Suelo preferir las autobiografías antes que los escritos de otras personas sobre ciertos músicos. Puede que el protagonista "novele" un poco sus recuerdos (como ocurre con las autobiografías de Hampton Hawes, Charles Mingus o Miles Davis), o que su memoria selectiva se centre antes en las anécdotas que en lo verdaderamente musical, sin embargo, la lectura es más amena que los libros pensados para diseccionar la trayectoria de los artistas, especialmente si se hacen por músicos y de músicos, como es el caso de "How My Heart Sings" escrito por el británico Peter Pettinger.
Sin embargo, esta biografía está muy equilibrada: las anécdotas se construyen a través de entrevistas a un amplísimo número de conocidos, amigos y familiares de Evans, el apartado musical existe, con análisis de la labor de Evans como músico, pero desde un punto de vista liviano, sin necesidad de que se posean conocimientos musicales para comprenderlo. Finalmente, la documentación es lujosa: a una amplísima discografía, casi completa y bien anotada, un gran número de fotos privadas y numerosas notas, se unen testimonios contrastados cuando el relato de los hechos no coincide entre las fuentes.
El resultado, tanto en su versión inglesa (ésta) como en la no hace mucho traducida al castellano, es satisfactorio. Una buena forma de comprender la mente de este artista que vivió en su mundo, siempre tímido, siempre modesto, pero que se ha convertido sin querererlo en el referente de su instrumento durante casi cuarenta años. Seas o no evansiano, una buena oportunidad para conocerle.
Sin embargo, esta biografía está muy equilibrada: las anécdotas se construyen a través de entrevistas a un amplísimo número de conocidos, amigos y familiares de Evans, el apartado musical existe, con análisis de la labor de Evans como músico, pero desde un punto de vista liviano, sin necesidad de que se posean conocimientos musicales para comprenderlo. Finalmente, la documentación es lujosa: a una amplísima discografía, casi completa y bien anotada, un gran número de fotos privadas y numerosas notas, se unen testimonios contrastados cuando el relato de los hechos no coincide entre las fuentes.
El resultado, tanto en su versión inglesa (ésta) como en la no hace mucho traducida al castellano, es satisfactorio. Una buena forma de comprender la mente de este artista que vivió en su mundo, siempre tímido, siempre modesto, pero que se ha convertido sin querererlo en el referente de su instrumento durante casi cuarenta años. Seas o no evansiano, una buena oportunidad para conocerle.
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