miércoles, 16 de enero de 2019

SWALLOW THE SUN - "New Moon": tratando de volver a centrarse


SWALLOW THE SUN dejó de ser un secreto muy bien guardado de Finlandia hace tiempo, desde su “The Morning Never Came”, hasta el momento para el que suscribe, no superado, el grupo ofrecía todo lo que se asocia al Doom-Death de la tierra de los mil lagos, envueltos en una forma de componer que dentro de su opresión era adictivo, y sobre todo gracias a unas melodías muy cuidadas y a su vocalista, tan apático en directo, como bueno detrás del micrófono, Mikko Kotamäki. Sin embargo, la sorpresa del primer disco no fue sucedida, por lo menos por mi parte, por el mismo interés subsiguiente. Para mi gusto, el grupo fue perdiendo fuelle y se centró demasiado en su cara más melancólica pero también melódica, no sabiendo explotar su variedad y dinamismo pasado, ni la estupenda amplitud de registros de Mikko. “Plague Of Butterflies” el EP ampliado que editaron como última aportación hasta ahora, dejando a un lado sus extras, ofrecía una composición larguísima, dividida en tres partes que hacía recuperar la esperanza en el grupo. Ahora llega “New Moon”, y sin duda es lo mejor desde su debut, pero no lancemos campanas al vuelo.

El grupo ha dejado el mecanicismo de “Ghosts Of Loss” y sobre todo de “Hope”, dos buenos discos pero que palidecían cada vez que se los comparaba con “The Morning Never Came”, y buena culpa de ello la tenían cortes como “Don´t Fall Asleep”, que abrían la música de SWALLOW THE SUN a un público menos metido en los sonidos Doom, pero desperdiciaban su talento y su personalidad. Además, la producción, progresivamente se fue enfriando, dejando la oscuridad de antaño, en favor de un sonido más limpio y algo insulso, algo especialmente evidente en “Hope”, que necesitaba varias escuchas para no caer en cierto sopor. Pues bien, en “New Moon” no nos libramos de esa producción, aunque el resultado es bastante más orgánico, ni de esos temas tampoco, ahí está “Falling World”, y la propia “New Moon”, dos cortes suavizados, cortos, inmediatos, que recogen un halo a KATATONIA para dulcificar su propuesta, pero se quedan en meras muestras insulsas de melodía lacrimógena. Afortunadamente el disco ofrece otros seis cortes más que sí recuperan la magia de antaño, y añaden nuevos elementos. Y estas novedades son evidentes desde “These Woods Breathe Evil”, un tema que me hizo recordar “Out Of This Gloomy Light” pero al que le han añadido algo que no me esperaba: la voz Black de Mikko.

No nos olvidemos que Mikko proviene de ALGHAZANTH, pero la verdad es que ni en “The Morning Never Came”, más que puntualmente, aparecía una referencia tan clara al Black en SWALLOW THE SUN, claro está, envuelto en la melancolía guitarrera y un aire épico que termina de ser redondeado. Afortunadamente, este cambio no les hace perder atmósfera a costa de agresividad, tampoco era el objetivo, y sí les hace obtener los mismos resultados al mismo tiempo accesibles y tortuosos de su primer disco. Además, tampoco os creáis que el resto del trabajo es así, “Sleepless Swans” vuelve al sonido benevolente, pero no insulso de los cortes radiofónicos, aquí con un mellotron que queda muy bien en unión con las guitarras lacrimógenas, recordándome a los temas más apaciguados de los viejos NOVEMBERS DOOM, y añadiendo los momentos de contundencia que en unión con la voz oscura y mortuoria de Mikko haciendo que volvamos nuevamente al pasado de SWALLOW THE SUN, y con posterioridad repitiendo un aura similar en “...And Heavens Cried Blood”. Sin embargo, aunque no de forma tan evidente como en el corte de apertura, es cierto que en “New Moon” SWALLOW THE SUN ha querido dar una vuelta de tuerca y volver a ofrecer agresividad al mismo tiempo que evocar, y qué mejor manera que haciendo uso del registro más agudo de Mikko.



Pero quizás sea la tercera parte de su sinfonía al Horror, retomada de nuevo en esta entrega, y aquí con el título de “Lights On The Lake”, el tema que más sorprenda. La cara más Doom – melódica de SWALLOW THE SUN tiene este tema como exponente, pero con el añadido de una voz femenina, que casi es más protagonista que Mikko. Durante casi ocho minutos el grupo sabe redondear una composición que es tortuosa, amable, variada y también muy épica, pero si hasta ahora la cara Black era secundaria, en “Lights On The Lake” termina por hacerse evidente, y sino escuchad a partir de su tercer minuto. Lo curioso es que, aunque cueste reconocer a SWALLOW THE SUN, consiguen encajar toda esta antagonía de elementos en un tema que merece ser llamado representativo de lo que da de sí “New Moon”. Sin dejar a un lado el corte más largo y que han escogido como cierre del trabajo, “Weight Of The Dead”, con algún elemento orquestal incluido, y siendo buena muestra para saber por qué decía que este disco mantiene la frialdad de la producción, pero le añade un sonido más orgánico también (aunque Jens Bogren no sea mi productor sueco favorito, hay que agradecerle el sonido de OPETH, AMON AMARTH, etc...).

Todo esto, y recopilando las ideas, me hace concluir que “New Moon” es probablemente el disco más atípico de SWALLOW THE SUN, el más variado, y que hace recuperar la fuerza de antaño, pero... Sí, como decía al principio, no lancemos las campanas al vuelo, pues creo que aunque han apostado, aún les queda por asentar un poco la cabeza y saber hacia dónde quieren dirigirse. Si dejan a un lado definitivamente la cara de “Hope”, tienen que soltar cierto lastre. Si añaden un elemento Black al asunto, tienen que intentar que no sorprenda tanto su inclusión. No obstante, parece que les ha vuelto la inspiración, y como dije al principio, dejando a un lado su glorioso debut, este disco es de lo mejor que ha salido de sus cabezas y merece bastante la pena.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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