viernes, 30 de mayo de 2014

MARASME - "Mirroir": Atmósfera y efectividad al mismo tiempo


Hay dos extremos a la hora de analizar un disco en primera escucha: aquellos que entran a la primera pero que probablemente se pierden en su propio efectismo y acaban aburriendo, y los que precisan de bastantes rotaciones para conseguir comulgar con ellos. Entre ambos extremos, hay múltiples posibilidades, pero es difícil lograr ambos ingredientes de una forma más o menos pura en un mismo trabajo. No es el caso de los mallorquines MARASME. El grupo debuta después de una demo o EP previo, con “Mirroir”, un larga duración de seis temas y una intro que recorre casi cincuenta minutos de música en su más amplio sentido: un trabajo impresionante, envolvente y atrayente desde la primera vez que gira en nuestro reproductor, y que al mismo tiempo gana en sucesivas escuchas, se llena de matices, de detalles y nos invita a una aventura nueva cada vez. El quinteto logra así lo imposible: lograr un efecto directo y al mismo tiempo perdurar en el tiempo, dando lugar al primer disco que entraría por mi parte en el top-ten del 2010.

¿Qué ofrece MARASME para armar tanto revuelo en mi cabeza? Para empezar un estilo difícil, no tanto de escuchar, como de sobresalir en él, pues las bandas suelen mimetizarse mucho y al final siempre salen los mismos nombres: ellos se definen como Post-Metal, usando ese prefijo como tantos otros para denominar aquel género que se sale de los cánones y se contagia de sonoridades ajenas. En concreto, la tríada de siempre, NEUROSIS, CULT OF LUNA e ISIS, es el punto de referencia. Sin embargo, MARASME va más allá: sus componentes beben del Metal Extremo en sentido clásico, del Doom, del Progresivo setentero y hasta de la música oscura de los ochenta. Todo se mezcla y ofrece un producto que unas veces te sonará a SNAPCASE, otras a SIGUR ROS, otras a PINK FLOYD y otras a MY DYING BRIDE, pero con una personalidad propia que va más allá de la estela de siempre: THE END, MASTODON, TEXTURES, BURST y demás grupos que vienen a la cabeza cuando se trata de ejemplificar este tipo de sonidos. Así, partiendo de una producción soberbia, donde todos los componentes de MARASME tienen su espacio, haciendo hincapié en la atmósfera y al mismo tiempo en la efectividad y la contundencia metálica, “Mirroir””es un viaje donde cada composición es una escala nueva y distinta de la anterior.

Comenzando con la intensidad creciente de la percusión tribal de su intro, el primer corte, “Mirroir” es uno de los que más recuerda a la tríada citada, aunque pasado por la batidora más Death que los emparenta con los citados BURST. La voz de Jeroni, predominantemente chillona y agónica, como los mejores tiempos de CULT OF LUNA, da un toque de personalidad al conjunto al combinar textos en inglés y francés, dando un tono aún más tenebroso y envolvente si cabe en ciertos pasajes. Menos directo y más centrado en la atmósfera es “Flames”, otra oda a la agonía, que consigue atrapar por su estructura in crescendo. Por si alguno pensaba que el grupo se iba a acomodar, nos vemos sorprendidos por “Més Enllà”, corte instrumental donde comienza a ser más evidente el gusto por el progresivo más clásico del grupo, mezclado con cierto aire a los últimos KATATONIA y ANATHEMA. Totalmente atrapados, gracias al hilo argumental cuidado que sigue el grupo, “Ultimatum” ofrece otra cara nueva: cierto aire al “Deliverance” de OPETH, pasado por el cariz menos técnico de BURST, una estructura a lo KING CRIMSON y unos solos que miran directamente a PINK FLOYD. Como se puede ver el eclecticismo es otro de los ingredientes de MARASME.

Pero lo mejor aún está por llegar: asistimos a un nuevo giro en “Thousands”, esta vez mirando a NOVEMBERS DOOM, MY DYING BRIDE y sobre todo los KATATONIA del “Brave Murder Day”, destacando una nueva tonalidad en la voz de Jeroni que es una mezcla entre Swanö y Akerfeldt. Brutal tema, uno de los más metálicos pero que no desentona respecto al resto. Y finalmente, para cerrar de forma decadente, “Blind”, esta vez recordando a TIAMAT en la época “Clouds”-“Wildhoney”, pero con una voz más rasgada y áspera. La cara más Doom aparece así para dejarnos con ganas de volver a la intensidad inicial y recorrer una vez más este viaje que tan corto se nos ha hecho. ¿Algo más? Para completar el conjunto, no basta con personalidad, sonido, ideas y ejecución, encima MARASME se esmera en crear un añadido en forma de digisleeve con una foto muy acorde a la música y una presentación cuidada, en colaboración con los tres sellos que distribuyen este trabajo. Creo que no me dejo nada: simplemente que, si te gusta la MÚSICA, los ocho míseros euros que cuesta este disco, son la mayor ganga que se te ha puesto a tiro. Impresionante debut y banda que entra directa en la lista de perlas a no perder de vista en el futuro.


