martes, 26 de mayo de 2015

JOHN LEGEND & THE ROOTS - "Wake Up!": Conjunción de talentos.


Hay colaboraciones y proyectos que a priori transmiten buenas sensaciones. Eso es lo que ocurre con “Wake Up!”. Cuando salió en 2010, suponiendo la unión del talento consagrado de THE ROOTS, como uno de los renovadores del Hip-Hop, acercándolo al Funk, el Soul y el Jazz, con el talento en alza de JOHN LEGEND, cantante de Neo Soul influido por los grandes, MARVIN GAYE, SAM COOKE, BILL WITHERS…, a lo que se añadían algunas otras colaboraciones como C.L. SMOOTH, COMMON o MELANI FIONA (que hace un dúo junto a Legend en el tema título que recuerda a los duetos de GAYE – TERRELL), los aficionados al género no pudimos más que frotarnos las manos. Si además se echaba un vistazo al programa, constituido por un puñado de clásicos del Soul salidos de la cabeza de entre otros CURTIS MAYFIELD, EUGENE McDANIELS o los citados GAYE y WITHERS, las ganas de escuchar el disco se multiplicaban. El problema de estas cosas es que a lo mejor al final decepcionan. No es el caso de “Wake Up!”.

Empezando con un tremendo “Hard Times” de MAYFIELD con LEGEND demostrando que además de buen cantante es buen pianista, “Wake Up!” es un tributo a un género. THE ROOTS opta por seguir su línea centrada en el ritmo y en la suciedad Funk, con algún que otro guiño al Hip-Hop, mientras la voz elegante y melódica de LEGEND se encarga de poner alma a los cortes. Más adictiva si cabe es “Compared To What”, muy intensa y cargada de ritmo y síncopa. La clave es renovar los clásicos para acercarlos a nuevas audiencias, y en eso el disco cumple con creces. La producción sin embargo, siguiendo la estela de THE ROOTS es gramofónica, emulando el clasicismo y el espíritu del pasado, lo que unido a la precisión rítmica milimétrica de la que hace gala THE ROOTS, y a la clase de LEGEND, puede generar la escucha de “Wake Up!” algo fría al principio, pero las ganas y la fuerza que se imprime en cada composición, acaban por compensarlo, como en el tema título, “Wake Up Everybody” donde colaboran COMMON y MELANI FIONA, que levanta de la silla a cualquiera.

En la segunda parte del trabajo encontramos otras joyas en medio del nivel sobresaliente como son “Wholy Holy” de MARVIN GAYE o “I Can't Write Left Handed” de BILL WITHERS. Siendo ambos influencias claras de LEGEND, parece como si el cantante se sintiera en su casa, haciendo suyas ambas composiciones, mientras THE ROOTS le ponen un colchón añejo y cargado de humo a sus espaldas. Temas espirituales, cargados de sentimiento y que se renuevan lo justo, en lo que a ritmos y estructura se refiere, que no en cuanto al alma que desprenden. Pero no me quiero dejar tampoco “Little Ghetto Boy”, que popularizara en su momento DONNY HATHAWAY y en donde LEGEND y THE ROOTS se acompañan del rapero BLACK THOUGHT. La melodía y el ritmo Funk-Soul están ahí, pero el toque Hip-Hop le da un aire totalmente nuevo y diferente, que ni siquiera la interpretación clasicista de LEGEND nos hace olvidar. No en vano, THE ROOTS son conocedores del cancionero de DONNY HATHAWAY pues ya han versioneado en más de una ocasión el clásico “The Ghetto”.

Como decía al principio, proyectos como el de “Wake Up!” transmiten buenas sensaciones desde el principio. Si luego los resultados son tan buenos, uno no puede más que dejarse llevar y disfrutar. JOHN LEGEND y THE ROOTS dieron en el clavo y consiguen en este trabajo renovar y rendir homenaje al mismo tiempo. Una gozada.





“I Can’t Write Left Handed”: https://www.youtube.com/watch?v=odpJw1OEM8s

miércoles, 20 de mayo de 2015

RIOT - "Thundersteel": Una banda infravalorada


El caso de RIOT es un ejemplo de injusticia dentro del negocio musical. Aunque su debut, "Rock City", data de 1976, y no cabe duda de que poseen muchos fans alrededor del globo, el éxito de la banda tras 30 años de historia es moderado y para nada correspondido con su enorme calidad. Quizás sea consecuencia de sus inicios poco promocionados, o debido a sus constantes cambios de formación. Incluso puede que este resultado sea fruto de que RIOT no ha sido una banda muy prolífica en discos... sea cual sea la causa, la banda de Mark Reale no ha podido quitarse la etiqueta de banda de culto y sin embargo, es elogiable la tenacidad de su creador por mantener a flote RIOT disco tras disco, con la misma ilusión del primer día.

