Corría el año 1993 cuando un
grupo de finlandeses decidieron dar rienda suelta a sus “sonoridades más
putrefactas” de la mano de un proyecto al que llamaron acertadamente ROTTEN
SOUND. Pasaron (y siguen pasando) de discográfica en discográfica, incluso recalando
en la española Repulse Records. Hace un año editaron un magnífico “Exit”, de la
mano de Spinefarm en Europa, álbum del que ya dimos buena cuenta en estas
páginas en su momento. Ahora, Relapse (su discográfica en terreno americano),
se ha decidido a reeditar “Murderworks”, salido en 2002, y que supone uno de
los mejores trabajos de la banda.
Si eres aficionado al Grindcore,
ya sabes de qué va esta historia. Temas de menos de 2 minutos (en algunos casos
mucho menos), con velocidades de vértigo y los elementos que han hecho famosa a
la escuela escandinava de este estilo, léase NASUM, REGURGITATE, FROM THE ASHES
y un largo etcétera. Es decir, un registro de voces más amplio, usando tanto
voces guturales como agresivas, y riffs de ascendencia muy Death Metal. Estos
elementos presentes también en grupos del otro lado del charco como BRUTAL
TRUTH, y en bandas no escandinavas como ABADDON INCARNATE, alejan a esta
corriente de los siempre imitados CARCASS, sin abandonar sus temas reticentes y
su furia musical.
Ya la portada de “Murderworks”
merece un premio a una de las más repulsivas de la historia, con un carnicero
cubierto de sangre hasta las cejas, (aunque quizás este premio siempre lo
tendrán los mejicanos DISGORGE con “Forensick”). Pero musicalmente tampoco
andan cojos, gozando de un sonido realmente estratosférico, donde se oye todo.
Además, en este disco se han permitido la licencia de elaborar unas
composiciones algo más largas que de costumbre en algunos momentos, sin por
ello abandonar las bases del Grindcore, lo cual ayuda a que entres más en
materia y puedas dejarte llevar por su música, con menos esfuerzos.
Ya desde que la intro del disco
se esfuma y el grupo empieza a descargar su colección de guitarrazos y sus
asaltos vocales más extremos en “Targets”, nos damos cuenta de que este disco
no nos va a dar respiro, para deleite de los que somos seguidores del grupo y
para martirio de los que no soporten el Grindcore. Todo ello mezclado con
claras influencias del Death Metal en forma de unos riffs muy currados, como
nos muestran temazos de la calidad de “Revenge” o una de las mejores
composiciones del disco, “IQ”. Aquí puedes encontrar de todo para saciar tus
ansias más extremas: blast beats por un tubo (de nuevo el señor Kai Hahto ataca
para deleite de los aficionados a la batería), tres tipos de voces distintas,
una que es casi un chillido, otra agresiva y una gutural que es mi preferida, y
unas guitarras que cruzan el espacio a la velocidad de la luz, sin darte tiempo
a tomar el aliento. Tema tras tema, no podrás parar de mover la cabeza como un
poseso, mientras los finlandeses escupen su música por nuestros altavoces.
Grandes composiciones, variadas, combinando todos los elementos del género más
extremo del globo de manera precisa, pero con pocos respiros para los no
iniciados. Disfrutar de riffs como los de “Seeds” no tiene precio.
Si estás deseoso de buen
Grindcore a la escandinava, y no conocías a ROTTEN SOUND, nada mejor que
“Murderworks” para empezar a conocerles, media hora de auténtica genialidad,
que además se ve aderezada por tres videos de la banda, para que puedas verles
en directo. Si ya les conocías, este disco supone uno de los momentos más
inspirados de su carrera, así que no sé a qué esperas. En cualquier caso, muy
recomendable.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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