en el disco más personal de ROSY FICNH, en tanto en cuanto Mireia grita con rabia y rodeada de una electricidad contagiosa que desde el primer corte, el más largo y atrayente, "Oxblood", queda puesta sobre la mesa para deleite del personal.


Para conseguir esta sensación, el sonido es clave. Es un trabajo mucho más guitarrero, tanto en las partes más distorsionadas, como en las más limpias. También es un trabajo en donde la voz de Mireia y sus múltiples efectos sale mucho más a relucir. Por otro lado, los ritmos obsesivos a lo SMASHING PUMPKINS gozan de mayor protagonismo, sirviendo de impulso a los riffs y a unas estructuras que se desnudan más y se despojan de toda parafernalia que no sea acidez y rabia desmedida. Todo esto lo han conseguido con sus propios medios y han contado con una labor final de pulimiento y abrillantado de la mano de Billy Anderson que les ha colocado "Scarlet" justo donde debe estar, que es en el espacio de un cuarto de siglo atrás.

Todo en este disco goza de un efecto inmediato y tiene cualidades psicotrópicas. Un ejemplo es "Vermilion", precedida de un puñetazo como "Lava", las distorsiones y los gritos rabiosos de Mireia, harán que entres en plena locura de manicomio. La sencillez aparente de "Amaranto" también es un buen ejemplo de como atrapar desde el primer segundo con un riff simple y retorcido al mismo tiempo, además de un aire fantasmagórico que enlaza con la psicodelia setentera y el ocultismo conceptual. O "Ruby", que se arrastra de manera pedregosa y con sonoridad gruesa, para deleite de nuestras cervicales, sin dejar de desplegar la rabia que impregna todo el disco, tanto en las voces de Mireia como en las segundas voces (que no sé si serán debidas a Lluís o a Oscar, que también aparece en la grabación, en ese momento aún sin haber entrado oficialmente en la formación).


Otros temas tiran más de densidad y pesadez como uno de mis preferidos, "Gin Fizz", perfecto contraste entre un aire más doom y la voz rabiosa de Mireia, o el final apocalíptico de "Dark Cherry" y su continuación oculta de "Lady Bug", donde más me recuerdan a SONIC YOUTH por cierto. Mientras en la propia "Scarlet", ROSY FINCH se vuelve pegajosa y profundamente noventera, siendo uno de los cortes que más entraría en los gustos de aquella época si la extrajéramos del disco.

Para mi gusto no hay duda. ROSY FINCH ha cambiado, pero lo ha hecho para bien. No sabemos si este cambio terminará de eclosionar con la nueva formación y "Scarlet" quedará con la etiqueta incómoda de "disco de transición", pero lo cierto es que el trío alicantino ha facturado su trabajo más reconocible en cuanto a influencias, pero más personal, crudo y rabioso también. Un trabajo rojo sangre y pasión que te baña de arriba a abajo sin remisión.




https://spindarecords.bandcamp.com/


miércoles, 11 de marzo de 2020

PIG DESTROYER - "Phantom Limb": manifestación musical de la violencia del ser humano.


Hay bandas que ganan admiradores y detractores a partes iguales, y PIG DESTROYER es una de ellas. El hecho de que redujeran la instrumentación a la mínima expresión, unido al extremismo de su propuesta, hacía que su música fuera de todo menos accesible para todos los públicos, generando que muchos los calificaran como la antítesis de lo musicalmente tolerable. Y eso que si analizamos detenidamente la aventura musical de este trío ahora reconvertido en cuarteto, nos podemos dar cuenta de que en realidad son mucho más revisionistas y accesibles de lo que a priori parecen. Personalmente este grupo es una de mis debilidades desde que sacaron “Prowler In The Yard” y sobre todo tras su enorme obra “Terrifyer” hace ya casi tres años, aunque reconozco que su minimalismo musical puede ser un gran obstáculo para muchos. 

Por fin regresan, con el añadido de Blake Harrison en los samplers y ruidos de post-producción que llenan algunos de los temas del grupo de Washington salido del cerebro del inquieto Scott Hull, padre de criaturas tan abominables para los oídos no acostumbrados como ANAL CUNT o AGORAPHOBIC NOSEBLEED. En esta ocasión, PIG DESTROYER vuelve a apostar por su crudeza básica que ellos llaman “lo que el Grindcore debiera ser”, y que está más cerca del Thrash y el Hardcore de lo que se imaginan, colándose multitud de guiños a lo SLAYER, KREATOR, VOIVOD y demás. Se echan de menos los riffs más orientados al Rock (a su modo, siempre cargados de extremismo), que tan rápidamente se quedaban grabados en nuestros oídos, pero la base sigue ahí, y nadie que ya los conociera se podrá sentir defraudado ante la escucha de “Phantom Limb”. 

El hecho de que reduzcan sus instrumentos a una sección rítmica formada solamente por la batería de Brian Harvey y la guitarra de Scott Hull, como únicos acompañantes (además de los samplers de Blake) de la locura humana de Hayes detrás del micro, hace que la labor de composición se centre en un primitivismo absoluto de formas. Ni virtuosismos, ni tecnicismos, sencillamente una máquina de hacer riffs como es el citado Hull, y un poderoso Harvey que cumple la función de cubrir todos los espacios dejados, que son muchos. Pero lo más curioso del asunto, es que PIG DESTROYER no necesita más efectos de artificio. Con una desnudez aparente tan grande, el grupo consigue enganchar, siempre que logres atravesar la barrera estilística y su locura particular, siendo esto lo que me llamó la atención del proyecto desde un principio, y eso que las otras bandas de Hull no están ni mucho menos entre mis favoritas. Sencillamente saben aprovechar al máximo las virtudes del Metal Extremo, sin necesidad de grandes envoltorios en donde servirlo, solamente con la ayuda de un puñado de guitarrazos bien puestos, esquizofrénicas voces infrahumanas y una producción cruda pero audible. 


