Con
HATEBREED siempre he tenido un problema: sus discos se me hacían muy pesados y
sin embargo, la única vez que los vi en directo me dejaron sentado en el suelo.
Auténticas máquinas del escenario, uno de los conciertos más cazurros que he
visto nunca, tanto por los músicos como por la audiencia totalmente entregada.
¿Cómo se puede desplegar esa magia en directo y sin embargo en disco sonar algo
repetitivos?. Siempre ha sido un misterio para mí, no solo por HATEBREED sino
por otras muchas bandas del estilo, ante lo cual hace tiempo que decidí no
formarme una idea sobre este tipo de grupos hasta que no los viera alguna vez
en directo, aunque fuera en un vídeo.
Dicho
esto, los norteamericanos vuelven tras un tiempo de silencio con su cuarto
disco, "Supremacy". Si su último trabajo, ya lejano en el tiempo,
"The Rise Of Brutality", profundizaba en los parámetros de su
precedente, "Perseverance", éste no iba a ser menos a pesar del lapso
de tiempo. Siguen como en 1993, con su Hardcore clásico metalizado. En favor de
ellos está el ser uno de los grupos pioneros en esto que ahora está tan en boga
que es el Metalcore, uno de los grupos que cogiendo influencias de AGNOSTIC
FRONT, BIOHAZARD... añadieron un plus de intensidad y contundencia en las
guitarras, pero sin abandonar los parámetros originales del Hardcore, siendo de
las bandas influyentes y no de la larga lista de imitadores actuales. En
contra, el no haber evolucionado mucho en sus intenciones, aunque este
"Supremacy", he de decir que en global me parece superior y más ameno
que "The Rise Of Brutality".
Centrándome
en hablar de manera general de "Supremacy", se nota que el parón
discográfico les ha venido bien: por un lado la producción hace que lo que se
oye en el disco parezca más cercano a la potencia que despliegan en directo,
consiguiendo por ejemplo, que el bajo de Beattie suene por fin entre la maraña
de guitarras. Por otro lado, la adición de un segundo guitarrista, Frank
Novinec procedente de TERROR, le da una contundencia añadida. Pero también se
aprecia una madurez mayor a la hora de componer. Aunque las estructuras de los
temas siguen estando muy bien definidas y rara vez los cortes sobrepasan los
tres minutos, han dotado de mayor variedad, en forma de riffs más trabajados y
combinación de temas más veloces con otros a medio tiempo, que no desmerecen
del resto. Siguen sin dar muestras de mucha técnica, algo que tampoco
necesitan, pero se aprecia una especie de pequeña evolución, un pequeño salto
con respecto a discos pasados, cuando estaban en pleno auge de popularidad. El
peso de todo sigue estando en la contundencia de la sección rítmica y los
machacones riffs, aparte de la única y soberbia voz de Jamey Jasta, pero al
haber añadido un segundo guitarrista parece que pueden hacer gala de una mayor
cantidad de elementos que completan y dan forma a las composiciones. Claro,
todo esto dicho de manera muy matizada, esto sigue siendo Metalcore puro y
duro, pero sus intenciones son de agradecer.
Tras
una breve introducción, el disco nos golpea con el primer trallazo
enfervorizado de los americanos, "Defeated", tema que ya me imagino
que generará grandes pogos en directo, gracias a sus coros y velocidad
endiablada. Parece que nada ha cambiado por tanto, y de hecho tanto "Horrors
Of Self" como "Mind Over All", mantienen esta línea, tamizada
con los típicos parones del género que sirven para acompañar poderosos coros y
preparar a la audiencia para desfasar. En "To The Threshold" ya se
aprecia un levantamiento del pie en el acelerador, sin dejar de magullarnos los
tímpanos con dobles bombos y riffs machacones, el groove de este tema, además
de una cierta melodía, lo convierten en un buen corte.
Esta
línea más reposada prosigue en la parte central del CD, aunque siempre sin
olvidar sus premisas. Así "Destroy Everything", con un título más que
sugerente, tiene un aire a BIOHAZARD de su etapa media muy particular, y
despliega una potencia controlada que la hace perfecta para el headbanging,
suponiendo uno de los mejores cortes del trabajo para mi gusto, aunque muchos
digan que corta el rollo. Con mayor velocidad, pero unas guitarras muy
trabajadas, "Immortal Enemies" vuelve a sorprender dentro de su
sencillez estructural, siendo en esta parte del disco donde se puede comprobar
que el grupo aumenta la variedad de los temas en cierta manera, sobre todo en
"The Most Truth", tema que tiene de todo, groove, partes Thrash... Y
ya casi en el final del trabajo, nos encontramos un tema bastante impredecible
para HATEBREED: "As Diehard As They Come", el cual tiene unos riffs
absolutamente melódicos, que lo acercan al nuevo Thrash-Death europeo, y que
gracias a la potencia de la producción se disfruta al máximo.
Es probable que estemos ante un álbum donde la brutalidad está más
controlada que en el pasado de la banda. Esto les hace ganar en variedad, pero
seamos francos, siguen sin poder reflejar todo su poderío en directo, y la
escucha completa del disco se me sigue haciendo un poco pesada al final. No
obstante estamos ante un disco por encima de la media dentro del género y
probablemente el mejor trabajo de la banda para mi gusto. Todo un retorno
esperado por sus fans a buen seguro, y que no defraudará a nadie aficionado al
género.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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