Como tantos otros grupos, tanto en el mundo del Thrash como en el del Heavy Metal más clásico, HELL resucita motivado por el "revival" de bandas "cuasi homenaje" de jovenzuelos recreando los sonidos ochenteros que tan de moda están en los últimos años. Como se suele decir: para qué quieres copias si puedes tener los originales. Eso deben pensar bandas como HELL que se desmarcan con "Human Remains" un disco de sonido renovado pero principios forjados en metal clásico.
Cogiendo la estela de la New Wave, en su vena agresiva "proto Thrash" (TANK, RAVEN...), sin dejar a un lado la melodía y la épica, HELL también mira hacia el Power americano, algo potenciado por el sonido corpulento y denso, que sin embargo no pierde en naturalidad (obra de Andy Sneap que se encarga también de parte de las guitarras recordando sus tiempos en SABBAT). Pero lo mejor es la teatralidad del grupo y de su cantante, David Bower, miembro no originario de HELL en los ochenta pero que casa a la perfección en temas extensos como "Blasphemy and the Master" o sobre todo la épica "The Devil's Deadly Weapon". Esto hace pensar en MERCYFUL FATE y KING DIAMOND añadiendo un toque "shock" a la música.
El único pero es extramusical: en la edición limitada en doble CD, se incluye un puñado de demos del grupo que recogen los temas del disco tal y como se compusieron y grabaron originariamente entre 1982 y 1986 (sirviendo de guía para comparar como han ganado intensidad y teatralidad sin perder el sentimiento ochentero). Lo malo es que Nuclear Blast ha decidido empaquetar dos digipacks en un slipcase en donde malamente caben, con lo que para sacarlos hay que ser muy cuidadoso para no machacarlos literalmente...
Dejando a un lado este "detalle", HELL da un buen puñetazo en la mesa a golpe de clásicos revisionados. Tal y como en su momento hicieron los americanos HELSTAR, abriendo la veda para una nueva etapa muy fructífera, los ingleses "resucitan" y sacan su primer disco, con treinta años de retraso. Nunca es tarde si los resultados son buenos.
Cogiendo la estela de la New Wave, en su vena agresiva "proto Thrash" (TANK, RAVEN...), sin dejar a un lado la melodía y la épica, HELL también mira hacia el Power americano, algo potenciado por el sonido corpulento y denso, que sin embargo no pierde en naturalidad (obra de Andy Sneap que se encarga también de parte de las guitarras recordando sus tiempos en SABBAT). Pero lo mejor es la teatralidad del grupo y de su cantante, David Bower, miembro no originario de HELL en los ochenta pero que casa a la perfección en temas extensos como "Blasphemy and the Master" o sobre todo la épica "The Devil's Deadly Weapon". Esto hace pensar en MERCYFUL FATE y KING DIAMOND añadiendo un toque "shock" a la música.
El único pero es extramusical: en la edición limitada en doble CD, se incluye un puñado de demos del grupo que recogen los temas del disco tal y como se compusieron y grabaron originariamente entre 1982 y 1986 (sirviendo de guía para comparar como han ganado intensidad y teatralidad sin perder el sentimiento ochentero). Lo malo es que Nuclear Blast ha decidido empaquetar dos digipacks en un slipcase en donde malamente caben, con lo que para sacarlos hay que ser muy cuidadoso para no machacarlos literalmente...
Dejando a un lado este "detalle", HELL da un buen puñetazo en la mesa a golpe de clásicos revisionados. Tal y como en su momento hicieron los americanos HELSTAR, abriendo la veda para una nueva etapa muy fructífera, los ingleses "resucitan" y sacan su primer disco, con treinta años de retraso. Nunca es tarde si los resultados son buenos.
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