Los neoyorkinos nos visitaron no hace mucho por varios puntos de la geografía española, y aunque en ninguno de los conciertos la audiencia pasó de 400 personas, los que pudimos asistir a alguna de sus descargas nos volvimos a casa con la sensación de haber visto a una gran banda. El nuevo vocalista desde que Mike DiMeo se dedicara en exclusiva a THE LIZARDS, el enorme (en lo que a cuerdas vocales se refiere), Mike Tirelli, dio muestras de adaptarse a las mil maravillas a los registros vocales de sus predecesores, incluso a los agudos de los que hace gala Tony Moore en "Thundersteel". Esto demuestra que hay RIOT para rato, afortunadamente, lo que unido a que por fin en este 2006 podremos disfrutar del nuevo disco de la banda, algo retrasado durante más de tres años por la situación de DiMeo con respecto a la banda, hace que todos sus fans estemos de enhorabuena.

Centrándome en "Thundersteel", el sexto álbum de estudio de RIOT, puedo decir, sin que sea exagerado, que es uno de mis diez discos favoritos de todos los tiempos, el "Painkiller" particular de la banda de Mark Reale. Un disco que vino en una etapa delicada para la banda, tras casi cinco años de silencio en los que solo la terquedad de Reale por hacer que RIOT siguiera adelante, consiguió que la banda no se disolviera definitivamente. Atrás quedaba su fantástico debut, "Rock City" y el no menos increíble "Narita" de 1979, de un cariz más clásico y menos rápido que "Thundersteel", pero donde la melodía de Reale en las seis cuerdas y la particular voz de Guy Speranza, el primer vocalista de la banda, consiguen hacer llegar al éxtasis. En muchas entrevistas (teniendo en cuenta que Mark Reale no concede excesivas), el líder de RIOT siempre lamenta la poca fuerza que su sello de entonces puso en su proyecto, lo que les hizo perder importantes giras que quién sabe a qué altura podrían haber puesto a la banda, demasiado infravalorada para mi gusto.

Aún así, lo mejor estaba por llegar. En 1981 la banda estaba en su momento más creativo y sacaba al mercado el precedente musical de "Thundersteel", el tercer disco de RIOT, "Fire Down Under". Mucho tiempo dudé entre reseñar "Thundersteel" o este tercer trabajo, pero al final me dejé llevar por mi gusto personal más que por la objetividad. "Fire Down Under" siempre ha sido considerado por los fans un punto culminante de la carrera de RIOT, para muchos uno de los primeros discos de Speed Metal de la historia. Tras la marcha de Guy Speranza, Rhett Forrester se unió a la banda y su voz más cálida hizo que Reale cambiara la orientación musical hacia terrenos más Hard Rock en "Restless Breed" y "Born In America", tras lo cual una serie de problemas en el seno de la banda, y la falta del ansiado éxito que parecía no llegar nunca, hizo que RIOT se deshiciera temporalmente.

Afortunadamente, una banda completamente nueva formada con un joven monstruo de las baquetas, como ya demostrara previamente en el seno de la magnífica banda de Thrash JUGGERNAUT, como es Bobby Jarzombek (aunque no está presente en todos los temas del disco, turnándose con Mark Edwards), el bajista Don Van Stavern y el vocalista Tony Moore, capaz de llegar a agudos imposibles, pero con la suficiente versatilidad en la voz para adaptarse a otras tesituras, aparte del propio Mark Reale, grababan nuevamente  en 1988 un álbum para la historia, mezcla de Heavy y Speed Metal que en muchos temas deja con el culo al aire a los grupos de Power Metal posteriores. Este disco es, por supuesto, "Thundersteel", el disco objeto de esta reseña.

No se puede empezar un disco de una forma más efectiva como con el propio "Thundersteel", tema título del trabajo. El riff de entrada ya quedará grabado a fuego en nuestros cerebros, mientras el doble bombo y las baquetas a mil por hora de Jarzombek harán el resto, junto con un solo fantástico que el señor Reale se marca en la parte central del tema y la voz de Tony Moore, que en este corte llega a cota de potencias increíbles. Una composición para no parar de mover la cabeza y desfasar, que en directo es pura dinamita. Esta línea se ve continuada en "Fight Or Fall", donde el doble bombo se mantiene, pero el nivel de revoluciones baja para un mejor lucimiento de Tony Moore en tesituras más melódicas y con un estribillo más épico que entra a la primera.