En “Phantom Limb” la variedad es un poco menor que en “Terrifyer”, la banda va más a piñón fijo pero a la vez han bajado revoluciones y alargan un poco las estructuras sacando un mayor partido de los riffs de inspiración Thrash. Se aprecia un acercamiento algo más moderno en algunos cortes, con un groove que en temas como “Waist Deep In Ash” o “The Machete Twins” que cierran el trabajo (si obviamos la larga outro final sin título) se hace muy patente, como novedad en la propuesta de PIG DESTROYER. No obstante sus bases fundamentales se mantienen, sobre todo en la primera mitad del trabajo, donde se concentran los temas de menor duración y más cercanos al Grindcore, como demuestran la enorme “Rotten Yellow” con un puente rompecuellos descomunal. Sin embargo, pronto nos damos cuenta de que el grupo ha pretendido ir un poco más allá en su propuesta, sacando su vena más metálica y Thrash en los riffs y los ritmos básicos de composiciones como “Thought Crime Spree”. Es probable que sea el punto de inflexión hacia unos terrenos menos alocados en el futuro, pero PIG DESTROYER ha sabido en este disco seguir sonando a sí mismos, pendulando hacia otras sonoridades, que por otra parte, a poco que profundizáramos en su pasado, nos encontraríamos con que estos sonidos siempre estuvieron con ellos.

Pese a que particularmente creo que no supera a “Terrifyer”, aunque sí en el aspecto estético, pues la portada y en general todo el artwork es perfecto, PIG DESTROYER demuestra no estancarse con el tiempo y avanza en su camino, en su aventura por sacar el máximo partido de tan pocos elementos aparentes. Si no los conocías de antemano, “Phantom Limb” quizás sea uno de sus discos más accesibles, con lo que puede que la balanza amor/odio que ofrece esta banda, se decante esta vez un poco más por el primero de los dos. A mi me siguen sorprendiendo y creo que lo seguirán haciendo en el futuro. Como dice su sello: auténtica manifestación musical de la violencia del ser humano.

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INQUESTED - "The Red Chambers": melodía y agresividad a partes iguales.


Hay estilos que tienen una segunda oportunidad, que vuelven con fuerza a sus formas primigenias y dando lugar a un buen puñado de bandas que nos hacen recuperar una época que creíamos olvidada. Ese es el caso del Thrash Metal en los últimos años. Un conjunto cada día más innumerable de jóvenes formaciones se enfundan las guitarras y componen como si la Bay Area volviera a estar en pleno auge, y entre este enorme grupo de bandas, los noruegos INQUESTED se estrenan con “The Red Chambers”. 

Visto desde un punto de vista algo superficial, pero tratando de ser breves, el sonido del que bebe INQUESTED es claro, con unas influencias notorias, pero una calidad innegable. Thrash con toques Heavys o a la inversa, que hacen que TESTAMENT o sobre todo MEGADETH vengan a la mente una y otra vez. Para que te hagas una idea, INQUESTED serían en Noruega, lo que ANGELUS APATRIDA o KILLEM serían en España, es decir, las tres formaciones tienen en los dos grandes citados una poderosa fuente de inspiración, los tres tienen un sonido que aunque en cierta manera renovado, bebe directamente de los ochenta, y los tres transmiten ganas y frescura por méritos propios. Así pues, si te gusta este tipo de música, plagada de buenos y pegadizos riffs, con una voz cuasi-rasgada pero muy adictiva, una producción potente y directa, y melodías por doquier, en “The Red Chambers” INQUESTED da un paso al frente para reivindicar su puesto en medio de este revival ochentero. 

Pero se puede rasgar un poco más e ir al punto que determina que este grupo se salga de la media. INQUESTED bebe indudablemente del Thrash más clásico, pero también bebe de las melodías y los solos a lo IRON MAIDEN, y es más, y he aquí lo que me parece su gran virtud: saben sonar actuales sin perder sus raíces inspiradoras. Así, por ejemplo, en algunas ocasiones se entrecruzan melodías que podían estar facturadas por el señor Amott de ARCH ENEMY, (en “Eliminate” esto es más que evidente), pero siempre mantienen su base clásica, tanto en las estructuras como en la ejecución de los temas. En definitiva, no hay que quebrarse más la cabeza, estamos ante una joven banda, pero que sabe ofrecer una música que puede gustar a los más clásicos, pero también a los que se hayan enganchado al Thrash en los últimos años, bien sea motivado por todas las formaciones paralelas a INQUESTED, bien sea indirectamente por otras bandas más en boga, pero cuyas formas beben también de los clásicos. 


“Casualty And The Twisted” es el tema elegido como apertura, y hay que alabar esta elección, porque estamos ante uno de los cortes más directos del trabajo. “Eliminate” continúa la senda, desde un punto de vista más melódico, donde los solos de guitarra suenan tan actuales y frescos, como pegadizos. Pero el momento en el que uno se quita el sombrero realmente y se da cuenta de la brillantez compositiva de este grupo es con “Hollow Sleeper”. Más de siete minutos hacen que el oyente pase por todo tipo de pasajes, unos más agresivos, otros más melódicos, todo ello envuelto en una estructura compleja por la forma de superponer los elementos, pero que es ejecutada con tal maestría que uno acaba por tener al tema como uno de los preferidos del disco. “Headless” es mucho más directa y adictiva, aunque la inspiración no decae y también pasa por algunos momentos que te dejarán con la boca abierta, como en los solos doblados que dan un toque de color extra al tema. También trata de ir al grano “Scarfaced”, un corte totalmente orientado a los riffs y que es de los más efectivos del trabajo, no pudiendo dejar de mover la cabeza ni un momento. 

Pero aún quedan cartuchos en la recámara, no penséis que todo ha terminado. Ya en la recta final del trabajo, “The Underworld” nos muestra a una banda más reflexiva, y aunque pienso que la estructura del corte les falla un poco al final, no cabe duda de que es otra faceta que demuestra que INQUESTED no sólo saben ir con velocidad de crucero constante. Y por si acaso alguien se había acomodado más de la cuenta “Human Failure” nos despierta con un riff de entrada tan típico como certero, y desplegando alguno de los momentos más agresivos del trabajo, sin dejar la capacidad de sorpresa a un lado (la parte central del tema, con acústicas incluidas es realmente buena). Finalmente, y tras la breve instrumental “Revenatio”, “Ghost Of Existence” cierra el disco con un corte sencillo en riffs, pero muy pegadizo y con algún toque más actual en la estructura, pero sin perder el norte. 

En resumen, que si te gusta el Thrash accesible, con mucha base Heavy y frescura compositiva, aunque sin decir nada nuevo, INQUESTED se ha sacado de la manga un gran disco que hace que en el futuro tengamos que estar atentos a los derroteros que tome el grupo. Muy recomendable. 

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BLOODJINN - "This Machine Runs On Empty": nada nuevo bajo el sol sin más pretensión.


¿Está el Metalcore y la nueva ola del Death Metal melódico saturándose? El hecho de que hasta discográficas de tradición más underground se peguen por conseguir grupos del género aunque no disten mucho de los pioneros, dice mucho al respecto, pues Listenable no se caracteriza por ser una compañía muy dada a las nuevas tendencias, y tarde o temprano el público acabará por cansarse de tener tantas bandas casi idénticas a su alrededor. Por otro lado es algo inevitable, no ya por querer subirse al carro, dicho llanamente, sino porque cuando algo se nos sirve hasta en la sopa es normal que cada día surjan nuevos grupos haciendo “más de lo mismo”. 

Dejando a un lado estas reflexiones, Listenable ofrece el tercer disco de los americanos BLOODJINN, que si bien no son unos novatos en esto, no muestran tener una base musical mucho más lejana que el Death Metal de Gotemburgo adaptado a las tendencias Hardcore de los noventa. Esto los emparenta directamente con sus compatriotas BLACK DAHLIA MURDER, si bien la música de BLOODJINN, en momentos puntuales, abandona totalmente el Death / Thrash de tintes melódicos, para meterse de lleno en los parones, las voces Hardcore y las estructuras de Metalcore de libro. De hecho si obviamos a su limitado vocalista, el cual al segundo tema no da más de sí en lo que a matices se refiere y no será más que un elemento más en nuestros cerebros, “This Machine Runs On Empty” da muestras de tener una base musical importante, con estructuras que sin abandonar lo típico, saben combinar buenas melodías con ritmos pegadizos y la intensidad y poderío del Thrash y el Death en sus formas más clásicas. Esto convierte a BLOODJINN en un grupo con calidad, si bien demasiado víctimas de su tiempo. 


¿Cual es el problema?, que uno tiene la sensación de estar ante un pastiche y no ante una banda que quiera ir más allá. Es decir, que no estamos más que ante una recreación o imitación de tantas y tantas otras bandas, aunque la producción visceral les proporcione un toque extra de potencia que otros grupos pierden, no viéndose tan claramente sus intenciones de, aún sabiendo que serán flores de un día, dirigirse al público mayoritario. Aún así, y aunque “This Machine Runs On Empty” tiene buenos momentos y da muestras de que estos chicos tienen tablas, su propio estatismo voluntario, su intención de no destacar de la media y simplemente ser uno más, los condena al más absoluto anonimato, o lo que es peor, a tener un momento de gloria seguido del silencio más absoluto. Es una pena, porque a diferencia de otras tantas bandas, y siendo este el motivo por el que la nota sube un poco, aquí sí que hay cierta calidad, pero podrían dar mucho más de sí. 

¿Lo mejor?, además de los momentos en los que dejan fluir su vena más Thrash / Death, los solos y las melodías de guitarra. Kyle Rakes y Jeff Peck tienen la lección bien aprendida y demuestran un gran dominio de sus instrumentos, ofreciendo las melodías dobladas a lo MAIDEN tan típicas de este tipo de grupos, pero también buenas dosis de riffs a lo AT THE GATES que son más que notables. El resto, es decir, la labor compositiva y la forma de enganchar todo lo que ofrece el grupo, se pierde en forma de temas estructurados de una manera tan estándar que, aunque reconociendo que es fácil dejarse llevar por ellos, no aportan nada que no sepamos, o por lo menos con la mínima personalidad como para reconocer cierto mérito. 

Por poner algunos ejemplos: los riffs de “In The First Degree” se clavan en poco tiempo en nuestros cerebros, saben dar con la justa combinación de fuerza y melodía, pero la estructura es tan común y previsible que a la segunda escucha ha perdido toda su magia. Al igual que “Break The Silence”, cuyo inicio Thrash hace que suba la temperatura, pero nos devuelve pronto a la realidad en cuanto los parones y la voz de Joel Collins hacen su aparición. Aún así, centrándonos sólo en las melodías y la labor de los guitarristas, si tuviera que quedarme con algo de este trabajo, seguramente “A Moment Of Clarity”, con una melodía que se queda grabada a la primera y un ritmo contenido, aunque el breakdown central no me convence en absoluto, y “Maker”, donde los riffs alcanzan cierta inspiración que hasta ahora estaba un poco perdida en medio de tanta falta de riesgo, serían mis preferidos. El resto, sin ser malo, no pasa de “otro más dentro de lo que ya hemos oído”.

Si tuviera que resumir con una pequeña frase el contenido de este disco de BLOODJINN sería: suficiente para la media, inferior para destacar. ¿Te gusta el Death Melódico y el Metalcore más actual?, no te defraudará “This Machine Runs On Empty”. ¿Buscas cierta inspiración además de seguir fielmente los patrones del género?, no vas a encontrarlo en este trabajo.

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miércoles, 4 de marzo de 2020

SAGA - "The Human Condition": buen trabajo con mucho relleno.


Sensaciones contradictorias. Mis últimos contactos con SAGA fueron magníficos, una maravilla del Rock con tintes progresivos como “Trust” fue continuada con un disco más sesudo y heredero del Neo Progresivo que entraba más difícil pero también con resultados loables, “10.000 Days”. Ahora SAGA hace frente a una dura tarea, sustituir la voz cálida, susurrante y poderosa al mismo tiempo, de su vocalista Michael Sadler que abandonó el grupo tras la edición de su último disco. Y el sustituto es Rob Moratti, dando como resultado de esta nueva era “The Human Condition”. Sin embargo, se echa mucho en falta a Sadler, y no lo digo desde la piel del fan incondicional, pues sólo conozco la parte final de la trayectoria de esta longeva banda canadiense, pero la voz de aquél era el 50% de la personalidad de SAGA y ahora se ha perdido en detrimento de su otra mitad. 

Si “Trust” era un disco de canciones, de pelotazos, de estribillos y lucimientos en su justa medida y “10.000 Days” fue un golpe de tuerca hacia sus raíces Progresivas, “The Human Condition” pretende ser una mezcla de ambas, pero con una dura tarea a superar: un vocalista sin carisma que suple su falta de entusiasmo con una capacidad técnica alta, pero que se oculta detrás de las complejidades musicales y virtuosismos de SAGA. Y, en mi opinión, creo que el grupo canadiense se ha dado cuenta de que Sadler era una parte muy importante en la música de SAGA y sus miembros han decidido diluir la tarea dando un giro hacia otras texturas, más instrumentales, más globales, sin tanto protagonismo vocal, aunque Moratti haga un digno trabajo. “The Human Condition” deja así el brillo de entregas pasadas de SAGA y se torna en un trabajo gris, denso y disperso, que sólo es salvado por una labor de composición que, dada la experiencia, tiene un nivel elevado y trata de suplir las carencias a golpe de matices, de instrumentaciones y de variedad.


