La música es sentimiento, es un estímulo para los sentidos y la imaginación, para la exaltación del cuerpo y del alma... en definitiva, una forma de desconectar de la realidad y sentirse envuelto en un mundo único y exclusivo. Sin embargo no todos los grupos e intérpretes consiguen que esta magia llegue a generarse. Pero no es el caso de WOLVERINE en su tercer trabajo, "Still", todo un regalo para los oídos capaz de hacerte volar durante casi una hora y trasladarte a otra dimensión.
Aunque muchos pensaréis que he escrito el párrafo precedente bajo los efectos de algún tipo de sustancia de origen desconocido, nada más lejos de la realidad. No hay más droga por mis venas que la música del grupo sueco recogida en "Still", capaz de llenarte todos los poros de la piel y de dejar poso durante mucho tiempo. Coge lo mejor del Progresivo en forma de grupos como FATES WARNING, PSYCHOTIC WALTZ o PAIN OF SALVATION, añádele un toque oscuro en plan EVERGREY o RIVERSIDE, y muchas reminiscencias a ANATHEMA, FALL OF THE LEAFE o los OPETH más melódicos y tendrás más o menos una idea de lo que es WOLVERINE. Una excelente propuesta musical que va camino de convertirse en una de las sorpresas de este 2006 que ya ha pasado su ecuador.
Podría decir que WOLVERINE es el típico grupo del que siempre oyes hablar, y que por lo que te dicen estás tentado de hacerte con algo suyo, pero al final siempre se cruza algún otro disco entre tú y la banda. Se va dejando, se va dejando y aunque sigues sabiendo de su existencia, no acabas por lanzarte a descubrirlos. Y como también suele ser normal en estos casos, cuando por fin escuchas algún trabajo del grupo, lamentas no haberlo hecho antes. Esa es precisamente mi experiencia con esta banda. Pero "Still" viene a cerrar el círculo y de qué manera.
Con una producción excelente que sabe potenciar el sonido de conjunto, WOLVERINE busca ante todo recrear texturas a cada cual más distinta para que nuestra imaginación se deje llevar. Unas veces te transmitirán cierto optimismo como en "Taste Of Sand", un corte muy Floydiano, donde consiguen que sientas el calor de la arena en la playa. Otras veces te transmitirán desesperación o melancolía, como en "Nothing More", donde la voz desnuda de Zell suena estratosférica en compañía de los sintetizadores y una llorosa guitarra muy Blues... pero siempre tendrás la sensación de asistir a uno de los viajes más bellos que los sentidos pueden llegar a percibir. La ambientación recreada por las guitarras, tanto acústicas como eléctricas, y unos teclados conmovedores, son el perfecto compañero de viaje para la voz de Sefan Zell, sin duda lo mejor que posee WOLVERINE. Tonos melosos, cálidos, desgarrados, con cierta aire a la voz melódica de Mikael Akerfeldt, pero en cualquier caso convirtiéndose en el mejor de los narradores para las historias de WOLVERNIE.
El corte de apertura, "A House Of Plague" es una auténtica orgía de sentimientos. Una voz que transmite desesperación, unos riffs de guitarras poderosos y unas atmósferas realmente mágicas nos acompañan a lo largo de toda la composición. Con un inicio tan espectacular, tenía mis dudas de que pudieran mantener el nivel en el resto del CD, pero estaba equivocado, no solo lo mantienen, sino que lo superan en cada tema. "Bleeding" es todo un escaparate de melancolía por un lado y fuerza por otro. Unos riffs pétreos y repetitivos se repiten una y otra vez mientras los teclados hacen que nuestro corazón se encoja y la voz de Stefan Zell nos hiela la sangre con su profunda pesadumbre y a la vez gélida belleza. Dejando a un lado las ya citadas "Taste Of Sand" y "Nothing More", el disco continúa en su parte central regalándonos un viaje por pasajes reposados, tranquilos, de degustación lenta y rigurosa para poder sacarle todo el jugo. "Sleepy Town", nos ofrece así a un Zell con una voz mecánica, monocorde que es perfecta para la ambientación modernista del tema y para las fabulosas atmósferas recreadas.
Atmósferas que también están presentes en "Liar On The Mount" otro de los cortes que debería pasar por derecho propio a la historia de la música. Las melodías recreadas por la voz, contrastan con unas guitarras más duras que en temas precedentes y una batería realmente fantástica que cambia los ritmos en cada compás. Los samplers le dan un aire misterioso a la par que dotan de mayor variedad al conjunto. Pero lo mejor del tema es su excelente puente, totalmente intimista donde el silencio pasa a ser un elemento más de la música de WOLVERINE. Intimismo que vuelve en "Hiding" composición cuyo peso recae nuevamente y casi en exclusiva en la voz de Zell, que ahora me recuerda por momentos a la etapa de los noventa, aunque sea lejanamente, de DEPECHE MODE.
Para terminar dos composiciones brillantes, como no podía ser de otra manera. "This Cold Heart Of Mine", donde la dureza de las guitarras ya presente en los inicios del trabajo vuelve a hacer su presencia, en medio de unos arreglos de cuerdas increíbles y una voz desgarradora. Tema hipnótico, con unos riffs muy a lo KING CRIMSON, es decir, repetitivos y en espiral, para que te sientas atrapado en ellos y no puedas escapar, pero sin dejar a un lado la capacidad recreadora de paisajes de WOLVERINE. Y finalmente "And She Slowly Dies", donde de nuevo la melancolía y la rabia contenida hace su aparición, en medio de un tema profundo y lleno de belleza. Un excelente cierre para un disco que es un diamante en bruto.
Por poner un pero al disco, solo se echa de menos un diseño de portada un poco más trabajado. Mucho habría ganado este viaje para los sentidos si se hubiera acompañado de una portada como las que Travis Smith sabe hacer en estos casos. Pero esto ya es ganas de ser quisquilloso y buscar pegas a algo que es imposible no recomendar efusivamente a todo amante de la buena música. Un océano de sensaciones al que es imposible frenar, con esta metáfora se podría definir en poco espacio lo que WOLVERINE ha conseguido recrear en "Still". Quizás uno de los discos del año 2006 en lo que a tendencias progresivas se refiere, pero que es capaz de gustar a todos los que quieran pararse, tomarse un respiro y dejarse llevar por los pasajes de "Still". Una gozada.
(Crítica publicada también en: http://www.rocktotal.com)
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