Una
banda como AVERSE SEFIRA es ejemplo de que no sólo se hace buen Black en
Noruega, aunque la diferencia en estilo sea casi imperceptible con respecto a
las bandas a este lado del Atlántico. Desde EEUU, y presentando su cuarto disco
en estudio después de más de una década de existencia, el trío de Texas golpea
fuerte, con ganas y de manera por momentos desproporcionada con “Advent
Parallax”, un disco completo, sin fisuras, y aunque demasiado “clónico”,
notable y recomendable para cualquier seguidor del Black bien producido y con
melódica frialdad.
Como
acabo de decir, escuchando “Advent Parallax” dos nombres vienen raudos y
veloces a nuestras mentes, siendo por un lado una virtud y por otro lado el
principal lastre de AVERSE SEFIRA. Esos nombres son 1349 y SATYRICON. Los
primeros por la velocidad despiadada de muchos pasajes y su producción
sobrecargada, los segundos porque casi todo, voz, melodías, pasajes disonantes,
cambios de ritmo... podrían considerarse calcos de la banda de Satyr que en su momento
fue grande y esencial para entender el Black Metal en su renacimiento después
de sus años oscuros. El hecho de que el disco parezca una mezcla entre el
“Nemesis Divina” y los retazos casi industriales de “Rebel Extravaganza” hace
que el grupo tenga una seria crisis de identidad, pero afortunadamente lo
compensan con una calidad no vista desde hace eones en la banda de Satyr.
¿Virtud?
porque en muchos momentos “Advent Parallax” recupera los mejores años de las
citadas bandas. Excitación, frialdad y un aura maligna indescriptible, a la vez
que un buen hacer compositivo y cierta complejidad estructural (los temas
muchas veces se extienden hasta los nueve minutos y sin embargo mantienen el
vigor y la fuerza), son las notas predominantes de un disco al que no le falta
nada dentro del decálogo del buen Black. ¿Lastre? Un poquito más de toque
personal no habría venido mal. Por ejemplo, los riffs de guitarra muchas veces,
por su carácter disonante, podrían entrar dentro del ámbito de bandas en el filo
de la navaja del Black actual como BLUT AUS NORD o DEATHSPELL OMEGA. De esta
manera, el trío tejano podría haber experimentado un poco más en esta línea,
alejándose un poco de su principal influencia. En cualquier caso, todos
aquellos que busquen un Black despiadado, bien producido, donde las guitarras
brillan solas tanto en las partes más decadentes como en las más afiladas, el
bajo está (¡oh milagro!) siempre presente y la batería sigue las estructuras
con continuos cambios, tendrán en AVERSE SEFIRA un grupo muy interesante y
notable.
El
disco hace honor a su nombre y es compacto como pocos, si se me permite la
ironía comparativa. Desde “Descension”, directa y sin grandes cambios, pasando
por “Seance In A Warrior´s Memory”, tema largo y lleno de matices y recovecos
estructurales difíciles de seguir, continuando con la decadente y mortuoria
“Viral Kinesis”, donde las guitarras dan una lección de disonancia absoluta, su
continuación “Cognition Of Rebirth”, la cual construye y destruye una y otra vez
la muralla de riffs, siendo una de las que más recuerda al “Rebel
Extravaganza”... cada tema, según va avanzando el disco, no aporta más que una
mayor intensidad sonora que el anterior. No hay atisbos de variedad, más que la
propia de las estructuras recargadas que conforman el trabajo. Pero lo que en
otros grupos es un problema, en AVERSE SEFIRA es una virtud, porque logran un
efecto envolvente en el oyente, en medio de la lluvia sónica de riffs y cambios
de ritmo. Incluso hay un tema de esta segunda mitad del largo trabajo que se
podría considerar la mejor: “Refractions Of An Exploded Singularity”, la
composición más larga y donde la experimentación con disonancias y cambios de
estructura es más patente, brillando con luz propia el grupo, y ahora sí, en
parte, desmarcándose un poco de su principal influencia.
Black elitista, sin concesiones, frío y sin descanso para nuestros
oídos, ejecutado con rigor y genialidad, y aunque falto de identidad propia,
con una calidad suficiente como para destacar “Advent Parallax” como un disco a
tener en cuenta. Volviendo a lo que decía en la introducción, AVERSE SEFIRA da
una lección de cómo sonar noruegos, residiendo en Texas. Aunque un poquito más
de maduración propia habría venido bien, un trabajo recomendable para los fans
del estilo.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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