Nuevamente la sombra del Neo Progresivo aparece, pero al mismo tiempo en “The Human Condition” SAGA ha seguido en su faceta de construir canciones y no opus inabarcables. En este aspecto ¿qué aporta Moratti?: una voz muy calculada, muy contenida, sin dar una nota por encima de lo debido, con un aire un poco negroide en algunas inflexiones, pero sin el brillo que en los estribillos tenía Sadler. ¿Cómo se contrarresta esta falta? A base de variedad armónica e instrumental: cada tema, y no es un tópico, es un mundo musicalmente hablando. Empezando por “The Human Condition”, prácticamente instrumental, pasando por “Step Inside” que trata de buscar la magia perdida tras la marcha de Sadler, siguiendo con “Hands Of Time”, oscura, ambiental y dispersa... En definitiva, SAGA ha enriquecido su paleta de sonidos para cubrir la falta de gancho que en el pasado les hacía ser una especie de JOURNEY en versión progresiva (esa ha sido mi impresión sobre este grupo desde que escuché su magnífico “Trust”, aunque todo el mundo los vende como unos RUSH en miniatura). Hasta han experimentado con sonidos a medio camino entre el Funk y la Electrónica en “Now Is Now”, con resultados manifiestamente mejorables. Y todo esto da como resultado un disco que no deja mucho poso, un disco rico, agradable de escuchar, completo... pero al que le falta la intensidad necesaria para impresionar.

Por poner un ejemplo de la adaptación sonora que ha sufrido SAGA, el papel solista de los Crichton ha crecido bastante, no sólo en el citado “The Human Condition” o las posteriores “Crown Of Thorns” y “A Number With A Name”, este último, por cierto, uno de los más atractivos en su escucha por los continuos juegos que se traen entre sí la guitarra y los teclados, sino también en cortes aparentemente más radiofónicos como “Avalon” o “Let It Go”, esta última con unas guitarras más rockeras de lo habitual y que con una interpretación vocal más entusiasta se convertiría en un buen tema, pues el estribillo con doble voz es muy pegadizo. Hasta la producción parece orientarse al sonido de conjunto antes que a la voz: en el pasado no era así, pues había estribillos y melodías vocales que potenciar, ahora este elemento pasa a ser uno más y el sonido que los propios miembros de SAGA han creado invita a entenderlo como un todo y no como una conjunción de protagonismos. Y una vez más, uno tiene la sensación de estar ante un disco que se escapa entre las manos sin saber uno muy bien con qué quedarse. 

“The Human Condition” no es un paso atrás, es simplemente un disco elegante y heredero del sonido de un grupo veterano, pero con la ingenuidad y la falta de madurez de unos principiantes. En mi opinión, SAGA debe buscar un nuevo sonido y no tener en los parches más cercanos que tienen, la solución a sus problemas. Desde luego, sin ser muy exigente, después de dos grandes discos, “The Human Condition” se convertirá en un trabajo de relleno sin más.

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SAGA - "10.000 Days": un poco por debajo de lo esperado pero igual de imprescindible



Vuelve una de mis bandas canadienses favoritas tras la edición de aquel “Trust” que fue uno de mis discos favoritos del año pasado. En aquella ocasión me sorprendieron por la capacidad de crear canciones que traspasaban géneros y se movían entre dos aguas entre el Progresivo y el AOR, y ahora tenemos la réplica con “10.000 Days”, un disco un tanto diferente a su predecesor pero con resultados igual de satisfactorios. 

La historia de SAGA viene de lejos. Casi 30 años en la música y pasando por distinas fases, desde el Neo-Progresivo, pasando por la accesibilidad Hard... la banda a la sombra de RUSH, ha sabido conseguir su propio sonido, siempre dentro de los parámetros de la sencillez no exenta de la técnica del progresivo. Centrándome en “10.000 Days” SAGA factura un disco más clásico y apegado a sus orígenes, con más predominio de atmósferas y teclados, estructuras más complejas y una reflexividad mayor. Esto no impide que la fabulosa voz de Michael Sadles brille por todas partes y que las superlativas melodías guitarreras de las que hace gala el grupo sigan muy presentes. Sin embargo, y como único punto negativo al disco que ha hecho que no le ponga un 10 como una casa como hice con “Trust”, en este trabajo SAGA no llega a redondear del todo los temas. Debido a la estructuración menos común de los cortes y en general a la atmósfera que los rodea, el oyente no se siente atrapado desde el primer momento por el disco, exigiendo cierta reflexión por su parte. 

El sonido vuelve a ser superlativo, aunque, adaptándose a la mayor enjundia de “10.000 Days”, la producción suena más fría que en “Trust”, permitiendo que los teclados y los ambientes tengan un protagonismo mayor y contribuyendo a la oscuridad de muchos temas. Y la instrumentación qué decir, ni una mera tachadura, todos cumplen su papel con creces, bien sea de la mano de solos de gran belleza, bien sea ejecutando riffs sencillos pero efectivos, bien recreando un colchón atmosférico constante y omnipresente o bien asegurando la sección rítmica con precisión y sin grandes alardes innecesarios. En definitiva, SAGA no ha perdido ni un gramo de forma en el corto espacio de tiempo que ha pasado entre “Trust” y “10.000 Days”, pero sí que ha logrado dar un viraje necesario para que no haya signos de servilismo entre este disco y su precedente.


Desde mi punto de vista, y no es porque esté el primero en la lista de temas, “Lifeline” es el mejor tema del trabajo. Simple, con un trabajo vocal excepcional, mucha atmósfera y unos riffs juguetones que se quedan a la mínima, recordando en cierta manera a los RUSH de segunda etapa... es decir, el perfecto corte para que el oyente pueda entrar en el disco, aunque no con tanta alegría y energía como en “Trust”. “Book Of Lies” echa una mirada a los ochenta, facturando un corte a medio camino entre el Progresivo y el AOR, en especial por unos teclados totalmente ochenteros. Por su parte, tanto “Sideways” como especialmente “Can´t You See Me Now” despliegan la parte más reflexiva de SAGA. Los elementos ya no son tan accesibles, aunque sin duda las melodías y las armonías vocales tienden a quedarse grabadas sin mayores problemas. “Corkentellis”, como corte instrumental que es, sirve de lucimiento tanto a los teclados como a las guitarras, sin hacerse excesivamente pesado, enlazando con el tema más intimista del trabajo, “More Than I Deserve”, tema que es vehículo de lucimiento para un Sadles que sin embargo suena un tanto apagado, acorde con la melancolía general de esta composición. 

Para el final, SAGA reserva tres temas que no hay que perderse. “Sound Advice”, que recupera el aire Progresivo y el cierto parecido con RUSH, sobre todo en la voz, “10.000 Days”, que pone el toque optimista de esta parte del trabajo, nuevamente en los terrenos del recogimiento y el intimismo, pero con unas melodías mucho más luminosas, y finalmente “It Never Ends”, que cierra el trabajo nuevamente desde un ámbito Neo-Progresivo, pero sin bajar el nivel. Estamos por tanto ante un disco que podríamos llamar de resumen de la carrera de SAGA. Ni muy centrado en su faceta más accesible, ni muy centrado en su aspecto más Progresivo, y rodeando todo de un halo de oscuridad y melancolía. Si te gusta el grupo, no te defraudará, aunque está un poco por debajo de “Trust”, y si no los has escuchado aún, a lo mejor no es el mejor disco para descubrirlos, pero desde luego es bastante completo y representativo.

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SAGA - "Trust": una maravilla de disco.


Sencillamente genial. Sé que muchos amantes de la música de SAGA me dirán que no es su mejor disco, o quizás que sí lo sea pero que son preferibles tal o cual trabajo antes que éste. Sinceramente me da igual. Mi conocimiento previo de este grupo de SAGA se limitaba a su reciente edición de "The Chapters" en directo (una sere de canciones que tenían repartidas a lo largo de todos sus discos y que juntaron en un concierto), pero después de bastantes escuchas de "Trust" me es imposible no hacer una crítica de matrícula de honor. 

Desde que el sintetizador de "That’s As Far As I’ll Go" sonó en mi reproductor y la mezcla entre Hard Rock ochentero a lo JOURNEY, TOTO y Rock Progresivo a lo KANSAS, KAIPA, THE FLOWER KINGS o SPOCK'S BEARD inundó mi casa, no pude dejar de maravillarme. Es sencillamente tremendo la capacidad de SAGA de crear buenísimas canciones técnicas y ejecutadas de una forma absolutamente perfecta, pero a la vez radiables y pegadizas. Canciones que no son excesivamente largas para lo que se acostumbra en este género, pero que atesoran en su interior gran cantidad de elementos. Canciones como "Back To The Shadows", con la mejor melodía vocal que he podido oir en un tiempo, y unos teclados superlativos, la juguetona "I’m OK ", llena de cambios de ritmo y de unos coros que me tienen enganchado.

"Time To Play", que recoge en poco más de tres minutos lo que debería ser por derecho propio un single en toda regla. Tema sencillo, con unos acordes sincopados muy bailables y un estribillo melososo y pegajoso como la miel que te dejará un buen sabor de boca, preparado para el baladón de "My Friend", tema que más me recuerda a los primeros KAIPA, y con un clarinete cálido como único elemento con voz propia aparte de la voz de Sadler, de nuevo espléndida. Pero también hay espacio para modernidades y "Trust" es un ejemplo de ello. Tema sorprendente en su inicio, y donde los sintetizadores saben crear las atmósferas ideales para la voz, acabando en un intercambio de solos junto con la guitarra, muy típico del género. Grandes canciones, escuches la que escuches, todas son excelentes, aunque quizás una de mis preferidas sea "It’s Your Life ", sus voces dobladas entre Sadler y Gilmour no hay quien se las quite de la cabeza, a la vez que el riff principal del tema se nos quedará grabado a fuego.


El resto de temas que restan de esta joya, tampoco se quedan atras. "Footsteps In The Hall" posee uno de los mejores trabajos de Ian Crichton en la guitarra, y no es precisamente haciendo solos (para lo que también hay espacio). Un riff aparentemente sencillo y potente que se repite a lo largo de todo el tema, y continuos punteos en el resto de espacios. "Ice In The Rain" tiene de nuevo uno de los mejores trabajos vocales de Sadler, aunque en general no es una de mis canciones favoritas porque parece un poco por debajo musicalmente hablando al resto del disco, a pesar del buen solo de Crichton en la guitarra. Pero dos de los mejores temas vienen ahora: "You Were Right" uno de los más cañeros de todo el disco y la maravilla de "On The Other Side", de nuevo como ejemplo de simpleza compleja (si se me permite la antítesis). 

Tema tras tema, te encontrarás tarareando los estribillos a la vez que, si llevas a cabo una escucha más detenida, descubrirás cientos de detalles que te habían pasado desapercibidos. Junto al tremendo trabajo de Michael Sadler en la voz, las guitarras de Ian Crichton y los teclados de Jim Gilmour son lo mejor de todo lo que se recoge en "Trust", y sus compañeros de viaje realizan una labor que va más allá que solamente acompañar. Y es que Canadá es tierra fecunda en bandas de todos los estilos, y SAGA son quizás una de sus bandas insignia en el terreno progresivo, después de una veintena de discos, y siempre a la sombra de sus compatriotas RUSH, han conseguido sacar en este último plástico un discazo con mayúsculas. 

La edición limitada de este disco viene con un DVD de regalo con el "making of" de la grabación, pero esto ya es secundario, "Trust" es para mí una obra maestra que le gustará a cualquier aficionado al Rock Progresivo melódico y que no debe faltar en tu discoteca. Va para disco del año entre mis preferencias. 

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martes, 3 de marzo de 2020

DREAMSCAPE - "Revoiced": haciendo balance de una carrera.


Activos desde hace unos veinte años y grabando regularmente desde hace unos diez, los germanos DREAMSCAPE eran unos desconocidos para mi hasta hace poco, y sin embargo, en los últimos meses había oído hablar mucho de ellos, siendo por ejemplo, el reciente concierto de SYMPHONY X uno de los motivos de que el nombre del grupo reapareciese en mi camino muy a menudo últimamente. Lamentablemente por motivos de trabajo no pude ver la descarga del grupo en el citado concierto, y me quedé con las ganas de escuchar su música, aunque no tardé mucho en reencontrarme con DREAMSCAPE, porque días después recibí este recopilatorio para comentar; el azar a veces tiene momentos inexplicables... 

