Con ESTRELLA tengo un problema.
No soy objetivo. La hija del gran ENRIQUE MORENTE que en paz descanse, es un
amor platónico personal, un ideal artístico y humano que en directo y en disco
me envuelve y me extasía hasta perder la noción del tiempo y del espacio. La
recuerdo interpretando bulerías, tangos y fandangos que me hacían llorar de
alegría, recuperando un “Amor Brujo” de belleza indescriptible en el Auditorio
Nacional de Madrid, recreando a NINA SIMONE cantando en francés en un disco
homenaje a la mujer… No soy objetivo. Y encima su belleza atrapa, su voz te
hace soñar despierto y su mirada hechiza. Insisto, no soy objetivo. Por otro
lado se prodiga poco, compagina su labor de artista, con su papel de madre,
tratando de que lo uno no quite espacio a lo otro, por lo que cualquier nuevo
lanzamiento por parte de ESTRELLA es todo un acontecimiento. Ya necesitábamos
algo nuevo y aquí está: “Amar En Paz”, un proyecto arriesgado pero exquisito,
una comunión perfecta entre la música brasileña y el Flamenco, un rato de
intimidad compartida entre ESTRELLA, el no menos importante NIÑO JOSELE (el
disco es un proyecto mutuo) y la cabeza pensante de Fernando Trueba como
maquinador de este trabajo que está entre lo mejor del año.
El encuentro entre ESTRELLA
MORENTE y NIÑO JOSELE con la música brasileña de fondo no es la primera vez que
se produce. Ya Trueba lo consiguió en “Paz”, disco bajo la exclusiva firma de
JOSELE en el que rendía homenaje flamenco al Jazz de BILL EVANS. En ese trabajo
se recogía “Minha”, tema original Francis Hime en el que ESTRELLA era la
invitada de lujo. Trueba se quedó enamorado del resultado y desde entonces no
ha cesado de rondar la idea que da origen a “Amar En Paz”. El proyecto estaba
claro: ellos dos, solos, desnudos, con un puñado de canciones brasileñas,
convenientemente traducidas y adaptadas. Temas de Vinicius de Moraes, Antonio
Carlos Jobim, Luiz Bonfá, Ary Barroso, Dolores Duran, Pinxinguinha, Milton
Nascimento… por donde ESTRELLA MORENTE se pasea como si fueran coplas flamencas
y NIÑO JOSELE adapta al lenguaje flamenco sin perder ese toque tropical en el
pizzicato de la guitarra. No son pioneros en este tipo de mezclas, otra de las
grandes en mi lista, CLARA MONTES, ya hizo lo propio entre la Copla, el
Flamenco y el Fado portugués. Bien es cierto que el Fado es mucho más afín a la
jondura flamenca que la Bossa Nova, pero en el fondo la idea puede considerarse
similar.
“Amar En Paz” destaca por una
característica: la impresión de ser el invitado de excepción en una reunión
íntima y ajena al bullicio. ESTRELLA MORENTE y NIÑO JOSELE dan la impresión de
estar en el salón de su casa, disfrutando alrededor de un fuego cálido, en un
ambiente acogedor, de un puñado de canciones que parecen suyas desde que se
concibieron. De hecho me gustaría pensar que los arreglos de “Amar En Paz” son
más fruto del momento y la improvisación que de un trabajo muy sesudo e
intenso. La homogeneidad final del disco da esa impresión y la capacidad de
ESTRELLA MORENTE de despojar a los temas de su tropicalidad y añadirles
profundidad y sentimiento flamenco, y de NIÑO JOSELE de timbrear en su guitarra
como si de un Jobim se tratase, hacen el resto. Abren con “Mañana de Carnaval”
de Bonfá, pero bien podían haber abierto con cualquier otra, que la sensación
de violar la intimidad de dos buenos amigos en soledad la vamos a tener desde
el principio, sensación incrementada por el tarareo inicial de ESTRELLA en el
tema. Siguen con “Amor En Paz”, de Vinicius de Moraes, honda y amarga, casi
tanto como “Amargura”, un corte de delicadeza infinita y lágrimas a punto de
salir de nuestros ojos, donde NIÑO JOSELE da a su guitarra un toque mucho más
flamenco que lo habitual en el resto del disco.
Como escaparate escogen con tino “Baile
del desamor” de Paulinho da Viola, con más ritmo que el resto del trabajo y
mayor colorismo, ideal para mostrar las bondades de “Amar En Paz” en un
ambiente más amable y accesible. De hecho será el único momento en el que
nuestros pies tenderán a seguir el compás, pues en el resto del trabajo
estaremos embebidos de la magia y la hondura del sentimiento de ESTRELLA y
JOSELE, como en “Labios que Besé”, de Álvaro Nunes, donde la voz de ESTRELLA
casi se rompe por momentos, en una letra coplera auténtica. Al gusto inmaculado
en la selección del repertorio, la interpretación íntima y personal y el sonido
cálido y cercano, hay que añadir un diseño cuidado, en formato vinilo de siete
pulgadas, ideado por Mariscal, dando como resultado una de las mejores obras
del 2014 que está llegando a su fin. Una unión de dos mundos musicales que
parecen haber nacido para mezclarse y dar como resultado un amor en paz.
Baile del desamor: https://www.youtube.com/watch?v=POkhtK9fcEo
Amar en paz: https://www.youtube.com/watch?v=-xIPeOWt4OY
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