Mallorca,
tierra visitada una y mil veces por miles de extranjeros al cabo del año,
acabando por convertirse en una de las fuentes de ingreso fundamental para
España. Bella isla, aunque con un encanto demasiado escondido debido a la
masificación que padece. Descanso o actividad, playa y muchos lugares de
interés... pero hace unos días se cruzó en mi camino algo que nunca pensé que
saldría de allí: TAIFA. Escucho “Alhambra” y tengo que mirar una y otra vez los
créditos del libreto para grabarme a fuego el hecho de que TAIFA no son
andaluces. Y es que una vez más, la música traspasa fronteras físicas y
culturales y llega hasta sitios insospechados con resultados, como es el caso,
excelentes y sorprendentes.
Aunque
puede parecer que TAIFA acaba de llegar, el trío mallorquín (y una serie de
imprescindibles colaboradores a caballo entre Andalucía y Marruecos) edita con
“Alhambra” su segundo disco. El anterior, “Más Allá Del Sur”, editado por
Avispa y producido por el gran Manuel Martínez de MEDINA AZAHARA tiene su
nacimiento en 1999. Desde entonces han pasado casi diez años. Un excesivo
tiempo que, sin embargo, ha dado sus frutos con una formación totalmente
renovada, siempre con Luis Massot al frente, y un trabajo, “Alhambra”,
autoeditado y producido desde el cariño, desde el esfuerzo y desde la
maduración absoluta. El objetivo no podía ser más ambicioso: Metal Progresivo,
mezclado con Flamenco, Musica Andalusí y algún que otro toque de actualidad de
la mano de unos samplers muy secundarios pero siempre presentes. La Fusión en estado puro, y
como resultado casi tres cuartos de hora de emoción, de sentimiento, de vida.
Recogiendo lo mejor del pasado del Rock Andaluz, que tuvo a los propios MEDINA
AZAHARA como estandartes y a TRIANA como piedra angular, mezclándolo con la
dureza de las guitarras metálicas, y teniendo una devoción absoluta por el
Flamenco (la voz de Luis Massot es prodigiosa y tiene muchas tablas en los
palos del Cante Hondo), cada canción de TAIFA se convierte en una pequeña
historia, en un viaje intergeneracional e intercultural, en una experiencia muy
cuidada, tanto instrumental como líricamente hablando.
Dentro
de la complejidad estructural de la música de TAIFA, no tanto porque se pierdan
en virtuosismos innecesarios, sino por la mezcolanza de sonidos y pasajes, el
sonido natural y puro conseguido por Antonio Fructuoso y Anas Alauí en Tetuán,
y la propia viveza de la entonación de Luis Massot, el sentimiento de los
violines de Nourdine Chkara, la contundencia de Martí Riera y Antonio Medina,
el Flamenco de Juan Delola y Andrés Manzano, así como la fundamental
colaboración esporádica de Ricardo De La Concepción con su piano de aires Jazzy, consiguen
hacer de “Alhambra” un disco riquísimo y muy completo al que no importa
dedicarle todas las escuchas que haga falta para llegar a exprimirlo hasta sus
últimas consecuencias. Además, cada escucha genera una nueva sensación, y os lo
digo por experiencia que ya llevo unas cuantas en los últimos días y no me
canso de reescucharlo. Si el “Color De La Libertad ” puede recordar a unos MEDINA AZAHARA
evolucionados, sobre todo por la facilidad del estribillo y la tonalidad de
Luis Massot, “Las Torres De Babel” contrasta por su introspección y oscuridad.
Las guitarras flamencas de Delola se mezclan en un tema desgarrador en donde
todo el grupo suena con una sola voz. Mucho más arábigo y andalusí es
“Alhambra”, uno de los mejores temas del trabajo gracias al violín de Chkara y
al piano de Ricardo y los continuos cambios de Massot, siendo probablemente uno
de los temas más completos y accesibles del disco.
Se
ha pasado así la apertura del trabajo, con tres temas excepcionales, cada uno
un mundo, pero todos derrochando energía y sentimiento. Sin embargo, la parte
central de “Alhambra” es mucho más reflexiva y madura. Aquí el Flamenco es el
hilo conductor de gran parte de las composiciones, “Nada Que Perder” comienza
con la guitarra de Delola, el cual se erigirá protagonista de uno de los cortes
más melancólicos y a la vez enérgicos. Pero lo mejor viene en los dos
siguientes temas. “Nunca Es Tarde” se abre de manera enigmática, de manera
íntima, a ritmo de Copla y Jazz, con un Massot descomunal. El sonido de bajo
acústico, que huele a madera, el cajón, el piano, la guitarra flamenca, el
violín... todo convierte a los cinco minutos de este corte en magia. Y para
contrastar “La Casa Del
Olvido”, sin abandonar el Flamenco, recupera el aire más accesible de la Bulería , con un componente
metálico más presente. Para cerrar este nudo del disco, “Fe” ofrece una
continuación de “La Casa Del
Olvido”, con un aire mucho más andalusí y oscuro, pero que mantiene el nivel de
manera excepcional. Tras estos momentos de comunión con la banda, la recta
final de “Alhambra” ofrece una cara algo más alegre y pasajera, pero no por
ello menos interesante. “Sin Saber Por Qué”, con sus potentes riffs iniciales,
recupera el peso del estribillo y las estrofas dobladas que hacen que el que
los escuche se vea contagiado de energía y quiera corear los versos con la banda.
“Por Un Trocito De Cielo”, con una gran labor de Martín Riera tanto solista
como rítmicamente, pone el lado más sentimental y desgarrado, sobre todo por el
contenido de su letra, pero siempre manteniendo ese aire más luminoso de esta
parte final del trabajo, con palmas y jaleos incluidos. Finalmente “Mendigos De
Una Ilusión” ha sido escogido sabiamente para cerrar “Alhambra” de una manera
progresiva y compleja como pocas. Quizás sea el tema de estructura más
arriesgada, un poquito alocada sobre todo al final, pero sirviendo de resumen
de toda la fusión que ofrece TAIFA.
Como
dice la propia banda, ¡pura fusión! Alejados de convencionalismos, regalando
nuestros oídos con una enciclopedia de sonidos que recogen lo mejor de nuestra
cultura, de la cultura de nuestros ancestros y la excitación del Rock, TAIFA se
reivindica en “Alhambra” como una banda a tener muy en cuenta. Pienso que aquí
hay calidad, música y pasión suficiente como para que “Alhambra” traspase
fronteras y llegue más allá que a la categoría de hito localista. El arte es
universal y la música es arte, luego con un simple razonamiento lógico
deductivo, “Alhambra” tiene todo lo necesario para gustar a cualquier amante
del arte en cualquiera de sus concepciones. El esfuerzo, las ganas y la ilusión
se premian, y el regalo es este trocito de cielo por el que TAIFA ha dado toda
su vida. Geniales.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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