domingo, 15 de noviembre de 2020

MORGANE MATTEUZZI - "Inner Voices": dando rienda a las voces de nuestro interior



Morgane Matteuzzi puede que sea desconocida para una mayoría. A medio camino entre Suiza, Berlin y Londres, nos encontramos ante lo que podemos llamar una artista multidisciplinar. Su educación como cantante se asienta en la Ópera, en concreto en el Royal College of Music de Londres, pero su gusto personal no entiende de géneros y eso se ve en el desarrollo que ha hecho de su propias dotes artísticas. El primer contacto con ella me vino a través de Etienne Pelosoff, otro artista multidisciplinar con el que ha colaborado en sus proyectos de mezcla de jazz, música industrial, black metal... Y precisamente Etienne ha tenido mucho que ver en el desarrollo personal de Morgane en el que es su debut, "Inner Voices", un EP que de momento se hace público sólo a través de medios digitales, pero que esperemos que en un futuro no muy lejano también tenga un reflejo físico. 


¿Qué nos muestra Morgane en su debut? Pues empezamos con un dominio de los estilos vocales amplísimo. La base operística está, de hecho es el leit motiv de la mayoría de las composiciones, pero quedarse en eso es sólo rascar la superficie. Morgane chilla como si fuese cantante de noise core, utiliza tonos asépticos y fríos de oscuridad trip hopera y se envuelve en multiplicidad de efectos y sonidos para dar vida a todo tipo de registros que van desde el susurro, hasta el grito más visceral. Todo ello rodeado de un trasfondo musical producido por Etienne Pelosoff en donde la electrónica, el dark ambient y el darkwave es la nota dominante, añadiendo multiplicidad de elementos clasicistas en forma de pianos y teclados varios.

Es difícil sacar a relucir todo lo que rodea a Morgane en una sóla escucha. De hecho la primera vez que escuché estos seis temas con introducción incluida, lo primero que pensé es: "madre mía, si aquí hay de todo". Tan pronto me venía a la cabeza Björk, Lykken Li o Soko, como de repente Elend, sin tan espeluznante contraste como con la banda francesa, los experimentos vocales de Mike Patton con John Zorn, o Morcheeba o Massive Attack. Incluso se podía entrever cierta aura de contraste a lo Zeal & Ardor, en "Saving You", para mi gusto el tema más completo por la conjunción del registro operístico y trip hopero al mismo tiempo, con notable maestría y un aire coral muy afroamericano. 


Como digo, el punto de conexión de todo es precisamente la ópera, algo que es evidente en el último tema y el que da título al EP, "Inner Voices", donde Morgane ya se termina de desdoblar en todos los registros como si fuese una obra coral de Ligeti, pero lo cierto es que a lo largo del trabajo, de muy corta duración, uno se ve golpeado por sonidos tan diferentes y antagónicos que parece que estuviésemos ante un recopilatorio de varias artistas, y no sólo de una. De hecho hay hasta temas que podrían ser perfectamente radiofónicos como "Chokin And Dying", en contraste con brutalidades como la colaboración con NETTI, "Bleeding Out" que es áspera y discordante como pocas, a pesar de su enigmático y tranquilo inicio o la casi "trap" "I Gave You Everything I Had" que podía ser firmada por Mora Prokaza, porque el desgarro es tal que roza el black metal.

Lo único malo que le veo a "Inner Voices" es su concisión. Puede que sea una virtud como punto de partida para tanta amalgama de influencias, sonidos y técnicas vocales, pero al mismo tiempo uno tiene la sensación de trabajo inconcluso en donde ciertas ideas podían haber sido un poco más elaboradas y extendidas, o donde se podía haber profundizado más sin por ello caer en el relleno o en la reiteración. Nos quedaremos con lo bueno, que son las buenas vibraciones de este aperitivo.

Una vez más, Morgane Matteuzzi es una artista multidisciplinar y eso es lo que ha querido expresar en este primer esfuerzo a su nombre. Ahora hace falta focalizar y madurar más las ideas y estaremos ante una alternativa muy interesante a cualquier música con etiquetas. Cuando es dificil describir algo es un punto a su favor, y eso que parece que todo está ya inventado.

