Después de casi diez años escribiendo sobre música (que se dice pronto), uno todavía es capaz de sorprenderse de tanto en cuanto. Ya todo está inventado, pero todavía queda hueco de vez en cuando para momentos de auténtica lucidez que, a pesar de coger un refrito de muchas otras cosas, consiguen sonar frescos y entusiasmantes. Así me ha ocurrido con los alemanes LONG DISTANCE CALLING, banda de nombre tan críptico como su música y que presentan con “The Flood Inside”, su cuarto disco, el primero con un vocalista propio entre sus filas, más allá de invitados de excepción, que también aparecen en este trabajo. Sonidos fluctuantes, estructuras abiertas, influencias de amplio espectro y producción cálida y envolvente, son las notas características de LONG DISTANCE CALLING en general y “The Flood Inside” en particular, disco con el que se han ganado un fan que no tardará en investigar hacia atrás y esperar el hacia delante de este particular colectivo musical.
Y digo colectivo musical con conocimiento de causa, pues LONG DISTANCE CALLING tiene muchos paralelismos musicales y conceptuales con sus compatriotas THE OCEAN, sólo que con un mayor componente instrumental, pues hasta este trabajo, en el que la mitad de los temas son cantados y la otra mitad no, han contado con voces invitadas, pero en “The Flood Inside” ya tienen su propio vocalista, anecdótico pero integrado, Martin “Marsen” Fischer. El cuarteto/quinteto alemán adopta el concepto colectivo en su máxima expresión, y ofrece una música coral, inquieta, en gran parte germinada en la improvisación y el delirio grupal, pero también calculada y bien encajada en estructuras extensas, pero muy bien llevadas entre el clímax, la paz, la excitación y el cromatismo.
Recogiendo influencias de grandes grupos de Post-Rock en la vena de los últimos NEUROSIS, CULT OF LUNA, ISIS, PELICAN, JESU, etc… LONG DISTANCE CALLING se deja llevar a golpe de ritmos mecánicos y calurosos al mismo tiempo, como la oriental “Ductus” o la desértica “Tell The End”, la sureña y cargada de virtuosismo “Nucleus”, que sirve de introducción progresiva al trabajo y que ofrece alguno de los mejores destellos solistas por parte de David Jordan y Florian Füntmann, la ondulante “Waves”, que hace honor a su nombre y nos introduce en un mar de paisajes, la progresiva y metálica (que recuerda un poco a MASTODON) “The Man Within”, con un trabajo rítmico para quitarse el sombrero y el apoteósico final de “Breaker”.
La presencia de la voz de “Marsen” en “Inside The Flood”, “Tell The End” y “The Man Within”, fluye de forma natural entre los in crescendos rítmicos y las atmósferas coloristas, entre el pulso maquiavélico del bajo y la batería y los escaparates de energía de las guitarras, aportando un ingrediente más que ayuda a conformar la paleta amplia y envolvente de LONG DISTANCE CALLING. Por su parte, los dos invitados para la ocasión, Petter Carlsen (que según parece tiene en ANATHEMA un referente) y Vicent Cavanagh (de los propios ANATHEMA, en una versión muy edulcorada de sí mismo, pero adaptada a la música del combo) en “Welcome Change”, el tema más oscuro y completo del trabajo, tanto en su críptico inicio como en su excitante desarrollo cargado de progresividad, ofrecen otra postal para el recuerdo.
En conjunto, los ocho temas, tanto los instrumentales como los vocales, ofrecen un río en constante vaivén, un camino lleno de escondrijos y rincones para perderse, con referencias a todos los continentes, estilos y sonoridades. Insisto en como empecé esta reseña: a veces uno todavía es capaz de sorprenderse y LONG DISTANCE CALLING lo consigue en “The Flood Inside”: música para dejarse llevar y encontrarse con uno mismo una y otra vez.
(Crítica publicada también en: http://www.hellpress.com)