Sensaciones
contradictorias. Mis últimos contactos con SAGA fueron magníficos, una
maravilla del Rock con tintes progresivos como “Trust” fue continuada con un
disco más sesudo y heredero del Neo Progresivo que entraba más difícil pero
también con resultados loables, “10.000 Days”. Ahora SAGA hace frente a una
dura tarea, sustituir la voz cálida, susurrante y poderosa al mismo tiempo, de
su vocalista Michael Sadler que abandonó el grupo tras la edición de su último
disco. Y el sustituto es Rob Moratti, dando como resultado de esta nueva era
“The Human Condition”. Sin embargo, se echa mucho en falta a Sadler, y no lo
digo desde la piel del fan incondicional, pues sólo conozco la parte final de
la trayectoria de esta longeva banda canadiense, pero la voz de aquél era el
50% de la personalidad de SAGA y ahora se ha perdido en detrimento de su otra
mitad.
Si
“Trust” era un disco de canciones, de pelotazos, de estribillos y lucimientos
en su justa medida y “10.000 Days” fue un golpe de tuerca hacia sus raíces
Progresivas, “The Human Condition” pretende ser una mezcla de ambas, pero con
una dura tarea a superar: un vocalista sin carisma que suple su falta de
entusiasmo con una capacidad técnica alta, pero que se oculta detrás de las
complejidades musicales y virtuosismos de SAGA. Y, en mi opinión, creo que el
grupo canadiense se ha dado cuenta de que Sadler era una parte muy importante
en la música de SAGA y sus miembros han decidido diluir la tarea dando un giro
hacia otras texturas, más instrumentales, más globales, sin tanto protagonismo
vocal, aunque Moratti haga un digno trabajo. “The Human Condition” deja así el
brillo de entregas pasadas de SAGA y se torna en un trabajo gris, denso y
disperso, que sólo es salvado por una labor de composición que, dada la
experiencia, tiene un nivel elevado y trata de suplir las carencias a golpe de
matices, de instrumentaciones y de variedad.
Nuevamente
la sombra del Neo Progresivo aparece, pero al mismo tiempo en “The Human
Condition” SAGA ha seguido en su faceta de construir canciones y no opus
inabarcables. En este aspecto ¿qué aporta Moratti?: una voz muy calculada, muy
contenida, sin dar una nota por encima de lo debido, con un aire un poco
negroide en algunas inflexiones, pero sin el brillo que en los estribillos
tenía Sadler. ¿Cómo se contrarresta esta falta? A base de variedad armónica e
instrumental: cada tema, y no es un tópico, es un mundo musicalmente hablando.
Empezando por “The Human Condition”, prácticamente instrumental, pasando por
“Step Inside” que trata de buscar la magia perdida tras la marcha de Sadler,
siguiendo con “Hands Of Time”, oscura, ambiental y dispersa... En definitiva,
SAGA ha enriquecido su paleta de sonidos para cubrir la falta de gancho que en
el pasado les hacía ser una especie de JOURNEY en versión progresiva (esa ha
sido mi impresión sobre este grupo desde que escuché su magnífico “Trust”,
aunque todo el mundo los vende como unos RUSH en miniatura). Hasta han
experimentado con sonidos a medio camino entre el Funk y la Electrónica en “Now Is
Now”, con resultados manifiestamente mejorables. Y todo esto da como resultado
un disco que no deja mucho poso, un disco rico, agradable de escuchar,
completo... pero al que le falta la intensidad necesaria para impresionar.
Por
poner un ejemplo de la adaptación sonora que ha sufrido SAGA, el papel solista
de los Crichton ha crecido bastante, no sólo en el citado “The Human Condition”
o las posteriores “Crown Of Thorns” y “A Number With A Name”, este último, por
cierto, uno de los más atractivos en su escucha por los continuos juegos que se
traen entre sí la guitarra y los teclados, sino también en cortes aparentemente
más radiofónicos como “Avalon” o “Let It Go”, esta última con unas guitarras
más rockeras de lo habitual y que con una interpretación vocal más entusiasta
se convertiría en un buen tema, pues el estribillo con doble voz es muy
pegadizo. Hasta la producción parece orientarse al sonido de conjunto antes que
a la voz: en el pasado no era así, pues había estribillos y melodías vocales
que potenciar, ahora este elemento pasa a ser uno más y el sonido que los
propios miembros de SAGA han creado invita a entenderlo como un todo y no como
una conjunción de protagonismos. Y una vez más, uno tiene la sensación de estar
ante un disco que se escapa entre las manos sin saber uno muy bien con qué
quedarse.
“The Human Condition” no es un paso atrás, es simplemente un disco
elegante y heredero del sonido de un grupo veterano, pero con la ingenuidad y
la falta de madurez de unos principiantes. En mi opinión, SAGA debe buscar un
nuevo sonido y no tener en los parches más cercanos que tienen, la solución a
sus problemas. Desde luego, sin ser muy exigente, después de dos grandes
discos, “The Human Condition” se convertirá en un trabajo de relleno sin más.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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