jueves, 31 de enero de 2019

HELEVORN - "Forthcoming Displeasures": salto de gigante.


¡Fantástico salto hacia delante! Era una banda interesante, pero con este nuevo trabajo, “Forthcoming Displeasures” los mallorquines HELEVORN ha pasado a la primera división nacional y probablemente, o por lo menos lo merecerían, internacional. Para quién no los conozca, el sexteto de Palma de Mallorca, después de diversos vericuetos, como toda banda que se precie, y tras una década tratando de salir adelante, con un “Fragments” en su haber que les ponía en buena situación, pero al que se le podían sacar muchas cosas a mejorar, y tras cinco años sin muchas noticias, edita con “Forthcoming Displeasures” su segundo trabajo y probablemente el que hará que se hable bastante de ellos. Producción, composición, ejecución, ideas... si hubiera que poner un ejemplo de evolución hacia el buen camino y de duro trabajo, pero también resultados merecidos, ese ejemplo sería este disco.

HELEVORN partía de un sonido conocido. Sin poderse comparar con AUTUMNAL, por poner un ejemplo geográficamente cercano, la base era la misma, MY DYING BRIDE / ANATHEMA / KATATONIA, mezclado en esta ocasión con mucha dosis de Gótico ochentero herencia de THE SISTERS OF MERCY. Esa era su tarjeta de presentación, y así los conocí en directo y después en disco. Sin embargo, el sonido modesto, la descompensación en la grabación (mucha voz, poca guitarra, teclados desubicados), y la irregularidad en la composición (con más predominio de la oscuridad gótica que del Doom accesible), hacían de “Fragments”, hasta ahora la única referencia oficial, demos a un lado, que había de HELEVORN, un disco con buena base, pero mucho por pulir. Y se lo han tomado con calma. Casi cinco años es mucho tiempo, pero si lo que obtienes es “Forthcoming Displeasures”, creo que el grupo puede vanagloriarse de haber invertido bien las horas. Y digo esto, porque todos los puntos débiles han sido barridos de un plumazo y se han abierto nuevos horizontes, en los que sólo echo de menos una cosa que me dejaré para el final.

HELEVORN ha optado por volverse más introspectivo al mismo tiempo que se ha endurecido. Esto hace que la referencia de MY DYING BRIDE sea más evidente, pero al mismo tiempo se han enriquecido en melodía, en sonido épico y en momentos funerarios, lo que hace que aparezcan nuevas referencias, fundamentalmente la escuela de bandas a lo SWALLOW THE SUN, ABLAZE IN HATRED, DOOM:VS y un poco DRACONIAN. A lo que hay que añadir un toque de fondo más pesado, más extremo, con más predominio de la voz gutural, antes prácticamente ausente, que me recuerda a los mejores tiempos de NOVEMBERS DOOM, cuando la mezcla de lirismo y contundencia eran los dos ingredientes del grupo americano y no como ahora que sólo es lo segundo. Todo ello da como resultado un disco muy compacto, muy completo, en donde ya no hay tanta descompensación instrumental, ni la irregularidad compositiva de “Fragments”. Así la dupla MY DYING BRIDE / NOVEMBERS DOOM tiene buenos ejemplos en “From Our Glorious Days”, “Descent” y “Revelations”, una de las más accesibles, el aire finlandés toma protagonismo en “To Bleed Not To Suffer”, la pesadez funeraria atrapa en “Hopless Truth” y para el final se han dejado una de las joyas del trabajo, “On Shores (Of a Dying Sea)” de inicio muy pausado y escandinavo, para un corte de melancolía absoluta y donde las guitarras logran llorar por méritos propios.


Presentados los momentos más destacables, toca hablar de las mejorías: la doble voz de Josep Brunet, limpia-gutural, comparte minutos con tino, no se dejan los momentos más Góticos a un lado tampoco (ahí está “Two Voices Surrounding”), aparecen unas guitarras hímnicas y al mismo tiempo frías antes tapadas en un mar de teclados excesivamente protagonistas, que ahora, siempre presentes aportan el aire majestuoso necesario, y la sección rítmica tiene momentos de gran lucimiento, tanto por la versatilidad de Xavi Gil, como por la omnipresencia altamente disfrutable de Toni Mainez. También hablé del sonido, y es aquí donde el paso es de gigante: la producción de Jens Bogren y Johan Örnborg se vuelve fundamental, quizás con un sonido excesivamente pulcro en la distorsión de las guitarras rítmicas, pero aún así compensado y potenciando cien veces más las virtudes y mejorías del grupo hasta ahora dichas. Y finalmente hay que hablar de la composición, aunque haya ya adelantado algo en los temas: si la ejecución ha mejorado enteros, las estructuras, mucho más variadas en texturas y melodías, con una labor lírica por parte de Enrique Sierra que me parece esencial y la pareja de guitarras que no deja de evocar con sus pasajes, convierten al trabajo en un buen escaparate del mejor momento de HELEVORN.

Dicho todo esto, sólo echo de menos algo: que el propio grupo se deje llevar por las propias sensaciones que transmite. Es algo que algunos de los grupos citados, en particular los primeros SWALLOW THE SUN y DOOM:VS consiguen y que HELEVORN deja un poco de lado, en favor de un excesivo mecanicismo a la hora de interpretar, en particular las bellas melodías. Y digo esto porque tiene uno la sensación de que están demasiado concentrados y no logran humanizar sus instrumentos. En cualquier caso, ya me estoy moviendo en el terreno resbaladizo de las sensaciones, y este breve comentario final no puede ensombrecer un grandísimo trabajo, “Forthcoming Displeasures”, disco que confirma a HELEVORN como un grupo a tener muy en cuenta aquí, y fuera de aquí. El tiempo empleado y el esfuerzo, ha merecido la pena.

(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)

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