Segundo disco, después de casi ocho años, de una banda
veterana americana nacida en 1993, pero que por motivos muy diversos, se ha
dejado de lado mucho tiempo, lo cual es una pena, porque su música es
francamente buena.
Nada más escuchar el disco, puede que más de uno piense que
la voz la ha oído alguna vez antes. Probablemente sea porque es el cantante de
TRIVIUM, uno de los fichajes más acertados de Roadrunner últimamente. Pero nada
o muy poco tiene que ver con esa mezcla de Hardcore y Death Melódico, la música
de CAPHARNAUM. Las ideas del grupo van por otros derroteros más técnicos, un
cruce entre los DEATH más técnicos y el toque adictivo del Thrash
americano. La progresividad y la técnica de joyas como "Human" o
"Individual Thought Patterns" salidas de la mente de Chuck
Schuldiner, vendrán a nuestras mentes, aunque, evidentemente, quedando muy por
debajo de tan magnas obras.
Enrevesadas estructuras, pero a la vez capaces de
engancharte, e impecables melodías, son la nota dominante del grupo, que hacen
de temas como "Perpetuate Catatonia" o "Icon Of Malice",
auténticas obras de ingeniería. El trabajo de los guitarristas es realmente
excepcional, y la sección rítmica también está a la altura, consiguiendo que
todo funciones sin fisuras, lo cual, dado el nivel técnico de las
composiciones, parece difícil.
La producción es brutal, consiguiendo potenciar la
calidad musical del grupo, haciéndonos disfrutar de cada riff, de cada melodía,
de cada cambio de ritmo, y dejarnos boquiabiertos. En "Machines" y
"Icon Of Malice", Jason Suecof, cabeza pensante del grupo, se hace
cargo de las voces principales, con un estilo mucho más gutural, lo que da
mayor variedad y brutalidad a la música ce CAPHARNAUM.
El Death Metal también puede ser vehículo de lucimiento
musical. Para todos aquellos que busquen
contundencia y virtuosismo, CAPHARNAUM nos lo ofrecen con sumo gusto.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)