¿Está
el Metalcore y la nueva ola del Death Metal melódico saturándose? El hecho de
que hasta discográficas de tradición más underground se peguen por conseguir
grupos del género aunque no disten mucho de los pioneros, dice mucho al
respecto, pues Listenable no se caracteriza por ser una compañía muy dada a las
nuevas tendencias, y tarde o temprano el público acabará por cansarse de tener
tantas bandas casi idénticas a su alrededor. Por otro lado es algo inevitable,
no ya por querer subirse al carro, dicho llanamente, sino porque cuando algo se
nos sirve hasta en la sopa es normal que cada día surjan nuevos grupos haciendo
“más de lo mismo”.
Dejando
a un lado estas reflexiones, Listenable ofrece el tercer disco de los
americanos BLOODJINN, que si bien no son unos novatos en esto, no muestran
tener una base musical mucho más lejana que el Death Metal de Gotemburgo
adaptado a las tendencias Hardcore de los noventa. Esto los emparenta
directamente con sus compatriotas BLACK DAHLIA MURDER, si bien la música de
BLOODJINN, en momentos puntuales, abandona totalmente el Death / Thrash de
tintes melódicos, para meterse de lleno en los parones, las voces Hardcore y
las estructuras de Metalcore de libro. De hecho si obviamos a su limitado
vocalista, el cual al segundo tema no da más de sí en lo que a matices se
refiere y no será más que un elemento más en nuestros cerebros, “This Machine
Runs On Empty” da muestras de tener una base musical importante, con
estructuras que sin abandonar lo típico, saben combinar buenas melodías con
ritmos pegadizos y la intensidad y poderío del Thrash y el Death en sus formas
más clásicas. Esto convierte a BLOODJINN en un grupo con calidad, si bien
demasiado víctimas de su tiempo.
¿Cual
es el problema?, que uno tiene la sensación de estar ante un pastiche y no ante
una banda que quiera ir más allá. Es decir, que no estamos más que ante una
recreación o imitación de tantas y tantas otras bandas, aunque la producción
visceral les proporcione un toque extra de potencia que otros grupos pierden,
no viéndose tan claramente sus intenciones de, aún sabiendo que serán flores de
un día, dirigirse al público mayoritario. Aún así, y aunque “This Machine Runs
On Empty” tiene buenos momentos y da muestras de que estos chicos tienen tablas,
su propio estatismo voluntario, su intención de no destacar de la media y
simplemente ser uno más, los condena al más absoluto anonimato, o lo que es
peor, a tener un momento de gloria seguido del silencio más absoluto. Es una
pena, porque a diferencia de otras tantas bandas, y siendo este el motivo por
el que la nota sube un poco, aquí sí que hay cierta calidad, pero podrían dar
mucho más de sí.
¿Lo
mejor?, además de los momentos en los que dejan fluir su vena más Thrash /
Death, los solos y las melodías de guitarra. Kyle Rakes y Jeff Peck tienen la
lección bien aprendida y demuestran un gran dominio de sus instrumentos,
ofreciendo las melodías dobladas a lo MAIDEN tan típicas de este tipo de
grupos, pero también buenas dosis de riffs a lo AT THE GATES que son más que
notables. El resto, es decir, la labor compositiva y la forma de enganchar todo
lo que ofrece el grupo, se pierde en forma de temas estructurados de una manera
tan estándar que, aunque reconociendo que es fácil dejarse llevar por ellos, no
aportan nada que no sepamos, o por lo menos con la mínima personalidad como
para reconocer cierto mérito.
Por
poner algunos ejemplos: los riffs de “In The First Degree” se clavan en poco
tiempo en nuestros cerebros, saben dar con la justa combinación de fuerza y
melodía, pero la estructura es tan común y previsible que a la segunda escucha
ha perdido toda su magia. Al igual que “Break The Silence”, cuyo inicio Thrash
hace que suba la temperatura, pero nos devuelve pronto a la realidad en cuanto
los parones y la voz de Joel Collins hacen su aparición. Aún así, centrándonos
sólo en las melodías y la labor de los guitarristas, si tuviera que quedarme
con algo de este trabajo, seguramente “A Moment Of Clarity”, con una melodía
que se queda grabada a la primera y un ritmo contenido, aunque el breakdown
central no me convence en absoluto, y “Maker”, donde los riffs alcanzan cierta
inspiración que hasta ahora estaba un poco perdida en medio de tanta falta de
riesgo, serían mis preferidos. El resto, sin ser malo, no pasa de “otro más
dentro de lo que ya hemos oído”.
Si tuviera que resumir con una pequeña frase el contenido de este disco
de BLOODJINN sería: suficiente para la media, inferior para destacar. ¿Te gusta
el Death Melódico y el Metalcore más actual?, no te defraudará “This Machine
Runs On Empty”. ¿Buscas cierta inspiración además de seguir fielmente los
patrones del género?, no vas a encontrarlo en este trabajo.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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