La personalidad de Devin Townsend es digna de estudio y alabanza. Desde su salto a la fama relativa como acompañante de Steve Vai, este genio canadiense ha parido un número inabarcable de obras en forma de varios proyectos a cada cual más arriesgado. Con STRAPPING YOUNG LAD sacó a la luz “City” uno de mis discos favoritos de todos los tiempos, ejemplar mezcla de música industrial, Death y Thrash, tan abominable para algunos como gloriosa para otros. Con THE DEVIN TOWNSEND BAND sacó “Infinity”, “Accelerated Evolution” y su más reciente “Synchestra”, entre otros trabajos, mezclando a la perfección sus apetencias más psicodélicas y progresivas con su locura musical particular, y ahora nos llega “Ziltoid The Omniscient”, obra creada por Heavy Devy a lo largo del 2006, grabada, compuesta e interpretada por él en su totalidad, y que es mucho más que otro disco más del genio loco canadiense.
Muchos recordarán el ambicioso trabajo de DIABOLICAL MASQUERADE, “Death´s Design”, que surgió como banda sonora para una historia imaginaria, convirtiéndose en una mezcla de Metal Extremo, Clásica y Jazz hasta entonces pocas veces vista en el mundo del Metal. Pues bien, Devin Townsend ha creado una banda sonora para una especie de película de dibujos animados o marionetas, según se mire, basada en un extraterrestre, Ziltoid, más metafísico que real, con apariencia risueña, que amenaza con destruir el universo si no se le sirve una taza de café en condiciones. Un argumento tan extraño e hilarante sólo puede salir de la cabeza de este monstruo canadiense y si eres capaz de seguir la historia (algo que reconozco es difícil en su desarrollo central, donde se mezclan los personajes), disfrutarás de un musical único, indu-astral, atmosférico y con un final cuanto menos sorprendente, que nos hará reflexionar de lo activa que puede llegar a ser la imaginación del ser humano cuando su vida es aburrida y se ve pasar detrás de la barra de una cafetería cualquiera (no desvelaré más detalles del argumento porque es realmente genial).
Desde el punto de vista lírico, por tanto, “Ziltoid The Omniscient” es impecable, original cómo poco y con momentos realmente divertidos en las narraciones que sirven de interludio entre tema y tema. Pero desde el punto de vista musical el disco también sobresale y mucho. Hace tiempo que vengo diciendo que Devin Townsend ha ido mejorando de manera exponencial en sus obras en solitario, perdiendo cada vez más calidad en los últimos discos bajo la rúbrica de STRAPPING YOUNG LAD. Quizás se deba a que Devin es más un músico de obras conceptuales o globales, antes que de canciones, porque aunque sus locuras fruto de una personalidad musical bipolar (dicho desde el cariño) van en aumento en cada trabajo, todos consiguen sonar de manera compacta y especial, después de varias oportunidades para sacarles todo el jugo, sin embargo, cuando se trata de componer temas sueltos, Devin entra cada vez más en un juego repetitivo y previsible, por lo menos en mi opinión.
Por todo ello, prefiero “Ziltoid The Omniscient”, cuya labor de composición consigue que sus cincuenta minutos de duración pasen sin darnos cuenta, a “Alien” o “The New Black”, los últimos trabajos de STRAPPING YOUNG LAD. De hecho en “Ziltoid The Omniscient” Devin Townsend consigue mezclar a la perfección todas sus facetas musicales: los riffs industriales y repetitivos, las atmósferas astrales y difusas, la variedad de voces que pasan desde las guturales, hasta las más melódicas y heavys... todo ello siguiendo a la perfección los puntos clave de la historia, manteniendo la atención del oyente. Lo único menos conseguido del disco es que en algunos momentos la producción de Devin es algo difusa y que se echa de menos la presencia de un batería humano, sobre todo en los momentos más cañeros. Por lo demás, la forma en que “Ziltoid” está concebido es impecable.
La historia comienza con una introducción grandilocuente y a modo de musical sesentero, presentando al personaje principal de la historia, Ziltoid, el cual anuncia su perversa intención de destruir el universo si no se le sirve una taza de café negro de su gusto, para lo cual da un tiempo de cincuenta minutos. Para cada personaje, Devin usa una voz distinta, pasando así por todos los registros y consiguiendo que el oyente pueda seguir más o menos la historia (que insisto se hace un poco difusa en su parte central). Como el objetivo perseguido por Ziltoid no es satisfecho por los humanos, que le sirven una taza de café fétido para el sibarita gusto del extraterrestre, Ziltoid ordena el ataque, algo que se ve reflejado en “Ziltoidia Attaxx!!”, el tema más cañero del disco y que más recuerda a STRAPPING YOUNG LAD, siempre manteniendo los riffs mecánicos y el doble bombo constante que nos acompañarán a lo largo de todo el disco. Devin consigue así que nos imaginemos a las tropas de Ziltoid avanzando con paso firme y seguro hacia la Tierra, haciendo que por momentos creamos estar ante un “West Side Story” particular en el momento en que las bandas callejeras se disponen a luchar por defender sus respectivos egos.
Tras la batalla, cuando nuestro planeta está siendo dominado por Ziltoid, aparece en escena el Capitán Espectacular, que le planta cara y le hace plantearse sus propios orígenes, poniendo el lado metafísico a la historia. Así “Solar Winds” sería un corte que perfectamente podría haber cabido en “Infinity” convirtiéndose en uno de los mejores de todo el trabajo en sus casi diez minutos de extensión, adquiriendo los teclados y sintetizadores un papel protagonista absoluto, papel que sin embargo siempre estará presente a lo largo de todo el disco de manera imprescindible. “Hyperdrive” mantiene este aura austral y metafísica, cargado de atmósferas y voces angelicales a cargo del camaleónico Devin.
La historia continúa, ya sin el Capitán Espectacular en escena, con un Ziltoid que aún no ha dicho su última palabra y que recupera su papel protagonista en “N9” y “Planet Smasher”, volviendo a la parte bélica de la obra. Los riffs vuelven a sonar contundentes y el doble bombo se escucha en primer plano, mientras Devin adopta una voz gutural para dar vida al Aplasta Planetas. Otro personaje aparece en el argumento (en su parte más difícil de comprender y seguir), en “Omnidimensional Creator”, donde Ziltoid visita al Creador de todas las dimensiones conocidas para que le aclare su naturaleza y la del propio Universo, dando paso a otro de los puntos fuertes del trabajo, ya llegando al final “Color Your World”, tema veloz que mezcla a la perfección la atmósfera con el sonido industrial y poderoso de las guitarras y la voz de Devin. Finalmente “The Greys” cierra la obra, antes del sorprendente desenlace de “Tall Latte”, de una manera pegadiza y benevolente, casi Pop, con ese estilo tan particular de Devin para crear este tipo de canciones de aires psicodélicos.
Música y letra se unen de manera indivisible para contar una historia, que puede parecer absurda en argumento, pero que no deja de ser sorprendente y sobre todo, aunque no sigas al pie de la letra la narración, con una música que permite que imagines su hilo central de una manera magistral. Solo un genio, loco, pero genio al fin y al cabo como Devin Townsend puede dar a luz algo como “Ziltoid The Omniscient”, un disco que traspasa los géneros musicales y se asienta en un sonido propio y único. Impactante y muy recomendable a mi modo de ver.
(Crítica publicada también en http://www.rocktotal.com/)
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