sábado, 8 de septiembre de 2012

MARCIN WASILEWSKI TRIO - "Faithful": El nuevo sonido del formato trío en Europa


La herencia de BILL EVANS y por extensión KEITH JARRETT en Europa es alargada. Gracias al gusto de sellos como ECM por sacar conceptos pianísticos de gran pegada lírica, mucho romanticismo, intimismo y rubato por todas partes y a la sombra infinita de JARRETT en casi todos los pianistas del viejo continente, se ha conseguido que conceptos como el E.S.T. (ESBJÖRN SVENSSON TRIO), que trasladan estos ingredientes a la fuerza y la vistosidad del Rock, se convirtieran en superventas en el mundo del Jazz, traspasando el propio género y atrayendo a los recitales a público de todas las procedencias. Tras la muerte del propio ESBJÖRN SVENSSON, parecía que la fórmula se acabaría, sin embargo por todas partes han surgido conceptos similares que mantienen las mismas intenciones como el TINGVALL TRIO o el que ahora me ocupa, MARCIN WASILEWSKI TRIO, estos últimos provenientes de Polonia y que salieron a la luz gracias a su acompañamiento a la estrella polaca del Jazz por excelencia, TOMASZ STANKO.

Con “Faithful” el combo formado por MARCIN WASILEWSKI como principal compositor e intérprete y SLAWOMIR KURIKIEWICZ y MICHAL MISKIEWICZ como acompañantes, dan lugar a una única voz, que ya viene respaldada por otros dos discos más en este formato, “Trio” y “January”, en donde la comparación entre MARCIN WASILEWSKI TRIO y los herederos de E.S.T. no era tan evidente, pero sí lo era la raíz común: BILL EVANS y KEITH JARRETT, con una pizca de PAUL BLEY, al que por cierto rinden tributo en este disco con un tema del que luego hablaré y que está entre lo mejor de “Faithful”. El polaco bajito, acompañado de sus dos gigantes compañeros de formación (y no es una exageración, no hace falta más que ver alguna foto promocional del trío para saber quién es quién), parece que se quiera unir a la “moda”, pero creo que en “Faithful” es más una evolución natural del sonido y no una intención comercial por parte de sus componentes. Aunque MARCIN siga siendo el compositor principal, en este disco el trío suena como si fueran un solo componente, logrando una fluidez única, lo que unido a los toques accesibles y al efectismo Pop de muchos temas, generan frescura y entretenimiento. 

Como una declaración de intenciones de la fusión entre clasicismo, Jazz y frescura y cercanía Pop que se desarrolla en “Faithful”, MARCIN WASILEWSKI escoge “An Den Kleinen Radioapparat” como tema de apertura, un tema compuesto por el alemán HANS EISLER, para vehículo de lucimiento lírico por parte de BERTOLT BRECHT  como himno anti bélico y que STING rebautizó como “The Secret Marriage” en su disco “Nothing Like The Sun” de 1987. Con “Night Train To You” continua el trabajo de manera enérgica y muy al estilo TINGVALL TRÍO, con una línea melódica que se queda fácilmente grabada, mucho acorde rítmico, el bajo como pulso constante de acompañamiento y la batería con una pegada certera y poderosa, llena del efectismo rockero. MARCIN WASILEWSKI se limita a improvisar mediante círculos y tormentas de acordes bailables que repiten la melodía principal desde diversos puntos de vista, hasta que se une al unísono con el contrabajo. Todos estos ingredientes son habituales en este tipo de combos de herencia escandinava, pero no por ello deja de ser estimulante, como luego se vuelve a poner de manifiesto en “Mosaic”, con un buen trabajo por parte de SLAWOMIR KURIKIEWICZ detrás de su bajo o “Song For Swirek” una de las más completas, con inicio crepuscular que aumenta en luminosidad con el tiempo. En el terreno más oscuro e intimista, “Faithful”, composición original de ORNETTE COLEMAN brilla con luz propia, y algo más optimista es el standard “Ballad Of The Sad Young Men”, con mucha herencia de BILL EVANS en la interpretación de MARCIN.

También destacan dos piezas ajenas a MARCIN, por un lado “Os Guizos”, compuesta por HERMETO PASCOAL y por otro lado la fuerte y convincente “Big Foot” de PAUL BLEY. Ambos cortes son de lo más avanzado armónica y estructuralmente de “Faithful”. El primero de ellos con un inicio muy avant-garde, sin esqueleto aparente y envolviendo poco a poco en inquietud y tensión dramática. El segundo de ellos, del que ya hablé al comienzo de esta reseña, destaca con una introducción de intercambios a dúo entre MARCIN y SLAWOMIR que crece en ritmo y fuerza gracias al tercero en discordia, MICHAL MISKIEWICZ, con un acompañamiento inventivo y lleno de cambios. Finalmente “Lugano Lake” cierra de forma clasicista y lírica el trabajo, sin duda el punto culminante en la carrera de este trío y que pone los focos en su dirección esperando una continuidad inmediata que confirme la compenetración alcanzada en “Faithful”. Pese a la repetición de esquemas y a convertirse en otro trío más con estos principios como base, MARCIN WASILEWSKI TRIO parece que resistirá el paso del tiempo.

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