jueves, 21 de enero de 2016

ENTOMBED - "Wolverine Blues": Death 'n' Roll


Muchos quizás os sorprendáis de que haya escogido este disco de ENTOMBED para reseñarlo como clásico. Pude haber escogido perfectamente esa joya que es "Left Hand Path" o el infravalorado por la banda pero que es tan bueno como su debut, "Clandestine", pues son dos obras maestras de Death Metal sueco, plenamente continuistas con la tradición NIHILIST (banda previa de los miembros de ENTOMBED), CARNAGE, DISMEMBER... Sin embargo he preferido dejar a un lado lo fácil y evidente, y reseñar el disco que cambió el devenir de la banda y probablemente abrió la veda para que otros (DESULTORY, PUNGENT STENCH, CARCASS...) hicieran lo mismo, el disco que hizo aparecer la etiqueta de Death ´n´ Roll: "Wolverine Blues".

¿Necesitan presentación ENTOMBED? Una banda capital en la historia de la música extrema, conocidos por unos directos arrolladores (todavía me acuerdo de las caras de muchos cuando telonearon a IRON MAIDEN hace unos añitos), con un frontman incansable, Lars-Göran Petrov, y un estilo que pese a su aparente simpleza, consigue transmitir una fuerza y un dinamismo increíble. Nacidos en 1989, tras la disolución de NIHILIST, "Left Hand Path" (1990) y su sucesor "Clandestine" (1991) son dos obras que no deben faltar en la discoteca de cualquier fan del sonido de Estocolmo de los primeros noventa. Ese sonido que los estudios Sunlight de Tomas Skogsberg sabía sacar de las bandas que pasaban por sus manos. Entre un trabajo y otro la banda había perdido a Petrov durante una breve temporada, cuyo puesto fue cubierto primero por el propio Nicke Andersson (junto a Alex Hellid los verdaderos creadores de ENTOMBED), y más tarde por Orvar Säfström, pero pronto volvió la oveja descarriada al grupo, dispuesto a grabar su tercer trabajo completo, el "Wolverine Blues" que me dispongo a comentar.

Aunque es evidente que el sonido no lo querían cambiar, pues volvieron a grabar con Skogsberg, el gusto por el Rock And Roll más clásico de todos sus componentes se hizo evidente (y en particular de Nicke, que no mucho después formaría THE HELLACOPTERS, convirtiendo a la que fue su banda paralela, una vez que se fue de ENTOMBED, en casi más famosa que el grupo en el que empezó a grabar). Así "Wolverine Blues" se alejaba de los parámetros Death Metal de los dos primeros discos, y se simplificaba y volvía más pegadizo, con mucho sentimiento Punk. En su momento esto generó que muchos de sus fans se descolocaran ante el devenir de la banda, pero también consiguió abrirles fronteras y llegar a recibir premios. Se abrió así la etapa más exitosa para la banda, que también generó su silencio relativo en lo que a discos se refiere hasta su siguiente trabajo completo, "To Ride, Shoot Straight And Speak The Truth" de 1997, y el último en el que Nicke estuvo presente, antes de dedicarse en cuerpo y alma a THE HELLACOPTERS, siendo sustituido en la batería por Peter Stjärvind, aún hoy en la banda. Después vendrían una serie de álbumes con altibajos: "Same Difference" (1998), "Uprising" (de 2000 y uno de mis preferidos), "Morning Star" (2001), "Inferno" (de 2003 y el más flojo para mi gusto) y el que sacarán en verano de 2006, "Serpent Saints", aunque ya nunca abandonarían esta mezcla de Death Metal y Rock And Roll que les ha hecho famosos.

Pero hablemos de "Wolverine Blues" que era el objetivo de esta reseña. El trabajo se abre con un trallazo para la historia. Después de un zumbido vacilante y una intro pegadiza, comienza uno de los cortes más Death de todo el disco, "Eyemaster". La voz de Petrov no es gutural como en "Left Hand Path", pero no pierde su sonido agresivo lleno de mala leche. Los riffs de este tema son increíbles, se te quedan grabados a la segunda escucha, y ya derrochan Rock por todos sus poros, algo que se hace más evidente en "Rotten Soil", conducido por un riff muy sencillo, pero ante el cual es imposible no mover la cabeza. Los cambios de ritmo del tema, lo convierten en uno de los más variados de todo el disco, y toda una joya en la historia del grupo. La rapidez se deja a un lado, en favor de la contundencia y la pesadez en "Wolverine Blues", uno de los temas donde la labor de Petrov más resalta, donde de nuevo la mezcla de sencillez y efectividad hacen que no puedas quitarte de la cabeza los riffs cuando terminas de escuchar el tema.

