miércoles, 11 de marzo de 2020

BLOODJINN - "This Machine Runs On Empty": nada nuevo bajo el sol sin más pretensión.


¿Está el Metalcore y la nueva ola del Death Metal melódico saturándose? El hecho de que hasta discográficas de tradición más underground se peguen por conseguir grupos del género aunque no disten mucho de los pioneros, dice mucho al respecto, pues Listenable no se caracteriza por ser una compañía muy dada a las nuevas tendencias, y tarde o temprano el público acabará por cansarse de tener tantas bandas casi idénticas a su alrededor. Por otro lado es algo inevitable, no ya por querer subirse al carro, dicho llanamente, sino porque cuando algo se nos sirve hasta en la sopa es normal que cada día surjan nuevos grupos haciendo “más de lo mismo”. 

Dejando a un lado estas reflexiones, Listenable ofrece el tercer disco de los americanos BLOODJINN, que si bien no son unos novatos en esto, no muestran tener una base musical mucho más lejana que el Death Metal de Gotemburgo adaptado a las tendencias Hardcore de los noventa. Esto los emparenta directamente con sus compatriotas BLACK DAHLIA MURDER, si bien la música de BLOODJINN, en momentos puntuales, abandona totalmente el Death / Thrash de tintes melódicos, para meterse de lleno en los parones, las voces Hardcore y las estructuras de Metalcore de libro. De hecho si obviamos a su limitado vocalista, el cual al segundo tema no da más de sí en lo que a matices se refiere y no será más que un elemento más en nuestros cerebros, “This Machine Runs On Empty” da muestras de tener una base musical importante, con estructuras que sin abandonar lo típico, saben combinar buenas melodías con ritmos pegadizos y la intensidad y poderío del Thrash y el Death en sus formas más clásicas. Esto convierte a BLOODJINN en un grupo con calidad, si bien demasiado víctimas de su tiempo. 


¿Cual es el problema?, que uno tiene la sensación de estar ante un pastiche y no ante una banda que quiera ir más allá. Es decir, que no estamos más que ante una recreación o imitación de tantas y tantas otras bandas, aunque la producción visceral les proporcione un toque extra de potencia que otros grupos pierden, no viéndose tan claramente sus intenciones de, aún sabiendo que serán flores de un día, dirigirse al público mayoritario. Aún así, y aunque “This Machine Runs On Empty” tiene buenos momentos y da muestras de que estos chicos tienen tablas, su propio estatismo voluntario, su intención de no destacar de la media y simplemente ser uno más, los condena al más absoluto anonimato, o lo que es peor, a tener un momento de gloria seguido del silencio más absoluto. Es una pena, porque a diferencia de otras tantas bandas, y siendo este el motivo por el que la nota sube un poco, aquí sí que hay cierta calidad, pero podrían dar mucho más de sí. 

¿Lo mejor?, además de los momentos en los que dejan fluir su vena más Thrash / Death, los solos y las melodías de guitarra. Kyle Rakes y Jeff Peck tienen la lección bien aprendida y demuestran un gran dominio de sus instrumentos, ofreciendo las melodías dobladas a lo MAIDEN tan típicas de este tipo de grupos, pero también buenas dosis de riffs a lo AT THE GATES que son más que notables. El resto, es decir, la labor compositiva y la forma de enganchar todo lo que ofrece el grupo, se pierde en forma de temas estructurados de una manera tan estándar que, aunque reconociendo que es fácil dejarse llevar por ellos, no aportan nada que no sepamos, o por lo menos con la mínima personalidad como para reconocer cierto mérito. 

Por poner algunos ejemplos: los riffs de “In The First Degree” se clavan en poco tiempo en nuestros cerebros, saben dar con la justa combinación de fuerza y melodía, pero la estructura es tan común y previsible que a la segunda escucha ha perdido toda su magia. Al igual que “Break The Silence”, cuyo inicio Thrash hace que suba la temperatura, pero nos devuelve pronto a la realidad en cuanto los parones y la voz de Joel Collins hacen su aparición. Aún así, centrándonos sólo en las melodías y la labor de los guitarristas, si tuviera que quedarme con algo de este trabajo, seguramente “A Moment Of Clarity”, con una melodía que se queda grabada a la primera y un ritmo contenido, aunque el breakdown central no me convence en absoluto, y “Maker”, donde los riffs alcanzan cierta inspiración que hasta ahora estaba un poco perdida en medio de tanta falta de riesgo, serían mis preferidos. El resto, sin ser malo, no pasa de “otro más dentro de lo que ya hemos oído”.

Si tuviera que resumir con una pequeña frase el contenido de este disco de BLOODJINN sería: suficiente para la media, inferior para destacar. ¿Te gusta el Death Melódico y el Metalcore más actual?, no te defraudará “This Machine Runs On Empty”. ¿Buscas cierta inspiración además de seguir fielmente los patrones del género?, no vas a encontrarlo en este trabajo.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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