miércoles, 4 de marzo de 2020

SAGA - "The Human Condition": buen trabajo con mucho relleno.


Sensaciones contradictorias. Mis últimos contactos con SAGA fueron magníficos, una maravilla del Rock con tintes progresivos como “Trust” fue continuada con un disco más sesudo y heredero del Neo Progresivo que entraba más difícil pero también con resultados loables, “10.000 Days”. Ahora SAGA hace frente a una dura tarea, sustituir la voz cálida, susurrante y poderosa al mismo tiempo, de su vocalista Michael Sadler que abandonó el grupo tras la edición de su último disco. Y el sustituto es Rob Moratti, dando como resultado de esta nueva era “The Human Condition”. Sin embargo, se echa mucho en falta a Sadler, y no lo digo desde la piel del fan incondicional, pues sólo conozco la parte final de la trayectoria de esta longeva banda canadiense, pero la voz de aquél era el 50% de la personalidad de SAGA y ahora se ha perdido en detrimento de su otra mitad. 

Si “Trust” era un disco de canciones, de pelotazos, de estribillos y lucimientos en su justa medida y “10.000 Days” fue un golpe de tuerca hacia sus raíces Progresivas, “The Human Condition” pretende ser una mezcla de ambas, pero con una dura tarea a superar: un vocalista sin carisma que suple su falta de entusiasmo con una capacidad técnica alta, pero que se oculta detrás de las complejidades musicales y virtuosismos de SAGA. Y, en mi opinión, creo que el grupo canadiense se ha dado cuenta de que Sadler era una parte muy importante en la música de SAGA y sus miembros han decidido diluir la tarea dando un giro hacia otras texturas, más instrumentales, más globales, sin tanto protagonismo vocal, aunque Moratti haga un digno trabajo. “The Human Condition” deja así el brillo de entregas pasadas de SAGA y se torna en un trabajo gris, denso y disperso, que sólo es salvado por una labor de composición que, dada la experiencia, tiene un nivel elevado y trata de suplir las carencias a golpe de matices, de instrumentaciones y de variedad.


Nuevamente la sombra del Neo Progresivo aparece, pero al mismo tiempo en “The Human Condition” SAGA ha seguido en su faceta de construir canciones y no opus inabarcables. En este aspecto ¿qué aporta Moratti?: una voz muy calculada, muy contenida, sin dar una nota por encima de lo debido, con un aire un poco negroide en algunas inflexiones, pero sin el brillo que en los estribillos tenía Sadler. ¿Cómo se contrarresta esta falta? A base de variedad armónica e instrumental: cada tema, y no es un tópico, es un mundo musicalmente hablando. Empezando por “The Human Condition”, prácticamente instrumental, pasando por “Step Inside” que trata de buscar la magia perdida tras la marcha de Sadler, siguiendo con “Hands Of Time”, oscura, ambiental y dispersa... En definitiva, SAGA ha enriquecido su paleta de sonidos para cubrir la falta de gancho que en el pasado les hacía ser una especie de JOURNEY en versión progresiva (esa ha sido mi impresión sobre este grupo desde que escuché su magnífico “Trust”, aunque todo el mundo los vende como unos RUSH en miniatura). Hasta han experimentado con sonidos a medio camino entre el Funk y la Electrónica en “Now Is Now”, con resultados manifiestamente mejorables. Y todo esto da como resultado un disco que no deja mucho poso, un disco rico, agradable de escuchar, completo... pero al que le falta la intensidad necesaria para impresionar.

Por poner un ejemplo de la adaptación sonora que ha sufrido SAGA, el papel solista de los Crichton ha crecido bastante, no sólo en el citado “The Human Condition” o las posteriores “Crown Of Thorns” y “A Number With A Name”, este último, por cierto, uno de los más atractivos en su escucha por los continuos juegos que se traen entre sí la guitarra y los teclados, sino también en cortes aparentemente más radiofónicos como “Avalon” o “Let It Go”, esta última con unas guitarras más rockeras de lo habitual y que con una interpretación vocal más entusiasta se convertiría en un buen tema, pues el estribillo con doble voz es muy pegadizo. Hasta la producción parece orientarse al sonido de conjunto antes que a la voz: en el pasado no era así, pues había estribillos y melodías vocales que potenciar, ahora este elemento pasa a ser uno más y el sonido que los propios miembros de SAGA han creado invita a entenderlo como un todo y no como una conjunción de protagonismos. Y una vez más, uno tiene la sensación de estar ante un disco que se escapa entre las manos sin saber uno muy bien con qué quedarse. 

“The Human Condition” no es un paso atrás, es simplemente un disco elegante y heredero del sonido de un grupo veterano, pero con la ingenuidad y la falta de madurez de unos principiantes. En mi opinión, SAGA debe buscar un nuevo sonido y no tener en los parches más cercanos que tienen, la solución a sus problemas. Desde luego, sin ser muy exigente, después de dos grandes discos, “The Human Condition” se convertirá en un trabajo de relleno sin más.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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