miércoles, 11 de marzo de 2020

PIG DESTROYER - "Phantom Limb": manifestación musical de la violencia del ser humano.


Hay bandas que ganan admiradores y detractores a partes iguales, y PIG DESTROYER es una de ellas. El hecho de que redujeran la instrumentación a la mínima expresión, unido al extremismo de su propuesta, hacía que su música fuera de todo menos accesible para todos los públicos, generando que muchos los calificaran como la antítesis de lo musicalmente tolerable. Y eso que si analizamos detenidamente la aventura musical de este trío ahora reconvertido en cuarteto, nos podemos dar cuenta de que en realidad son mucho más revisionistas y accesibles de lo que a priori parecen. Personalmente este grupo es una de mis debilidades desde que sacaron “Prowler In The Yard” y sobre todo tras su enorme obra “Terrifyer” hace ya casi tres años, aunque reconozco que su minimalismo musical puede ser un gran obstáculo para muchos. 

Por fin regresan, con el añadido de Blake Harrison en los samplers y ruidos de post-producción que llenan algunos de los temas del grupo de Washington salido del cerebro del inquieto Scott Hull, padre de criaturas tan abominables para los oídos no acostumbrados como ANAL CUNT o AGORAPHOBIC NOSEBLEED. En esta ocasión, PIG DESTROYER vuelve a apostar por su crudeza básica que ellos llaman “lo que el Grindcore debiera ser”, y que está más cerca del Thrash y el Hardcore de lo que se imaginan, colándose multitud de guiños a lo SLAYER, KREATOR, VOIVOD y demás. Se echan de menos los riffs más orientados al Rock (a su modo, siempre cargados de extremismo), que tan rápidamente se quedaban grabados en nuestros oídos, pero la base sigue ahí, y nadie que ya los conociera se podrá sentir defraudado ante la escucha de “Phantom Limb”. 

El hecho de que reduzcan sus instrumentos a una sección rítmica formada solamente por la batería de Brian Harvey y la guitarra de Scott Hull, como únicos acompañantes (además de los samplers de Blake) de la locura humana de Hayes detrás del micro, hace que la labor de composición se centre en un primitivismo absoluto de formas. Ni virtuosismos, ni tecnicismos, sencillamente una máquina de hacer riffs como es el citado Hull, y un poderoso Harvey que cumple la función de cubrir todos los espacios dejados, que son muchos. Pero lo más curioso del asunto, es que PIG DESTROYER no necesita más efectos de artificio. Con una desnudez aparente tan grande, el grupo consigue enganchar, siempre que logres atravesar la barrera estilística y su locura particular, siendo esto lo que me llamó la atención del proyecto desde un principio, y eso que las otras bandas de Hull no están ni mucho menos entre mis favoritas. Sencillamente saben aprovechar al máximo las virtudes del Metal Extremo, sin necesidad de grandes envoltorios en donde servirlo, solamente con la ayuda de un puñado de guitarrazos bien puestos, esquizofrénicas voces infrahumanas y una producción cruda pero audible. 


En “Phantom Limb” la variedad es un poco menor que en “Terrifyer”, la banda va más a piñón fijo pero a la vez han bajado revoluciones y alargan un poco las estructuras sacando un mayor partido de los riffs de inspiración Thrash. Se aprecia un acercamiento algo más moderno en algunos cortes, con un groove que en temas como “Waist Deep In Ash” o “The Machete Twins” que cierran el trabajo (si obviamos la larga outro final sin título) se hace muy patente, como novedad en la propuesta de PIG DESTROYER. No obstante sus bases fundamentales se mantienen, sobre todo en la primera mitad del trabajo, donde se concentran los temas de menor duración y más cercanos al Grindcore, como demuestran la enorme “Rotten Yellow” con un puente rompecuellos descomunal. Sin embargo, pronto nos damos cuenta de que el grupo ha pretendido ir un poco más allá en su propuesta, sacando su vena más metálica y Thrash en los riffs y los ritmos básicos de composiciones como “Thought Crime Spree”. Es probable que sea el punto de inflexión hacia unos terrenos menos alocados en el futuro, pero PIG DESTROYER ha sabido en este disco seguir sonando a sí mismos, pendulando hacia otras sonoridades, que por otra parte, a poco que profundizáramos en su pasado, nos encontraríamos con que estos sonidos siempre estuvieron con ellos.

Pese a que particularmente creo que no supera a “Terrifyer”, aunque sí en el aspecto estético, pues la portada y en general todo el artwork es perfecto, PIG DESTROYER demuestra no estancarse con el tiempo y avanza en su camino, en su aventura por sacar el máximo partido de tan pocos elementos aparentes. Si no los conocías de antemano, “Phantom Limb” quizás sea uno de sus discos más accesibles, con lo que puede que la balanza amor/odio que ofrece esta banda, se decante esta vez un poco más por el primero de los dos. A mi me siguen sorprendiendo y creo que lo seguirán haciendo en el futuro. Como dice su sello: auténtica manifestación musical de la violencia del ser humano.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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