Si quieres saber más acerca de Morgane Matteuzzi: https://www.morganematteuzzi.com/epk


jueves, 12 de marzo de 2020

PORN (THE MEN OF) - "Wine, Women and Song": poniendo música a la perversión humana.


Creados hace ya un lustro, PORN (THE MEN OF) no son precisamente muy conocidos que digamos, pero eso no les resta calidad. Con un disco completo a sus espaldas, "American Style" (con una portada más que sugerente y llena de guiños a los setenta) y un EP, "Experiments In Feedback", estos americanos han tardado casi tres años en volver a grabar, pero el resultado ha sido excelente.

Con una música difícil de encasillar ya que contiene muchos elementos, desde el Stoner más pesado, pasando por el Sludge más ácido, y sin olvidarnos de partes claramente psicodélicas de influencia setentera, PORN (THE MEN OF) desarrollan, o más bien, destruyen una estructura musical sorprendente que en ocasiones roza el abismo. Desde la inquietante y clasicista portada, hasta la última y prolongada nota del disco, se nos regalan 50 minutos de puro rarismo musical, inclasificable, original y altamente adictivo, a pesar de lo arriesgado de su propuesta.

Comenzando de una manera inquietante, "Succulento" no es precisamente el típico corte para abrir boca. Diez minutos absolutamente instrumentales cargados de ritmos Thrash y efectos electrónicos muy bien integrados. Las excelentes guitarras no hacen más que llenar la aparente simpleza del corte con elementos psicodélicos a lo PINK FLOYD que hacen que el tema pase rápido y de manera amena, aún sorprendido por lo que sale de los altavoces.


Los dos cortes siguientes, "Mastodon Entrée" y "Glory Will Be Mine" podrían ser los más típicos del disco. Puro Stoner cargado de guitarras ácidas y una voz distorsionada pero lo suficientemente audible. Las guitarras se hacen losas, y el bajo hace pedazos cada nota, mientras en el aire se respira cada vez un ambiente más rockero.

Pero nuestra tranquilidad musical pronto se ve interrumpida por una nueva e inquietante introducción en "Morning Star Rising", dónde un nombre aparece vagamente por la cabeza, TODAY IS THE DAY, sin llegar a la locura enfermiza de éstos. La pesadez y contundencia inicial se convierte en un ambiente acelerado y caótico que poco a poco vuelve a decaer, a aumentar su lastre musical hasta que los riffs se convierten en una nota que se prolonga hasta el infinito, en forma de un zumbido que llega a irritar pero que es perfecto para dar paso al siguiente corte, la obra cumbre.

"The Five Books Of The Aeneas" desarrolla en cinco partes un universo musical tremendo, experimental y exigente para el oyente. De una forma paralela a muchos temas de los dioses NEUROSIS, la música se desenvuelve de manera natural, a pesar de los muchos experimentos y toques psicodélicos que pueden hacer que te desesperes si no te mantienes un poco atento. La contundencia inicial se transforma en lirismo, con unas cálidas guitarras que no nos hacen presagiar lo que se nos viene encima en la parte central de la composición. El silencio nos abre la tercera parte, la más arriesgada, dónde sólo el golpeteo profundo de la batería nos recuerda que PORN (THE MEN OF) siguen vivos. Las guitarras se limitan a repetir hasta la saciedad la misma nota, mientras Dale Crover (MELVINS, NIRVANA...) desarrolla su discurso. La cuarta parte se acelera de una manera inesperada, volviendo a los terrenos del Rock, pero la decadencia pronto vuelve a los sonidos para cerrar quince minutos excepcionales.

El alto listón que deja el anterior tema no impide que "Last Song" se convierta en otro gran corte del disco. Lento y de inspiración Doom, algo en lo que tiene mucho que ver el bajo de Billy Anderson (productor de NEUROSIS, CATHEDRAL...), la voz de Tim Moss, corazón del grupo, se torna grave y oscura. La psicodelia vuelve de la mano de un excelente sólo de guitarra que nos conduce a un final increíble, 100% BLACK SABBATH.

