Dentro de la escena británica de los noventa podemos distinguir dos corrientes punteras: todos los grupos post “beat” que conformaron la escena independiente que aún hoy sigue coleando y los que recogiendo el testigo de la electrónica Pop a lo PET SHOP BOYS, lo supieron adaptar a los noventa: al Hip Hop, al Rock y a la Electrónica más machacona, dando lugar a lo que se llamó Big Beat junto a THE PRODIGY y FATBOY SLIM, los tres grandes en este sentido, cada uno con su controvertida personalidad como carta de presentación. Después de pasar un tiempo como THE DUST BROTHERS, ya con su nueva denominación editaron el debut “Exit Planet Dust” (haciendo un guiño a su primer nombre) y el dúo formado por Tom Rowlands y Ed Simons saltarían a la fama, fichando desde ese momento con Virgin.
La continuación del prometedor debut no se hizo esperar y “Dig Your Own Hole” nació dos años después en 1997, teniendo como invitados a la cantante Beth Orton en “Where Do I Begin”, que ya colaboró con THE CHEMICAL BROTHERS en su debut y al enlace entre la nueva escena electrónica y el Brit Pop, Noel Gallagher de OASIS que prestó su presencia en “Setting Sun”. Además de las citadas composiciones el trabajo mantiene los principios del debut: esa mezcla entre la excitación Rock, la suciedad Funk, los ritmos machacantes del Hip Hop y cómo no, los beats electrónicos, ingredientes todos ellos que conforman un buen cóctel de excitación rockera y groove electrónico para gustar a amantes de la música orgánica y enlatada a partes iguales (característica clave de todos estos grupos de la escena Big Beat).
Aunque destaca sobremanera el corte de apertura, uno de los temas insignia de THE CHEMICAL BROTHERS, “Block Rockin' Beats”, con esa constante frase repetida y el ritmo sincopado que el bajo Funk nos mete en el cuerpo, el trabajo está muy compensado entre cortes orgánicos y otros más Dance Club como la dupla formada por “It Doesn’t Matter” y “Don’t Stop The Rock”, que nos hará entrar en trance absoluto. La larguísima pero no por ello menos excitante “Elektrobank” también destaca por su ritmo contagioso y el cierre de “The Private Psychedelic Reel”, también tirando de elementos más puramente electro conforman el que para muchos es el mejor trabajo del dúo.
Desde su formación, THE CHEMICAL BROTHERS han sabido mantenerse en su cómoda posición a medio camino entre el Indy y la Electrónica, lo cual les permite gozar de amplio y también cambiante público. La trayectoria no siempre ha sido regular y con el tiempo fueron perdiendo cierta lucidez en sus composiciones pero siguen siendo padres de un género que hizo confluir gran parte de la historia de la música moderna de los noventa.
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