Después
de 20 años dando cera y sirviendo de inspiración para grandes y pequeños,
¿alguien espera ser sorprendido por SICK OF IT ALL? ¿Alguien espera que se
reinventen? Es más, realmente ¿alguien quiere que lo hagan? Yo personalmente
no. Cuando como un cocido, quiero que tenga garbanzos, panceta, chorizo, grasa
por todas partes... el puré de lentejas servido a temperatura variable con
ralladura de menta, prefiero dejarlo para adalides de la investigación como
Adriá y compañía. Paralelismos culinarios a un lado, “Based On A True Story” es
un nuevo trabajo de SICK OF IT ALL, segundo en las fauces de Century Media
después del notable “Death To Tyrants” y su intensidad sigue sin moverse ni un
ápice, aunque donde estos veteranos siguen siendo dioses es en directo, de eso
no cabe duda.
Donde
otros ven Metalcore, SICK OF IT ALL hace Hardcore neoyorkino del bueno: nada de
parones, ni de segundas voces, ni estribillos metidos con calzador... iba a
decir una vulgaridad, pero dejémoslo en que SICK OF IT ALL no le tienen que
demostrar nada a nadie, pues son unos de los padres de esta historia, y
cualquier pedorreta suya le da mil vueltas a los grupos actuales. ¿Y en qué se
traduce todo esto? En energía pura, coros, potencia, sencillez de elementos,
momentos hímnicos (imposible quitarse de la cabeza “Dirty Money”, con la que
cierran de forma magistral el disco)... Y como único elemento de “modernidad”,
una producción adaptada a las circunstancias, orientada hacia el terreno
metálico pero en su justa medida, sin robar protagonismo a la agresividad y a
la excepcional voz de Lou Koller, al que el adjetivo de “hardcoreta” le viene
pequeño. Así, Tue Madsen, que también produjo “Death To Tyrants” y que ya tiene
experiencia con otros grupos Hardcore, le da el toque de actualidad y
evolución, al inmovilismo básico de SICK OF IT ALL, pero en lo demás, simple y
llanamente puro Hardcore.
La
última frase puede tener sus pros y sus contras. Al ser simplemente un capítulo
más en SICK OF IT ALL, “Based On A True Story” (por cierto, los madrileños
HABEAS CORPUS les deben estar pidiendo derechos de autor por el uso del
título...) puede palidecer con obras pretéritas del propio grupo o no resultar
nada excitante para los que no tengan al combo en su lista de imprescindibles. En
el otro lado de la balanza, uno sabe de antemano que “Based On A True Story” le
va a gustar y su mayor o menor calidad viene dada no por su novedad, sino por
el grado de inspiración del grupo, es decir: la energía que consiguen
transmitir con nuevas composiciones por muy lineales que puedan parecer, que no
lo son. Analizado así, y en comparación con “Death To Tyrants”, creo que “Based
On A True Story” está a la altura, algo menos compacto, más irregular en el
mantenimiento de intensidad entre canciones, pero en general un digno sucesor y
nada que pueda defraudar a los seguidores de SICK OF IT ALL ni a los que
quieran escuchar auténtico Hardcore neoyorkino.
Principalmente
se nota un intento de variar los tempos. No todo va a piñón y dentro del continuismo
estructural, saben combinar bien los elementos básicos. Temas de pura
adrenalina como “Death Of Jail”, “Bent Outta Shape” o “Watch It Burn”, se
entrelazan con otros más groovies como “The Divide” o “Waiting For The Day”,
este último con un ramalazo clásico fantástico, gracias a los coros y a un
cariz más melódico que puede recordar a primerizos del Hardcore melódico. Y ya
no digamos los himnos, el citado “Dirty Money”, “Lifeline” o sobre todo “A
Month Of Sundays”, nuevamente con ese aire más clásico y coreable que en
directo debe ser dinamita. Esto genera altibajos en la escucha, pero también
variedad, con lo que ambas características se complementan y hacen de “Based On
A True Story” un disco a la altura de la calidad de SICK OF IT ALL, que insisto,
poco o nada tienen que demostrar a estas alturas de la película y muchos
deberían aprender de ellos, ya estén en discográfica grande, pequeña, se
autoediten o pasen desapercibidos. Cuestión de entrega y dedicación,
supongo.
En
definitiva, “Based On A True Story”, líricas a un lado, y para acoger los tópicos
típicos del género, es simplemente: un puñetazo en la cara de Hardcore de NYC.
Una vez más, ya lo dijo Stockhausen, tres acordes dan para mucho, y SICK OF IT
ALL son maestros en eso. ¿Revolucionarios? para nada, pero una vez más, ahora
me apetece comer un buen cocido, con todos sus pros y sus contras, mañana ya
hablaremos de la vichyssoise (o como se diga).
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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