Alexander
Krull es de esas personas que tiene carisma por sí mismo y lo sabe. Si nos
situamos en el mundo del Metal Extremo, el vocalista de larguísima melena
casado con la lánguida LIV KRISTINE, Krull puede ser considerado uno de los grandes,
no solo en su Alemania natal. ATROCITY es una banda de culto, especialmente por
sus tres primeros trabajos, los densos y técnicos, a la par que mórbidos y
oscuros, “Hallucinations” y “Todessehnsucht” (este último para mi uno de los
hitos del Death Metal), y “Blut”, donde aprovechando el concepto draculiano
incluyeron otros elementos en su música, lo que empezó a poner la llamada de
atención sobre los puristas (confirmado tras la edición del EP “Calling The
Rain”, en acústico junto a la hermana de Alex y sobre todo con el siguiente
trabajo, “Willenskraft”, que abriría la veda a la música industrial y el aire
Gótico, aún más desarrollado en los discos de versiones “Werk 80”). Pero
dejando a un lado esta faceta musical, Krull ha ejercido labores de rey de la
escena extrema, produciendo, moviendo iniciativas y metiéndose en diversos
proyectos, lo que aumenta el carisma del que comentaba.
Después
de los devaneos por diversos estilos, Krull pensó que ATROCITY debía hacer un
repaso a todo su bagaje y facturar un disco diverso, conceptual y al mismo
tiempo focalizado, volviendo a la inspiración del pasado. Así “Atlantis” supuso
para muchos “la vuelta” de ATROCITY, para otros “su mejor disco” y para mi en
particular, el disco del año 2004. Una producción grandilocuente, pero potente
en guitarras y voces, dando fuerza a los riffs y limpieza a las melodías (sólo
la batería suena algo sintética), unas composiciones que siguen un hilo
conductor envolvente, con puntos culminantes y otros momentos de relajo que no
de relleno, y una ejecución entusiasmante, con sensación de directo,
contagiando el poder intrínseco de los temas y el derroche de poderío de Krull
y sus compañeros, incluyendo a su propia mujer, LIV KRISTINE, haciendo coros y
compartiendo protagonismo en los temas más Dark.
Krull
no era tonto, sabía que tenía que seguir vendiéndose hacia el público Dark,
pero no perder de vista el lado más extremo. Por eso a muchos los dejó un poco
perdidos con el single elegido, en una especie de inclusión de LEAVES’ EYES en
medio de un disco de ATROCITY (no olvidemos que los miembros de la banda de la
mujer de Krull y los de ATROCITY, incluyendo al propio Krull eran los mismos).
Así, “Cold Black Days” no es para nada representativo de lo que es “Atlantis”,
aunque en la posición en la que se encuentra y siguiendo el hilo conceptual,
está perfectamente encajado. Si alguno desechó el trabajo por ese tema, se habría
perdido toda la carne del asado: y es que lo que hizo que mis ojos se tornaran
hacia este disco y que lo consumiera con avidez durante muchos meses, hasta
dejarlo en los huesos, es la increíble apertura con “Reich Of Phenomena”:
baterías aceleradas, unos riffs afilados, la voz de Krull oscura y poderosa… Es
uno de esos momentos culminantes de los que hablaba, pero no el único, pues “Enigma”
también tiene lo suyo, o “Morbid Mind”, que hace honor a su nombre, y ya
superados el single, “Atlantean Empire”, con su aire marcial o “Clash Of The
Titans”, precedida de una introducción orquestal a lo SEPTIC FLESH y con alguno
de los momentos más extremos por la voz de Krull.
“Atlantis”
es un antes y un después, uno de esos momentos en que uno recupera la fe en una
banda que creía anquilosada en su propio universo paralelo. Como ocurriese con “The
Antidote” de MOONSPELL o “Virus” de HYPOCRISY, este disco supuso la vuelta de
ATROCITY, sin por ello abandonar todo lo aprendido en el camino. Sigue sonando
repetidas veces en mi reproductor y cada vez me enfrento a él con el mismo
entusiasmo contagiado, volviéndome loco desde el primer minuto. Por algo será.
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