Un disco sorprendente, original, pero difícil de engullir. De todas formas que esto no sea un problema para disfrutar de esta joya que recomendaría a cualquier amante de la buena música, sea la que sea. La cantidad de pasajes, atmósferas y sensaciones de opresión y angustia musical que transmite son realmente buenos. Toda una revelación.

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MÖNSTER - "Death Before Disorder": macarrismo puro y duro.



¿MÖTORHEAD en versión Hardcore / Punk?, más o menos esta es la primera impresión que el oyente se llevará al escuchar este nuevo trabajo de la banda germana MÖNSTER. Y ello es debido a que "Death Before Disorder" se forma por temas que de base son puro Rock, pero tocados con la velocidad y la caña necesaria del Hardcore, lo cual los convierte en una banda estimulante, aunque algo lineal en sus formas como a continuación relataré. 

Creados a lo largo del 2004 y uniéndose a bandas de su país como THE NOW-DENIAL cuyo último trabajo ya reseñé en estas páginas, MÖNSTER se proclama como otro grupo Hardcore a tener en cuenta, máxime al ver que sus influencias están ancladas en las raíces del Rock más macarra y que su admiración por la banda de Lemmy es más que patente. Partiendo de estas bases  y después de un par de trabajos discográficos menores, todos grabados en el año de su creación, MÖNSTER lanza una nueva obra, la primera que escuchan mis oídos, y que a pesar de su corta duración, engancha y transmite mucha fuerza por todos lados.

La sensación de crudeza y violencia sónica se ve incrementada por una producción potente, pero lo suficientemente "sucia" en el buen sentido, como para que las guitarras suenen tan corrosivas y la voz tan agresiva, que difícilmente te dejarán indiferentes. Esta producción beneficia también la inmediatez que consigue transmitir el álbum, algo que se ve demostrado por la escasa duración de los cortes, las estructuras sencillas, basadas en unos pocos riffs, sin grandes tecnicismos, pero con la capacidad suficiente para que el oyente se divierta y vea cómo sus pies se mueven solos ante los adictivos ritmos que la bien engrasada sección rítmica consigue llevar a cabo.

Sencillez en elementos, pero grandeza en sensaciones, con esta poética sentencia se podría sintetizar lo que consigue MÖNSTER en "Death Before Disorder". Ya desde la cañerísima apertura, "Failed", sin casi tiempo para darnos cuenta de lo que tenemos entre manos, los riffs nos golpearán uno tras otro. Contundente inicio, que nos pone sobre aviso también de un políticamente incorrecto contenido lírico, plagado de alusiones antisistema en favor del individualismo de pensamiento. Más de lo mismo sí, pero hay estilos que no encuentran acomodamiento en otro colchón que no sea lo que para muchos es mera demagogia ideológica. En este sentido, el grupo no oculta sus ideas y lo reflejan bien claro haciendo su propia interpretación de las letras, tema tras tema, mostrando de manera cristalina que lo se pensaba que querían decir, efectivamente lo dicen.


Desde este instante y hasta el final, las revoluciones no bajarán. La cazallera voz de Jobst nos acompañará hasta el último tema, escupiendo toda la rabia que lleva dentro, si bien la melodía no está desterrada, como las guitarras de "When 2 Men Kiss", un alegato contra la homofobia, demuestran. No obstante, la variedad de elementos, que no de estructuras, no se dejará a un lado, pudiendo observar en "First Rock" cómo la sombra de MÖTORHEAD ronda nuestras cabezas con un tema más pausado, más clásico, con un sólo muy rockero, y unos riffs totalmente pegadizos, constituyendo uno de los puntos culminantes del trabajo. Sombra que será homenaje total en la pequeña instrumental "Motorcycle Madness" cuyo riff es un calco absoluto de MÖTORHEAD.