Después de tan magnos trallazos el cuerpo precisa un descanso, pero ¡vaya descanso!, uno de los mejores temas del disco y sin embargo más a medio tiempo. Muchos grupos europeos como HAMMERFALL le deben a "Sign Of The Crimson Storm" admiración absoluta. Un corte extenso, épico, con unos riffs muy BLACK SABBATH, y donde la parte más cálida de la voz de Tony Moore sale a relucir en forma de unas melodías superlativas. El papel de Don Van Stavern es fundamental en este tema, manteniendo el pulso de manera magnífica, lo que unido al gran sonido ochentero de la producción, hace que este tema sea una de las obras maestras del grupo.

Y tras la calma, vuelve la tempestad en forma de "Flight Of The Warrior", típica de sus directos y uno de los temas más asimilables al Power Metal del disco. Nuevamente Jarzombek deja exhausto, aunque Tony Moore modera más su voz que en "Thundersteel", consiguiendo sensación de calidez a la par que de fuerza. El lucimiento de Reale en el solo vuelve a ser fantástico, aunque no es lo mejor que puede sacar de su instrumento. A pesar de pecar de algo previsible, es también un gran corte, aunque algo tapado por la suprema "On Wings Of Eagles", tema con un ritmo frenético muy similar a "Fligth Of The Warrior", pero diferenciado del anterior en dos cosas fundamentales: unos riffs rockeros pero poderosos a más no poder, que cambian encajados en una variada estructura llena de sorpresas, y un trabajo de Tony Moore excepcional, sobre todo en el pegadizo estribillo. Además el solo experimental y lleno de efectos que se marca el señor Reale es de órdago.

Un aparente nuevo descanso en lo que a revoluciones se refiere viene de la mano de "Johnny´s Back", otra habitual en sus directos, de corte más clásico en sus riffs y donde Van Stavern vuelve a la primera plana con una gran línea de bajo, y Tony Moore llega a agudos inhumanos a la par que con su cariz melódico se marca otro gran estribillo. Nuevamente un gran corte que precede a otro de mis preferidos, "Bloodstreets". Muchos diréis que estoy loco al considerar esta composición una de mis preferidas, pero hay que escucharla para entenderlo. El medio tiempo que ya hizo su presencia en "Sign Of The Crimson Storm", vuelve en forma del que se puede considerar el tema más intimista y lleno de sentimiento del disco. Las melodías que Reale saca de su guitarra me recuerdan a "Narita", otro de mis discos favoritos del grupo, y Tony Moore parece que va a acabar llorando al final del tema. Desde la introducción acústica hasta su apoteósico final, este corte es de lo mejorcito de la historia del Heavy Metal. Así de simple.

La tendencia más clásica de "Johnny´s Back" vuelve con "Run For Your Life", un tema que siempre que lo escucho me recuerda a SAXON, aunque siempre que te lo imagines con la única voz de Biff. Quizás tenga la mala suerte de estar entre dos composiciones superlativas, la ya citada "Bloodstreets" y el bombazo que aún está por llegar, "Buried Alive (Tell Tale Heart)", pero el clasicismo Heavy de este tema lo convierte, aún así, en imprescindible dentro de "Thundersteel".

Y por fin, poniendo punto y final a esta obra maestra, un corte de casi nueve minutos, que te dejará con unas ganas tremendas de volver a poner el disco otra vez en el reproductor. La introducción de Reale es sublime, un solo cargado de sentimiento, a la par que técnico, capaz de hacerte volar si cierras los ojos, tras el cual, y después de unas lúgubres campanas, comienza el épico tema de "Buried Alive". Todos los miembros de RIOT en este corte cumplen con nota de sobresaliente, desde Jarzombek, que deja a un lado su velocidad trepidante para hacer un acompañamiento lleno de cambios de ritmo y breaks, pasando por el pulso fundamental de Van Stavern, la profunda y desgarradora voz por momentos de Tony Moore, y desde luego, el sublime trabajo de Reale en las seis cuerdas, tanto en el campo de los riffs, la segunda línea de guitarra y sobre todo, en los solos. Un broche de platino para un disco indispensable (incluso aunque muchos digan que su portada es la peor del grupo, opinión que no comparto).

