sábado, 6 de octubre de 2012

EMPIRE - "The Raven Ride": Buen lucimiento para TONY MARTIN


Rolf Munkes es un tipo inquieto y sabe rodearse de buenos músicos. El ex-guitarrista de MAJESTY, no contento con haber militado hasta hace poco en una banda de relativa fama dentro del Heavy, se embarcó en 2001 en otra donde se supo hacer con los servicios de gente como Mark Boals o Don Airey. El proyecto se llamó EMPIRE y su debut fue "Hypnotica", un disco correcto que a mi personalmente no me llamó mucho la atención, lo que hizo que dejara a un lado mi interés por la banda. Sin embargo Rolf Munkes, aunque no consiguió volver a reunir otra vez a los mismos músicos, volvió con "Trading Souls" esta vez haciendose con los servicios de Tony Martin, el infravalorado cantante de la tercera era de BLACK SABBATH. El invento les debió gustar porque en poco mas de dos años, se han vuelto a sacar otro disco, el tercero de EMPIRE que es el que me dispongo a comentar.

De primeras diré que en este tercer disco, "The Raven Ride" se puede comprobar que Munkes ha encontrado a su cantante ideal. Tony Martin hace un trabajo soberbio a lo largo de los tres cuartos de hora que dura el disco. De hecho todo el peso de las composiciones recae en su oscura voz, que tanta identidad diera a discazos como "Headless Cross" en su etapa con el señor Iommi. Las composiciones siguen dentro de unos parámetros a medio camino entre el Hard Rock y el Heavy Metal a medio tiempo con unos riffs ultra simples de pocas notas, muy de herencia Sabbathiana, riffs que recuerdan curiosamente a algunos trabajos de otro ex-BLACK SABBATH, como es el dios DIO, y unos continuos teclados en el fondo, en un segundo plano, recreando las atmósferas adecuadas para Tony Martin.

Buenos estribillos que casi podrían darse entre las composiciones de un grupo clásico de Hard Rock como los de "The Raven Ride", "Carbon Based Lifeform" o sobre todo "I Can´t Trust Myself", y unas estructuras sencillas pero efectivas que son el único colchón a la poderosa voz de Martin. "The Raven Ride" no es un disco de lucimientos, sino más bien de escucha sosegada. Un trabajo intimista,  donde la guitarra de Munkes asume un papel muy concreto mientras Tony canta, y que solo adquiere protagonismo en breves y melancólicos solos que llenan el disco. Cortes como la lenta, pero espeluznante "Satanic Curses" saben dar en el clavo sin necesidad de usar muchos efectos de artificio. O la maravillosa balada "What Would I Do", donde Munkes consigue sacar algo de sentimiento a su guitarra haciéndola llorar, mientras Martin nos recuerda que es un as en los terrenos más lentos del Heavy Metal.

La única pega que le veo a tanta reducción a la mínima expresión, es que el disco se hace demasiado uniforme. Los temas se suceden unos a otros sin apenas diferencia en estructura o elementos, y solo el fantástico trabajo de Tony Martin los convierte en temas notables y dignos de mención. El resto de miembros de EMPIRE, a pesar de su renombre (Neil Murray, otro ex-BLACK SABBATH, ex-WHITESNAKE, y Andre Hilgers de AXXIS y SILENT FORCE) bien podrían pasar por músicos de sesión, pues poco o nada aportan de su experiencia a EMPIRE. Solo algún corte se despega de la tónica general del disco como "Maximum", que sin embargo no es de los mejores del plástico, por un estribillo no demasiado brillante (con voces rasgadas y que me recuerda al "Fuel" de METALLICA) que se repite hasta la saciedad. De todas formas, en global no se puede decir que "The Raven Ride" sea un mal disco, es más, me parece un disco notable, pero al que le falta algo para dar el salto definitivo a la brillantez.

La fría producción obtenida por el propio Munkes en sus estudios, potencia la voz de Martin por encima incluso de su propia interpretación en la guitarra, lo cual demuestra una vez más que el gran atractivo de este disco es la labor del que fuera cantante de BLACK SABBATH y que últimamente parece estar otra vez bastante ocupado, afortunadamente para los que somos fans de su voz.

"The Raven Ride", insisto, es un gran disco, para mí el mejor de EMPIRE, y muy recomendable aunque solo sea por saborear el fabuloso trabajo de Tony Martin. Quizás está algo falto de garra, de chispa, pero no deja de contener grandes canciones de Heavy Metal oscuro y pesado, pero a la vez melódico, lo que hace que sea atractivo tanto a los aficionados al Hard Rock como del Heavy más clásico. En cualquier caso un buen trabajo.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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