Cuando
llegó a la redacción esta copia del último trabajo de la banda del dios Mark
Reale, RIOT, después de más de tres años desde el magnífico "Through The
Storm", mis ojos se abrieron como platos y empecé a segregar saliva cual
hambriento tras días de ayuno. Una de mis bandas favoritas de todos los
tiempos, con discazos como "Narita", "Thundersteel" (del
que ya dejé buena cuenta en la sección de clásicos) o "Inishmore" por
poner ejemplos de distintas etapas del grupo, volvía por fin con un disco que
lleva grabado ya un tiempo, pero que debido a la marchad de DiMeo a THE LIZARDS
había sido retrasado una y otra vez.
En
una entrevista que un amigo le hiciera hace un tiempo a Reale, al hablar de
este nuevo trabajo, "Army Of One", el maestro de las seis cuerdas
comentó que tenía dudas sobre la forma de editarlo. Tirelli era el nuevo
vocalista, pero el disco ya estaba grabado con DiMeo y no quería hacerle un feo
regrabando las voces con otra persona que no hubiera estado implicada en el
proceso compositivo de "Army Of One". Parece que por fin Reale se ha
decidido a sacar el disco tal y como se concibió en un principio, saliendo
primero en Japón a lo largo del verano, y por fin en pleno Otoño en Europa. Y
menos mal que lo ha hecho, porque el resultado es un disco sobresaliente que
reúne elementos que hacía tiempo no aparecían en RIOT, a la vez que mantiene la
senda más melódica y reflexiva del magnífico "Through The
Storm".
La
producción, sin ser magnífica, consigue el objetivo de que suene natural,
orgánica y que no pierda fuerza en ningún momento. Es como si volviéramos al
pasado, cuando los discos se grababan como si de conciertos se tratase. Pero no
es por el sonido por lo que destaca "Army Of One" (que también), sino
por dos elementos fundamentales: las melodías que se saca Reale de la manga, y
un trabajo de DiMeo realmente impresionante. "Army Of One" es un
vehículo de lucimiento para un cantante muy versátil que ha conseguido dar a
RIOT el punto Hard suficiente, sin perder la fuerza de antaño y con una voz que
en las partes más emotivas roza la magia y en las más duras, nos hace recordar
los tiempos del "Thundersteel". Un trabajo soberbio, solo igualado
por la maestría de Reale en los solos y en la forma de componer temas intimistas
y cercanos, a la par que llenos de fuerza. Un disco que, por lo menos, iguala
"Through The Storm" y en algunos temas hasta lo supera, y del que
estoy deseando ver temas en directo.
Las
doce composiciones del trabajo pasan por todas las tesituras. Pero no cabe duda
que la más sorprendente es la propia "Army Of One". ¿Os imagináis un
"Thundersteel" compuesto en la actualidad y con la voz de DiMeo?,
pues eso es "Army Of One" un tema speedico, lleno de fuerza, con una
línea vocal excelente, que no llega a los agudos de Tony Moore (a los que nunca
llegó DiMeo), pero que en cualquier caso supone lo más potente que ha compuesto
RIOT en años. Ya vuelvo a salivar sólo de pensar que podré escucharla en
directo alguna vez, que espero que no sea muy tarde. Pero lo mejor de todo es
que, aunque en el resto del disco apenas se vuelve a repetir este derroche de
energía inicial, el trabajo no decae en ningún momento haciendo uso de los
elementos que han hecho famoso a RIOT desde que entró DiMeo, y mezclando a la
perfección su aire a RAINBOW con la parte más Hard Rockera de los últimos temas
compuestos por la banda americana en nuestro siglo. Precisamente en esta onda,
pero con un groove y una capacidad de enganchar increíble, continúa el disco de
la mano de "Knockin At My Door", con un estribillo realmente emotivo
donde DiMeo se sale con su voz más Soul, y los teclados ayudan a recrear un
ambiente muy ochentero.
A
medio camino entre el "Sons Of Society" y el "Inishmore",
el medio tiempo de "Blinded" nos vuelve a traer la magia de DiMeo
tanto en el atemperado estribillo, como en las partes más heavys. La guitarra
de Reale y la excitante sección rítmica con un Frank Gilchrist que realmente se
sale, tejen un trasfondo musical muy épico que es lo que me hace recordar el clásico
"Inishmore", con solo de guitarra neoclasicista doblado incluido.
Manteniendo la ambientación más Heavy en los riffs de guitarra, "One More
Alibi" supone otro punto culminante, gracias a los coros del estribillo
que le vuelven a dar el toque Hard Rockero que tanto me entusiasma de los
últimos trabajos de RIOT. Entusiasmo que vuelve de la mano de "It All
Falls Down", donde las guitarras de Reale y Flyntz se salen literalmente,
con unos riffs realmente pegadizos, unos solos increíbles, sencillos pero brillantes,
y un aire a RAINBOW que vuelve a planear sobre la cabeza de la banda. El
ecuador se alcanza con "Helpin Hand", más cruda que la anterior en lo
que a guitarras se refiere, pero donde el alma de DiMeo vuelve a volar de la
mano de su voz más Soul y emotiva, reforzada por la guitarra de Reale, que
llora bajo sus dedos y por un hammond omnipresente que le vuelve a dar un aire
ochentero que envuelve todo el disco.
La
segunda parte del disco se abre con otro trallazo, "The Mystic" que
hace que "Thundersteel" y los riffs y cabalgadas neoclásicas de
Blackmore vengan a nuestra cabeza. Si alguien pensaba que este disco iba a
seguir sólo patrones emotivos y Hard Rockeros, cortes como este son la prueba
de que se equivocaba. Este cambio vuelve abrir la veda a nuevos cortes que
mezclan a la perfección el Heavy y el Hard Rock ochentero, como es el caso de
"Still Live", un tema que dentro de su simplicidad, consigue que
nuestros pies se muevan fácilmente al ritmo de los pegadizos y rockeros riffs
de Flyntz y Reale. Después de una introducción que nos pone en situación en una
noche en el desierto, comienza "Alive In The City", otro corte muy
característico por las guitarras de RIOT, pero con un aire muy Blues en los
acordes, y una línea de bajo de Pete Perez que nos recuerda la importancia de
su presencia en la banda. Pero quizás sea "Shine" el punto culminante
de esta segunda parte del CD. Un tema veloz, poderoso, de riffs muy heavys y
doble bombo casi constante, pero con una interpretación de DiMeo que lejos de
elevar hacia los agudos, rebaja tonos, dando un aire más crudo al tema. Es un
tema donde Reale se sale un poco de la tónica general de su forma de componer
las guitarras, incluyendo una sección de cuerdas bastante curiosa en la parte
final del tema, e incluso el solo que lleva a cabo se despega de sus clásicas
influencias, suponiendo uno de los atractivos de "Army Of One".
Finalmente, el broche de oro lo pone, tras una bella instrumental,
"Stained Mirror", donde las melodías de Reale a lo "Narita"
comparten protagonismo con los teclados y las acústicas, la oscura "Darker
Side Of Light" (y no es porque lo diga el título), cuyos riffs rebajan su
tonalidad bastante, y la voz de DiMeo tiene un aire melancólico que le queda
niquelado al tema. Un gran final en cualquier caso.
Con perdón por la expresión, RIOT patea el culo a más de una banda
supuestamente mítica, que sin embargo lleva décadas viviendo de rentas. En el
caso de Mark Reale y compañía el verbo acomodarse no existe. Más de treinta
años regalando nuestros oídos con discos que nunca bajan del notable, incluso
los de la etapa menos atractiva del grupo para mi gusto, cuando Rhett Forrester
estaba en la banda. Y "Army Of One" no podía ser menos, suponiendo un
sobresaliente regreso discográfico de una banda que, lamentablemente, nunca
recibirá los laureles que se merece. Y es que Reale y su banda deberían
ascender al olimpo musical, y no quedarse como una banda de culto, con fieles
seguidores, pero reconocimiento escaso. Injusticia es la palabra que siempre me
viene a la cabeza como asociación de ideas a RIOT. En cualquier caso, y dejando
reivindicaciones de fan enfermizo como el que suscribe a un lado, RIOT sigue en
la brecha de la calidad, brecha de la que hace años que no se bajan, y que hace
que "Army Of One" sea altamente recomendable a todos aquellos que les
gustó "Trough The Storm" y que quieran recuperar algunas sonoridades
más clásicas del grupo. La espera mereció la pena.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)