Y es que si algo consiguieron ENTOMBED con este tercer trabajo fue dar una lección de lo que debe de ser un forma sencilla de atraer a los oyentes: todos los temas de "Wolverine Blues", ya sean rápidos o a medio tiempo, consiguen enganchar desde la primera escucha. Incluso en el caso de "Demon" uno de los cortes más extraños de todo el disco, que parece no arrancar nunca, hasta que ya al final consigue encontrar el riff adecuado para ser tarareado. El trabajo de Nicke Andersson en la batería es de sobresaliente en este tema, cargado de cambios de ritmos para nada sencillos aunque aparentemente así lo parezcan. Y llegamos a uno de los himnos del disco para mi gusto, "Contempt" otro medio tiempo rockero donde Petrov se desgañita y donde las guitarras de Uffe y Hellid suenan pesadas como losas, unas veces y llenas de matices otras. Es quizás uno de los temas donde las seis cuerdas están más elaboradas, pero a la vez donde más sentimiento rockero escupen. Siempre será uno de mis cortes favoritos del disco, aunque solo sea por su final in crescendo.

La tralla comedida, pero cargada de ritmos y riffs pegadizos, vuelve con "Full Of Hell", un corte que es carne de directo, y donde ENTOMBED casi parece una banda de Stoner, sino fuera por las voces de Petrov. Esta misma línea es seguida por otro de mis cortes favoritos del plástico, "Blood Song", tema en el que la voz de Petrov suena aún más agresiva que en el resto del trabajo, y donde las guitarras vuelven a tener un justo protagonismo tanto en forma de riffs pegadizos y variados como en forma de solos cortos pero muy rockeros. De nuevo la efectividad del medio tiempo viene en uno de los cortes que más calado tiene entre la audiencia del grupo, "Hollowman". Una de las composiciones más largas del disco teniendo en cuenta que casi ninguna llega a los cuatro minutos, lo que permite que pueda pasar por todo tipo de pasajes, algunos de los cuales pueden considerarse casi como Blues en versión Death Metal. El final del tema es de infarto (una de las pocas veces en todo el disco en que Nicke usa el doble bombo), todavía consigue emocionarme cada vez que lo escucho (y eso que lo he escuchado decenas de veces).

Los dos temas que restan de "Wolverine Blues", recogen por un lado de nuevo la tralla y el Rock con el que se abría el disco, como ocurre en "Out Of Hand", y el medio tiempo contundente y variado de "Heavens Die". Entre ambos temas se resumen perfectamente los sonidos de "Wolverine Blues": Voces Death, caña, riffs pegadizos, mucho Rock por todas partes, e irreverencia y odio a raudales, como demuestra la rabia con la que Petrov canta en "Out Of Hand" (otro tema que es carne de directo) y que es una forma perfecta de acabar con esta obra de los suecos ENTOMBED, que quizás fuera la que más puertas les abrió (lo cual les hizo perder algunos fans primerizos), pero que es una obra maestra en cualquier caso.

La historia del grupo cambió, muchos grupos descubrieron en la fórmula de ENTOMBED la perfecta combinación para llegar a terrenos más amplios, después de ver como el Death Metal no despegaba, en lo que a atención del público se refiere, a mediados de los noventa... sólo por esto "Wolverine Blues" debe ser considerado un clásico por todos, pero si además el disco está tan bien compuesto, es tan compacto y directo, y consigue que no te olvides de él en mucho tiempo, la cosa se convierte en clásico imprescindible para entender la evolución de la música extrema a lo largo de los noventa. Una joya que no debe faltar, y si por casualidad tienes la oportunidad de ver a ENTOMBED en directo, no dudes ni un momento en acudir. Sus directos son pura dinamita.




(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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