jueves, 20 de febrero de 2020

MIDDIAN - "Age Eternal": Nacidos de YOB con ánimo de futuro.


YOB fue una formación que no tuvo suerte en su andadura. Continuos cambios de formación y una repercusión leve en el público hicieron que la pesada banda de Doom americano tuviera que cerrar indefinidamente por vacaciones. Pero su líder, Mike Scheidt no quería tirar la toalla, renombró la banda, varió un poco sus parámetros estilísticos y tan sólo un año después el debut de MIDDIAN está en nuestras manos. 

MIDDIAN parte desde donde YOB lo dejó. El Doom pesado y crepitante sigue como base, pero ahora se centran en estructuras mucho más dinámicas, mezclando otras sonoridades, muchos efectos psicodélicos que ya se veían en el último disco de YOB y una mayor variedad de voces. Ahora se puede clasificar a la banda dentro de corrientes más americanas cercanas al Sludge, aunque todavía con un apego muy grande por el Doom primigenio (SAINT VITUS, CANDLEMASS, PENTAGRAM...). Quizás lo que más llama la atención son los registros vocales que ha adquirido Mike, ahora predominan las voces más limpias y con unas inflexiones muy setenteras, al más puro estilo Ozzy. De hecho, en un reciente comunicado en la página web del grupo, el vocalista de MIDDIAN ha desechado usar voces guturales en el futuro, lo cual es una pena, porque ambos registros se complementan a la perfección.

Nombres como PORN, HIGH ON FIRE, SLEEP, CROWBAR... vendrán una y otra vez a la mente, pero desde un punto de vista aún más pesado y mastodóntico si cabe. Las estructuras son muy variadas, cambian de los tiempos más lentos a las velocidades más estimulantes, con un trabajo de guitarras muy bueno, no sólo centrándose en estáticos riffs, sino también dando rienda suelta a sus influencias más rockeras. Esto dota a los temas de un mayor dinamismo, dentro del estatismo general de la propuesta si se me permite la antítesis. Los cinco temas contenidos en este trabajo no se hacen para nada pesados, pues combinan muchos elementos de una manera notable lo que evita que surja el aburrimiento en el que se pare a escucharlos. Las estructuras suelen desarrollarse de manera progresiva, teniendo un cierto efecto hipnótico en el oyente que se siente atrapado en la música del grupo, a poco que esté un poco atento. Es una música exigente, no cabe duda, no apta para todos los estómagos, pero en general MIDDIAN es mucho más accesible que su proyecto padre. 


El sonido, sin ser lo mejor del trabajo, ayuda a potenciar la sensación hipnótica de los temas y dar una mayor contundencia y sensación pétrea a las guitarras. Las voces guturales y agresivas pierden un poco en la mezcla final, pero en general la producción es bastante adecuada para el estilo. De hecho consigue que la sensación abrasiva de los riffs sea mayor, distorsionando su sonido mucho más y aumentando su extremismo. Y es que el trabajo compositivo de MIDDIAN se centra fundamentalmente en las guitarras, las cuales recorren todo tipo de pasajes mientras la bien engrasada sección rítmica de Lindsay y Headrick pone el contrapunto manteniendo el pulso de los temas. Es curioso comprobar en la biografía del grupo que el bajista y el batería de MIDDIAN es la primera vez que se acercan a este estilo de música, quizás sea por eso por lo que suena todo tan directo. 

El brutal “Dreamless Eye” sirve de punto de apertura de este extenso trabajo. Casi diez minutos de furia absoluta tanto con la voz desgarrada de Mike como en su registro más psicodélico. Las guitarras recuerdan mucho a HIGH ON FIRE, pero desde un punto de vista más estático. “The Blood Of Icons” se convierte en un tema mucho más progresivo, una composición en la que cuesta entrar, pero que una vez que arranca tendrás la sensación de que se hace corta. La combinación de dos voces alcanza casi la perfección en este corte, y los efectos setenteros de las guitarras son desplegados sin ningún tipo de pudor, convirtiéndose en uno de los temas más ácidos de todo el plástico. Y así se llega a uno  de los cortes de más apego al Doom clásico, “Age Eternal”, donde Mike hace un mayor uso de su registro de voz limpio. Pero lo que más hace destacar a este tema es la capacidad que tienen las guitarras de atrapar al que está al otro lado del reproductor, los riffs se repiten una y otra vez, pero entrelazados con melodías y punteos que van girando en círculos una y otra vez hasta que es imposible salir de la atmósfera del tema, y eso siendo uno de los temas más largos, junto al último, del trabajo.

En la parte final del redondo, para salir del ensueño en que el tema título del disco nos había metido, “The Celebrant” es mucho más extrema y variada, en una onda muy similar a la del corte de apertura, pero sin dejar a un lado la vena más Doom. Y Así se llega al mejor tema para mi gusto del disco, el más extremo en todos los sentidos, “Sink To The Center”. Si has logrado llegar hasta aquí en tu sano juicio, probablemente este corte te sacará de quicio, su inicio es absolutamente mágico, con Mike abusando de uno y mil efectos en las voces, distorsionándolas al máximo y haciendo uso de un registro que casi parece nauseabundo. Las guitarras recorren todo tipo de disonancias y la sección rítmica parece una máquina de derrumbe. Brutal en todos los sentidos.

Si te gustan los platos fuertes, y no te importa tener que poner de tu parte para terminar con ellos, con “Age Eternal” disfrutarás de un buen menú. Duro y pesado, ácido y psicodélico, dinámico y estimulante... un gran disco que abre la veda para esta banda, que si bien se puede considerar una continuación de YOB, va mucho más allá, experimentando en nuevas sonoridades. Recomendable para los amantes del Doom americano.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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