(Crítica publicada también en: http://www.xtreemmusic.com)

ATROCITY - "Atlantis": Un antes y un después


Alexander Krull es de esas personas que tiene carisma por sí mismo y lo sabe. Si nos situamos en el mundo del Metal Extremo, el vocalista de larguísima melena casado con la lánguida LIV KRISTINE, Krull puede ser considerado uno de los grandes, no solo en su Alemania natal. ATROCITY es una banda de culto, especialmente por sus tres primeros trabajos, los densos y técnicos, a la par que mórbidos y oscuros, “Hallucinations” y “Todessehnsucht” (este último para mi uno de los hitos del Death Metal), y “Blut”, donde aprovechando el concepto draculiano incluyeron otros elementos en su música, lo que empezó a poner la llamada de atención sobre los puristas (confirmado tras la edición del EP “Calling The Rain”, en acústico junto a la hermana de Alex y sobre todo con el siguiente trabajo, “Willenskraft”, que abriría la veda a la música industrial y el aire Gótico, aún más desarrollado en los discos de versiones “Werk 80”). Pero dejando a un lado esta faceta musical, Krull ha ejercido labores de rey de la escena extrema, produciendo, moviendo iniciativas y metiéndose en diversos proyectos, lo que aumenta el carisma del que comentaba.

Después de los devaneos por diversos estilos, Krull pensó que ATROCITY debía hacer un repaso a todo su bagaje y facturar un disco diverso, conceptual y al mismo tiempo focalizado, volviendo a la inspiración del pasado. Así “Atlantis” supuso para muchos “la vuelta” de ATROCITY, para otros “su mejor disco” y para mi en particular, el disco del año 2004. Una producción grandilocuente, pero potente en guitarras y voces, dando fuerza a los riffs y limpieza a las melodías (sólo la batería suena algo sintética), unas composiciones que siguen un hilo conductor envolvente, con puntos culminantes y otros momentos de relajo que no de relleno, y una ejecución entusiasmante, con sensación de directo, contagiando el poder intrínseco de los temas y el derroche de poderío de Krull y sus compañeros, incluyendo a su propia mujer, LIV KRISTINE, haciendo coros y compartiendo protagonismo en los temas más Dark.

Krull no era tonto, sabía que tenía que seguir vendiéndose hacia el público Dark, pero no perder de vista el lado más extremo. Por eso a muchos los dejó un poco perdidos con el single elegido, en una especie de inclusión de LEAVES’ EYES en medio de un disco de ATROCITY (no olvidemos que los miembros de la banda de la mujer de Krull y los de ATROCITY, incluyendo al propio Krull eran los mismos). Así, “Cold Black Days” no es para nada representativo de lo que es “Atlantis”, aunque en la posición en la que se encuentra y siguiendo el hilo conceptual, está perfectamente encajado. Si alguno desechó el trabajo por ese tema, se habría perdido toda la carne del asado: y es que lo que hizo que mis ojos se tornaran hacia este disco y que lo consumiera con avidez durante muchos meses, hasta dejarlo en los huesos, es la increíble apertura con “Reich Of Phenomena”: baterías aceleradas, unos riffs afilados, la voz de Krull oscura y poderosa… Es uno de esos momentos culminantes de los que hablaba, pero no el único, pues “Enigma” también tiene lo suyo, o “Morbid Mind”, que hace honor a su nombre, y ya superados el single, “Atlantean Empire”, con su aire marcial o “Clash Of The Titans”, precedida de una introducción orquestal a lo SEPTIC FLESH y con alguno de los momentos más extremos por la voz de Krull.

“Atlantis” es un antes y un después, uno de esos momentos en que uno recupera la fe en una banda que creía anquilosada en su propio universo paralelo. Como ocurriese con “The Antidote” de MOONSPELL o “Virus” de HYPOCRISY, este disco supuso la vuelta de ATROCITY, sin por ello abandonar todo lo aprendido en el camino. Sigue sonando repetidas veces en mi reproductor y cada vez me enfrento a él con el mismo entusiasmo contagiado, volviéndome loco desde el primer minuto. Por algo será.




miércoles, 21 de mayo de 2014

DRY KILL LOGIC - "The Darker Side Of Nonsense": En la línea de la época


En mi tierna adolescencia, hace ya tres lustros, en plena eclosión del NU METAL, y después de pasar por una fase de Punk melódico al ritmo de BAD RELIGION y THE OFFSPRING, las guitarras contundentes y las voces rasgadas empezaron a inundar mi cabeza. Mi gusto se movía por los mismos derroteros que la revista que editaba las tiendas Tipo, entonces mi tienda cabecera, publicaba, es decir: SLIPKNOT, ILL NIÑO, KORN, DEFTONES, SYSTEM OF A DOWN, BERRI TXARRAK, HABEAS CORPUS, LIMP BIZKIT, LINKIN PARK.... Para mi aquello era ser un total "anti-ley", en una época en la que mi odio por el ser humano crecía al mismo tiempo que mis greñas. Añadimos al cóctel un par de FESTIMADS y tenemos una foto de lo que era por aquella época, en pleno cambio de milenio.

