Definidos
como un eslabón perdido entre MASTODON (¿por qué será que se multiplican las
comparaciones hacia ellos año tras año...?) e ISIS, los ingleses THE MIRIMAR
DISASTER debutan con un disco homónimo que es compendio de mucho y resultado de
poco, aunque deja entrever destellos de calidad que los elevan como alternativa
interesante a tantas y tantas bandas de género inclasificable, pero que beben
de la mezcla entre Metal, Hardcore y atmósferas a partes iguales.
El
sonido es ciertamente mejorable, demasiado maquetero para ser un disco
profesional, pero se les perdona por el hecho de ser su primer disco. No
obstante lo malo que tiene THE MIRIMAR DISASTER es la dispersión de ideas. En hora
que casi tiene de duración el disco no consiguen que ningún tema resalte sobre
el resto. Cortan y pegan pasajes de gran inspiración (coincidentes con sus
momentos más épicos) y los mezclan con grandes dosis de esquizofrenia sonora,
pero sin llegar a un destino definido, lo que hace que la escucha completa de
“The Mirimar Disaster” se haga algo cuesta arriba. Lo bueno del grupo es la
capacidad de concentración que tienen, creando momentos de cierta hipnosis
gracias a la insistencia de sus guitarristas en tejer densas telas de riffs
disonantes y de gran calidad.
Aunque
la indefinición estilística es clara, THE MIRIMAR DISASTER combina elementos
que unen, o unieron, en una época a grupos como los citados ISIS, NEUROSIS, los
primeros CULT OF LUNA y en un terreno más Hardcore, SNAPCASE. Es decir, el
novel grupo inglés tiene una base core muy profunda (cercano al Noise en muchos
momentos), pero trata de crear largas estructuras y atmósferas opresivas, de
cierta base Sludge, que tienen en temas como el de apertura, “Persius”, uno de
los mejores del trabajo, un exponente bastante representativo. El problema sin
embargo viene de la mano de la ineludible pérdida de interés progresiva en la
música del grupo conforme pasan los minutos y los temas se suceden sin llegar a
ningún sitio en concreto. Parece que hayan puesto como duración máxima los
siete minutos de muchos cortes y de ahí en adelante se limitaran a repartir
ideas por aquí y por allá sin mucha cohesión.
Algunos
pasajes en concreto son dignos de alabanza en cualquier caso, y las partes más
intimistas de “Ten Fifty”, antes de volverse repetitivos en la parte final de
la composición son un ejemplo. También es destacable el trabajo de riffs de
“Let Them Stay Behind”, donde consigue el grupo una estructura progresiva y
adictiva que es de lo mejor del disco, sabiendo como redondear el corte para
que no se diluya en sucesivas escuchas en la intrascendencia, tal y como ocurre
en el resto de los temas. O finalmente, el interludio instrumental de “Her
Tides Bear No Compassion” que por momentos recuerda a las partes acústicas de
OPETH. En todo caso, son pasajes que reflejan calidad y que ponen sobre aviso
hacia el futuro próximo de la banda.
En definitiva, THE MIRIMAR DISASTER tiene aún mucho camino por recorrer.
Se les ven destellos de genialidad, pero falta que pongan en orden sus ideas
para que puedan acercarse a alguna de las bandas de las que beben. Aún así, si
te pica la curiosidad y te gusta este tipo de sonoridades, puede que descubras
un valor de futuro, aún por madurar, pero valor al fin y al cabo.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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