Tras "Thundersteel" entraría Mike Flyntz (aún en la banda) como segundo guitarrista, y Tony Moore se mantendría aún un disco más en estudio, "The Privilege Of Power", dando paso al cuarto vocalista en la historia de RIOT (que grabaran algún disco), y uno de los que se mantendría más tiempo en la banda, Mike DiMeo, dando lugar a varios discos muy buenos entre los que destaca "Nightbreaker" (mi favorito), "Inishmore" y el que era el último disco de la banda hasta ahora, "Through The Storm" (otro de mis favoritos) en 2002. Con DiMeo grabarían otro disco, pero tras dedicarse más en serio a THE LIZARDS y con la entrada de Mike Tirelli, el teórico nuevo disco de RIOT se retrasó aún más (aunque según parece saldrá a lo largo del verano).

En cualquier caso, RIOT merece ser una banda mejor considerada en la historia del Heavy Metal. Otros con menos calidad (y cada vez menos según pasan los años), llenan estadios, mientras los neoyorkinos se conforman con pequeñas audiencias, aunque afortunadamente con fieles fans. Desde aquí mi humilde aportación a tratar de encumbrarlos por fin de una vez por todas. Únete a la armada RIOT.




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lunes, 11 de mayo de 2015

TRIANA - "El Patio": Todo es de color en Triana.


Hay discos que marcan un antes y un después. Bien sea el inicio de un nuevo estilo, el nacimiento de un grupo trascendental... el caso es que tanto desde un punto de vista objetivo, como subjetivo para muchos, hay discos que no reciben más que alabanzas fruto de su significado. En este grupo de discos, siendo localista, pero también recordando la trascendencia internacional que tuvo, “El Patio” de TRIANA merece, desde mi punto de vista, estar dentro de ese selecto club de obras. Soy consciente de que algunos se verán sorprendidos de ver este disco reseñado en la sección de clásicos de esta web y más por un individuo tan “extremo” musicalmente hablando como el que suscribe, pero considero “El Patio” una obra maestra y personalmente, en mi top 5 de discos que me llevaría a una isla desierta. Y lo mejor de todo, más de 30 años después, el disco suena sin síntomas de vejez y me consta que mantiene su capacidad de impresión en aquéllos que no han escuchado a TRIANA nunca, todo un logro a mi modo de ver.

Hecha esta reivindicativa introducción, para encontrar los orígenes de TRIANA, tenemos que remontarnos a 1973, cuando se formó el grupo TABACA, donde estaban Jesús De La Rosa y Eduardo Rodríguez y que pretendía seguir la tradición de bandas como Crosby, Stills, Nash & Young, pero que chocaba con lo que la industria musical española del momento pretendía encontrar, con lo que el grupo no dio mucho de sí y acabó por disolverse. Para seguir viviendo, De la Rosa y Rodríguez tuvieron que compaginar la creación de sus propios proyectos musicales, con la participación en grupos de éxito y así pagar las facturas. Así se puede entender el hecho de que Eduardo Rodríguez estuviera en LOS PAYOS, grupo que tiene en su haber un hit veraniego como “María Isabel”. Pero las mentes inquietas de De La Rosa y Eduardo no se vinieron abajo y en 1974 nació TRIANA, en unión a Juan José Palacios “Tele” que Eduardo conoció en LOS PAYOS. En esa formación primigenia de TRIANA, estaba presente también Manuel Molina como guitarrista y Lole dando palmas y zapateando, pero el resultado no convenció del todo a De La Rosa y Eduardo por lo que pronto ambos fueron suplidos por Manolo Rosa tocando el bajo, el cual nunca se integró como miembro de pleno derecho en TRIANA, pero fue bajista de la formación sevillana en sucesivos discos.

La formación estaba completa y TRIANA era ya una máquina en movimiento, pero faltaba lo más importante, apoyo discográfico. Ya tenían temas para grabar un disco y en verano del 74 se cruzó en la trayectoria de TRIANA otra persona fundamental en su evolución, Teddy Bautista (persona de gran importancia en la historia de la música en España, aunque se haya visto ensombrecida por su papel en la SGAE). Él les llevó a los estudios Kirios, les prestó equipo técnico y tomó un papel activo en algunos elementos de producción de lo que iba a ser el primer disco de TRIANA. Así, “El Patio” fue grabado y su single, “Luminosa Mañana” enviado a las discográficas para que lo editaran y la banda fuera promocionada. Pero aquí los sevillanos se encontraron con un escollo: ninguno de los sellos punteros del país recibieron el tema con devoción y no se arriesgaron a sacarlo adelante. Esa mezcla de Flamenco y Rock sinfónico y psicodélico que convertía a TRIANA en unos KING CRIMSON a la española, no convenció y todo pudo irse al traste si no hubiera sido por Movieplay que decidió sacar “El Patio” a través de un sello filial, Gong. La promoción del disco fue mínima, pero el boca a boca funcionó, como muchas veces ha ocurrido en nuestro país, y aunque no fue hasta el tercer disco de la banda, “Sombra y Luz” que TRIANA se convirtieron en superventas, la popularidad del grupo crecía por momentos por meritos propios en los conciertos del grupo.