Al principio, por el nombre y su encasillamiento dentro del Metal Progresivo, me esperaba una copia de DREAM THEATER, y aunque no cabe duda de que cierta influencia de la banda de Portnoy y compañía tienen, DREAMSCAPE parte de unas raíces mucho más melódicas y accesibles, que por momentos me han recordado a SPOCK´S BEARD y por extensión a Neal Morse, pero también a los propios SYMPHONY X o a sus compatriotas VANDEN PLAS. En cualquier caso, el sonido del grupo germano está muy definido y tienen su propia personalidad, desplegando buenas maneras tanto en el ámbito compositivo, como en el de la ejecución y cuidando detalles y arreglos en la voz y en las atmósferas, que tiñen su música de un aura melancólica y desgarrada (la voz de Roland Stoll tiene mucha culpa de ello) que no es fácil de encontrar en el mundo del Progresivo, más dado a mirarse al ombligo que a cuidar estos elementos “secundarios”. 

En cualquier caso, antes de seguir, una advertencia: “Revoiced” no es un recopilatorio al uso. Debido a que los primeros discos del grupo no gozaron de una formación estable, en el año 2005, cuando aún no estaban en las garras de Massacre, editaron esta colección de temas que habían regrabado de entre lo mejor de sus dos primeros discos, con el añadido de algún tema extra y reestructurando algunos pasajes las composiciones. Dos años después, este trabajo es reeditado con más añadidos: un tema de su último trabajo y un video, pero en cualquier caso, el grueso de “Revoiced” sigue siendo recuperar con sonido actual y formación estable, los temas más destacados de “Trance Like State” y “Very” los dos primeros discos de DREAMSCAPE. Para alguien que como yo acaba de desayunarse con la banda germana, este tipo de productos, que mejoran la forma, el sonido y hasta en cierta manera el fondo de un pedazo de la historia del grupo, son una buena manera de tener un rápido vistazo al estilo de DREAMSCAPE. Sin embargo, es de suponer que si ya conocías a la banda, el único aliciente de “Revoiced” será escuchar los temas antiguos con un lavado de cara y adaptados a la nueva formación. 


El resultado es muy bueno, porque en ningún momento hay desconexiones. Los temas seleccionados mantienen una línea común y casi podrían pasar por un nuevo disco de DREAMSCAPE que hubiera sido concebido desde el principio de esta forma. La producción es un poco fría, pero también ayuda a potenciar ese aura melancólica de la que hablaba de muchas composiciones del grupo, y en el plano individual, Stoll hace un trabajo tremendo, erigiéndose como auténtico protagonista de los temas (dejando a un lado al instrumental “Unvoiced (Lost Parts)”, que según cuenta la banda en el libreto, se forma por partes instrumentales que no fueron utilizadas en las composiciones que dieron lugar a sus primeras obras, de ahí el nombre del tema). Además, desconociendo su forma original, la selección de canciones me parece acertada, pues todas ellas tienen algo especial y no se aprecia relleno, lo cual es normal, pues si las han seleccionado para regrabarlas será porque son de las que más orgullosos se sienten. 

Desde un punto de vista totalmente personal destacaría el tema que han escogido para abrir el trabajo, “Thorn In My Mind”, con una estructura que a la vez que variada es bastante pegadiza, consiguiendo Stoll que nos aprendamos algunas partes de la canción sin querer gracias a la fuerza calmada de su voz. “Alone”, variada y compleja, con un trabajo muy bueno de Jan Vacik en los teclados y “She´s Flying” muy íntima y personal, haciendo protagonista nuevamente a Stoll con su voz y con una estructura que hace honor al estilo del grupo y va de menos a más, es otro de los puntos culminantes que más me han llamado la atención. La instrumental “Unvoiced (Lost Parts)” tiene momentos muy buenos (un solo de guitarra que es puro sentimiento, por ejemplo) mezclados con otros un poco cajón de sastre, pero poco después “Face Your Fears” recupera la magia y la melancolía de la mano de una guitarra acústica aflamencada que nos introduce en un tema que vuelve a dejar al descubierto la parte desnuda, íntima y desgarrada de DREAMSCAPE, siendo uno de los temas más excitantes de toda la recopilación. No obstante, el nivel de todos los cortes es bastante alto y no hay mucho espacio para la experimentación sin gracia, con lo que para cualquier aficionado al Metal Progresivo, “Revoiced” les resultará un trabajo bastante recomendable. 

He tardado en toparme con DREAMSCAPE, pero el grupo ha conseguido llamar mi atención y pronto bucearé en sus otros trabajos porque, sin dejar los mandamientos del Metal Progresivo, ese toque de oscuridad, el gran trabajo vocal y en general unas composiciones variadas e intensas, los convierte en un grupo interesante dentro del género. Sin ser un lanzamiento imprescindible, y más bien algo oportunista, la reedición de “Revoiced” es una buena manera de adentrarse en la carrera de la banda germana.

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NECROMANTIA - "The Sound Of Lucifer Storming Heaven": poniendo banda sonora al infierno.


Pocas veces el título de un disco es tan representativo de su contenido, y es que el cuarto trabajo de los griegos NECROMANTIA es el reflejo de una tormenta. De una tormenta diabólica. De una tormenta musical. Si hubiera que poner banda sonora a lo que uno se imagina que es el infierno, “The Sound Of Lucifer Storming Heaven” se acerca bastante, siendo para mi el primer acercamiento que tengo hacia este grupo, que en global me ha generado buena impresión, uniéndose a mi lista particular de bandas interesantes salidas del país heleno. 

Envuelto en una producción peculiar, que contribuye a esa sensación de tormenta, donde las guitarras suenan bajas (casi inexistentes y como mero apoyo rítmico), monocordes, creando un sonido corrosivo y oscuro de fondo, pero sin apenas matices melódicos (aportados por el gran número de elementos sinfónicos y teclados presentes en los cortes), un bajo predominante, auténtico protagonista de todos los temas, plagado de buenos momentos y un colchón rítmico de infarto, con continuos cambios de ritmo, NECROMANTIA ha facturado una sinfonía de terror. Un disco oscuro, denso, cambiante, irregular y fascinante por momentos, que une el Black Metal griego, con toques Dark (ROTTING CHRIST, SEPTIC FLESH…) con los orígenes “espirituales” de este estilo musical, ese teatro ambulante que era y es MERCYFUL FATE y KING DIAMOND. 