Aunque esta fase no me duró mucho y pronto me metí más en terrenos metálicos de libro, una de las primeras bandas que me llamó la atención por una grotesca portada fue DRY KILL LOGIC. En la citada revista Tipo, los vendían como seguidores de KORN, COAL CHAMBER, PANTERA y SYSTEM OF A DOWN. Con esta última banda tenían bastantes paralelismos visuales, por la pose de sus componentes, y musicalmente lo cierto es que no aportaban nada nuevo, pues era la típica mezcla de las citadas bandas, pero a pesar de ello, en este disco con el sello que abanderó el Nu-Metal, Roadrunner (el único que sacaron con ellos), se muestran como un grupo solvente y con buenos temas.

El disco, cuyo título dice mucho del contenido lírico "The Darker Side Of Nonsense", se divide entre los "típicos" cortes herederos de su época y otros más oscuros que servirían de aviso de lo que, con posterioridad, ofrecería esta banda. Esos temas no tan típicos se concentran en sendos cortes acústicos al final del plástico, en especial "Goodnight" aunque también en el single "Give Up, Give In, Lie Down" que mezcla tranquilidad y agresividad. El resto se mueven entre los juegos vocales de KORN ("Feel The Break" o "Weight"), COAL CHAMBER ("The Strength I Call My Own"), o los más agresivos de SLIPKNOT ("Rot", "Nightmare" con una buenísima introducción y "Nothing").

El resultado es un producto de la época: no busques novedades, ni nada que no te aporten otras bandas. Visto desde la distancia es un disco que me sigue gustando, creo que es muy completo y está bien estructurado (incluso su parte final más tranquila que en aquellos años me resultó muy "tranquilita"). Además DRY KILL LOGIC demostró que tenía cuerda para rato, una vez que se rompió el cántaro y la industria musical miró hacia otro lado. Será que la nostalgia hace mella, pero "The Darker Side Of Nonsense" es un disco carismático y que tiene cosas que ofrecer.

miércoles, 7 de mayo de 2014

THE SLITS - "Cut": Una rara avis única y genuina


En el mundo del Rock, las bandas integradas sólo por féminas no son raras de encontrar: RAINCOATS, GIRLSCHOOL  o sin irnos muy lejos, las VULPESS serían ejemplos. Relacionado con el estilo de las primeras citadas, otro ejemplo sería THE SLITS. Surgidas a mediados de los setenta cuando el Punk estaba en plena efervescencia y un grupo de amigas quedaron prendadas de PATTI SMITH, Ari Up y compañía decidieron formar su propio grupo y después de foguearse un poco con sus instrumentos mal cogidos, se encontraron frente a la audiencia abriendo ni más ni menos que para THE CLASH. La popularidad se volvió repentina a nivel local y, ¡cómo no!, ahí estaba John Peel para dedicarles unas sesiones a este grupo de chicas, cuyo sonido no era tan “típico” como podía pensarse, en parte por la voz de Ari, bastante original e histriónica y en parte por la ascendencia Reggae de algunos riffs y ritmos.

Así, ya cerrando década, THE SLITS facturaron su debut, “Cut” en 1979. Esos ritmos Reggae fueron potenciados por DENNIS BOVELL, productor del trabajo y también miembro del grupo de Reggae MATUMBI y creador de su propia música Dub, y ello unido a una portada que convirtió al disco en un habitual en las recopilaciones de “portadas míticas de la historia de la música”, hizo que THE SLITS subieran rápidamente, metidas de lleno ya en la evolución Post-Punk. Con estas premisas “Cut” no es tampoco un “típico” álbum Punk: por la época, por la confluencia de estilos y por la propia voz de Ari, la rabia da paso a un disco que encierra muchos detalles, más de los que uno podría pensarse, unido a un explícito feminismo radical en sus letras (“Love Und Romance” se ríe de la pareja y las aspiraciones amorosas convencionales, con un trasfondo musical muy avanzado y “Typical Girls” describe de manera cruda e incisiva a las mujeres que no piensan por sí mismas).

El resultado es uno de los discos más completos de la época: las chicas ya habían aprendido a tocar sus instrumentos, la producción de Bovell dejaba que todo se apreciara a la perfección y la variedad de las composiciones, convierten a “Cut” en un trabajo que hasta incluso se hace difícil de escuchar en las primeras vueltas, tratando de acostumbrarse a la voz de Ari y a la mezcolanza estilística (escúchese sin ir más lejos las dos citadas anteriormente, ambas con arreglos de piano complejos, o “FM”, con sus laberíntico trasfondo rítmico y las inflexiones vocales de Ari). Pero al mismo tiempo, es un trabajo fresco, construido desde la energía de unas, todavía, adolescentes, pero ya con experiencia sobre las tablas y las ideas muy claras.

Sólo duraron otro trabajo más dos años después de “Cut”, (“Return Of The Giant Slits”, mucho más atípico si cabe y alejado de las ideas Punk), aunque revivieron ya en el nuevo milenio, como tantos otros combos. En cualquier caso “Cut” es un álbum tan propio y genuino que merece mantener el nombre de THE SLITS vivo en la memoria musical.