El regreso más esperado. En medio
de toda la nube de thrashers que vuelven en estos días se produce la vuelta de
uno de los grupos más influyentes en esto que a algunos nos vuelve locos y que
es el Death Metal. SUFFOCATION marcaron una época, "Effigy of the Forgotten" es
una piedra angular de los inicios del Death Metal más brutal, y todo el sonido,
técnica y la característica voz de Mullen desarrollados por este grupo ha sido
imitado una y mil veces dentro de la maraña de jovencísimos (y no tanto) grupos
de Brutal Death, no siempre con buenos resultados.
Han sido muchos años, casi ocho
sin grabar nada, hasta que a finales del verano del pasado año saltaba la
noticia: SUFFOCATION volvían. Y vaya vuelta, sólo falta Doug Cerrito y el
regreso sería de lujo. Pero hablemos de este nuevo disco, que es lo que
importa. Tras una primera escucha te das cuenta de que la espera mereció la
pena. Es un disco técnico, pero bien producido, directo pero no por ello simple
(palabra no entendida en el lenguaje de SUFFOCATION) y potente. No es Effigy...
pero no desmerece nada al resto de la trayectoria de la banda.
Destacable es la estructura de
las composiciones. Junto a las características partes enrevesadas del grupo,
dónde las guitarras se multiplican y la técnica de Terrance Hobbs y compañía
sale a relucir, se mezclan numerosos riffs pegadizos (un ejemplo claro sería el
tema que da título al disco, "Souls to Deny") a medio tiempo, pero
que no suponen un "bajón" en el desarrollo de los temas: es más,
muchos de los imitadores de SUFFOCATION deberían aprender y no dedicarse sólo a
tocar como máquinas las partes técnicas. Guiño al pasado, o al menos así me ha
parecido a mí, es el tema "To Weep Once More", cuyo título trae a la
mente el "And Jesus Wept" de su debut. El resto de los temas sigue
una línea similar pero no por ello aburrida. De hecho es un disco que pasa
demasiado rápido. Sin darte cuenta pasas del increscendo inicial del tema
"Deceit" al desvanecido final de "Tones Of Acrimony".
En el aspecto personal no se
puede dejar pasar la presencia, de nuevo, del batería original de la banda,
Mike Smith, y en mí opinión, junto a Pete Sandoval y pocos más, de los mejores
baterías de Death Metal: no sólo de blast beats vive el hombre. Y por supuesto
la voz de Mullen, que aunque más limpia que en el Effigy... sigue siendo la
misma de siempre, marca de la casa de este grupo.
Lo dicho, un buen regreso que esperemos sea preludio de una nueva
carrera de joyas musicales. Si eres fan de la banda, ya estás tardando en
comprarlo, si no conoces a este grupazo histórico, quizás sea un buen momento
para empezar con este "Souls To Deny", sin duda un paso más en la leyenda de
SUFFOCATION.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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