El problema que le veo al disco, como ya anticipé, es su homogeneidad estructural. Si bien los elementos varían y consiguen que las composiciones tengan cierta personalidad propia, la forma en que se conectan entre sí es demasiado lineal, haciendo que el disco se vuelva un poco tedioso en su segunda mitad, incluso partiendo de la base de que su duración es más bien corta, algo habitual en el género. Todavía se disfrutan temas como el que da título al disco, "Death Before Disorder", otro donde las guitarras pasan por momentos de gran inspiración, pero en general el agotamiento de ideas es palpable en estos últimos temas. En cualquier caso el disco seguirá siendo recomendable para los fans del estilo porque calidad tiene mucha, aunque un poco más de maduración no habría venido mal.

Si buscas Hardcore con raíces rockeras y un aire a MÖTORHEAD muy patente en ocasiones, MÖNSTER se desmarca como una banda notable, uniéndose a la escena alemana de este tipo de bandas, que conectan la vieja escuela con los nuevos sonidos de manera muy acertada. "Death Before Disorder" no pasará a la historia como un disco para recordar, pero no deja de ser un buen trabajo para soltarnos la melena y dejarnos llevar por sus estimulantes riffs.


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ROSY FICNH - "Scarlet": tiñéndolo todo de sangre y rabia electrificada.


El año 2019 fue un año de cambios en el seno de ROSY FINCH. La banda alicantina había cumplido seis años de existencia, pero en pleno proceso de producción de su nuevo trabajo, "Scarlet", el segundo en largo desde aquel tremendo "Witchboro", la formación veía como se quedaba sóla Mireia Porto al frente del proyecto. La guitarrista y vocalista se encontró con nuevo material, pero con un disco a medio acabar y en búsqueda de nuevos integrantes para completar el trío corrosivo. 

Estos nuevos integrantes que entraron en sustitución de Elena García y Lluís Mas no podían haber sido más acertados, sobre todo viendo de qué pie cojea "Scarlet", el nuevo retoño de la banda, ahora más que nunca, heredera de sus raíces y con la mirada puesta en el futuro. Oscar Soler al bajo y Juanjo Ufarte a la batería, ambos curtidos en densidades y electricidades varias, pasan a conformar junto a Mireia el núcleo de ROSY FINCH y a los tres se les abre por delante un futuro esperanzador con el material más directo y noventero que el trío ha grabado en su corta existencia.


Efectivamente, Mireia, todavía con Elena y Lluís en la grabación (aunque los bajos y segundas voces no se habían completado al cambiar la formación), ha sacado a relucir su cara más grunge, cruda y rabiosa. Todas las influencias MELVINS / SONIC YOUTH / L7 que tenían como raíz el desarrollo más pesado y sludge de grabaciones pretéritas, mezclada con la actitud más punk de PJ HARVEY, han eclosionado y pasado a primer plano en "Scarlet". Eso convierte a este disco en el más ácido y a la vez accesible de ROSY FINCH y con el que más se sentirán identificados los que hayan crecido con la música de los noventa. Y también convierte a "Scarlet" en el disco más personal de ROSY FICNH, en tanto en cuanto Mireia grita con rabia y rodeada de una electricidad contagiosa que desde el primer corte, el más largo y atrayente, "Oxblood", queda puesta sobre la mesa para deleite del personal.


Para conseguir esta sensación, el sonido es clave. Es un trabajo mucho más guitarrero, tanto en las partes más distorsionadas, como en las más limpias. También es un trabajo en donde la voz de Mireia y sus múltiples efectos sale mucho más a relucir. Por otro lado, los ritmos obsesivos a lo SMASHING PUMPKINS gozan de mayor protagonismo, sirviendo de impulso a los riffs y a unas estructuras que se desnudan más y se despojan de toda parafernalia que no sea acidez y rabia desmedida. Todo esto lo han conseguido con sus propios medios y han contado con una labor final de pulimiento y abrillantado de la mano de Billy Anderson que les ha colocado "Scarlet" justo donde debe estar, que es en el espacio de un cuarto de siglo atrás.

