Corría el año 1983 cuando POSSESSED nació. En un principio
era un proyecto de Mike Torrao, que no llegaba a despegar por no encontrar la
formación adecuada. Larry Lalonde y Jeff Becerra militaban en una banda llamada
BLIZZARD de Heavy más clásico, hasta que Torrao los llamó al quedarse sin cantante.
Mike Sus entró poco después. Desde este momento el camino de POSSESSED quedó
abierto: Debbie Abono, una ya mayorcita señora, muy metida en el Metal más
underground y que conocía a Becerra y Lalonde (sus hijas salían con ellos) se
convirtió en su manager. Grabaron una demo "Death Metal" que fue
circulando hasta que cayó en las manos de Brian Slagel, de Metal Blade Records,
que metió un tema en un recopilatorio (tema que se regrabaría años más tarde en
el mini-lp de la banda "Eyes Of Horror"). Hablamos de "Swing Of
The Axe": tema directo, de puro Thrash, pero en el que ya están presentes
los elementos por los que destacarían en sus discos posteriores. Este hecho
hizo que consiguieran un contrato con Combat Records para grabar el álbum
(ahora reeditado por Century Media) del que hablamos: "Seven
Churches".
El contexto en el que salió "Seven Churches" no
podía ser más difícil. El Metal vivía una época convulsa y de alto nivel
creativo. METALLICA, SLAYER y MEGADETH, el tridente americano habían firmado
sus debuts dando lugar a una nueva música que ya llevaba un tiempo, a nivel
underground, gestándose: el Thrash Metal. En Europa, también surgió el tridente
no menos conocido de SODOM, DESTRUCTION y KREATOR con un estilo algo más
agresivo que sus paralelos americanos. Incluso el genio de Chuck Shuldiner ya
empezaba a dar sus primeros pasos con unos MANTAS adolescentes. POSSESSED bebió
de todo este contexto y fue capaz de crear un disco que llevaba el Thrash Metal
un paso más allá. Riffs más afilados, una técnica envidiable (todavía no
desarrollada al máximo) y una voz más cercana al Thrash europeo, agresiva.
Además en sus letras recogían el testigo de VENOM, ahondando en la temática
satánica, aunque como Jeff Becerra diría más tarde: no porque creyeran en esas
cosas, sino porque no se veían cantando en su música a las florecillas del
campo. Es precisamente en la técnica, en lo que destaca este álbum. La
producción sucia, pero lo suficientemente potente y clara como para
distinguirlo todo, deja entrever lo que su próximo larga duración, "Beyond
The Gates" iba a confirmar: las excelentes guitarras de Torrao y sobre
todo de Lalonde. Este último estaba por aquella época recibiendo clases de JOE
SATRIANI (que produciría años más tarde el mini-lp "Eyes Of Horror"
de la banda).
"The Exorcist", con la archiconocida introducción
de la banda sonora de la película, nos abre de una manera brutal y oscura un
disco de 40 minutos que se hace cortísimo. Sus desarrollos de guitarras
dobladas, a mil por hora, ponen la carne de gallina, aderezado con la rabiosa
voz de Becerra. En "Pentagram", una voz de ultratumba nos introduce
en una de las constantes del disco: los cambios de ritmo. Tema de gran
complejidad técnica, con un interludio de reminiscencias blueseras dónde se
aprecian las raíces de sus componentes. "Burning In Hell" nos
recupera los desarrollos de guitarra del primer tema, pero con partes aún más
técnicas. En "Evil Warriors", Jeff Becerra sencillamente se sale. Su
voz super-agresiva encaja perfectamente en un tema tocado a toda velocidad, con
unos riffs afilados que cortan el aire. "Seven Churches" nos muestra
un contexto más pausado (entendiendo por ello que bajan las revoluciones un 10%
nada más...) con continuos cambios de ritmo y unos solos complejos tremendos.
"Satan's Curse" nos devuelve a la caña, la velocidad sin moderación y
los solos más veloces que puedas escuchar. "Holy Hell" con una
introducción de guitarras mítica, nos da paso a un tema de desarrollo Thrash
más convencional, y con un Jeff Becerra de nuevo en estado de gracia. El solo
de Lalonde es de quitar el hipo. La parte final del tema tiene unos riffs que
nos puede recordar al "The Four Horsemen" de METALLICA, pero no
podemos hablar de imitación, sino más bien de tener tanta genialidad musical como
los odiados-queridos hombres de negro. "Twisted Minds" es uno de los
temas más pegadizos del álbum, con un riff central tremendo. Las campanas de
"Fallen Angel" nos devuelven la oscuridad que envuelve todo el disco,
un tema de nuevo con unos desarrollos de guitarras que dejan exhausto a
cualquiera y que abre la veda para la joya de la corona, "Death
Metal". Si el "Black Metal " de VENOM dio nombre a un género que
se gestaría años más tarde, el tema final del disco de POSSESSED hizo lo propio
con el "Death Metal". Es el resumen perfecto de todo el disco.
Velocidad, riffs afilados como hachas, voz agresiva y un estribillo que se
clava en la mente. Es un tema sin descanso, desde el mini solo de batería
inicial es imposible parar de mover la cabeza.
Si tuviéramos que dar un origen al Death Metal, sin duda
sería este disco. Bien es cierto que todavía está lejos de lo que sería el
género años más tarde, pero ese espíritu, esa técnica y ese sonido ya está aquí
presentes. DEATH, MORBID ANGEL y demás recogieron su testigo y llevaron más
allá esta corriente metálica que tantos y tantos grupos ha dado a la historia
musical. Su legado es escaso: tres discos oficiales y algunos piratas en
directo. Aparte de su ya mencionada demo y otras dos que editó Mike Torrao
cuando la banda original ya estaba disuelta. Con Jeff Becerra a punto de perder
la vida tras recibir un disparo que le dejó en silla de ruedas y Lalonde tras
su paso por BLIND ILLUSION, dedicándose a otros menesteres en PRIMUS, sólo
Torrao se mantuvo con el firme propósito de que POSSESSED no muriera. Trató de
reorganizar el grupo, y grabó dos demos una en el 91 y otra en el 93, con un
estilo ya puramente Death Metal, pesado y de voz más gutural. Pero no consiguió
reflotar el barco, así que después de girar con MACHINE HEAD en el 93, disolvió
definitivamente la banda.
¿Qué hubiera sido de la música sin POSSESSED?. Nunca lo
sabremos. Probablemente el Death Metal, acabaría por surgir igualmente, pero
¿habría conseguido Chuck Shuldiner sacar su "Scream Bloody Gore" si
Torrao y compañía no le hubieran allanado el camino?. Preguntas sin respuesta,
pero lo que si está claro es que POSSESSED son una banda de culto, pionera,
necesaria para entender de qué va esto del Death Metal y del Thrash
evolucionado que estaba por llegar. POSSESSED son al Death Metal lo que
REPULSION al Grind, nunca se les considerará los más grandes del género (para
eso está DEATH en uno y CARCASS en otro, de manera justa, claro) pero sin
ellos, sin su semilla, probablemente la evolución del Metal habría sido más
lenta. No se les haría justicia si no se reconociera su importante labor,
¡larga vida al legado de POSSESSED!.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)