El
caso de RIOT es un ejemplo de injusticia dentro del negocio musical. Aunque su
debut, "Rock City", data de 1976, y no cabe duda de que poseen muchos
fans alrededor del globo, el éxito de la banda tras 30 años de historia es
moderado y para nada correspondido con su enorme calidad. Quizás sea
consecuencia de sus inicios poco promocionados, o debido a sus constantes
cambios de formación. Incluso puede que este resultado sea fruto de que RIOT no
ha sido una banda muy prolífica en discos... sea cual sea la causa, la banda de
Mark Reale no ha podido quitarse la etiqueta de banda de culto y sin embargo,
es elogiable la tenacidad de su creador por mantener a flote RIOT disco tras
disco, con la misma ilusión del primer día.
Los
neoyorkinos nos visitaron no hace mucho por varios puntos de la geografía
española, y aunque en ninguno de los conciertos la audiencia pasó de 400
personas, los que pudimos asistir a alguna de sus descargas nos volvimos a casa
con la sensación de haber visto a una gran banda. El nuevo vocalista desde que
Mike DiMeo se dedicara en exclusiva a THE LIZARDS, el enorme (en lo que a
cuerdas vocales se refiere), Mike Tirelli, dio muestras de adaptarse a las mil
maravillas a los registros vocales de sus predecesores, incluso a los agudos de
los que hace gala Tony Moore en "Thundersteel". Esto demuestra que
hay RIOT para rato, afortunadamente, lo que unido a que por fin en este 2006
podremos disfrutar del nuevo disco de la banda, algo retrasado durante más de
tres años por la situación de DiMeo con respecto a la banda, hace que todos sus
fans estemos de enhorabuena.
Centrándome
en "Thundersteel", el sexto álbum de estudio de RIOT, puedo decir,
sin que sea exagerado, que es uno de mis diez discos favoritos de todos los
tiempos, el "Painkiller" particular de la banda de Mark Reale. Un
disco que vino en una etapa delicada para la banda, tras casi cinco años de
silencio en los que solo la terquedad de Reale por hacer que RIOT siguiera
adelante, consiguió que la banda no se disolviera definitivamente. Atrás
quedaba su fantástico debut, "Rock City" y el no menos increíble
"Narita" de 1979, de un cariz más clásico y menos rápido que
"Thundersteel", pero donde la melodía de Reale en las seis cuerdas y
la particular voz de Guy Speranza, el primer vocalista de la banda, consiguen
hacer llegar al éxtasis. En muchas entrevistas (teniendo en cuenta que Mark
Reale no concede excesivas), el líder de RIOT siempre lamenta la poca fuerza
que su sello de entonces puso en su proyecto, lo que les hizo perder importantes
giras que quién sabe a qué altura podrían haber puesto a la banda, demasiado
infravalorada para mi gusto.
Aún
así, lo mejor estaba por llegar. En 1981 la banda estaba en su momento más
creativo y sacaba al mercado el precedente musical de "Thundersteel",
el tercer disco de RIOT, "Fire Down Under". Mucho tiempo dudé entre
reseñar "Thundersteel" o este tercer trabajo, pero al final me dejé
llevar por mi gusto personal más que por la objetividad. "Fire Down Under"
siempre ha sido considerado por los fans un punto culminante de la carrera de
RIOT, para muchos uno de los primeros discos de Speed Metal de la historia.
Tras la marcha de Guy Speranza, Rhett Forrester se unió a la banda y su voz más
cálida hizo que Reale cambiara la orientación musical hacia terrenos más Hard
Rock en "Restless Breed" y "Born In America", tras lo cual
una serie de problemas en el seno de la banda, y la falta del ansiado éxito que
parecía no llegar nunca, hizo que RIOT se deshiciera temporalmente.
Afortunadamente,
una banda completamente nueva formada con un joven monstruo de las baquetas,
como ya demostrara previamente en el seno de la magnífica banda de Thrash
JUGGERNAUT, como es Bobby Jarzombek (aunque no está presente en todos los temas
del disco, turnándose con Mark Edwards), el bajista Don Van Stavern y el
vocalista Tony Moore, capaz de llegar a agudos imposibles, pero con la
suficiente versatilidad en la voz para adaptarse a otras tesituras, aparte del
propio Mark Reale, grababan nuevamente
en 1988 un álbum para la historia, mezcla de Heavy y Speed Metal que en
muchos temas deja con el culo al aire a los grupos de Power Metal posteriores.
Este disco es, por supuesto, "Thundersteel", el disco objeto de esta
reseña.
No
se puede empezar un disco de una forma más efectiva como con el propio
"Thundersteel", tema título del trabajo. El riff de entrada ya
quedará grabado a fuego en nuestros cerebros, mientras el doble bombo y las
baquetas a mil por hora de Jarzombek harán el resto, junto con un solo
fantástico que el señor Reale se marca en la parte central del tema y la voz de
Tony Moore, que en este corte llega a cota de potencias increíbles. Una
composición para no parar de mover la cabeza y desfasar, que en directo es pura
dinamita. Esta línea se ve continuada en "Fight Or Fall", donde el
doble bombo se mantiene, pero el nivel de revoluciones baja para un mejor
lucimiento de Tony Moore en tesituras más melódicas y con un estribillo más
épico que entra a la primera.