Todo en este disco goza de un efecto inmediato y tiene cualidades psicotrópicas. Un ejemplo es "Vermilion", precedida de un puñetazo como "Lava", las distorsiones y los gritos rabiosos de Mireia, harán que entres en plena locura de manicomio. La sencillez aparente de "Amaranto" también es un buen ejemplo de como atrapar desde el primer segundo con un riff simple y retorcido al mismo tiempo, además de un aire fantasmagórico que enlaza con la psicodelia setentera y el ocultismo conceptual. O "Ruby", que se arrastra de manera pedregosa y con sonoridad gruesa, para deleite de nuestras cervicales, sin dejar de desplegar la rabia que impregna todo el disco, tanto en las voces de Mireia como en las segundas voces (que no sé si serán debidas a Lluís o a Oscar, que también aparece en la grabación, en ese momento aún sin haber entrado oficialmente en la formación).


Otros temas tiran más de densidad y pesadez como uno de mis preferidos, "Gin Fizz", perfecto contraste entre un aire más doom y la voz rabiosa de Mireia, o el final apocalíptico de "Dark Cherry" y su continuación oculta de "Lady Bug", donde más me recuerdan a SONIC YOUTH por cierto. Mientras en la propia "Scarlet", ROSY FINCH se vuelve pegajosa y profundamente noventera, siendo uno de los cortes que más entraría en los gustos de aquella época si la extrajéramos del disco.

Para mi gusto no hay duda. ROSY FINCH ha cambiado, pero lo ha hecho para bien. No sabemos si este cambio terminará de eclosionar con la nueva formación y "Scarlet" quedará con la etiqueta incómoda de "disco de transición", pero lo cierto es que el trío alicantino ha facturado su trabajo más reconocible en cuanto a influencias, pero más personal, crudo y rabioso también. Un trabajo rojo sangre y pasión que te baña de arriba a abajo sin remisión.




https://spindarecords.bandcamp.com/


miércoles, 11 de marzo de 2020

PIG DESTROYER - "Phantom Limb": manifestación musical de la violencia del ser humano.


Hay bandas que ganan admiradores y detractores a partes iguales, y PIG DESTROYER es una de ellas. El hecho de que redujeran la instrumentación a la mínima expresión, unido al extremismo de su propuesta, hacía que su música fuera de todo menos accesible para todos los públicos, generando que muchos los calificaran como la antítesis de lo musicalmente tolerable. Y eso que si analizamos detenidamente la aventura musical de este trío ahora reconvertido en cuarteto, nos podemos dar cuenta de que en realidad son mucho más revisionistas y accesibles de lo que a priori parecen. Personalmente este grupo es una de mis debilidades desde que sacaron “Prowler In The Yard” y sobre todo tras su enorme obra “Terrifyer” hace ya casi tres años, aunque reconozco que su minimalismo musical puede ser un gran obstáculo para muchos. 

Por fin regresan, con el añadido de Blake Harrison en los samplers y ruidos de post-producción que llenan algunos de los temas del grupo de Washington salido del cerebro del inquieto Scott Hull, padre de criaturas tan abominables para los oídos no acostumbrados como ANAL CUNT o AGORAPHOBIC NOSEBLEED. En esta ocasión, PIG DESTROYER vuelve a apostar por su crudeza básica que ellos llaman “lo que el Grindcore debiera ser”, y que está más cerca del Thrash y el Hardcore de lo que se imaginan, colándose multitud de guiños a lo SLAYER, KREATOR, VOIVOD y demás. Se echan de menos los riffs más orientados al Rock (a su modo, siempre cargados de extremismo), que tan rápidamente se quedaban grabados en nuestros oídos, pero la base sigue ahí, y nadie que ya los conociera se podrá sentir defraudado ante la escucha de “Phantom Limb”. 

El hecho de que reduzcan sus instrumentos a una sección rítmica formada solamente por la batería de Brian Harvey y la guitarra de Scott Hull, como únicos acompañantes (además de los samplers de Blake) de la locura humana de Hayes detrás del micro, hace que la labor de composición se centre en un primitivismo absoluto de formas. Ni virtuosismos, ni tecnicismos, sencillamente una máquina de hacer riffs como es el citado Hull, y un poderoso Harvey que cumple la función de cubrir todos los espacios dejados, que son muchos. Pero lo más curioso del asunto, es que PIG DESTROYER no necesita más efectos de artificio. Con una desnudez aparente tan grande, el grupo consigue enganchar, siempre que logres atravesar la barrera estilística y su locura particular, siendo esto lo que me llamó la atención del proyecto desde un principio, y eso que las otras bandas de Hull no están ni mucho menos entre mis favoritas. Sencillamente saben aprovechar al máximo las virtudes del Metal Extremo, sin necesidad de grandes envoltorios en donde servirlo, solamente con la ayuda de un puñado de guitarrazos bien puestos, esquizofrénicas voces infrahumanas y una producción cruda pero audible. 


