Hay
bandas que ganan admiradores y detractores a partes iguales, y PIG DESTROYER es
una de ellas. El hecho de que redujeran la instrumentación a la mínima
expresión, unido al extremismo de su propuesta, hacía que su música fuera de
todo menos accesible para todos los públicos, generando que muchos los
calificaran como la antítesis de lo musicalmente tolerable. Y eso que si
analizamos detenidamente la aventura musical de este trío ahora reconvertido en
cuarteto, nos podemos dar cuenta de que en realidad son mucho más revisionistas
y accesibles de lo que a priori parecen. Personalmente este grupo es una de mis
debilidades desde que sacaron “Prowler In The Yard” y sobre todo tras su enorme
obra “Terrifyer” hace ya casi tres años, aunque reconozco que su minimalismo
musical puede ser un gran obstáculo para muchos.
Por
fin regresan, con el añadido de Blake Harrison en los samplers y ruidos de
post-producción que llenan algunos de los temas del grupo de Washington salido
del cerebro del inquieto Scott Hull, padre de criaturas tan abominables para
los oídos no acostumbrados como ANAL CUNT o AGORAPHOBIC NOSEBLEED. En esta
ocasión, PIG DESTROYER vuelve a apostar por su crudeza básica que ellos llaman
“lo que el Grindcore debiera ser”, y que está más cerca del Thrash y el
Hardcore de lo que se imaginan, colándose multitud de guiños a lo SLAYER,
KREATOR, VOIVOD y demás. Se echan de menos los riffs más orientados al Rock (a
su modo, siempre cargados de extremismo), que tan rápidamente se quedaban
grabados en nuestros oídos, pero la base sigue ahí, y nadie que ya los
conociera se podrá sentir defraudado ante la escucha de “Phantom Limb”.
El
hecho de que reduzcan sus instrumentos a una sección rítmica formada solamente
por la batería de Brian Harvey y la guitarra de Scott Hull, como únicos
acompañantes (además de los samplers de Blake) de la locura humana de Hayes
detrás del micro, hace que la labor de composición se centre en un primitivismo
absoluto de formas. Ni virtuosismos, ni tecnicismos, sencillamente una máquina
de hacer riffs como es el citado Hull, y un poderoso Harvey que cumple la
función de cubrir todos los espacios dejados, que son muchos. Pero lo más
curioso del asunto, es que PIG DESTROYER no necesita más efectos de artificio.
Con una desnudez aparente tan grande, el grupo consigue enganchar, siempre que
logres atravesar la barrera estilística y su locura particular, siendo esto lo
que me llamó la atención del proyecto desde un principio, y eso que las otras
bandas de Hull no están ni mucho menos entre mis favoritas. Sencillamente saben
aprovechar al máximo las virtudes del Metal Extremo, sin necesidad de grandes
envoltorios en donde servirlo, solamente con la ayuda de un puñado de
guitarrazos bien puestos, esquizofrénicas voces infrahumanas y una producción
cruda pero audible.
En
“Phantom Limb” la variedad es un poco menor que en “Terrifyer”, la banda va más
a piñón fijo pero a la vez han bajado revoluciones y alargan un poco las
estructuras sacando un mayor partido de los riffs de inspiración Thrash. Se
aprecia un acercamiento algo más moderno en algunos cortes, con un groove que
en temas como “Waist Deep In Ash” o “The Machete Twins” que cierran el trabajo
(si obviamos la larga outro final sin título) se hace muy patente, como novedad
en la propuesta de PIG DESTROYER. No obstante sus bases fundamentales se
mantienen, sobre todo en la primera mitad del trabajo, donde se concentran los
temas de menor duración y más cercanos al Grindcore, como demuestran la enorme
“Rotten Yellow” con un puente rompecuellos descomunal. Sin embargo, pronto nos
damos cuenta de que el grupo ha pretendido ir un poco más allá en su propuesta,
sacando su vena más metálica y Thrash en los riffs y los ritmos básicos de
composiciones como “Thought Crime Spree”. Es probable que sea el punto de
inflexión hacia unos terrenos menos alocados en el futuro, pero PIG DESTROYER
ha sabido en este disco seguir sonando a sí mismos, pendulando hacia otras
sonoridades, que por otra parte, a poco que profundizáramos en su pasado, nos
encontraríamos con que estos sonidos siempre estuvieron con
ellos.
Pese a que particularmente creo que no supera a “Terrifyer”, aunque sí
en el aspecto estético, pues la portada y en general todo el artwork es
perfecto, PIG DESTROYER demuestra no estancarse con el tiempo y avanza en su
camino, en su aventura por sacar el máximo partido de tan pocos elementos
aparentes. Si no los conocías de antemano, “Phantom Limb” quizás sea uno de sus
discos más accesibles, con lo que puede que la balanza amor/odio que ofrece
esta banda, se decante esta vez un poco más por el primero de los dos. A mi me
siguen sorprendiendo y creo que lo seguirán haciendo en el futuro. Como dice su
sello: auténtica manifestación musical de la violencia del ser humano.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario