jueves, 31 de enero de 2019

HELEVORN - "Forthcoming Displeasures": salto de gigante.


¡Fantástico salto hacia delante! Era una banda interesante, pero con este nuevo trabajo, “Forthcoming Displeasures” los mallorquines HELEVORN ha pasado a la primera división nacional y probablemente, o por lo menos lo merecerían, internacional. Para quién no los conozca, el sexteto de Palma de Mallorca, después de diversos vericuetos, como toda banda que se precie, y tras una década tratando de salir adelante, con un “Fragments” en su haber que les ponía en buena situación, pero al que se le podían sacar muchas cosas a mejorar, y tras cinco años sin muchas noticias, edita con “Forthcoming Displeasures” su segundo trabajo y probablemente el que hará que se hable bastante de ellos. Producción, composición, ejecución, ideas... si hubiera que poner un ejemplo de evolución hacia el buen camino y de duro trabajo, pero también resultados merecidos, ese ejemplo sería este disco.

HELEVORN partía de un sonido conocido. Sin poderse comparar con AUTUMNAL, por poner un ejemplo geográficamente cercano, la base era la misma, MY DYING BRIDE / ANATHEMA / KATATONIA, mezclado en esta ocasión con mucha dosis de Gótico ochentero herencia de THE SISTERS OF MERCY. Esa era su tarjeta de presentación, y así los conocí en directo y después en disco. Sin embargo, el sonido modesto, la descompensación en la grabación (mucha voz, poca guitarra, teclados desubicados), y la irregularidad en la composición (con más predominio de la oscuridad gótica que del Doom accesible), hacían de “Fragments”, hasta ahora la única referencia oficial, demos a un lado, que había de HELEVORN, un disco con buena base, pero mucho por pulir. Y se lo han tomado con calma. Casi cinco años es mucho tiempo, pero si lo que obtienes es “Forthcoming Displeasures”, creo que el grupo puede vanagloriarse de haber invertido bien las horas. Y digo esto, porque todos los puntos débiles han sido barridos de un plumazo y se han abierto nuevos horizontes, en los que sólo echo de menos una cosa que me dejaré para el final.

HELEVORN ha optado por volverse más introspectivo al mismo tiempo que se ha endurecido. Esto hace que la referencia de MY DYING BRIDE sea más evidente, pero al mismo tiempo se han enriquecido en melodía, en sonido épico y en momentos funerarios, lo que hace que aparezcan nuevas referencias, fundamentalmente la escuela de bandas a lo SWALLOW THE SUN, ABLAZE IN HATRED, DOOM:VS y un poco DRACONIAN. A lo que hay que añadir un toque de fondo más pesado, más extremo, con más predominio de la voz gutural, antes prácticamente ausente, que me recuerda a los mejores tiempos de NOVEMBERS DOOM, cuando la mezcla de lirismo y contundencia eran los dos ingredientes del grupo americano y no como ahora que sólo es lo segundo. Todo ello da como resultado un disco muy compacto, muy completo, en donde ya no hay tanta descompensación instrumental, ni la irregularidad compositiva de “Fragments”. Así la dupla MY DYING BRIDE / NOVEMBERS DOOM tiene buenos ejemplos en “From Our Glorious Days”, “Descent” y “Revelations”, una de las más accesibles, el aire finlandés toma protagonismo en “To Bleed Not To Suffer”, la pesadez funeraria atrapa en “Hopless Truth” y para el final se han dejado una de las joyas del trabajo, “On Shores (Of a Dying Sea)” de inicio muy pausado y escandinavo, para un corte de melancolía absoluta y donde las guitarras logran llorar por méritos propios.


Presentados los momentos más destacables, toca hablar de las mejorías: la doble voz de Josep Brunet, limpia-gutural, comparte minutos con tino, no se dejan los momentos más Góticos a un lado tampoco (ahí está “Two Voices Surrounding”), aparecen unas guitarras hímnicas y al mismo tiempo frías antes tapadas en un mar de teclados excesivamente protagonistas, que ahora, siempre presentes aportan el aire majestuoso necesario, y la sección rítmica tiene momentos de gran lucimiento, tanto por la versatilidad de Xavi Gil, como por la omnipresencia altamente disfrutable de Toni Mainez. También hablé del sonido, y es aquí donde el paso es de gigante: la producción de Jens Bogren y Johan Örnborg se vuelve fundamental, quizás con un sonido excesivamente pulcro en la distorsión de las guitarras rítmicas, pero aún así compensado y potenciando cien veces más las virtudes y mejorías del grupo hasta ahora dichas. Y finalmente hay que hablar de la composición, aunque haya ya adelantado algo en los temas: si la ejecución ha mejorado enteros, las estructuras, mucho más variadas en texturas y melodías, con una labor lírica por parte de Enrique Sierra que me parece esencial y la pareja de guitarras que no deja de evocar con sus pasajes, convierten al trabajo en un buen escaparate del mejor momento de HELEVORN.

Dicho todo esto, sólo echo de menos algo: que el propio grupo se deje llevar por las propias sensaciones que transmite. Es algo que algunos de los grupos citados, en particular los primeros SWALLOW THE SUN y DOOM:VS consiguen y que HELEVORN deja un poco de lado, en favor de un excesivo mecanicismo a la hora de interpretar, en particular las bellas melodías. Y digo esto porque tiene uno la sensación de que están demasiado concentrados y no logran humanizar sus instrumentos. En cualquier caso, ya me estoy moviendo en el terreno resbaladizo de las sensaciones, y este breve comentario final no puede ensombrecer un grandísimo trabajo, “Forthcoming Displeasures”, disco que confirma a HELEVORN como un grupo a tener muy en cuenta aquí, y fuera de aquí. El tiempo empleado y el esfuerzo, ha merecido la pena.

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miércoles, 30 de enero de 2019

COLDWORKER - "The Contaminated Void": la vida sigue después de NASUM



A finales de 2004 saltaba la noticia, Mieszko Talarczyk, el emblemático líder de una de las bandas Grind más influyentes en Europa, NASUM, fallecía como consecuencia de un tsunami que se llevó consigo miles de vidas en las costas asiáticas, lugar de frecuente veraneo de los escandinavos, que tan fatales consecuencias tuvo para Mieszko. El batería de NASUM, Anders Jakobson, uno de los miembros fundadores, tenía claro que la banda sueca no seguiría sin su guitarrista y cantante durante tantos años, pero su vida musical debía continuar, y qué mejor manera que con una banda como COLDWORKER aunque tenga poco que ver con el legado más inmediato de su banda previa.

Aprovechando su renacimiento en el mundo de la música, Jakobson ha decidido cambiar un poco sus horizontes musicales. Aunque mantiene su espíritu Grind en las cortas estructuras de muchos temas, el enfermizo y distorsionado bajo y el uso y abuso de blast-beats, su estilo ha variado hacia el Death Metal de viejo cuño mezcla entre la tradición más brutal europea y la americana. De esta manera, VOMITORY, DERANGED, INSISION... vendrán a la mente una y otra vez, pero también MORBID ANGEL, CANNIBAL CORPSE e incluso IMMOLATION. En consecuencia, podríamos considerar a COLDWORKER como una especie de BLOOD RED THRONE, con temas más directos y con algún que otro toque Grind. Es decir, un Death Metal que toma lo mejor de la brutalidad europea y los orígenes de este estilo al otro lado del Atlántico, con riffs que no aportan nada nuevo al género, pero que consiguen el objetivo de sonar brutales y a la vez adictivos.

Con una producción que llena el ambiente de oscuridad, a la vez que eleva a la enésima potencia la contundencia de los riffs, conseguida por el maestro Dan Swanö, los temas de "The Contaminated Void" llenarán el aire de la pesadez y fuerza necesarias para que nuestras entrañas retumben una y otra vez. Pero no sólo de estas sensaciones orgánicas hace uso el grupo sueco. La técnica presente en los riffs y estructuras, algunas de ellas cortas pues no llegan a los tres minutos, es enorme, lo que los emparenta con la corriente más enrevesada de este estilo tanto en EE.UU como en tierras europeas. Siempre con el aire fantasmagórico con que la producción lo envuelve todo. Como ya dije, las raíces Grind de Jakobson casi se han diluido por completo, pero algún retazo que otro queda en las composiciones, recordando los inicios más Death-Grind de NASUM, lo que hace que la potencia y brutalidad de los temas aumente, algo que la excepcional voz de Joel Fornbrant (proveniente de los suecos PHOBOS), quizás lo que más recuerda a BLOOD RED THRONE, ayuda a potenciar tema tras tema.


Ya desde que los fantásticos riffs de "The Interloper" empiezan a sonar, nos damos cuenta de que Jakobson buscaba desligarse del sonido NASUM. El primitivismo en el buen sentido que destila este tema lo convierten en uno de los más representativos del disco, con grandes dosis de blast-beats, pero sin dejar a un lado el groove que está presente una y otra vez a lo largo de todo el disco para deleite nuestro y martirio de nuestras cervicales. En "D.E.A.D." nos encontramos una estructura mucho más técnica y menos pegadiza y eso incluso teniendo en cuenta que es uno de los temas más cortos del disco. Los riffs cambian una y otra vez y la batería lleva a cabo unos breaks realmente increíbles, pero siempre consiguiendo que el regusto tradicional de la música de COLDWORKER no se pierda. Este tecnicismo se vuelve a repetir en el tema título del disco, "The Contaminated Void", pero con un cariz más europeo en la forma de componer los riffs, aunque siempre manteniendo un ojo en el otro lado del charco como la brutalidad general del tema demuestra.

Con "Death Smiles At Me", al igual que ocurrirá a partir de "Flammable" nos encontramos con uno de los temas más rápidos y cercanos al Death-Grind: blast-beats continuos, riffs que tienen una inspiración Thrash pero que están tocados a una velocidad tal que da vértigo, y los típico cambios de ritmo del género. Pero insisto que en este disco la presencia del Death es mucho mayor que del Grind, con lo que los que busquéis una continuación de NASUM es mejor que miréis en otra dirección. Finalmente, los dos temas más largos del trabajo, "Return To Ashes" y "Generations Decay", hacen uso de variaciones mucho mayores, en especial el primero de los dos, un medio tiempo muy depresivo y oscuro que les queda especialmente bien teniendo en cuenta la posición en la que se encuentra en el tracklist. El segundo de los citados tiene una inspiración más Thrash, pero manteniendo la oscuridad, lo cual supone un punto y final bastante notable para el disco.

Aunque NASUM sea irremplazable, Anders Jakobson ha sabido sobreponerse a la muerte de su amigo Mieszko Talarczyk y sacar un gran disco de Death Metal brutal (el orden del adjetivo os lo dejo a vosotros), que aunque mantiene cierto aire a su pasado Grind, mira indiscutiblemente hacia otros horizontes igual de notables viendo el resultado global de "The Contaminated Void". Si buscas Death Metal tradicional que une lo mejor de EE.UU y Europa, con una producción excelente y cierta oscuridad indispensable, COLDWORKER nace para hacernos desear una continuación de este notable debut. Recomendable en cualquier caso.