En “Phantom Limb” la variedad es un poco menor que en “Terrifyer”, la banda va más a piñón fijo pero a la vez han bajado revoluciones y alargan un poco las estructuras sacando un mayor partido de los riffs de inspiración Thrash. Se aprecia un acercamiento algo más moderno en algunos cortes, con un groove que en temas como “Waist Deep In Ash” o “The Machete Twins” que cierran el trabajo (si obviamos la larga outro final sin título) se hace muy patente, como novedad en la propuesta de PIG DESTROYER. No obstante sus bases fundamentales se mantienen, sobre todo en la primera mitad del trabajo, donde se concentran los temas de menor duración y más cercanos al Grindcore, como demuestran la enorme “Rotten Yellow” con un puente rompecuellos descomunal. Sin embargo, pronto nos damos cuenta de que el grupo ha pretendido ir un poco más allá en su propuesta, sacando su vena más metálica y Thrash en los riffs y los ritmos básicos de composiciones como “Thought Crime Spree”. Es probable que sea el punto de inflexión hacia unos terrenos menos alocados en el futuro, pero PIG DESTROYER ha sabido en este disco seguir sonando a sí mismos, pendulando hacia otras sonoridades, que por otra parte, a poco que profundizáramos en su pasado, nos encontraríamos con que estos sonidos siempre estuvieron con ellos.

Pese a que particularmente creo que no supera a “Terrifyer”, aunque sí en el aspecto estético, pues la portada y en general todo el artwork es perfecto, PIG DESTROYER demuestra no estancarse con el tiempo y avanza en su camino, en su aventura por sacar el máximo partido de tan pocos elementos aparentes. Si no los conocías de antemano, “Phantom Limb” quizás sea uno de sus discos más accesibles, con lo que puede que la balanza amor/odio que ofrece esta banda, se decante esta vez un poco más por el primero de los dos. A mi me siguen sorprendiendo y creo que lo seguirán haciendo en el futuro. Como dice su sello: auténtica manifestación musical de la violencia del ser humano.

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INQUESTED - "The Red Chambers": melodía y agresividad a partes iguales.


Hay estilos que tienen una segunda oportunidad, que vuelven con fuerza a sus formas primigenias y dando lugar a un buen puñado de bandas que nos hacen recuperar una época que creíamos olvidada. Ese es el caso del Thrash Metal en los últimos años. Un conjunto cada día más innumerable de jóvenes formaciones se enfundan las guitarras y componen como si la Bay Area volviera a estar en pleno auge, y entre este enorme grupo de bandas, los noruegos INQUESTED se estrenan con “The Red Chambers”. 

Visto desde un punto de vista algo superficial, pero tratando de ser breves, el sonido del que bebe INQUESTED es claro, con unas influencias notorias, pero una calidad innegable. Thrash con toques Heavys o a la inversa, que hacen que TESTAMENT o sobre todo MEGADETH vengan a la mente una y otra vez. Para que te hagas una idea, INQUESTED serían en Noruega, lo que ANGELUS APATRIDA o KILLEM serían en España, es decir, las tres formaciones tienen en los dos grandes citados una poderosa fuente de inspiración, los tres tienen un sonido que aunque en cierta manera renovado, bebe directamente de los ochenta, y los tres transmiten ganas y frescura por méritos propios. Así pues, si te gusta este tipo de música, plagada de buenos y pegadizos riffs, con una voz cuasi-rasgada pero muy adictiva, una producción potente y directa, y melodías por doquier, en “The Red Chambers” INQUESTED da un paso al frente para reivindicar su puesto en medio de este revival ochentero. 

