La explosión musical de BURST
vuelve de nuevo. Si "Prey On Life", se convirtió en uno de los
mejores discos de 2003, "Origo" no se va a quedar lejos de su
predecesor, ya que sin ser superior, iguala en calidad a aquél. Pero vayamos por
partes. BURST comenzaron allá por 1993 como una banda de Punk al uso. Hasta que
un agraciado día, decidieron dar una vuelta de tuerca a su música y
experimentar en terrenos Hardcore y metálicos a partes iguales, pero no
convirtiéndose en una banda de Metalcore, sino desde un punto de vista mucho
más atmosférico y original, experimentando con gran cantidad de sonidos y
texturas. Corría el año 2000 cuando tal transformación tuvo lugar, y después de
asombrar al mundo con "Prey On Life", hoy nos llega el cuarto disco de
BURST (tercero de su nueva etapa).
A priori, y escuchando
"Where The Wave Broke", parece que estuviéramos ante una versión más
reposada de "Prey On Life". Los mismos riffs a medio camino entre el
Death Metal melódico y el progresivo, y las voces rasgadas, aderezadas con
multitud de elementos en forma de samplers y sonidos extraños, vuelven a
golpearnos, pero renunciando a los pasajes más veloces, y centrándose en crear
atmósferas opresivas y complejas. Siempre han sido comparados con los grupos de
siempre en el terreno del Hardcore "evolucionado", es decir,
NEUROSIS, ISIS, CULT OF LUNA... pero a diferencia de los citados, BURST siempre
han dotado a su música agobiante e hipnótica, de unas guitarras más metálicas,
más orientadas al Death Metal sueco. Sin embargo en este "Origo", los
riffs se han vuelto más pausados, más repetitivos y más atmosféricos, sin
perder su esencia. Buena cuenta de esta esencia es "Slave Emotion" o
"Stormwielder" los dos cortes
que más te harán disfrutar si te gustó "Prey On Life".
El resto del disco se mueve por
terrenos más etéreos, pero al final siempre atrayentes. Los efectos sonoros, en
dónde el ingeniero de sonido Fredrik
Reinedahl tiene un papel
importante, convirtiéndose en otro miembro más del grupo, siguen muy presentes
dando toques de originalidad al grupo. "The Immateria",
"Flight´s End" y la instrumental "It Comes Into View" (con
unas armonías que parecen sacadas de un tema acústico de OPETH) experimentan
con texturas más grises, menos directas, teniendo la voz Linus Jägerskog un papel menos preponderante.
Las guitarras se llenan de matices ajenos al Metal, y que los acercan más que
nunca al estilo de NEUROSIS, aunque a su manera. Cuesta entrar en estos cortes,
porque aunque están bien estructurados y son lo suficientemente variados, se
hacen un poco largos. No obstante, la faceta melódica de BURST sigue presente
(ahora más que nunca) y las guitarras nos regalan una buena colección de
tonadas frías, muy acordes con la música del grupo. Materia aparte es
"Homebound", el mejor tema con diferencia de todo el plástico, que
recorre en sus más de seis minutos todas las facetas de BURST, tanto la
reposada, como la agresiva, todo ello con unas melodías excelentes.
Si no los conocías, te estás perdiendo un "nuevo" valor
bastante interesante, porque encontrar un grupo de la calidad de BURST hoy en
día es difícil. "Origo", quizás no sea el disco más adecuado para
empezar a conocerles, pero no deja de ser un gran disco, muy recomendable. Si
su nombre ya estaba en tu cabeza, en este disco te vas a encontrar un estilo un
poco diferente a "Prey On Life", pero igual de genial cuando le
pillas el truco. Nuevamente, un gran lanzamiento el de los suecos.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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