Irreverentes, pero descafeinados y aburridos, así se podría resumir la actitud de los ingleses DEAR SUPERSTAR, grupo de reciente creación que viene a unirse a un amplio conjunto de bandas que cogiendo el Rock Americano ochenteno y el Punk y con ese sonido garajero tan característico, son capaces de hacer disfrutar al público a base de buenas canciones que se quedan pegadas a la primera escucha. Sin embargo, como a continuación relataré, los ingleses se quedan a medias y acaban por hacerse pesados.
¿Te gustan HELLACOPTERS, TURBONEGRO…?, entonces te gustarán algunos temas capaces de sonar frescos, agresivos y punkies como “Sunset Strip Suicide” o “Confessions Of A Twisted Mind”, los cuales harán que disfrutes como un enano. Sus poses y atuendos en directo, según he visto en su página web, también buscan la provocación no exenta de ironía, algo que los citados TURBONEGRO hacen a las mil maravillas. El problema de DEAR SUPERSTAR, son sus aires renovados en muchos cortes, tratando de ampliar miras hacia el público de bandas pseudo Punk de esas que llenan de vídeos algunas emisoras de televisión. En principio no es un mal enfoque, es su opción, pero contrastan con una faceta rockera que es mucho más disfrutable para mi gusto, que por la melodía fácil de “And We Live”, por poner un ejemplo de los muchos que habría en este trabajo.
Una de las cosas que me llamó la atención al principio de DEAR SUPERSTAR, fue su variedad de voces: el tono de Micky es fundamentalmente rockero, dotando de cierta parodia a su afinación para sonar más irreverente aún, en una onda muy americana. Sin embargo, también añaden toques de agresividad con una voz rasgada y algún que otro coro muy Hardcore. Esta segunda faceta es la que menos me atrae de DEAR SUPERSTAR. Añaden con ello, nuevamente, ese aire renovado del que ya he hablado, pero les hace perder cierta frescura, dando a entender que son elementos que meten con calzador. Si no fuera por ello y por los cortes comentados (a los que habría que añadir la infumable balada “Falling Apart”), la nota global de este disco habría sido mayor. Aunque en algunos temas consiguen sonar realmente bien, con estas pegas de las que he hablado, el disco acaba perdiendo personalidad. Si se hubieran centrado en su cara rockera otro gallo habría cantado.
El sonido trata de reproducir cierto aire de improvisación y naturalidad, dotando a las composiciones del grupo de un cariz más directo. En esto han acertado, porque incluso en los temas más prefabricados y alejados del Rock garajero, consiguen que no se pierda su gusto añejo. Ayuda también la simplicidad de elementos de sus composiciones, recuperando el sentimiento de los inicios del Rock, que tantos detractores le hizo tener y que DEAR SUPERSTAR potencia, como se puede comprobar al ver las letras del grupo y su escenografía. Cabe preguntarse si realmente es necesario realimentar todos los tópicos de esta música para dar una sensación más auténtica. Yo albergo mis dudas al respecto, pero respeto la decisión del grupo. De todas formas, viendo que el resultado final del trabajo dista bastante de sus intenciones revisionistas, metiéndose en el saco de bandas contemporáneas de moda, creo que buscan más una estrategia de marketing que un gusto auténtico por la época del Rock que pretenden emular.
Todo lo apuntado hace que cuando “Little Devil” llega, la alegría con que afrontamos los primeros cortes del trabajo de DEAR SUPERSTAR se haya desvanecido. Sinceramente creo que se han equivocado de camino, teniendo en cuenta que no tienen un apoyo económico detrás lo suficientemente potente. Lo que podría haber sido un buen disco, acaba por convertirse en intrascendente.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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