Pero se puede rasgar un poco más e ir al punto que determina que este grupo se salga de la media. INQUESTED bebe indudablemente del Thrash más clásico, pero también bebe de las melodías y los solos a lo IRON MAIDEN, y es más, y he aquí lo que me parece su gran virtud: saben sonar actuales sin perder sus raíces inspiradoras. Así, por ejemplo, en algunas ocasiones se entrecruzan melodías que podían estar facturadas por el señor Amott de ARCH ENEMY, (en “Eliminate” esto es más que evidente), pero siempre mantienen su base clásica, tanto en las estructuras como en la ejecución de los temas. En definitiva, no hay que quebrarse más la cabeza, estamos ante una joven banda, pero que sabe ofrecer una música que puede gustar a los más clásicos, pero también a los que se hayan enganchado al Thrash en los últimos años, bien sea motivado por todas las formaciones paralelas a INQUESTED, bien sea indirectamente por otras bandas más en boga, pero cuyas formas beben también de los clásicos. 


“Casualty And The Twisted” es el tema elegido como apertura, y hay que alabar esta elección, porque estamos ante uno de los cortes más directos del trabajo. “Eliminate” continúa la senda, desde un punto de vista más melódico, donde los solos de guitarra suenan tan actuales y frescos, como pegadizos. Pero el momento en el que uno se quita el sombrero realmente y se da cuenta de la brillantez compositiva de este grupo es con “Hollow Sleeper”. Más de siete minutos hacen que el oyente pase por todo tipo de pasajes, unos más agresivos, otros más melódicos, todo ello envuelto en una estructura compleja por la forma de superponer los elementos, pero que es ejecutada con tal maestría que uno acaba por tener al tema como uno de los preferidos del disco. “Headless” es mucho más directa y adictiva, aunque la inspiración no decae y también pasa por algunos momentos que te dejarán con la boca abierta, como en los solos doblados que dan un toque de color extra al tema. También trata de ir al grano “Scarfaced”, un corte totalmente orientado a los riffs y que es de los más efectivos del trabajo, no pudiendo dejar de mover la cabeza ni un momento. 

Pero aún quedan cartuchos en la recámara, no penséis que todo ha terminado. Ya en la recta final del trabajo, “The Underworld” nos muestra a una banda más reflexiva, y aunque pienso que la estructura del corte les falla un poco al final, no cabe duda de que es otra faceta que demuestra que INQUESTED no sólo saben ir con velocidad de crucero constante. Y por si acaso alguien se había acomodado más de la cuenta “Human Failure” nos despierta con un riff de entrada tan típico como certero, y desplegando alguno de los momentos más agresivos del trabajo, sin dejar la capacidad de sorpresa a un lado (la parte central del tema, con acústicas incluidas es realmente buena). Finalmente, y tras la breve instrumental “Revenatio”, “Ghost Of Existence” cierra el disco con un corte sencillo en riffs, pero muy pegadizo y con algún toque más actual en la estructura, pero sin perder el norte. 

En resumen, que si te gusta el Thrash accesible, con mucha base Heavy y frescura compositiva, aunque sin decir nada nuevo, INQUESTED se ha sacado de la manga un gran disco que hace que en el futuro tengamos que estar atentos a los derroteros que tome el grupo. Muy recomendable. 

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BLOODJINN - "This Machine Runs On Empty": nada nuevo bajo el sol sin más pretensión.


¿Está el Metalcore y la nueva ola del Death Metal melódico saturándose? El hecho de que hasta discográficas de tradición más underground se peguen por conseguir grupos del género aunque no disten mucho de los pioneros, dice mucho al respecto, pues Listenable no se caracteriza por ser una compañía muy dada a las nuevas tendencias, y tarde o temprano el público acabará por cansarse de tener tantas bandas casi idénticas a su alrededor. Por otro lado es algo inevitable, no ya por querer subirse al carro, dicho llanamente, sino porque cuando algo se nos sirve hasta en la sopa es normal que cada día surjan nuevos grupos haciendo “más de lo mismo”. 

Dejando a un lado estas reflexiones, Listenable ofrece el tercer disco de los americanos BLOODJINN, que si bien no son unos novatos en esto, no muestran tener una base musical mucho más lejana que el Death Metal de Gotemburgo adaptado a las tendencias Hardcore de los noventa. Esto los emparenta directamente con sus compatriotas BLACK DAHLIA MURDER, si bien la música de BLOODJINN, en momentos puntuales, abandona totalmente el Death / Thrash de tintes melódicos, para meterse de lleno en los parones, las voces Hardcore y las estructuras de Metalcore de libro. De hecho si obviamos a su limitado vocalista, el cual al segundo tema no da más de sí en lo que a matices se refiere y no será más que un elemento más en nuestros cerebros, “This Machine Runs On Empty” da muestras de tener una base musical importante, con estructuras que sin abandonar lo típico, saben combinar buenas melodías con ritmos pegadizos y la intensidad y poderío del Thrash y el Death en sus formas más clásicas. Esto convierte a BLOODJINN en un grupo con calidad, si bien demasiado víctimas de su tiempo. 


¿Cual es el problema?, que uno tiene la sensación de estar ante un pastiche y no ante una banda que quiera ir más allá. Es decir, que no estamos más que ante una recreación o imitación de tantas y tantas otras bandas, aunque la producción visceral les proporcione un toque extra de potencia que otros grupos pierden, no viéndose tan claramente sus intenciones de, aún sabiendo que serán flores de un día, dirigirse al público mayoritario. Aún así, y aunque “This Machine Runs On Empty” tiene buenos momentos y da muestras de que estos chicos tienen tablas, su propio estatismo voluntario, su intención de no destacar de la media y simplemente ser uno más, los condena al más absoluto anonimato, o lo que es peor, a tener un momento de gloria seguido del silencio más absoluto. Es una pena, porque a diferencia de otras tantas bandas, y siendo este el motivo por el que la nota sube un poco, aquí sí que hay cierta calidad, pero podrían dar mucho más de sí. 

¿Lo mejor?, además de los momentos en los que dejan fluir su vena más Thrash / Death, los solos y las melodías de guitarra. Kyle Rakes y Jeff Peck tienen la lección bien aprendida y demuestran un gran dominio de sus instrumentos, ofreciendo las melodías dobladas a lo MAIDEN tan típicas de este tipo de grupos, pero también buenas dosis de riffs a lo AT THE GATES que son más que notables. El resto, es decir, la labor compositiva y la forma de enganchar todo lo que ofrece el grupo, se pierde en forma de temas estructurados de una manera tan estándar que, aunque reconociendo que es fácil dejarse llevar por ellos, no aportan nada que no sepamos, o por lo menos con la mínima personalidad como para reconocer cierto mérito. 

Por poner algunos ejemplos: los riffs de “In The First Degree” se clavan en poco tiempo en nuestros cerebros, saben dar con la justa combinación de fuerza y melodía, pero la estructura es tan común y previsible que a la segunda escucha ha perdido toda su magia. Al igual que “Break The Silence”, cuyo inicio Thrash hace que suba la temperatura, pero nos devuelve pronto a la realidad en cuanto los parones y la voz de Joel Collins hacen su aparición. Aún así, centrándonos sólo en las melodías y la labor de los guitarristas, si tuviera que quedarme con algo de este trabajo, seguramente “A Moment Of Clarity”, con una melodía que se queda grabada a la primera y un ritmo contenido, aunque el breakdown central no me convence en absoluto, y “Maker”, donde los riffs alcanzan cierta inspiración que hasta ahora estaba un poco perdida en medio de tanta falta de riesgo, serían mis preferidos. El resto, sin ser malo, no pasa de “otro más dentro de lo que ya hemos oído”.

Si tuviera que resumir con una pequeña frase el contenido de este disco de BLOODJINN sería: suficiente para la media, inferior para destacar. ¿Te gusta el Death Melódico y el Metalcore más actual?, no te defraudará “This Machine Runs On Empty”. ¿Buscas cierta inspiración además de seguir fielmente los patrones del género?, no vas a encontrarlo en este trabajo.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)