lunes, 13 de agosto de 2012

ALICE COLTRANE - "Translinear Light": La búsqueda de la espiritualidad


Si hubiese que buscar un ejemplo de un músico infravalorado pero fiel a sus principios que se ha pasado toda su carrera en la sombra, ALICE COLTRANE sería un buena opción para ello. Adquiriendo su nombre después de convertirse en la segunda esposa del gran JOHN COLTRANE y siendo la sustituta de McCOY TYNER en las 88 teclas una vez que éste se sintiera superado por los derroteros que la música de Trane estaba tomando, ALICE partía de una tradición pianística muy clara, la previa al lirismo de BILL EVANS, la de AHMAD JAMAL (que a su vez partía de NAT KING COLE), en donde la mano derecha adquiría más protagonismo, pero no se abandonaba el ritmo y la pesadez de la mano izquierda. Sin embargo, esa tradición fue pronto mimetizada con su búsqueda espiritual personal, empujada por su marido y por sus propias inquietudes, lo que hizo que ALICE COLTRANE se sintiera fascinada por la cultura oriental e hindú y que transformara su forma de tocar radicalmente, buscando nuevos sonidos y vehículos de expresión mediante diversos teclados, el harpa (hasta entonces no muy usada en el mundo del Jazz) y composiciones llenas de espacio para el relajo del alma y del espíritu.

Tras la muerte de JOHN COLTRANE, la actividad musical de ALICE no se frenó. Muchos pensarían que se aprovechó de su apellido de casada (o viuda desde 1967) y gracias a ello Impulse! siguió confiando en ella, incluso cuando el sello empezó a divagar hacia terrenos menos avanzados y más populares al entrar el Jazz en crisis a finales de los sesenta. Discos como “A Monastic Trio”, “Journey In Satchidananda” o “World Galaxy” son considerados obras casi imprescindibles para entender el sonido de ALICE COLTRANE y el giro hacialo espiritual que dio su trayectoria, sirviendo de acicate también para otros discípulos de COLTRANE como PHAROAH SANDERS, ALBERT AYLER en los tres años que logró sobrevivir a Trane y hasta ORNETTE COLEMAN. En la parte final de los setenta, sin embargo, el fuego de ALICE se apagó, como ocurriese en tantos otros coetáneos herederos del sonido de libertad hacia el que derivó el Jazz en la década previa. Así permanecería alejada de estudios y escenarios, dedicándose a la parte académica e investigadora tanto musical como espiritual, hasta que su propio hijo RAVI COLTRANE decidió producir su vuelta al estudio con la ayuda de Verve, dando lugar al que sería además el testamento musical de ALICE, “Translinear Light”.

Formado por un conjunto de composiciones originales de ALICE y revisiones de temas tradicionales, además de una versión del “Crescent” de JOHN COLTRANE (a la postre uno de los momentos más sentidos de todo el CD gracias tanto a ALICE como sobre todo a su hijo RAVI) y otra de “Leo”, uno de los momentos más Free de todo el trabajo, “Translinear Light” es un perfecto resumen actualizado de la carrera de ALICE COLTRANE. Usando como vehículo de expresión piano, harpa, órgano y diversos teclados, la espiritualidad y la libertad que se respiran en su música están plenamente presentes en este disco. Además cuenta con un conjunto de acompañantes de excepción, dejando a un lado a su propio hijo RAVI, como son CHARLIE HADEN (con un gran trabajo en “This Train” una de las revisiones tradicionales presentes en el disco, en las versiones de los temas firmados por Trane y en el dúo junto a ALICE de “Triloka”), JACK DeJOHNETTE (que literalmente se sale del mapa, por diversidad y furia al mismo tiempo, en las reinterpretaciones de “Crescent” y sobre todo “Leo”), JEFF “TAIN” WATTS y JAMES GENUS (sirviendo ambos de apoyo rítmico en algunos cortes como “Walk With Me”, un espiritual tradicional cuya introducción por parte de ALICE trae a la mente los tiempos mejores junto a COLTRANE, cargando emocionalmente sus arpegios y juegos armónicos) y su otro hijo, ORAN COLTRANE, apareciendo con el saxo alto en “The Hymn”, tema firmado por ALICE que se despacha a gusto con diversos teclados y sintetizadores mientras su hijo interpreta la melodía con dulzura y sentimiento.

A principios de 2007, después de retomar su carrera también en directo, ALICE COLTRANE fallecía, dejando “Translinear Light” como el último legado y la única muestra de su espiritualidad en los últimos 25 años de su existencia. Siempre fiel a su sonido y a su búsqueda interior a través de su arte, ALICE COLTRANE fue ajena a modas y designios discográficos, e incluso se mantuvo al margen de los que veían en ella a una persona que se aprovechaba del nombre de su marido. “Translinear Light” es una buena muestra de cómo esta compositora e intérprete tuvo voz propia y abrió su camino, más allá de las fronteras de los géneros y de las culturas.

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