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viernes, 18 de enero de 2019

BLOODBATH - ENTREVISTA CON BLAKKHEIM: Mikael Akerfeldt sería la diva del grupo.



ENTREVISTA CON ANDERS "BLAKKHEIM" NYSTRÖM DE BLOODBATH sobre su disco "The Fathomless Mastery"


Hablar de BLOODBATH es hacerlo de una super-banda, por mucho que ellos mismos digan que no es más que un recurso publicitario. La conjunción de genios musicales como los de Mikael Akerfeldt, Jonas Renske, Anders Nyström, Martin Axenrot y Per Eriksson, y en el pasado también Dan Swanö y Peter Tägtgren, genera que esta banda contenga un pedazo bastante importante de la historia del Metal sueco. Lo que empezó siendo un proyecto para divertirse, se ha acabado por convertir en una banda con todas las de la ley que rinde tributo directo a los orígenes del Death Metal. El exuberante “The Fathomless Mastery” es ya su tercer disco en estudio y viene en un año cargado de lanzamientos para BLOODBATH (el DVD en Wacken y un EP completan la colección), con lo que no quisimos perder la oportunidad de contactar con Anders para hablar de su proyecto más salvaje. Super-banda o no, BLOODBATH se ha hecho un hueco en el corazón de los Death metaleros más genuinos, y esto es lo que nos cuenta Blakkheim acerca de ello.


Antes que nada, ¿qué es BLOODBATH? ¿Sois un “supergrupo” de Death Metal? ¿Cómo os definiríais? Mikael Akerfeldt ha dicho alguna vez que BLOODBATH es un proyecto para divertiros (un proyecto “alcoholizado”), un homenaje a la elite del Death Metal ¿Estás de acuerdo?

El término “supergrupo” es algo inventado por los medios y a nuestros sellos les encanta usarlo porque les ayuda a vender el producto mejor. Es su política de ventas como parte de la industria comercial. Nunca nos ha molestado el que usen nuestros nombres como si fuera un spot publicitario, porque todos somos viejos amigos, y hemos estado en este negocio desde hace 18 años, y aún seguimos. Somos los que somos, aunque es divertido ver nuestros nombres como parte de la historia del Metal gracias a nuestros logros. Hacemos BLOODBATH porque el Death Metal es una gran pasión para nosotros.


En ocasiones he leído que BLOODBATH no es realmente una banda seria para vostros, simplemente es una forma para tocar Death Metal como más os gusta, pero sin ningún tipo de compromiso. Diez años después, con la salida de “The Fathomless Mastery”, ¿piensas lo mismo? ¿Es BLOODBATH ahora una banda “completa” o sólo un proyecto?

Dado que no ensayamos ni giramos activamente, no nos podemos llamar plenamente una “banda”. Seguimos siendo un proyecto paralelo donde intentar rellenar el tiempo que nos deja nuestras apretadas agendas, y así grabar un disco y hacer algunos conciertos, que es de hecho para lo que usamos todo el tiempo que tenemos. Esto no significa que sea una banda menos seria que las otras bandas en las que estamos. Cuando nos sumergimos en una sesión con BLOODBATH, lo hacemos con la máxima devoción. Ser serio, pero al mismo tiempo divertirnos es lo que definiría a BLOODBATH en pocas palabras. 


En el EP “Unblessing The Purity” y ahora en “The Fathomless Mastery”, BLOODBATH probablemente ejecuta los temas más rápidos de su carrera. ¿Consideráis estos discos como los más agresivos en la historia de BLOODBATH?

Sí, pienso que el último EP y el nuevo álbum son una muestra del Death Metal más agresivo, rápido y brutal que hemos hecho de lejos. Es así como vemos este estilo para nuestra banda en 2008.



“Breeding Death” fue una sorpresa para muchos. Ese MCD es ahora como un pequeño clásico en la historia del Detah Metal. ¿Os sorprendió esta reacción? ¿Pensastéis en los inicios con BLOODBATH que ibais a grabar tres discos más? ¿Estáis satisfechos con los resultados?

Cuando grabamos el MCD “Breeding Death” no teníamos planificado el lanzarlo a través de un sello, con lo que nunca hemos tenido metas para BLOODBATH, además del hecho de rendir tributo a la vieja escena Death Metal. De hecho, estuvimos pensando en editar esa grabación sólo en el formato clásico de demo (en formato cassette) y eso sería todo. Pero cuando Century Media se involucró, de repente todos estos planes se fueron abajo y se estableció un nuevo nivel para la banda. BLOODBATH entró en escena cuando el Death Metal “old-school” había casi desaparecido por completo. La gente más joven pensaba que hacíamos algo nuevo y fresco, mientras que la generación más veterana vivió un viaje de nostalgia, con lo que ganamos fans rápidamente... 


Viendo la E-Card del nuevo álbum, he leído este extracto de la Metal Hammer: “BLOODBATH ha sido responsable de parte del mejor Death Metal sueco de la última década”. ¿Qué piensas de esta afirmación? BLOODBATH nació como un homenaje al viejo Death Metal y ahora sois referencia en esta música... 