El mayor problema que le veo a “The Sound Of Lucifer Storming Heaven” es que, siguiendo con el paralelismo de la tormenta, se conforma por una lluvia de buenas ideas, bien pensadas y notablemente estructuradas, pero algo dispersas, haciendo que el disco pierda fuerza de conjunto, aunque gane en cada nueva escucha. Por lo demás, las sensaciones transmitidas por este disco son excepcionales. Siempre teniendo la impresión de estar ante un teatro macabro, las voces de todo tipo, los riffs a piñón fijo, monocromáticos, grises, los teclados grandilocuentes… todo ello genera el transporte del oyente hacia un mundo de oscuridad y desasosiego, del que no siempre se sale bien parado, pero que en general recrea buenos ambientes. Desde luego no es un disco de primeras escuchas, hay que madurarlo y dejarlo fluir, pero tiene bastante materia prima interesente que descubrir. 


Quizás el tema que más descoloque sea el de apertura, “The Sound Of Lucifer Storming Heaven”, que es más una introducción que otra cosa, pero que tiene tal maraña de ideas que satura y puede generar la errónea impresión en el oyente de que este disco es un caos. Afortunadamente “Order Of The Black Sphinx”, ya con una estructura más convencional, sirve de reflejo de todo lo que te vas a encontrar en este trabajo. En particular, el pegadizo riff de admiración a MERCYFUL FATE se quedará clavado en tu mente en pocas escuchas, en combinación con un doble bombo constante y el bajo representado por partida doble como en todo el disco, tanto por The Magus como por Baron Blood (este último encargándose de los solos con su bajo de ocho cuerdas, realmente poderoso y dando un cuerpo enorme al conjunto de la música). Todos estos elementos, se repiten tema tras tema, formando un sonido muy particular y oscuro como pocos.

Los momentos orquestales son también muy importantes en el disco, y “Architecture Of Exquisite Mandes” es quizás uno de los mejores ejemplos. Gran parte del tema está conformado por una sinfonía grandilocuente y bombástica de teclados, sin olvidar la raíz Black y Heavy del grupo, con la cambiante y camaleónica voz de The Magus. “Knights Of The Black and White Eagle” por su parte, profundiza también en este tipo de atmósferas, pero desde un prisma mucho más oscuro y pesado, siendo uno de los temas más Dark de todo el trabajo, con alguna que otra reminiscencia a uno de los padres del género (BETHLEHEM). Este aire predominantemente oscuro y menos cañero, volverá en el tema del cierre del trabajo, “Les Litanies De Satan - Act II- From Hell”, uno de los más complejos de escuchar por sus atmósferas, pero que consigue dejar en el aire ese aspecto macabro que rodea todo el disco.

Se puede decir que NECROMANTIA es un ejemplo de lo que es recrear y no tanto impresionar. El sonido, la forma de componer, la facturación de los temas… todo está pensado para crear oscuridad y ambientación luciferina, sin que esto signifique ser algo extremo, pues la raíz musical está casi más anclada en el Heavy que otra cosa. Quizás no sea un disco sobresaliente, pero es difícil no tener cierto desasosiego en la espina dorsal mientras escuchas “The Sound Of Lucifer Storming Heaven” en medio de la penumbra de una tarde de invierno.

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SAMSAS TRAUM - "Heiliges Herz - Das Schwert Deiner Sonne": oscuridad aperturista hacia muchos sonidos.


Aunque para los que no estén muy metidos en el mundo del Gótico y la Electrónica oscura alemana, SAMSAS TRAUM puede que ni les suene (como era mi caso hasta que cayó este disco en mis manos), este grupo alemán, o más bien proyecto de Alexander Kaschte y colaboradores varios, tiene un buen puñado de discos a sus espaldas y bastantes años de vida, y por lo que tengo entendido, goza de bastante popularidad y estima entre los aficionados a la citada música. En mi caso, “Heiliges Herz – Das Schwert Deiner Sonne” es mi bautizo con SAMSAS TRAUM y he de reconocer que el resultado es bastante bueno y variado, alejado de lo que me imaginaba en un primer momento.

Llama la atención que después de la introducción de enigmático título que abre el disco, “5+6 = 218”,  “Das Zeitalter Der Bäume” se nos presente como un tema de Black Metal sinfónico en sus formas, aunque no en la voz de Kaschte, que adopta una tonalidad limpia y teatral que me recuerda mucho a los franceses MISANTHROPE. Sin embargo, este disco no es de Black Metal. También llama la atención que “Auf Den Spiralnebeln” sea un tema de Rock Gótico en toda regla, con mucha influencia de los ochenta y tonalidad bastante oscura. Sin embargo, este disco no es de Rock Gótico. Nuevamente llama la atención que “Schlaf In Den Flammen” adquiera tonalidades más oscuras y metálicas, por momentos muy con formas muy Doom, acercándose a lo que en su momento hizo BETHELHEM. Sin embargo, este disco tampoco es de Dark Metal. Finalmente llama la atención el aire Folk y grandilocuente de “Liebeslied”, como si estuviéramos ante un disco de IN EXTREMO. Sin embargo, una vez más este disco no es de Folk Metal. ¿Qué es SAMSAS TRAUM entonces? Un poco de todo esto, lo cual convierte a “Heliges Herz – Das Schwert Deiner Sonne” en un disco variadísimo, en el que cada tema tiene su sonido propio y con momentos mejores y otros más modestos, pero en general con muy buenos resultados. 


El aire camaleónico de Kaschte (y bastante provocador también) que está presente ya en la portada del disco, se traduce así en una música que bebe de muchas fuentes (como diría mi abuela, “es un queso de muchas leches”) y que busca crear un estilo misantrópico, oscuro y frío, pero sin conformismos en lo que a género se refiere. Desde mi punto de vista, los mejores momentos del disco vienen dados por los temas de aspecto más Black, como el ya citado “Das Zeitalter Der Bäume” o como los posteriores “Der Tag Stummer Rache” y “Hirte Der Meere”, ambos de los mejores de todo el disco o como la propia “Das Schwert Deiner Sonne”, aunque aquí el Black se difumine un poco entre otros estilos, pero sin duda, SAMSAS TRAUM sabe que el estatismo no es una opción y trata de sacar lo mejor de sí mismo en cada faceta. Lo bueno de esta premisa es que el redondo puede llegar a un amplio público que tenga en la oscuridad y lo siniestro su referente, y aunque haya que tener un cierto aperturismo hacia otros sonidos, en general SAMSAS TRAUM se muestra en este trabajo con un aire accesible, de amplias miras y envuelto en una buena producción (llevada a cabo por Frederik Nordström) que fomenta su faceta orquestal y también la más tenebrista.

