El huracán Katrina fue un antes y un después en la historia de New Orleans. De la noche a la mañana, y a pesar de ser una tragedia anunciada, miles de personas perdían todo lo que tenían y cientos la vida. El país que presume de ser el centro del universo no supo gestionar una catástrofe ni antes ni después, y el revuelo que levantó entorno al Estado americano contagió todos los sectores. Uno de esos sectores fue el musical, generando un renacimiento de la tradición musical americana a medio camino entre el testamento, la reivindicación y el lamento. Es en este contexto en el que se encuadra "Tale Of God's Will", quizás el disco más completo e inspirado de uno de los "jóvenes leones" de la estela Marsalis, TERENCE BLANCHARD.
Combinando su amor por la banda sonora, la inspiración jazzista de principios del siglo pasado, la frialdad armónica avanzada y el fuego solista, "Tale Of God's Will" es un disco largo, variado, extenso, inabarcable y sin embargo pasa en un suspiro. Blanchard consigue gracias a su maestría narrativa y a su acierto a la hora de combinar temas orquestales, a modo de requiem, con formas más clásicas en lo que a Jazz se refiere, que durante hora y cuarto contengamos la respiración y por un momento nos traslademos al día después, a la claustrofóbica sensación de darnos cuenta de que el ser humano no es nada en manos de la naturaleza.
Su trompeta suena más emotiva que nunca, de forma natural, sin necesidad de más recursos que su propio corazón escupido a través de sus labios. Solitaria, cálida, envolvente y evocadora, la trompeta de Blanchard se convierte en el narrador de una estampa de destrucción y al mismo tiempo de esperanza: una mirada hacia el futuro, recogiendo lo pasado. Decir que "Tale Of God's Will" es una obra maestra quizás sea pasarse, pero sí es uno de los mejores discos que ha parido este siglo XXI hasta la fecha.
Combinando su amor por la banda sonora, la inspiración jazzista de principios del siglo pasado, la frialdad armónica avanzada y el fuego solista, "Tale Of God's Will" es un disco largo, variado, extenso, inabarcable y sin embargo pasa en un suspiro. Blanchard consigue gracias a su maestría narrativa y a su acierto a la hora de combinar temas orquestales, a modo de requiem, con formas más clásicas en lo que a Jazz se refiere, que durante hora y cuarto contengamos la respiración y por un momento nos traslademos al día después, a la claustrofóbica sensación de darnos cuenta de que el ser humano no es nada en manos de la naturaleza.
Su trompeta suena más emotiva que nunca, de forma natural, sin necesidad de más recursos que su propio corazón escupido a través de sus labios. Solitaria, cálida, envolvente y evocadora, la trompeta de Blanchard se convierte en el narrador de una estampa de destrucción y al mismo tiempo de esperanza: una mirada hacia el futuro, recogiendo lo pasado. Decir que "Tale Of God's Will" es una obra maestra quizás sea pasarse, pero sí es uno de los mejores discos que ha parido este siglo XXI hasta la fecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario