¡Qué
bestialidad! Siento ser tan mortal en esta opinion, pero es lo que se piensa
cuando se escucha del tirón “Plague”. Al principio me costó cogerle el ritmo al
disco, pero una cosa tuve clara desde que lo puse en el reproductor, MIGRAINE
no es precisamente una banda que quiera ser condescendiente con el oyente no
acostumbrado al sonido más extremo. Y es que esta banda española (con letras en
inglés), proveniente de formaciones como ROTTEN MINDS u ORUJO DE BRUJAS, sabe
perfectamente lo que quiere, dar cera por todas partes, con mayor o menor
dinamismo según el caso, pero siempre con el objetivo de no dejar títere con
cabeza.
Afortunadamente,
y el miedo mayor que tuve al empezar a escuchar el disco era éste, el disco
goza de una producción excelente, aunque hay algo que no me termina de
convencer en la mezcla final. La rítmica, en especial la batería, suena
descomunal, especialmente en las partes más veloces y donde MIGRAINE amaga más
de un momento de furia blast-beat, pero si hay un vencedor absoluto por el
sonido de los estudios Sadman, es el bajo de Gato. Siempre presente, y lo que
es más importante, con mucho que decir pues no es el típico bajista que se
limita a estar un paso por detrás de las guitarras repitiendo, adaptadas a su
tonalidad, las líneas rítmicas de las seis cuerdas. Pero no todo son flores,
como adelantaba al principio de este párrafo. En la mezcla final sufre la voz
de Sera, que además tiene el handicap añadido de que es muy
“personal”. En mi opinión el volumen al que han aupado las cuerdas vocales del
frontman de MIGRAINE hace que acabe por saturar en sucesivas escuchas, aunque
incremente el grado de agresividad. A esto hay que añadir que, a priori, puede
ser el elemento de MIGRAINE que más escuchas sucesivas precise: una voz rasgada
al máximo, que ni es Grind, ni es Hardcore, (a veces puede sonar como si fuera
un viejo cabreado y con la voz ya muy cascada), pero que poco a poco, con
paciencia, acaba convirtiéndose en el punto de personalidad clave del grupo.
Dichas
las virtudes y los puntos a mejorar de MIGRAINE, ¿qué ofrece musicalmente el
grupo? Pues una mezcla de Hardcore acelerado, Grind y groove Metal, que puede
ser el cruce perfecto entre unos primigenios S.A. y la etapa media de NAPALM
DEATH (“Diatribes” en mente), con algún que otro toque a lo SEPULTURA y
SOULFLY. No hay mucho espacio para el lucimiento personal, salvo algún que otro
solo secundario, pero en conjunto MIGRAINE suena compacto y bien engrasado,
notándose las tablas que atesoran sus componentes. Por un lado, todo es muy
extremista y acelerado en algunos momentos, pero por otro lado también estamos
ante un disco intenso, denso y pesado en otros momentos, para mí los mejores,
dicho sea de paso. Pero en resumen se puede decir que MIGRAINE es, como decía
en términos mundanos al principio, bestialidad sonora, repetitiva pero también
adictiva. Quizás “Plague” no sea un disco apto para todos los oídos. Quizás la
repetición de esquemas puede resultar un poco cargante para los que no estén
acostumbrados. Quizás. Pero lo cierto es que el segundo trabajo de esta
formación saca a relucir buenas virtudes, y pocos puntos a mejorar.
Nada
más empezar, y tras una breve intro “Under Experiment” fuerte. Inicialmente con
riffs pesados, contundentes y casi Sludge, para de repente, sin esperarlo
acelerarse hasta cotas sobrehumanas y dejarnos con cara de tontos ante lo que
acabamos de presenciar. La fiesta no decae y “That Smell” hace otro tanto. A
partir de este momento el disco se centra un poco más en el Groove y en el
poderío rítmico, destacando como ya indiqué la labor de Gato en el bajo,
destacando “His Cross In My Neck” auténtica composición rompecuellos que es
puro NAPALM DEATH del “Diatribes”. Pasando el ecuador, un cambio de tercio hace
aparecer otro tema me parece muy destacable, “My Puppets Play”, con un ritmo
Crust muy rockero y heredero de grupos como DISFEAR o DRILLER KILLER con
revoluciones rebajadas, una influencia crustie que no se irá pues “Metal Toys”
vuelve a insistir en patrones similares, siendo un tema con una estructura
peculiar, que funciona muy bien. Ya para acabar, MIGRAINE se destapa como un
grupo adorador también de las melodías pegadizas en “As In My Dreams”, un
ejercicio de más de siete minutos, con final “experimental” (invirtiendo la
velocidad de la cinta como si ante un rito satánico estuviéramos), en donde las
guitarras se tornan más accesibles y melódicas por momentos, pero sin dejar a
un lado la contundencia rítmica.
No sé si “Plague” hará que MIGRAINE pase más allá de curiosidad para el
público inquieto, pero lo cierto es que esta banda demuestra en su segundo
disco que ha bebido de una amplia gama de sonidos y aunque se han centrado en
mostrar su lado más extremista, los resultados son bastante buenos. Limando
asperezas y perfeccionando lo que ya tienen conseguido, un grupo bastante
interesante.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario