Cuando
una banda consigue atraparte en su música durante casi una hora, y con ganas de
volverlos a escuchar una y otra vez, es que es buena. Sea cual sea el estilo,
pocas bandas pueden aunar sentimiento, virtuosismo, gran capacidad para
componer, y que a la vez sean adictivas. Este es el caso de los norteamericanos
AGALLOCH, una banda que lleva desde 1995 regalando a sus oyentes buenas
composiciones, que aunque centradas en ambientes oscuros y tortuosos, recorren
una amplia gama de texturas variadas y estimulantes.
Hace
años me sucedió algo similar con otra banda de propuesta muy parecida a
AGALLOCH, los magníficos NOVEMBERS DOOM. En aquella ocasión corrí a la tienda a
hacerme con todos los discos que tuvieran de la banda, y en cuestión de horas
me convertí en un fan de la misma. AGALLOCH va camino de convertirse en un caso
parecido. Imaginaos una mezcla entre los propios NOVEMBERS DOOM, MY DYING
BRIDE, OPETH, NOVEMBRE, los primeros años de KATATONIA, DISILLUSION... en fin,
de lo más granjeado del Doom y el Metal Extremo progresivo, y obtendréis lo que
AGALLOCH nos ofrece en "Ashes Against The Grain". Un disco tan bello
como oscuro, como el diseño de su portada nos hace adivinar. Un disco que
parece un documental de viajes por el círculo polar, tal y como se puede
comprobar en los títulos de las canciones. Un disco para cerrar los ojos y
dejarse llevar por las olas de sus melodías.
Todo
el disco se divide en cinco largas composiciones y un interludio, pero para
nada resulta pesada su escucha. Como me ocurre con los discos de OPETH, o de
cualquiera de las bandas antes citadas, sus estructuras, el uso de las
melodías, la capacidad para crear grandes composiciones presente en AGALLOCH,
evitan que el aburrimiento haga su aparición. Todo ello apoyado de un enorme
sonido, frío, nítido, capaz de transmitir a la perfección todas las sensaciones
que el grupo es capaz de generar. Pero un buen sonido, sin el don creativo de
la banda norteamericana se quedaría en nada. Afortunadamente de creatividad andan
sobrados, y están por encima, a muchos años luz, de otras bandas de su
generación y país de procedencia.
Las
melancólicas guitarras que abren "Limbs", dan paso a un corte de
belleza tortuosa, tan violento en su trasfondo, como enigmático y sugerente.
Las voces de John Haughm se alejan de registros graves típicos del Doom y se
acercan al Black depresivo y decadente, dando un toque de desesperación aún más
atractivo que en combinación con las melodías frías y evocadoras de todo el
tema, lo convierten en un muestrario de texturas grisáceas, que se ven
continuadas en un corte más contundente pero igual de gélido, como su propio
título refleja, como es "Falling Snow". Música invernal, pero a la
vez transmisora de innumerables sensaciones. Centrándome en la estructura de
este segundo tema, se aprecia un incremento de la fuerza en guitarras con
respecto al anterior, con presencia de dobles bombos estimulantes, y riffs más
veloces que su predecesor, pero en perfecta armonía con las melodías que llenan
todo el trabajo, destacando la presencia de anecdóticas voces limpias, que
parecen sacadas del mismísimo Ártico. Recuerda tremendamente a los temas
cañeros de NOVEMBRE, sobre todo en las armonías usadas con cierto aire rockero,
pero con un tinte más progresivo que culmina en un final tan hipnótico como
adictivo. En cualquier caso otra maravilla de este trabajo.
La
atmósfera se cubrirá con una espesa niebla cuando escuches "This White
Mountain On Which You Will Die", una especie de interludio instrumental
que consigue el objetivo de que nuestra mente desconecte aún más del mundo, y
que se prepare para un corte con tintes Folk y aires más cálidos, el hechizante
"Fire Above, Ice Below", dando la bienvenida a las guitarras
acústicas y a un predominio de voces limpias, melosas, cercanas, pero siempre
con ese toque de oscuridad en forma de susurros luciferinos. Si la melodía se
hacía indispensable en los otros temas, en éste se convierte en escaparate de
paisajes, llevándonos de la mano, in crescendo, hasta que la voz tortuosa de
Haughm vuelve a hacer su presencia justo antes de un inquietante puente, que
vuelve a retornar a la desnudez musical de las guitarras acústicas del inicio
del tema y a recuperar la melodía central del tema, sin que las voces Black nos
vuelvan a abandonar. Lo que comenzó cálido y cercano, acaba tornándose así en
un final épico, frío y penetrante, que consigue a la perfección las dos caras
reflejadas en el título del tema. Otra genialidad que se apuntan los de
Portland.
El
ecuador de "Ashes Against The Grain" se alcanza con el sonido de las
olas que sirven de introducción a "Not Unlike The Waves", tema de
aplastante inicio que retoma la parte más cañera del inicio del trabajo, pero
sin dejar a un lado las sugerentes melodías obtenidas con las guitarras
acústicas, y el lado épico derrochado en el corte precedente. Una composición
que sirve de lucimiento personal de Greene en la batería, dando una lección de
como combinar distintos ritmos a lo largo de un tema tan largo, y donde Haughm
vuelve a lucirse combinando a la perfección su gélida voz limpia con una cada
vez más tortuosa voz Black, que por momentos se torna en un quebranto para el
alma del que la escucha.
De
esta manera se llega a la parte más ambiciosa del trabajo, un largo tema
dividido en tres partes que sirve de resumen perfecto a todo lo expuesto en
esta obra. "Our Fortress Is Burning" se convierte en un escaparate de
sensaciones desde el principio hasta el final. Su primera parte es de una
belleza indiscutible, un inicio instrumental donde las guitarras, tanto
acústicas, limpias, como distorsionadas, apoyadas por una excepcional línea de
bajo, nos transportan a otra dimensión enlazando en un viaje sin retorno con la
segunda parte de la composición, más estimulante, aumentando nuestro
ensimismamiento de manera exponencial gracias a una guitarra solista
excepcional. Llevamos casi diez minutos de tema, y ya estamos totalmente
atrapados en su magia, hasta la voz oscura de Haughm aparece natural en
nuestros oídos, pues el hechizo es pleno. La tensión va creciendo, la canción
se hace cada vez más agresiva y tortuosa, apoyada una vez más en la inhumana
voz del cantante de AGALLOCH, hasta que súbitamente nos vemos despertados del
sueño por unas inquietantes distorsiones que suponen la tercera y última parte
de la composición. Un final fantasmagórico que se hace un poco largo (son más
de seis minutos de guitarras llenas de efectos), que consigue el objetivo de
transmitir desasosiego, pero que, desde mi modesta opinión, habrían conseguido
igual meta, con la mitad de duración.
Obviando
esta pequeña pega final, que también tiene su función de todas formas en esta
trabajada obra, "Ashes Against The Grain" es uno de los lanzamientos
del año. Engancha aún más con cada nueva escucha, ganando en matices y
transmitiendo nuevas sensaciones, y seguro que gusta a cualquier amante del
Metal Extremo que esté hecho con la elegancia que derrochan los americanos. Yo
ya he empezado a buscar su anterior obra, su segundo trabajo, "The
Mantle", que me han dicho que es incluso mejor. Si es así, AGALLOCH ya
tienen un nuevo fan en el mundo, y espero que tras la escucha de este nuevo
trabajo, os ocurra lo mismo a muchos de vosotros.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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