Además es curioso ver alguna de las colaboraciones con las que ha contado la grabación del disco, siendo la más importante desde mi punto de vista la labor de Adrian Erlandsson como batería. El ex CRADLE OF FILTH parece que echaba de menos este tipo de sonoridades y, sin los aullidos de su antiguo jefe, ha decido seguir aportando su granito de arena a la mezcolanza de géneros que van desde el Black hasta el Gótico y que conforman la música de este grupo alemán. Como “regalo” en la edición limitada de “Heliges Herz – Das Schwert Deiner Sonne” se incluye un segundo disco de remixes que buscan no olvidar la parte electrónica de SAMSAS TRAUM. Buscando la colaboración de diversos productores y músicos, como es el caso de Peter Tägtgren, que ha remezclado “Auf Den Spiralnebeln” y al que se le conocen bastante bien sus apetencias industriales y electrónicas por su banda PAIN, e incluso se proporcionan un par de cortes que fueron utilizados en la banda sonora de las secuelas de la película “Saw”, desconociendo por mi parte que SAMSAS TRAUM hubiera participado en el envoltorio sonoro de la saga.

Sin ser un disco fundamental, “Heiliges Herz – Das Schwert Deiner Sonne” es un trabajo bastante bueno, orquestal, frío y variado, con la oscuridad como motivo principal de la música. Si te gustan grupos como EVEREVE, BETHELHEM o incluso los ATROCITY menos extremos, puede que SAMSAS TRAUM te gusten. No sé cómo será el resto de la extensa discografía del grupo, pero aquí demuestran buenas maneras.

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KATAPLEXIA - "Supreme Authority": en busca del equilibrio definitivo.


Tres años después de “Catastrophic Scenes”, que ya comentara en su momento en estas páginas, con la sensación de estar ante un EP y no ante un disco completo debido a la escasa duración de aquel trabajo, vuelve la banda finlandesa de adopción y sudamericana de origen, KATAPLEXIA. No eran los más originales, y siguen sin serlo, pero además de una extensión mucho más coherente con el hecho de ser un álbum y no un trabajo menor, “Supreme Authority” da un paso más y muestra a una banda que ha alcanzado una perfección compositiva mucho más compacta y mucho más estimulante que en su segundo trabajo.

Aunque la brutalidad americana a lo DEEDS OF FLESH, DISGORGE, ORIGIN... sigue presente, en “Supreme Authority”, con un sonido tan descomunal como su predecesor, intenso y poderoso para que los riffs de guitarra afinados en el subsuelo no pierdan efectividad, la línea compositiva y estructural de este disco está mucho más calculada para resultar más accesible y trabajada. Cada tema tiene su propia personalidad y sonido, permitiendo que la media hora de extensión del trabajo se haga aún más corta, pero sobre todo, KATAPLEXIA ha conseguido que se vean mucho más claras sus raíces, o más bien debería decir su raíz: SUFFOCATION. Sin llegar a ser un calco como tantos otros (se me vienen a la cabeza los noruegos ABOMINAT, la copia más perfecta que he oído de los americanos en toda mi vida), pues la brutalidad es mayor en KATAPLEXIA, además de que la parte solista de la guitarra es muy secundaria, descansando todo el peso de los temas en un gran trabajo rítmico, lo cierto es que la influencia de SUFFOCATION es mucho más palpable en este trabajo. Y esto no es un error para nada, más bien al contrario, pues la banda consigue de esta manera una ejecución más llevadera para oyentes no tan metidos en el Brutal Death de libro.


En definitiva, en “Supreme Authority” KATAPLEXIA consigue un equilibrio mayor entre técnica y composición que en su plástico precedente, y esto se nota en la forma en que cada tema fluye ante nuestros oídos siendo fácil dejarse llevar entre los riffs pegadizos a la vez que complejos, y los cambios de ritmo constantes, en esta ocasión ejecutados por un batería de sesión que ha permitido a Rodrigo Artiga centrarse en sus cuerdas vocales. Instrumentalmente hablando no son la octava maravilla, pero se nota que ya llevan un tiempo madurando su sonido, porque todos los miembros del grupo suenan realmente compactos y aplastantes, resaltando una labor de Da Costa brutal, con un bajo siempre presente al que también le dejan tener momentos puntuales de protagonismo. Todo esto genera que, como si de un túnel del viento se tratara, dando el pistoletazo de salida con “Life Under Earth”, quizás uno de los temas más brutales del disco, la marea de riffs y parámetros rítmicos de KATAPLEXIA nos envuelve y deslumbra por momentos.

Del conjunto de temas que forman “Supreme Authority” destacaría tres composiciones que me parecen sublimes, sin menospreciar al resto, pues en ninguno de los nueve cortes del trabajo hay desperdicio ni relajo alguno. Una de ellas sería “Unpredictable Spiritualism”, cuyo inicio sincopado y disonante es puro SUFFOCATION, desarrollando una de las estructuras más variadas y excitantes de todo el disco. También destacaría “Endless Suffering”, con formas paralelas a las del tema que acabo de citar, pero desde una perspectiva más pesada y pegadiza. Y finalmente cierra el capítulo de excelencias “Supreme Authority”, con un trabajo rítmico magnífico, breves momentos de lucimiento para Moreira en el aspecto solista y una de las mejores interpretaciones de Artiga, con un registro aún más gutural y aspirado que en el resto del disco, al más puro estilo Mullen. Une a estos tres cortes, otros tantos notables o casi a la misma altura y tendrás un disco de Brutal Death, que sin embargo se podría considerar para todos los públicos, o por lo menos para aquellos que estén dando sus primeros pasos en el estilo. 

Brutalidad, sonido descomunal, buenas composiciones y unas influencias muy marcadas sí, pero ya está todo inventado en el Brutal Death y no se puede pedir más en este aspecto a KATAPLEXIA. En cualquier caso, bien seas aficionado al género, o quieras empezar a descubrir a otros grupos que no sean los de siempre, “Supreme Authority” es un buen lanzamiento, uno de los mejores del género en lo que llevamos de año.

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