Musicalmente “El Patio” es estremecedor. Un disco cargado de color, de dinamismo y de momentos espeluznantes gracias a la voz de Jesús De La Rosa, considerado por un amigo mío como el Mikael Akerfeldt español con la voz más expresiva del panorama musical de nuestro país. PINK FLOYD, KING CRIMSON... se dan la mano con el Flamenco y sus ritmos sincopados en forma de bulerías y coplillas, uniéndose ambos estilos de una forma natural y fluida, sin fisuras y como si hubieran nacido para viajar juntas. Era el momento de mayor auge de lo que se llamó el Rock Andaluz, movimiento en el que pronto TRIANA se convirtió en su buque insignia. En este contexto surgió el disco debut del grupo sevillano y se formaba por siete composiciones que son parte de la historia musical española y no sólo por “En El Lago”, quizás la más popular de este disco, porque todos y cada uno de los temas de “El Patio” son tremendos, pequeñas joyas, pequeñas obras de arte compuestas con sentimiento y de una belleza inusual. Además siempre he considerado que las canciones están ordenadas de una manera muy acertada, porque la tensión y la capacidad hipnótica en el oyente es tal que pronto te sentirás atrapado por la música de TRIANA y no querrás salir de ella.

El disco se abre con un tema de casi diez minutos, “Abre La Puerta”, con un inicio realmente sinfónico y grandilocuente, donde la guitarra de Eduardo Rodríguez regala emociones en cada rasgado de cuerda, mientras los teclados de Jesús sirven de colchón y la precisa batería de “Tele” marca la pauta. La compleja estructura del tema recoge el gusto de De La Rosa (compositor del tema) por los genios del Rock sinfónico de finales de los sesenta, pero también por sus raíces musicales, por su amor al Flamenco, como demuestra el ritmo de bulería que es el hilo conductor de la composición. La voz de Jesús, con su acento y el deje aflamencado, transmite fuerza, luz y color, acorde con el tempo movido en que se basa “Abre La Puerta”. La parte central de la composición es vehículo de lucimiento para todos los miembros de TRIANA, incluso para Manolo Rosa, el cuarto en la sombra del grupo sevillano, pues mantiene el pulso con su bajo de una manera magistral. La estructura se rompe, pierde su dinamismo y deja paso a un momento mágico, totalmente “Crimsoniano” donde la guitarra eléctrica de Antonio Pérez hace su aparición brevemente, antes de que Juan José Palacios ejecute un pequeño solo con su batería, con el que creeremos estar ante una versión del “In-A-Gadda-Da-Vida” de IRON BUTTERFLY. Al final, el dinamismo inicial se recupera mientras Antonio Pérez y Jesús De La Rosa se erigen como maestros de sus instrumentos en una orgía musical que servirá de punto y final al tema.

“Sé De Un Lugar” mantiene el aire sinfónico y psicodélico de su predecesora, pero esta vez en medio de un tema que probablemente sea el más denso del trabajo. Jesús adquiere una tonalidad en su voz quejumbrosa, absolutamente estremecedora y por momentos llena de tensión acumulada. La estructura se rompe y se rehace una y otra vez, siendo conducida por los teclados de Jesús, llenos de efectos y experimentos variados, que sirven para que Antonio Pérez haga su aparición, para que Eduardo Rodríguez resurja con mayor protagonismo. El efecto hipnótico conseguido con este vaivén es indescriptible, consigue atrapar como pocas veces se podrá encontrar en un disco y eso que es el tema más complejo de escuchar de todo “El Patio”. No he hablado aún del apartado lírico, otro de los puntos fuertes de TRIANA lleno de metáforas y con letras que pueden dar lugar a un gran número de interpretaciones, siendo “Sé De Un Lugar” una de las más ambiguas en este sentido, pero llena de belleza igualmente.