Después
de tan magnos trallazos el cuerpo precisa un descanso, pero ¡vaya descanso!,
uno de los mejores temas del disco y sin embargo más a medio tiempo. Muchos
grupos europeos como HAMMERFALL le deben a "Sign Of The Crimson
Storm" admiración absoluta. Un corte extenso, épico, con unos riffs muy
BLACK SABBATH, y donde la parte más cálida de la voz de Tony Moore sale a
relucir en forma de unas melodías superlativas. El papel de Don Van Stavern es
fundamental en este tema, manteniendo el pulso de manera magnífica, lo que
unido al gran sonido ochentero de la producción, hace que este tema sea una de
las obras maestras del grupo.
Y
tras la calma, vuelve la tempestad en forma de "Flight Of The
Warrior", típica de sus directos y uno de los temas más asimilables al
Power Metal del disco. Nuevamente Jarzombek deja exhausto, aunque Tony Moore
modera más su voz que en "Thundersteel", consiguiendo sensación de
calidez a la par que de fuerza. El lucimiento de Reale en el solo vuelve a ser
fantástico, aunque no es lo mejor que puede sacar de su instrumento. A pesar de
pecar de algo previsible, es también un gran corte, aunque algo tapado por la
suprema "On Wings Of Eagles", tema con un ritmo frenético muy similar
a "Fligth Of The Warrior", pero diferenciado del anterior en dos
cosas fundamentales: unos riffs rockeros pero poderosos a más no poder, que
cambian encajados en una variada estructura llena de sorpresas, y un trabajo de
Tony Moore excepcional, sobre todo en el pegadizo estribillo. Además el solo
experimental y lleno de efectos que se marca el señor Reale es de órdago.
Un
aparente nuevo descanso en lo que a revoluciones se refiere viene de la mano de
"Johnny´s Back", otra habitual en sus directos, de corte más clásico
en sus riffs y donde Van Stavern vuelve a la primera plana con una gran línea
de bajo, y Tony Moore llega a agudos inhumanos a la par que con su cariz
melódico se marca otro gran estribillo. Nuevamente un gran corte que precede a
otro de mis preferidos, "Bloodstreets". Muchos diréis que estoy loco
al considerar esta composición una de mis preferidas, pero hay que escucharla
para entenderlo. El medio tiempo que ya hizo su presencia en "Sign Of The
Crimson Storm", vuelve en forma del que se puede considerar el tema más
intimista y lleno de sentimiento del disco. Las melodías que Reale saca de su
guitarra me recuerdan a "Narita", otro de mis discos favoritos del
grupo, y Tony Moore parece que va a acabar llorando al final del tema. Desde la
introducción acústica hasta su apoteósico final, este corte es de lo mejorcito
de la historia del Heavy Metal. Así de simple.
La
tendencia más clásica de "Johnny´s Back" vuelve con "Run For
Your Life", un tema que siempre que lo escucho me recuerda a SAXON, aunque
siempre que te lo imagines con la única voz de Biff. Quizás tenga la mala
suerte de estar entre dos composiciones superlativas, la ya citada
"Bloodstreets" y el bombazo que aún está por llegar, "Buried
Alive (Tell Tale Heart)", pero el clasicismo Heavy de este tema lo
convierte, aún así, en imprescindible dentro de "Thundersteel".
Y
por fin, poniendo punto y final a esta obra maestra, un corte de casi nueve
minutos, que te dejará con unas ganas tremendas de volver a poner el disco otra
vez en el reproductor. La introducción de Reale es sublime, un solo cargado de
sentimiento, a la par que técnico, capaz de hacerte volar si cierras los ojos,
tras el cual, y después de unas lúgubres campanas, comienza el épico tema de
"Buried Alive". Todos los miembros de RIOT en este corte cumplen con
nota de sobresaliente, desde Jarzombek, que deja a un lado su velocidad
trepidante para hacer un acompañamiento lleno de cambios de ritmo y breaks,
pasando por el pulso fundamental de Van Stavern, la profunda y desgarradora voz
por momentos de Tony Moore, y desde luego, el sublime trabajo de Reale en las
seis cuerdas, tanto en el campo de los riffs, la segunda línea de guitarra y
sobre todo, en los solos. Un broche de platino para un disco indispensable
(incluso aunque muchos digan que su portada es la peor del grupo, opinión que no
comparto).
Tras
"Thundersteel" entraría Mike Flyntz (aún en la banda) como segundo
guitarrista, y Tony Moore se mantendría aún un disco más en estudio, "The
Privilege Of Power", dando paso al cuarto vocalista en la historia de RIOT
(que grabaran algún disco), y uno de los que se mantendría más tiempo en la
banda, Mike DiMeo, dando lugar a varios discos muy buenos entre los que destaca
"Nightbreaker" (mi favorito), "Inishmore" y el que era el
último disco de la banda hasta ahora, "Through The Storm" (otro de
mis favoritos) en 2002. Con DiMeo grabarían otro disco, pero tras dedicarse más
en serio a THE LIZARDS y con la entrada de Mike Tirelli, el teórico nuevo disco
de RIOT se retrasó aún más (aunque según parece saldrá a lo largo del verano).
En
cualquier caso, RIOT merece ser una banda mejor considerada en la historia del
Heavy Metal. Otros con menos calidad (y cada vez menos según pasan los años),
llenan estadios, mientras los neoyorkinos se conforman con pequeñas audiencias,
aunque afortunadamente con fieles fans. Desde aquí mi humilde aportación a
tratar de encumbrarlos por fin de una vez por todas. Únete a la armada RIOT.