Sí, así es justo como pienso. Creo que con nuestros dos trabajos más recientes hemos marcado nuestro propia huella en el Death Metal, pero cuando empezamos, realmente sólo queríamos rendir tributo a lo que más nos gusta. 


En mi opinión, desde el primer disco y hasta “The Fathomless Mastery”, BLOODBATH ha cambiado bastante. Primero la banda tenía un sonido más profundo, más corrosivo en el tono de las guitarras. Ahora vuestro sonido es más atmosférico, pero más rápido también. ¿Cuál es la causa de todo esto? ¿Estás de acuerdo conmigo en esta descripción que he hecho de la evolución de la banda?

Sí. No vamos a hacer exáctamente el mismo disco dos veces, por lo tanto hemos intentado conseguir algo que aún no habíamos cubierto antes, aunque siempre manteniendo el estilo tradicional del Death Metal.




La producción corre a cargo de David Castillo. ¿Por qué le escogistéis para este trabajo? ¿Os gusta el sonido de “The Fathomless Mastery”?

Él ha sido nuestro ingeniero de directo durante mucho tiempo y ha estado siempre alrededor de muchas de nuestras grabaciones en estudio. Ha alcanzado un nivel en el que puede ser visto como un buen productor por sí mismo, por lo que decidimos darle la oportunidad de controlar todos los detalles de una grabación. Pienso que el sonido de guitarra es muy, muy bueno en este nuevo disco. 


Si tuviera que escoger dos canciones de “The Fathomless Mastery”, serían “At The Behest Of Their Death” y “Mock The Cross”. La primera porque es un inicio brutal para un disco y la segunda porque tiene mucho groove. Sin embargo, mi canción favorita de BLOODBATH siempre será “So You Die”, del “Resurrection Through The Carnage”, una de mis canciones favoritas de Death Metal... ¿Cuál es tu opinión acerca de estas canciones? ¿Cuál es tu preferida?

Pienso que “Hades Rising” es un gran corte para el nuevo disco, y por eso hemos decidido que será la canción para la cual grabaremos un vídeo. “At The Behest Of Their Death” es una canción salvaje y brutal que resume perfectamente el actual estilo de BLOODBATH. “Mock The Cross” podría ser, potencialmente, un nuevo clásico para nosotros y tiene una fuerte influencia de MORBID ANGEL. “So You Die” es un completo tributo para el disco de ENTOMBED “Left Hand Path”, y se ha convertido en un clásico en directo. Muy divertida de tocar. 


¿Hay un compositor principal en el grupo o todos los miembros tienen algo que decir?

Siempre escribimos individualmente. Lo que hacemos es programar un día para el estudio y trabajar por nuestra cuenta teniendo esa fecha en mente. A menudo, ni tan siquiera hemos escuchado las canciones de los demás antes de entrar en el estudio. Es muy fresco y excitante escuchar y ver todo junto  por primera vez allí.  Axe, nuestro batería, normalmente escucha la demo de las canciones un par de veces en la cocina o en la sala de control y luego, simplemente, entra en el estudio y graba sus partes una por una. ¡Este chico es una máquina! Es una manera poco ortodoxa y espontánea de grabar, pero lo hace más divertido y añade magia a todo el proceso. Nunca hay momentos aburridos, nunca hay días rutinarios, nada gris y seguro. ¡Es todo fuego salvaje!



La portada es muy oscura, pero sigo pensando que el mejor artwork en la historia de BLOODBATH es el del DVD “The Wacken Carnage”. Es brutal. ¿Tiene la portada de “The Fathomless Mastery” algún significado? ¿Cuál es su autor?

El artista es el mismo que hizo el artwork del EP, Dusty Peterson. Queríamos tener un tema bíblico sobre el que trabajar. Nada nuevo realmente para este estilo de música, pero las letras fueron escritas de una manera más seria que antes. Nada de chistes y hemos excluido los peores clichés del género. Constantemente estamos tocando el tema de la muerte de los tres reyes magos, así como el de la muerte prematura del Nazareno, cuando aún no había nacido. De ahí la portada. Para nosotros el Death Metal debería ser brutal y blasfemo, sino simplemente mantente alejado del género.


El nuevo CD sale poco después de un EP y del DVD de Wacken. ¿Es el 2008 el año de BLOODBATH? ¿Quién tuvo la idea de editar ese DVD? ¿Os gustó el concierto?

¡Fue un momento muy excitante! Era la mayor audiencia para la cual habíamos tocado, y creo que era la primera vez en mi vida en la que estaba en un escenario para tocar solamente Death Metal desde el principio y hasta el final. El concierto fue muy bien, partiendo de las premisas de que habíamos ensayado poco y nunca habíamos compartido un escenario juntos antes.


Cuando veo el DVD de “The Wacken Carnage”, pienso que la música es más poderosa. BLOODBATH es una gran banda para el directo. ¿Haréis algún tour en el futuro con BLOODBATH?

Sí, tocar unos pocos conciertos y quizás grabar otro álbum y DVD.


Después de Resurrection Through The Carnage” Mikael Akerfeldt dejó la banda para concentrar toda su energía en OPETH. ¿Quién le convenció para que volviera a BLOODBATH?

Nadie podía sospechar la vuelta de Mike. La verdad es que sucedió más o menos por “accidente”, cuando acabábamos de entrar en el estudio con un tipo que no nos llegó a convencer. Mike decidió que iba a venir a ayudarnos otra vez y después de oír las nuevas canciones el dijo que era “el mejor Death Metal que había escuchado en diez años”. Entonces tomamos la decisión, una vez más, de convertir a la formación actual, en la permanente para el grupo por ahora.  



Si tuvieras que definir a tus compañeros en BLOODBATH, ¿cómo lo harías? Cuéntanos en pocas palabras algo de cada uno de ellos: Mikael, Jonas, Axe y Per.

Bien, podría fácilmente verles a cada uno de ellos en las siguientes caricaturas: Mike sería la diva, Jonas sería el perezoso, Axe sería el confundido y Per sería el hambriento. (Risas)


Hablemos un poco de tu carrera personal. Has estado en DIABOLICAL MASQUERADE, y estás en KATATONIA y BLOODBATH. ¿Qué cosas te aporta cada una de estas bandas? ¿Cuál sería tu proyecto más personal y cuál sería el más divertido?

KATATONIA siempre será el proyecto más personal. Es la banda que he vivido desde el principio. BLOODBATH y DIABOLICAL MASQUERADE son (fueron) ambos divertidos y me han permitido desplegar todo lo que tenía dentro de mí y no era apropiado para KATATONIA. Realmente me considero feliz hoy en día de tener dos bandas tan diversas en las que puedo tocar desde Brutal Death Metal en el lado de BLOODBATH, hasta relajarme en el polo opuesto a explorar dentro del Metal, el Rock y los paisajes atmosféricos con KATATONIA. Me sentiría atrapado si sólo tocara un estilo de música y habría sido un gran error combinar ambos estilos en una banda.


Uno de mis discos favoritos es “Death´s Design”, sin embargo hubo mucha gente que no entendió ese trabajo. ¿Cuál es tu opinión acerca de ese disco de DIABOLICAL MASQUERADE?

Fue el lo más cercano que he podido estar de hacer el disco más original posible y sacarlo a la calle. Estoy todavía muy orgulloso de él, todavía representa un grado de calidad y creatividad por encima de cualquier otra cosa. No parece que esté atado a su fecha de edición hace ya ocho años. Es un disco que podría venir mañana y no habría habido diferencia con el momento en que salió.


He leído que estás componiendo para el nuevo disco de KATATONIA. ¿Puedes adelantarnos un poco cómo va a ser?

Bueno, espero. Realmente no puedo desvelaros ningún detalle sobre ello todavía.


Muchas gracias Anders por tu tiempo. Cualquier cosa que quieras decir a nuestros lectores, este es el momento: 

¡Hasta pronto! Gracias por leer la entrevista, nos veremos alguna vez en algún lado. ¡Salud!

(Entrevista publicada también en: http://www.rocktotal.com)

ARSIS - "The Celebration of Guilt": Un gran descubrimiento


Parece que las cosas van cambiando poco a poco en Earache. Si en estas mismas páginas felicitaba a la compañía por fichar a los canadienses NEURAXIS, ahora nuevamente me sorprendo al escuchar el debut de este proyecto llamado ARSIS. Y digo proyecto, porque sólo consta de dos miembros permanentes, aunque ya han hecho conciertos con gente como SIX FEET UNDER o DYING FETUS.

Formados hace un lustro, el estilo de ARSIS, sin ser nada nuevo, me ha sorprendido y agradado sobremanera. Une los riffs de AT THE GATES, de vez en cuando algún ramalazo a los DEATH del "Human", el groove de los últimos DYING FETUS y las voces agresivas de cualquier grupo de Gotemburgo y tendrás una idea de lo que trata de reflejar esta pareja de grandísimos músicos en su debut.

Combinando ritmos y riffs pegadizos al más puro estilo sueco, pero con unas melodías muy épicas y llamativas, ARSIS nos golpea con cortes tan contundentes y sorprendentes como "Maddening Disdain", puro Death Metal melódico no exento de grandes dosis de brutalidad, eso sí, controlada. Aunque muchas veces no parece que sean de EE.UU y algunos los tachen de copiar los esquemas suecos, bien es cierto que el grado de calidad que el dúo alcanza en sus composiciones, es difícil de encontrar en los tantos y tantos clones que pululan por la escena.


Sus temas se hacen adictivos y cargados de melodías que no son fáciles de olvidar, y aunque los esquemas se van repitiendo a lo largo del trabajo, su nivel no decae. Once cortes cargados de agresividad y ritmos pegadizos totalmente Thrash, que hacen pensar que sus directos serán auténticas debacles sonoras.

Evidentemente en un dúo no sería de justicia no resaltar la labor de ambos músicos, tanto Malone, compositor fundamental y un intérprete increíble, como bien demuestran sus líneas melódicas y sus fantásticos solos, como Van Dyne, que despliega toda su potencia sonora en cortes tan brutales como el fantástico "Worship Depraved" o la técnica "Dust And Guilt".

Hay cosas que pulir, como dar una mayor variedad a las estructuras o ampliar el registro vocal de Malone, demasiado monótono en ocasiones, pero en cualquier caso, para tratarse de un debut, no tengo más remedio que quitarme el sombrero y reconocer la notabilidad de esta obra.


El disco está grabado en 2003 y es ahora editado de manera mundial por Earache, lo cual hace pensar que no dentro de mucho podremos escuchar la continuación de este "A Celebration Of Guilt", hasta entonces disfruta con este debut que, si te gusta el buen Death Metal, con lo mejor ambas escenas a cada lado del Atlántico, no te defraudará. Otro gran fichaje de Earache... esperemos que no sea el último.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

jueves, 17 de enero de 2019

ENTHRALLMENT - “Immerse Into Bloody Bliss”: puritanismo estilístico.


Hace tiempo, leyendo alguna entrevista o crítica, leí que el Death Metal era un género de limitada evolución. En poco más de 4 años estuvo todo inventado y desde entonces todo se basa en tocar más rápido, o todo lo contrario, más lento y pesado. Nunca he estado de acuerdo con esta opinión. Todos los géneros tienen margen de investigación, ya sea a través de la mezcla con otros estilos, ya sea poniendo en el límite los extremos del propio género, que no siempre es fácil sin sonar a chiste. Todo esto viene al caso de ENTHRALLMENT e “Immerse Into Bloody Bliss”, pero esta introducción se podría hacer extensible a grupos de todos los colores. Sin embargo, hay veces que uno no busca más que un estilo muy concreto y para eso nada de experimentaciones ni inventos: cuanto más puritanismo mejor, por mucho que suenes a clon barato.

Pues bien, he aquí una banda que es básicamente eso, puritanismo estilístico y que puede definirse rápidamente: CANNIBAL CORPSE y SUFFOCATION. Puede ser calificado por mi parte como recurso fácil, pues ambas bandas están presentes en... ¿el 99% de los grupos de Death Metal? Pero es la verdad, añadiendo, algún momento más demoledor y groovie, pero sin llegar al Slam, los búlgaros ENTHRALLMENT, que con “Immerse Into Bloody Bliss” ya van por su segundo disco (aunque según tengo entendido los parámetros, salvo en lo que a medios se refiere, son los mismos), son definibles de forma fácil y segura para que cualquiera que disfrute con alguna de las bandas citadas. La producción es lo que, quizás, más se aleje, pues al no gozar de los medios de ambas iluminarias del Death Metal, y querer darle a la voz de Plamen Bakardzhiev un cariz más aspirado y brutaloide, mezclándose puntualmente con otra de corte Grind, el resultado es más extremo, pero el resto es ir sobre seguro.



Dicho lo anterior, y aunque escuchar “Distorted Brain Patterns” sea tener a SUFFOCATION en el salón de tu casa en versión clon, o “Female Hunting Precede The Feast” haga lo propio con CANNIBAL CORPSE (solo de bajo incluido), ENTHRALLMENT cumple con creces su objetivo. No son originales, y no lo pretenden, pero ofrecen intensidad y energía, que es de lo que se trata y tienen las ideas necesarias para hacernos mover las greñas (el que las tenga) durante algo menos de media hora. ¿Algún espacio para “algo” diferente?, en el mundo de los ciegos, el tuerto es el Rey, y ese es el caso de “Enthrallment”, que cambia de tercio hacia la morbidez y densidad de MORBID ANGEL e INCANTATION, aunque ni de lejos con el grado de atmósfera de los segundos. También se podría meter en el saco la postrera “Immerse Into Body Bliss”, que sigue la tendencia últimamente tomada por los grupos de Death Metal de alargar el último corte más de la cuenta.

En cualquier caso son dos mínimas expresiones, en el resto, ENTHRALLMENT se limita a hacer lo que mejor sabe: sin ser los más veloces del lugar, ni tampoco los más técnicos, y en el otro lado, sin ser tampoco los más densos y balanceantes, el grupo búlgaro se contenta con ofrecer una buena dosis de Death Metal clásico, de corte brutal aparente, pero más atávico y predecible en la práctica. Y lejos de ser una crítica, al ser su capacidad de innovación nula, consiguen centrarse en lo que verdaderamente importa, hacer disfrutar al oyente que no busca grandes excentricidades para divertirse. El problema es que como ellos, hay muchos antes (se me ocurre que sus compañeros de sello DESECRATION son un mejor exponente de lo aquí dicho), pero si por los avatares del destino te haces con “Immerse Into Body Bliss”, no te vas a sentir decepcionado.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

miércoles, 16 de enero de 2019

SWALLOW THE SUN - "New Moon": tratando de volver a centrarse


SWALLOW THE SUN dejó de ser un secreto muy bien guardado de Finlandia hace tiempo, desde su “The Morning Never Came”, hasta el momento para el que suscribe, no superado, el grupo ofrecía todo lo que se asocia al Doom-Death de la tierra de los mil lagos, envueltos en una forma de componer que dentro de su opresión era adictivo, y sobre todo gracias a unas melodías muy cuidadas y a su vocalista, tan apático en directo, como bueno detrás del micrófono, Mikko Kotamäki. Sin embargo, la sorpresa del primer disco no fue sucedida, por lo menos por mi parte, por el mismo interés subsiguiente. Para mi gusto, el grupo fue perdiendo fuelle y se centró demasiado en su cara más melancólica pero también melódica, no sabiendo explotar su variedad y dinamismo pasado, ni la estupenda amplitud de registros de Mikko. “Plague Of Butterflies” el EP ampliado que editaron como última aportación hasta ahora, dejando a un lado sus extras, ofrecía una composición larguísima, dividida en tres partes que hacía recuperar la esperanza en el grupo. Ahora llega “New Moon”, y sin duda es lo mejor desde su debut, pero no lancemos campanas al vuelo.

El grupo ha dejado el mecanicismo de “Ghosts Of Loss” y sobre todo de “Hope”, dos buenos discos pero que palidecían cada vez que se los comparaba con “The Morning Never Came”, y buena culpa de ello la tenían cortes como “Don´t Fall Asleep”, que abrían la música de SWALLOW THE SUN a un público menos metido en los sonidos Doom, pero desperdiciaban su talento y su personalidad. Además, la producción, progresivamente se fue enfriando, dejando la oscuridad de antaño, en favor de un sonido más limpio y algo insulso, algo especialmente evidente en “Hope”, que necesitaba varias escuchas para no caer en cierto sopor. Pues bien, en “New Moon” no nos libramos de esa producción, aunque el resultado es bastante más orgánico, ni de esos temas tampoco, ahí está “Falling World”, y la propia “New Moon”, dos cortes suavizados, cortos, inmediatos, que recogen un halo a KATATONIA para dulcificar su propuesta, pero se quedan en meras muestras insulsas de melodía lacrimógena. Afortunadamente el disco ofrece otros seis cortes más que sí recuperan la magia de antaño, y añaden nuevos elementos. Y estas novedades son evidentes desde “These Woods Breathe Evil”, un tema que me hizo recordar “Out Of This Gloomy Light” pero al que le han añadido algo que no me esperaba: la voz Black de Mikko.

No nos olvidemos que Mikko proviene de ALGHAZANTH, pero la verdad es que ni en “The Morning Never Came”, más que puntualmente, aparecía una referencia tan clara al Black en SWALLOW THE SUN, claro está, envuelto en la melancolía guitarrera y un aire épico que termina de ser redondeado. Afortunadamente, este cambio no les hace perder atmósfera a costa de agresividad, tampoco era el objetivo, y sí les hace obtener los mismos resultados al mismo tiempo accesibles y tortuosos de su primer disco. Además, tampoco os creáis que el resto del trabajo es así, “Sleepless Swans” vuelve al sonido benevolente, pero no insulso de los cortes radiofónicos, aquí con un mellotron que queda muy bien en unión con las guitarras lacrimógenas, recordándome a los temas más apaciguados de los viejos NOVEMBERS DOOM, y añadiendo los momentos de contundencia que en unión con la voz oscura y mortuoria de Mikko haciendo que volvamos nuevamente al pasado de SWALLOW THE SUN, y con posterioridad repitiendo un aura similar en “...And Heavens Cried Blood”. Sin embargo, aunque no de forma tan evidente como en el corte de apertura, es cierto que en “New Moon” SWALLOW THE SUN ha querido dar una vuelta de tuerca y volver a ofrecer agresividad al mismo tiempo que evocar, y qué mejor manera que haciendo uso del registro más agudo de Mikko.



Pero quizás sea la tercera parte de su sinfonía al Horror, retomada de nuevo en esta entrega, y aquí con el título de “Lights On The Lake”, el tema que más sorprenda. La cara más Doom – melódica de SWALLOW THE SUN tiene este tema como exponente, pero con el añadido de una voz femenina, que casi es más protagonista que Mikko. Durante casi ocho minutos el grupo sabe redondear una composición que es tortuosa, amable, variada y también muy épica, pero si hasta ahora la cara Black era secundaria, en “Lights On The Lake” termina por hacerse evidente, y sino escuchad a partir de su tercer minuto. Lo curioso es que, aunque cueste reconocer a SWALLOW THE SUN, consiguen encajar toda esta antagonía de elementos en un tema que merece ser llamado representativo de lo que da de sí “New Moon”. Sin dejar a un lado el corte más largo y que han escogido como cierre del trabajo, “Weight Of The Dead”, con algún elemento orquestal incluido, y siendo buena muestra para saber por qué decía que este disco mantiene la frialdad de la producción, pero le añade un sonido más orgánico también (aunque Jens Bogren no sea mi productor sueco favorito, hay que agradecerle el sonido de OPETH, AMON AMARTH, etc...).

Todo esto, y recopilando las ideas, me hace concluir que “New Moon” es probablemente el disco más atípico de SWALLOW THE SUN, el más variado, y que hace recuperar la fuerza de antaño, pero... Sí, como decía al principio, no lancemos las campanas al vuelo, pues creo que aunque han apostado, aún les queda por asentar un poco la cabeza y saber hacia dónde quieren dirigirse. Si dejan a un lado definitivamente la cara de “Hope”, tienen que soltar cierto lastre. Si añaden un elemento Black al asunto, tienen que intentar que no sorprenda tanto su inclusión. No obstante, parece que les ha vuelto la inspiración, y como dije al principio, dejando a un lado su glorioso debut, este disco es de lo mejor que ha salido de sus cabezas y merece bastante la pena.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

viernes, 11 de enero de 2019

TRAVIS & FRIPP - "Thread": dos genios a medio gas



Dos genios unidos en una obra personal y espontánea, puede generar urticaria o admiración. Máxime si uno de esos genios es el no siempre fácil de trato Robert Fripp, fundador de una de las bandas más influyentes de la historia de la Música, géneros a un lado, KING CRIMSON. Por eso, el cruce entre Fripp y Theo Travis, este último uno de los músicos más respetados de la escena, ya no sólo con SOFT MACHINE, sino con multiplicidad de artistas, también en solitario, y por aquí ya aparecido en proyectos como THE TANGENT, podía derivar (o degenerar según se mire) en un gran disco o en un bodrio de proporciones astronómicas. Y es que no siempre es fácil conjugar las inquietudes de dos personas tan abiertas, pero al mismo tiempo con un estilo tan propio, y sobre todo, no siempre es fácil trazar la línea entre la improvisación apabullante, la técnica envidiable, en definitiva, la música para músicos, y la condescendencia con el oyente. El resultado de esta conjunción TRAVIS & FRIPP es “Thread”, que recientemente fue presentado por nuestras latitudes y que ahora se me brinda la oportunidad de escuchar.

Siendo fanático de KING CRIMSON, aunque perdiendo la pista de Fripp desde que se centró en su faceta de músico de cámara, y sobre todo admirando a un Theo Travis, creo que no bien ponderado, ni en el mundo del Rock y el Progresivo, ni en el mundo del Jazz, aunque aquí sí que tiene algún adepto más, la alineación de ambos planetas se me antojaba un regalo, aunque también me daba miedo. Máxime si revisaba la duración de muchos temas y la parquedad de la instrumentación, por mucho que Steven Wilson, de PORCUPINE TREE en sus labores de producción añada algún elemento extra. Tenía curiosidad, eso sí, por saber si el proyecto se movería por terrenos de virtuosismo o de relajo espiritual. Con Fripp y sus etéreos sonidos sacados de mil y un inventos y Travis, solvente tanto en las efusividades improvisatorias, como en las líneas ambientales, no sabía si me encontraría con un disco al más puro estilo ECM (sello especializado en productos de sonido particular, cuyo punto de conexión es la frialdad, tan bella como aséptica) o por el contrario con una pieza más propia de Cuneiform (sello especializado en todo tipo de Rock progresivo en su más amplia extensión y algo de Jazz también), por citar dos sacos de bandas con tantos adeptos como detractores.

El resultado es ambiguo y si tuviera que decantarme, diría que va más en la línea del sello alemán (ECM), recordando a los diversos duetos improvisados que ha sacado. Por un lado tenemos a Travis, que es el que más inventiva aporta a la UTE particular que se han montado estos dos creadores. Por otro lado tenemos a un Fripp en su salsa para dar rienda suelta a sus múltiples pedales, efectos y sonidos afines. El conjunto es agradable de escuchar, creativo, pero también parece que ambos músicos van a medio gas y no ofrecen todo lo que pueden o han demostrado que pueden dar de sí. No digo que Travis no brille en estas tesituras tan ambientales, pero falta algo más de carne con la que rellenar el plato. Y Fripp se limita al detallismo sonoro, lo cual precisa de muchas escuchas y no siempre con final feliz para poder sacar todo el potencial de sus ideas. Así pues, “Thread” es un disco para digestión calmada, que se deja escuchar si se desea, pero no aportará nada sino es con atención y los cinco sentidos puestos en los altavoces, y aún así, la escucha acaba con la sensación de que “falta algo”.


Y es que falta, sobre todo a partir de “The Silence Beneath”, por empezar por lo más duro. El tema sobresale por ser en el que Travis utiliza el saxo soprano con predominancia y no la flauta, y el aire frío y de producción natural hace recordar a Jan Garbarek en sus muchos proyectos casi New Age. Sin embargo, a partir de ahí, nuestro cerebro empieza a estar saturado de tanto sonido etéreo y relajo estructural. Aunque “Curious Liquids”, vehículo de lucimiento para Travis, nos lo muestre doblado en sus dos instrumentos con el cromatismo de Fripp de fondo, o “Pastorale” ofrezca momentos de indiscutible belleza, necesitamos algo más. Los profanos en la materia escucharemos sonidos algo repetitivos y sin una gran compenetración entre ambos músicos. Y quizás ahí esté la clave: Fripp y Travis parece que van a lo suyo y eso deviene en una falta de entusiasmo que se contagia en esta parte final del trabajo, pero que tampoco mejora mucho en la primera parte. Para improvisar pienso que es clave el conocimiento mutuo, sino puede tenderse a dejarse llevar por los tics de uno mismo y simplemente cubrir expediente, que es la sensación con la que deja el dúo.

No obstante lo dicho, sólo por “As Snow Falls”, el disco merece aunque sólo sea una escucha. Durante casi un cuarto de hora, Travis y Fripp se dejan llevar por sus instrumentos y aunque les cuesta entrar en calor, y al principio uno no sabe muy bien por dónde van a llevar los sonidos de Fripp, la flauta de Travis lo compensa con un fraseo que parece humano, susurros en el silencio que van narrando una historia acorde con el título: lentamente la nieve cae y todo se cubre de blanco y Travis va marcando ese ritmo, mientras Fripp va aumentando la intensidad por momentos. Del resto de la primera parte del trabajo, también destacaría “Before Then”, probablemente la más arriesgada y Avant Garde de todo el plástico, recordándome a esos sonidos minimalistas y de cambios tan rápidos que asustan que la escuela neoyorkina del Downtown puso de “moda” en los ochenta. En cualquier caso, insisto, parece que ambos músicos se hubieran conocido cinco minutos antes de grabar y no supieran muy bien qué hacer, aunque dada la profesionalidad y solvencia de cada uno por separado, el resultado malo no es.

Mentiría si digo que “Thread” no me ha decepcionado. Por otro lado, reconozco que es un disco difícil y que precisa mucho, mucho sosiego y atención para terminar de comulgar con él. En esta unión TRAVIS & FRIPP ambos han optado por centrarse en sus propios instrumentos sin mirarse el uno al otro, ni por supuesto al oyente, y aunque Theo Travis salva bastante los trastos y deja detalles de paz y belleza, Fripp está demasiado centrado en ser él mismo. Falta la magia de la espontaneidad, falta la chispa del momento, falta cierta inspiración por qué no decirlo. ¿Mucho ruido y pocas nueces? No, ambos músicos no son mancos y hacen un buen trabajo, pero sin entusiasmo por ninguna de las partes.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)