Como ya dije en su momento, la forma en que los temas están ordenados en “El Patio” me parece acertadísima, y la mejor manera de que el oyente se recupere de tanta tensión musical concentrada en los dos primeros cortes del disco es con una coplilla pasajera y colorista como es “Todo Es De Color”, un oasis para que nos relajemos y retomemos fuerza para todo lo que queda por delante, que es mucho y muy bueno. Precisamente este contraste entre luz y sombra, que serviría de título para el tercer disco de TRIANA, me parece una definición precisa de las sensaciones que genera “El Patio”: mezcla de melancolía y optimismo, amor y odio... contrastes que llevan nuestras almas por un camino lleno de recovecos. “Luminosa Mañana” en este sentido es una mezcla entre ambas sensaciones, un tema de tempo controlado, donde los teclados de Jesús son los protagonistas encarnados en numerosos sonidos distintos que recorren múltiples paisajes y texturas, pero con una letra que podríamos considerar la descripción de un remordimiento matutino por lo realizado la noche anterior. Mezcla de luz y sombra, no cabe duda.

Emotiva como pocas es “Diálogo”, cuya letra acoge en su seno una historia de amor no correspondido, tema que podría ser tachado de recurrente en muchos grupos, pero que en boca de Jesús De La Rosa adquiere una dimensión nueva, lo que unido a los fraseos flamencos de Eduardo Rodríguez y el bajo de Manolo Rosa, que adquiere una función fundamental en un tema desnudo, donde la voz de Jesús es protagonista, hacen de “Diálogo” uno de los momentos más bellos del plástico, como este fragmento de su letra refleja: “y la luna me contestaba, para amar hay que sufrir”. Sin poder salir del ensimismamiento en que nos encontramos, recuperando el ritmo sincopado del Flamenco, “En El Lago” surge de los surcos de “El Patio”. Este tema siempre ha sido para mí un talismán, de esas canciones que de repente surgen en tu mente cuando menos te lo esperas y que asocias a momentos importantes de tu vida. Su letra, que podríamos considerar también objeto de múltiples interpretaciones, desde la descripción de una amistad, pasando por la descripción de un amor pasajero, hasta la narración de los efectos que en el cuerpo tiene la experimentación con las drogas (“creo recordar que por la noche, el pájaro blanco echó a volar, en nuestros corazones, en busca de una estrella fugaz”), se ve envuelta en una composición que es de las más accesibles del trabajo, de las que aporta luz y no sombras, pero siempre con la capacidad de TRIANA de emocionar ya sea con un tema intrincado o con una cancioncilla como “Todo Es De Color”. Al final, todo eclosiona en una explosión instrumental, donde Antonio Pérez distorsiona su guitarra hasta el límite, levantando de la silla al oyente y dejándole en bandeja para el cierre de “El Patio”, otro de los momentos culminantes del plástico.

Cierre que viene dado por otra bulería, nuevamente con un ritmo sincopado como conducción de “Recuerdos De Una Noche”, donde Antonio Pérez vuelve a aportar el toque duro y distorsionado de TRIANA y Eduardo Rodriguez se apoya en su estilo flamenco en contraposición, lo que en unión a las palmas de “Tele” y los estimulantes ritmos de su batería, convierten al tema en uno de los más movidos de “El Patio”. El intercambio de solos entre Antonio Pérez y Jesús dan un toque psicodélico que no desentona para nada en el Flamenco de base de la canción, donde por una vez la voz de Jesús no es la auténtica protagonista, siendo un elemento más de TRIANA. Se llega así al final, con la sensación de que nos hemos quedado con ganas de mucho más, de haber escuchado algo grande y haber pasado el tiempo en un suspiro. Afortunadamente TRIANA repetiría este grado de inspiración en “Hijos Del Agobio”, segundo disco de la formación que vio la luz en 1977 en plena transición española. Un disco más oscuro, más sentido si cabe y que siguió aumentando el buen nombre del grupo, que por fin vería recompensados sus esfuerzos en 1979 con la edición de “Sombra Y Luz”, primer superventas de TRIANA y todo un éxito en la música española.

Lo que vino a continuación fue la eclosión del éxito de la banda, pero también un estancamiento creativo. TRIANA había conseguido llegar a lo alto, y era de tontos no aprovecharlo, así sacaron tres discos más con temas muy notables y otros que eran más para cubrir el expediente. Canciones como “Tu Frialdad” o “Una Noche De Amor Desesperada” se mantienen en la memoria de los oyentes de la época como hits radiofónicos, pero en general por debajo de lo que en la sagrada trilogía de “El Patio”, “Hijos Del Agobio” y “Sombra y Luz” TRIANA había conseguido. En 1983, después de exprimir el éxito al máximo, el grupo regresó después de un año en silencio con “Llegó El Día”, pero no se pudo saber si los momentos de inspiración de sus primeros años se iban a recuperar pronto, porque ese mismo año, un trágico accidente de tráfico acababa con la vida de Jesús De la Rosa, abriendo la veda para que en los años venideros fueran las discográficas las que se lucraran a costa de TRIANA sacando ediciones de sus discos por todas partes, recopilatorios homenaje... hasta una gira de “reunión” de la banda en manos de Juan José Palacios a mediados de los noventa, que tuvo hasta un breve reflejo discográfico con “Un Jardín Eléctrico”. Pero TRIANA, tal y como fue conocida en su inicio, ya había muerto, eso sí, dejando un legado único e indispensable en la historia musical española.

“El Patio” y también sus dos secuelas, “Hijos Del Agobio” y “Sombra y Luz”, son obras maestras de música ajena a cualquier tipo de etiquetas. Joyas que hicieron de Andalucía una de las zonas más prolíficas de España en el mundo del Rock y cuya sombra de éxito es muy alargada, llegando incluso a aparecer sus temas en un famoso concurso de televisión de busca-talentos musicales, demostrando que las composiciones de TRIANA siguen siendo actuales y mantienen su poder hipnótico. Jesús De La Rosa, Eduardo Rodríguez y Juan José Palacios, TRIANA, tres maestros que tienen, por derecho propio, un hueco en el olimpo musical.

"Abre La Puerta": 



"En El Lago": 


(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

jueves, 7 de mayo de 2015

CARNAGE - "Dark Recollections": El paradigma del Death Sueco


Corría el año 1988 cuando un loco de la guitarra llamado Michael Amott, de padre inglés y residente en Suecia, amante de bandas como NAPALM DEATH, NOCTURNUS, MORBID ANGEL o CARCASS empezó a sopesar cada vez más en serio la idea de formar una banda de Death Metal. En una época en la que esta música era desconocida en Europa, nació CARNAGE, el grupo que estaba llamado a abrir la veda Death en Suecia y en el resto del viejo continente, junto a los no menos gloriosos NIHILIST y un pequeño grupo de jóvenes formaciones que crearían un sonido, una escuela única: GRAVE, TREBLINKA (ahora TIAMAT), ENTOMBED... auténtico Death sueco de la vieja escuela.

Si NIHILIST no llegaron a grabar nada oficial (aparte de sus tremendas demos), reconvirtiéndose pronto en otro de los grandes, ENTOMBED, las expectativas de Michael Amott y compañía pretendían llegar más lejos. Acompañado de unos adolescentes llamados Johan Liiva (más tarde en ARCH ENEMY de nuevo con Michael, y ahora en HEARSE), Johnny Dordevic (también en ENTOMBED) y un desconocido Jappe Larsson, grabaron una demo, "The Day Man Lost", en 1989, de tres cortos temas en un estilo puramente CARCASS pasado por la batidora sueca. Tras la entrada en el grupo del batería Fred Estby (más tarde en DISMEMBER) en lugar de Jappe grabaron una nueva demo, "Infestation Of Devil", que ya despuntaba con un estilo más personal y elaborado, más cercano al Death y con un sonido mucho mejor.

En estas circunstancias estaban cuando Jeff Walker (el de CARCASS sí) les propuso grabar un disco en su compañía Necrosis Records. El disco saldría compartido con los noruegos CADAVER, aunque también circulan versiones en vinilo dónde sólo aparecen los temas de CARNAGE.  En pocos días y con una formación renovada se pusieron manos a la obra y, recopilando temas de la demos y algunos nuevos, grabaron esta obra maestra que me dispongo a comentar. Los miembros definitivos estaban llamados a ser los padres del Death sueco más brutal: Matti Karki, el cantante eterno de DISMEMBER, David Blomquist que también estuviera presente en ENTOMBED, y los ya citados Fred Estby, Johnny Dordevic y el genio Michael Amott.

El disco se abre con "Dark Recollections" todo un mazazo potente cargado de riffs pesadísimos y con un sonido increíble para la época fruto del productor entre los productores de Suecia, Thomas Skosgberg en sus Sunlight Studios, de dónde también saldrían joyas como el "Left Hand Path" de ENTOMBED. Los típicos ritmos entre el Thrash y el Death de DISMEMBER, GRAVE... se combinan con unos puentes a medio tiempo cargados de melodía.

"Torn Apart" se convirtió en uno de los temas más famosos del underground de principios de los 90, posteriormente regrabado por DISMEMBER en su mini-cd "Pieces". Contiene un sólo de Amott que ya vaticinaba lo que este guitarrista daría de sí en el futuro en sus muchos proyectos, y con unos riffs, de nuevo, cargados de melodía pero a la vez de fuerza.

"Blasphemies Of The Flesh" se introduce por un medio tiempo dónde las voces de Matti nos estremecen, dando paso a un tema endiablado, cargado de buenos riffs mil veces imitados con posterioridad y unos solos al más puro estilo CARCASS (una de las mayores influencias en los comienzos de Amott).

100% Thrash pasado al terreno Death de CARNAGE es el argumento de "Infestation Of Evil". Si nos dijeran que esta canción fue firmada por DISMEMBER pensaríamos que es cierto, porque su estructura bien podía estar en el "Like An Ever Flowing Stream". El puente, con la malvada voz de Matti doblada y seguida de un pasaje de bajo y batería, es espeluznante.

Con "Gentle Exhuming" llegamos a uno de los cortes más brutales del disco y no por ello el más rápido, con unos pesados riffs y unos solos dónde de nuevo la sombra de CARCASS vuelve a nuestras mentes. La estructura del tema es cercana al Grindcore de la escuela de CARBONIZED, es decir, cargada de elementos sorprendentes más cercanos al Death.

"Deranged From Blood" con una introducción magnífica, se convierte en un tema mórbido lleno de cambios de ritmo y de sincopados fraseos que sirven para calentar motores para una de las mejores composiciones del álbum, "Malignant Epitaph", dónde unos riffs pegadizos que se van acelerando progresivamente nos ambientan para el momento en que Matti irrumpe con su voz cavernosa. Es un tema en el que todos los miembros de CARNAGE se salen, pero destacando una vez más la labor de Amott tanto en los solos, como en las complejas estructuras cargadas de cambios inesperados.

La labor de Fred Estby, el otro gran compositor de CARNAGE, se convierte en un trabajo de sobresaliente en "Self Dissection" combinando las cadencias Thrash más aptas para mover la cabeza como un poseso, con otras más furiosas, blast-beats, redobles y cambios de ritmo salvajes.

Finalmente, la sugerente entrada de "Death Evocation" nos abre un corte de nuevo muy mórbido, que junto a la decadente outro, constituyen un excelente broche final para esta obra maestra.

En 1990, tras la grabación del disco, Jeff Walker hizo un viaje a Suecia para volver a Inglaterra con dos de las piedras angulares del Death europeo: el comentado "Dark Recollections" y la joya de ENTOMBED "Left Hand Path". Llevaba en el bolsillo las cintas de dos de los grupos más influyentes del siglo pasado. Antes de su viaje de vuelta le hizo a Michael Amott una propuesta que supondría, por una parte el fin de CARNAGE, y por otra parte una de las etapas más creativas de CARCASS, la de su obra maestra "Necroticism". Jeff Walker le propuso ser parte de la maquinaria de las luminarias de Inglaterra y Amott, que era fan de CARCASS, no lo dudó ni un momento, aunque por esta razón CARNAGE muriera para el público. No obstante, casi todos sus miembros se reciclaron en DISMEMBER creando otro discazo como es "Like An Ever Flowing Stream", indispensable en cualquier discoteca metálica.

CARNAGE desapareció, pero no el genio de su alma Michael Amott. Primero en CARCASS, y luego en ARCH ENEMY y en SPIRITUAL BEGGARS, ha sabido llevar una coherente trayectoria dónde no parece que se hayan acabado sus ideas. En cualquier caso "Dark Recollections" fue su estreno en el mundo metálico, y siempre será considerado como una de las piezas más influyentes del Death Metal europeo, que ha sido reconocida a posteriori, cuando la gente empezó a preguntarse de dónde había salido ese pelirrojo que tan bien se defendía con las seis cuerdas.

Aunque la reedición de este disco es difícil de encontrar, merece la pena perseguirla por todos los rincones, porque en poco menos de una hora recoge todo lo que CARNAGE grabaron, los mejores minutos de Death Metal brutal que se hicieron en aquella época. Junto a los estrenos de ENTOMBED, GRAVE y DISMEMBER, "Dark Recollections" es una obra maestra única, que merece por derecho propio estar en la cumbre de la música europea.




(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)