jueves, 11 de mayo de 2017

THE OCEAN - "Precambrian": ejemplo de riqueza musical


THE OCEAN es algo más que un grupo. Es un colectivo, como ellos mismos declaran en más de una ocasión. Un conjunto de artistas, de todo tipo, que unen esfuerzos para crear una música única y llena de detalles que trasciende géneros y fronteras de todo tipo. No es un grupo pensado para generar impacto, tampoco para maravillarse técnicamente hablando, simplemente buscan recrear, dibujar sensaciones que envuelven al oyente y le acaban por atrapar en un paisaje apacible unas veces, agobiante otras veces, pero siempre haciendo que el que los escuche interactúe con ellos, no limitándose a ser un mero receptor pasivo. 

El primer disco de la banda, “fluXion” estaba pensado para salir a la vez, en combinación con el siguiente, “Aeolian”, porque una de las lecciones bien aprendidas que tiene THE OCEAN es el saber combinar a la perfección entornos más metálicos, excitantes, opresivos, con otros paisajes y ambientes más relajados y envolventes. La conjunción de unos y de otros genera el viaje a través del océano que nos propone, que es su gran virtud. El hecho de editar ambos trabajos por separado, hizo que perdiera parte de su magia esta idea. Sin embargo, en “Precambrian” no ocurre lo mismo, y han facturado un disco y medio que refleja a la perfección lo que es esta banda. Y digo disco y medio porque “Precambrian” se forma por dos CDs. En el primero, llamado “Hadean/Archaean” se recogen 22 minutos de música y el segundo, “Proterozoic”, recorre más de una hora de paisajes de todo tipo, que en global hacen un gran disco, tanto en el aspecto musical como el de la presentación elegante del mismo. 

Como colectivo que es, THE OCEAN no es un grupo de individualismos. Todos sus componentes, y algunos más que colaboran a lo largo del trabajo, contribuyen al conjunto y al resultado de “Precambrian”. Los momentos orquestales, sinfónicos y recargados de instrumentos acústicos, conviven en armonía con las guitarras más pesadas, los ritmos más mecánicos y las voces agónicas de ascendencia Hardcore, confluyendo en el disco un conjunto de música clásica, Doom, Sludge, Death, música industrial… que lejos de generar indefinición, dan a THE OCEAN un sonido propio y original. Todo apoyado por una excelente producción, imprescindible para dar cohesión a todo el conjunto y que permite disfrutar de cada pequeño detalle de las ricas composiciones del grupo, ganando escucha tras escucha. 

La hipnosis comienza desde la propia introducción del disco “Siderian”, donde las guitarras repiten los mismos fraseos sutiles hasta la saciedad, generando una sensación envolvente y apacible difícil de describir, metiendo al oyente poco a poco en “Rhyacian”, el primer corte como tal del disco, que en sus más de diez minutos de duración va poco a poco, in crescendo, aumentando la intensidad, añadiendo detalles, y como en el oleaje del mar ocurre, yendo y viniendo, de lo sutil a lo contundente, aumentando la sensación hipnótica iniciada con “Siderian”. El trabajo de guitarras es excepcional en este corte, tanto en los riffs más pesados como en las armonías características de grupos como CULT OF LUNA o NEUROSIS, cuya propuesta es cercana en algunos pasajes. El juego de voces también es de sobresaliente, tanto en las limpias, realmente bellas, como en la agresividad contenida de las más extremas. Por su parte, “Orosirian” se eleva como uno de los temas más Doom / Sludge del trabajo. No obstante, el papel de los instrumentos de cuerda, siempre en segundo plano, pero omnipresentes, genera que el sinfonismo no se pierda en ningún momento, aunque la contundencia general de la música se aumente en este tema. 

No será sin embargo hasta “Statherian” cuando la magia de THE OCEAN de verdad nos atrape. Comenzando a ritmo de vals y con un violín solitario y quejumbroso como hilo conductor, el tema poco a poco va atrapando a fuerza de teatralidad, de sensaciones de todo tipo gracias al trabajo de los instrumentos acústicos y teclados, hasta que cuando ya creíamos que todo iba a ser un apacible viaje, relajado y balsámico, la intensidad se va incrementando hasta explotar en una lluvia de riffs de enorme fuerza, siendo ya imposible no caer rendido ante la capacidad de atracción del grupo. Tras la tempestad vuelve la calma, y “Calymmian”, de nuevo aumentando la extensión a más de ocho minutos, viene a ser el momento ambiental que se necesitaba, incrementando otra vez la intensidad de manera pausada y contenida, añadiendo detalles poco a poco y volviendo a las formas del primer tema, en pleno contraste y lucha interna entre el odio y la relajación, siendo nuevamente las guitarras las mayores protagonistas y conductoras de nuestras angustias. 

El éxtasis vuelve a llegar en “Ectasian”, otro tema de ascendencia y desarrollo muy Doom, lento, pesado y agónico, aunque como siempre con las sorpresas y giros que este grupo da en sus composiciones, porque en pleno éxtasis de intensidad, un riff que se repetirá hasta el final de la composición nos vuelve a levantar de la silla. ¿Por qué?, porque nadie se imagina que el tema acabará en plena admiración y casi plagio a PANTERA con un riff que parece sacado de los americanos, que se combinará con alguno de los momentos más íntimos y melancólicos del disco.  Sin duda uno de los temas más completos. “Stenian” por su parte sería un claro ejemplo de lo que es una estructura progresiva, emotiva y envolvente, con un final realmente íntimo y estremecedor que está también entre los puntos destacables del trabajo, que llega casi a su final con “Tonian” cuyos primeros compases discurren por terrenos ambientales, relajados y con un protagonismo absoluto para los teclados, el bajo hechizante y unas guitarras sutiles, acariciadas por sus dueños, todo acompañado de una batería matemática y fría, que sirve como mero acompañamiento. Conforme se van aportando nuevos detalles la densidad aumenta, el tema se torna más agresivo y pesado, con distorsiones en las guitarras más predominantes y un matematismo y disonancia creciente, en combinación con el intimismo del inicio del tema, apareciendo levemente la sombra de MESHUGGAH en la inspiración de este tipo de riffs.

Para cerrar el disco, un divertimento corto y relajante, para soltar toda la tensión acumulada, “Cryogenian”, dejando al oyente con dos posibilidades: repetir la escucha en busca de nuevas aventuras (que seguro que se encuentran) o decidir intentarlo más tarde, porque una cosa es cierta, cuesta entrar en materia con “Precambrian”, y en ocasiones la escucha puede que no sea todo lo satisfactoria que debiera, pero la música de THE OCEAN es tan rica en detalles que merece la pena intentarlo en más de una ocasión. Desde luego, por mi parte, han conseguido encandilarme y recomiendo la escucha de este trabajo a cualquiera que tenga predisposición por este tipo de sonidos tan variados y sin ceñirse a un estilo. 


(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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