Vuelve este grupo de Death Metal sueco "old
school" con su ya quinto disco (segundo en Xtreem). Han perdido a su
guitarrista solista en el camino, y aunque Rogga no realiza unos solos muy
imaginativos, cumplen su función y evitan que, de momento, no se eche de menos
esta baja. Lo que no han perdido es su potencia, ni sus raíces. Siguen
desprendiendo GRAVE y DISMEMBER por los cuatro costados. No dicen nada nuevo,
pero tienen una calidad tremenda y un sonido estupendo, de lo mejor que se ha
editado en Death Metal en mucho tiempo.
La producción corre de nuevo a cargo del grupo en los
Soundlab Studios (qué raro ¿no?) y masterizados por el gran Dan Swäno (¿alguien
lo dudaba?), lo que garantiza un sonido potente, pesado y lleno de fuerza. Los
miembros del grupo en su línea: una sección rítmica tremenda, con una batería
que te deja exhausto con sus constantes cambios de ritmo, y una voz brutal, muy
en la línea de grupos similares como VOMITORY, INSISION o BLOODBATH. Aunque
sobre la voz hay que decir que en este disco han introducido más registros: uno
gutural super-oscuro y otro más agresivo.
El disco recorre cerca de cuarenta minutos brutales, sin
descanso para el oyente, sin intros ni otras cosas similares, sólo buena música
impecablemente facturada. Se abre con un trallazo lleno de ritmos Thrash:
"No Divine Rapture", probablemente el tema más directo y brutal del
disco, plagado de riffs muy pegadizos. "On Your Knees", nos hace caer
de rodillas, como dice su título, ante el grupo. Un inicio a lo VADER que da
paso a un tema más ralentizado en algunas partes, pero igualmente potente.
"Nailed Forever" es el tema más pegadizo de todo el disco, con riffs
simples pero que dan en el clavo, y con un ritmo central que hace saltar del
sitio al más tranquilo y pausado. "Brutallity Torn Sanity" nos
introduce en una estructura variada, con partes Doom, otras más rápidas y
distintos registros de voz. "Devour Digest Defecate" y "Abscess
in Black", tienen un desarrollo más clásico; puro Death sueco plagado de
ritmos Thrash y de riffs pesados. "The Plague That Hunts" y "Way
Of The Rotting", tienen partes a medio tiempo al más puro estilo BOLT
THROWER, aunque de nuevo predominan los ritmos Thrash de este estilo. El disco
se cierra con una genial "Ingen Utväg" cantada en sueco con la voz
más agresiva de todo el álbum. Es un tema sin descanso para las cervicales que
es un excelente punto y final para el trabajo.
Se puede decir que es un disco más variado en lo que a
estructura de temas se refiere, pero en sonido siguen como siempre. De todas
formas tampoco hace falta que cambien, porque su potencia y sus riffs hacen que
sea difícil que los olvides y que tengas ganas de experimentar toda esta fuerza
en directo. Lamentablemente no se prodigan por estas latitudes. Un disco
excelente, imprescindible para cualquier fan del mejor Death sueco envejecido
en barrica de roble.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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